Consideraciones sobre el adelanto electoral

Sábado 16 de febrero de 2019

Sabíamos lo que todos en relación con las elecciones, aunque si ha habido una comunicación constante en las últimas semanas y en los últimos días entre Sabin Etxea y Moncloa, pero la fecha no ha sido consultada. En cualquier caso, la fecha elegida, el 28 de abril, atiende nuestra demanda principal, que era que no hubiese elecciones legislativas el 26 de mayo. Pedro Sánchez y el PSOE sabían que nuestra línea roja era que no hubiese súper domingo, y eso es lo importante.

¿Qué tal las elecciones el 28 de abril?.

Nos llegan estas elecciones preparadas y preparados como partido. Entre sus análisis, el PNV ya manejaba hace semanas la hipótesis de elecciones en abril (incluso en marzo), teniendo en cuenta la montaña rusa en la que transita la política española. Por ese mismo motivo, por la incertidumbre, por el riesgo cierto de que todo se precipitara en cualquier momento, decidimos adelantar nuestro proceso interno para la elección de listas para las Generales, haciéndolo coincidir con el proceso de las Europeas. El pasado 3 de febrero, la Asamblea Nacional de EAJ-PNV ya aprobó las listas al Congreso y al Senado. Si no nos equivocamos, somos el único partido que tiene ya todas sus candidaturas preparadas. ¿Nos gusta esta fecha? Nosotras y nosotros somos partidarios de la política sólida, de la estabilidad en las instituciones, y creemos que Sánchez podría haber seguido gobernando con una buena prórroga presupuestaria. Pero, una vez que el Gobierno español puso un gran énfasis en vincular Presupuestos con continuidad en la Moncloa, una vez metidos ya en el trámite presupuestario y habiendo salido mal parados del mismo, entendemos que la decisión adoptada por Sánchez es lógica.

La fecha es lo de menos en este momento.

Ni nos favorece ni nos perjudica. Tenemos la convicción, y la certeza, de que la ciudadanía vasca ha valorado, valora y va a valorar en las urnas el papel que ha desempeñado EAJ-PNV en la actual legislatura en Madrid. Las vascas y los vascos van a tener muy en cuenta, a la hora de votar, la gran diferencia existente entre lo que ocurre en España (bronca, crispación, ausencia de diálogo, insultos, ruido…) y lo que ocurre en Euskadi (estabilidad, acuerdos, buena marcha de la economía, protección social…). Esta semana es muy ilustrativa. Lo ocurrido el miércoles allí y lo vivido el jueves aquí es el mejor ejemplo. El miércoles, en Madrid, gran bronca en el Congreso, insultos gruesos y rechazo de los Presupuestos; ayer jueves, en Euskadi, acuerdo entre todas las instituciones en el marco del Consejo Vasco de Finanzas y aprobación de tres importantísimas leyes presupuestarias en el Parlamento Vasco. Pese a que parecía que había nubarrones en ambos temas, tanto entre las diputaciones y el Gobierno Vasco en el CVF como entre el Gobierno Vasco y los partidos de la oposición en el Parlamento, al final en Euskadi se han impuesto los acuerdos. Acuerdos muy, muy beneficiosos para decenas de miles de vascas y vascos. Y eso lo va a saber valorar la ciudadanía vasca el 28 de abril.

Nos van a avalar el trabajo hecho.

Aunque sabemos que no son las elecciones en las que obtengamos nuestros mejores resultados toda vez que el foco mediático suele estar muy puesto en Madrid, confiamos en volver a recabar el respaldo de la ciudadanía vasca, porque si de algo ha servido esta última legislatura que toca a su fin ha sido para demostrar la utilidad y la necesidad de un PNV fuerte en Madrid. Una aplastante mayoría de la ciudadanía vasca avala las decisiones trascendentes que hemos adoptado en Madrid:

1.- Acuerdo del Cupo y para la finalización del TAV en el primer Presupuesto de Rajoy;

2.- Acuerdo para la subida generalizada de pensiones en la negociación de los segundos PGE de Rajoy;

3.- Voto a favor de la moción de censura presentada por Pedro Sánchez al no reaccionar ni el PP ni el propio Rajoy tras la demoledora sentencia del caso Gürtel;

4.- Y, ya con Pedro Sánchez, conseguimos, a cambio de nuestro voto favorable a la moción de censura, garantizar el cumplimiento de las inversiones comprometidas en Euskadi, que están siendo ejecutadas y que van a seguir siendo ejecutadas; la aprobación de la subida de las pensiones acordada con Rajoy; y, muy importante también, en estos ocho meses escasos hemos conseguido algo histórico, y es que, por primera vez, un Gobierno español ha visado y reconocido su deuda con el Estatuto de Gernika: hay 30 y pico competencias pendientes de ser transferidas. Eso es histórico. Hasta ahora, esa era una reivindicación exclusiva del Parlamento y del Gobierno vascos; ahora, por vez primera, es ya algo asumido por un Gobierno central, y no tiene marcha atrás. Ningún Gobierno español lo va a echar para atrás, sea del color que sea. Eso lo hemos hecho bajo el Gobierno de Sánchez, al que vamos a presionar hasta el 28 de abril para que siga cumpliendo el calendario de transferencias.

¿Tomó el PNV una mala decisión con la moción de censura?

No. El balance de lo conseguido para Euskadi en esta legislatura es muy satisfactorio: Cupo, TAV, pensiones, transferencias… Ojo: no fue el PNV quien le dio la puntilla a Rajoy, sino que fue Ciudadanos al retirarle su apoyo el mismo día de la sentencia de la Gürtel. El mal negocio lo hizo el PP con la corrupción, eso debería tenerlo claro Alfonso Alonso. Ese ha sido el único mal negocio: el latrocinio de su partido, acreditado en sentencia judicial. Pero es que, además, los acontecimientos han demostrado que, aun si Rajoy hubiera salvado la moción de censura, habría habido elecciones anticipadas igualmente: Ciudadanos le había retirado su apoyo, no habría apoyado sus Presupuestos y habría habido elecciones en un escenario mucho peor, ya que Ciudadanos, que ahora está con el pie cambiado y muy arrimado a la derecha, habría sido, con perdón, el rey del mambo. El mal negocio lo hicieron el PP y lo ha hecho Ciudadanos. Por nuestra parte, insisto, las inversiones marchan, están consignadas y se van a ir ejecutando; hemos conseguido un incremento de las pensiones (se lo arrancamos a Rajoy y posibilitamos que hubiera un Gobierno, el de Sánchez, que llevara esa subida a la práctica); y hemos conseguido que un Gobierno español asuma un calendario de transferencias y reconozca su deuda con el Estatuto de Gernika. Todo eso, estamos seguros y seguras, lo va a valorar la ciudadanía vasca el 28 de abril.

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