Gala con música del Caribe

Domingo 27 de enero de 2019

Todos los años, el último domingo de enero, la Fundación Sabino Arana entrega sus premios anuales en fechas cercanas al nacimiento de Sabino Arana el 26 de enero de 1865. Este año se cumplían los 30 años de esta iniciativa que nació en una reunión en mi casa con Koldo Mediavilla e Iñigo Camino. Y, como nos lo han recordado, han sido 176 las personas que los han recibido siendo siempre una gala bien llevada, elegante, equilibrada y muy representativa de la Euzkadi actual y del partido que fundó aquel hombre tan denostado.

Si me gustaría que una de las plateas la ocupasen por invitación oficial todas esas gentes denunciadas en su día por Unamuno que aborrecieron y aborrecen a Sabino Arana y lo tildan de cretino, racista, y adjetivos de difícil reproducción. Un hombre de esas características no deja un legado que se plasma en galas como la vivida con su pluralidad y elegancia.

La novedad ha sido escuchar a la orquesta Havana 537 con cinco cubanos y una bilbaína que hasta han interpretado a ritmo caribeño la canción de Benito Lertxundi: Bizkaia Maite. No hubiera estado nada mal que hubieran incluido el Alma Llanera en solidaridad con el pueblo venezolano.

Ha estado muy humano el sacerdote Txomin Bereciartua quien a sus casi 90 años, con dificultad para moverse, ha subido al escenario para agradecer el galardón y recordar que había nacido por capricho de la cigüeña en la calle Tendería del Casco Viejo bilbaíno. Nos ha hablado de su talante, de su vasquidad, de su equipo y de un trabajo de hormiga siempre dedicado a los demás.

Dolores Redondo ha sido la segunda premiada quien asimismo ha agradecido el galardón y ha recordado lo que ha tenido que pasar antes de los últimos seis años para llegar donde ha llegado. La trilogía del Baztan acumula la cifra record de 180 ediciones así como el que en este momento se estén rodando películas basadas en sus novelas.

Juanjo Mena ha tenido el detalle de recordar a quien le habían ayudado en su carrera entre otros a José Ángel Cuerda y Josu Bergara. Echo en falta un lugar especial lleno de ex, gentes que han sido referencia en este país y que acudan a estas galas. De alguna manera Mena nos los ha traído con su mención generosa. No es habitual.

Conocí al padre de Ana Urquijo, Rufino, abogado de Ajuriaguerra y quien prestó su casa en la Avenida Sabino Arana para que el senador norteamericano Frank Church pudiera ver desde el balcón el primer Aberri Eguna en libertad. Su discurso potente, y generosos ha sido una pieza representativa de la mujer vasca agradecida. Ha estado muy bien.

Ha terminado Michel Camdessus a quien había escuchado este domingo en una entrevista en Radio Euzkadi hablando de universalidad, pobreza, inclusión, generosidad, sostenibilidad, así como analizando las amenazas y desafíos de la economía mundial. Nada que ver con lo se ha escuchado en el programa de Almudena Cacho posteriormente hablando de la izquierda como tal en versión idílica y falsa con una visión parcial, sectaria y poco real. A Camdessus no le hace falta declararse de izquierdas para predicar y trabajar por los demás como suele hacer en las reuniones anuales que organiza el cura Lezama en Amurrio, aunque bien es cierto que esa reflexiones se quedan en esas cuatro paredes y de ellas no nos enteramos los demás. Harían bien en publicarlas.

A Camdessus le ha presentado Sara Gandara, que lo ha hecho muy bien, como vasco Universal y él ha hecho de este título una buena descripción y síntesis de lo que tiene que ser la causa de los vascos, fraterna, beligerante contra la pobreza y el dolor y combatiendo al odio universal que se cuela por todas las rendijas.

Finalmente he de decir que he echado en falta una mención al recientemente fallecido Andoni Olabarri quien había sido presidente de la Fundación y quien le precedió al actual presidente. Lo fue y entregó durante muchos años los premios. No ha sido correcto omitirlo, pero en fin. Así son las cosas.

Una buena gala que se suma a la de todos los años que prepara la del año que viene donde confiemos se le entregue un premio a alguien que en Venezuela lucha por la libertad, país que acogió el exilio vasco hace 80 años.