Rivera quiere que arda la pradera.

Sábado 7 de abril de 2018

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, está crecido. Las encuestas y la demagogia, hacen milagros. Ha encontrado una veta que no se utilizaba desde la muerte de Franco que no es otra más que el patriotismo de garrafa, el excluyente, el xenófobo, el dañino, ese nacionalismo agresivo y lineal que a lo único que conduce es a la violencia. Primero a la verbal y luego a la otra.

Tras tachar al Concierto de “privilegio” y a la negociación del Cupo de “cuponazo”, sigue con su demoledora labor de destrucción de lo construido estos años y acaba de decir que “los derechos históricos son un invento. Se acabó el ponerse de rodillas ante el nacionalismo”.

Toda una coz que sabe es muy bien recibida en los bajos fondos del españolismo que embiste y que ve en peligro su unidad. Sabe además que ante el desastre de la mala gestión de unos, no tolera la buena gestión de los otros.

Tenemos pues suficiente campo abonado para encender una cerilla y que arda la pradera.

No cabe duda de que hoy nos encontramos ante una encrucijada de difícil solución. La proliferación de tendencias antidemocráticas y el populismo de derechas suponen una grave amenaza para la cohesión social y el sistema democrático, y es una amenaza que está enraizada en el corazón mismo de la sociedad.

Hace apenas unos años dábamos por hecho que el fascismo era un espectro del pasado pero escuchando a Rivera, a Jiménez Losantos, y a tantos activistas de la Brunete Mediática, ésta afirmación comienza a no ser creíble, mientras hay mucha gente a la que su distanciamiento emocional de la realidad les hace quitarle importancia a lo que está sucediendo.

Por eso ha estado bien que el Lehendakari Urkullu haya bajado a la arena y a este émulo de Primo de Rivera, le ha contestado de esta manera:

Derechos históricos

“Escuchando al máximo responsable de Ciudadanos uno siente cierta preocupación. Preocupación al conocer ahora su opinión con respecto a los Derechos Históricos, a pesar de haber considerado que sus opiniones en el pasado reciente con respecto al Concierto Económico podían corregirse ante la evidencia de la propia Constitución. No parece haber sido así.

Si alguien se siente español o española, decir abiertamente que lo es, es obvio. Sin embargo, ser español y creer que por ello se ha de ser patriota, es otra cosa bien distinta. Decirse patriota y pretender no ser nacionalista no tiene sentido alguno. Es totalmente respetable ser español, patriota y ejercer de nacionalista español.

Ahora bien, ¿cabe tildar de “supremacistas” a las personas que (no siendo patriotas y/o nacionalistas españoles) defienden un nacionalismo cooperativo y no hegemonista? Considero que en un Estado donde conviven diversos sentimientos nacionales y nacionalistas, se debería poder cuestionar qué se considera como “nacionalismo supremacista”. Es inaceptable. Lo es en un Estado español que tiene una naturaleza y realidad plurinacional indudable.

Creo que hay quien merece un suspenso en el máster de Constitución Española. Primero por falsear lo que realmente dice la Disposición Adicional 1ª de la Carta Magna. Segundo por omitir la auténtica realidad de la relación de los Territorios Vascos con la Corona española en el Antiguo Régimen hasta la abolición de los Fueros. Tercero por olvidar la realidad institucional vasca y su porqué en tiempo de la II República y la corresponsabilidad de las Instituciones vascas con la legalidad republicana. Suspenso también por el desconocimiento u omisión del significado de la Disposición Derogatoria de la Ley Abolitoria de los Fueros Vascos.

Por último, más que suspenso, muy deficiente, por desconocer o no querer reconocer y respetar el resultado del referéndum del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Autónoma Euskadi el 25 de octubre de 1979, en el que decenas de miles y miles de personas avalaron tanto sus Artículos 1 y 2, como también la Disposición Adicional Única del mismo.

El Estado español, del primero al último de sus ciudadanos, tiene un gran problema -y no el que dicen que es- si sigue sin aceptar su propia historia así como su realidad actual”.

Hasta aquí el Lehendakari. Se puede decir más alto, pero no más claro.

 

9 comentarios en «Rivera quiere que arda la pradera.»

  1. Alemania ha aprendido mucho de la historia, ( España nada ya que saben que ellos pro-franquista son el problema, pero no quieren soltar a su presa, a la que han herido de muerte).
    Alemanía en 25 años ha encabezado dos Guerras Mundiales,  las dos las perdió, y está a la cabeza de Europa gracias a saber distinguir ahora la Gran Importancia de la división de poderes para mantener una sociedad ética y confiada, también lo nefasto del imperialismo Ultra-Nacionalista,  y el excelente valor del Nacionalismo colaborativo y emprendedor.
    Todo esta lección magistral germanica al estilo del reformismo luterano, fue gracias a sus fracasos Nazi-fascistas, que tras su derrota un gobernante estadista cómo fue su lider canciller K. Adenauer, desarrollo tras la IIGM en la reconstrucción de la nueva Alemania.

  2. Y si no les gusta, Uds. ganan porque yo soy de lo mas pacifico que hay.

  3. Hasta ahora se defendía la Constitución ultranza y el que le atacaba como, se miraba mal. Por eso no entiendo lo del señor Rivera o es que nos hemos pasado otro sistema político?
    Y esa misma constitución es la que recoge los derechos históricos del pueblo vasco. Esto es ir más allá del artículo 155 .

  4. Hace mucho tiempo que no comulgo con Usted. Sin embargo debo reconocer que los últimos blogs que le he leído me han animado a seguir leyéndolo. Me parecen bien analizados. Me parecen correctos en sus apreciaciones. Entiendo que su militancia que le ha dado tantas oportunidades vitales aparezca, pero, sinceramente, creo que se puede decir lo mismo sin arrimar tanto el ascua a su sardina, que, de seguir así, acabará quemándose (la sardina, claro). Quizás, tendría, por otra parte la opción de «ahorrar» un poquito de tiempo para aprender euskera.
    Un saludo

  5. Supongo que este comentario TAMPOCO pasará vuestra/tu censura. He escrito antes un comentario en el que digo estar de acuerdo con el autor, aunque con algunas críticas, tanto políticas como personales y me lo has/habéis censurado.
    Alguien tan culto como tú/vosotros conocerá la frase, mancheta de algún periódico parisino (aunque no recuerdo cual) que dice algo así como «donde no hay posibilidad de criticar las alabanzas son inútiles»

  6. Estimado Iñaki,
    Muchos nunca dimos el fascismo por desaparecido. Siempre ha estado ahí, agazapado, disfrazado, latente… Esperando las condiciones idóneas para mostrarse sin pudor

  7. A Rivera sólo le falta vestirse el uniforme verde y dejarse un bigotillo para parecerse a su referente político ya fallecido (por suerte). De todas formas, este individuo creo que le dejaría corto a Franco. Qué poco nivel como político y como persona.

  8. Creo que este ciudadano catalán proviene de Andalucía. De la Andalucía de antes de los casi 8 siglos musulmanes no sabemos prácticamente nada, la historia nos habla de las guerras púnicas, del Imperio romano, de la invasión de los visigodos, pero nada más. No sabemos quiénes y cómo eran sus pueblos. Después el Islam, casi 8 siglos, y luego la conquista de Castilla. Pues bueno, nosotros ya existíamos y estábamos aquí cuando las guerras púnicas, y cuando los visigodos y su primer estado Asturias, ya empezamos con nuestros derechos históricos, que llegaron hasta 1876, tras derrota militar. Mientras tanto los antecesores de este señor vivían en un conflicto entre dos poderes, el cristianismo y el islam, y muchos habitantes de aquel territorio siguieron siendo musulmanes en el siglo XVI, y a saber si también en el XVII. No tienen historia propia, historia occidental. Cuando hablan de sus grandes personajes históricos citan a Maimonides, Averroes o Avicena … Nosotros tenemos documentada nuestra historia desde el siglo VIII. Por tanto, que va a decir, opinar, objetar este tío de nuestros derechos históricos? Aunque viviendo en Cataluña podía estar más documentado, porque la Marca Hispánica del Imperio Carolingio, la actual Catalunya, está suficientemente documentado hasta nuestros días.

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