Una huelga como declaración de guerra política

Miércoles 29 de enero de 2020

El martes el portavoz del Gobierno Vasco al ser preguntado por la Huelga de este jueves dijo. «Huelga General en época electoral, blanco y en botella».

«Elemental querido Watson «que decía Sherlock Holmes.

El largo brazo de Sortu quiere cambiar las cosas, aunque vayan bien. No aguantan estar en la oposición. Condicionaban el tablero cuando existía ETA. Ahora se han cansado de esperar. Quieren darle su impronta a toda la política vasca  y usan la presión que no le han dado las urnas para crear ambiente electoral contra un gobierno de coalición que funciona y ha cumplido su oferta al electorado cuando dijo que el paro bajaría del 10%. La presión y la coacción.

Pero es que la mentalidad de Sortu no es democrática. No nos engañemos. La huelga es un instrumento democrático de los trabajadores pero no estamos hablando de eso. Lo ha dicho Lakuntza. «Es una huelga política». Le ha faltado decir, «El fin justifica los medios». Y los medios son los extremos y para eso ELA y LAB como brazos ejecutores de Sortu y la presión de una violencia insinuada  y efectiva como ya hemos visto en algunas localidades van a por todas.

El odio ideológico funciona así.

Un ciudadano que piensa y, que es  pensionista,  por supuesto, escribió ayer  esto en el DV.

No es del PNV.

Se entiende que el lehendakari Urkullu se niegue en estas circunstancias a recibir a ELA y LAB. Suena a frivolidad solicitar una entrevista tras llamar a la huelga general, que equivale a una declaración de guerra. Esa acción coincide con la petición de reunión cursada a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias por la corriente de pensionistas impulsora de la huelga. En política casi nada ocurre por casualidad, basta observar el contexto actual: actitud beligerante de EH Bildu en la negociación presupuestaria, es probable que se transfiera a Euskadi la gestión de la Seguridad Social, se acercan las elecciones al Parlamento Vasco…

Convocar una huelga para demandar todo lo imaginable es lo mismo que no reclamar nada. La huelga es un derecho individual que se ejerce de forma colectiva. Corresponde a trabajadores y trabajadoras valorar, sin presiones ajenas, si esa huelga que promete el paraíso terrenal va a mejorar sus condiciones de vida. Respecto a las pensiones públicas, sabiendo que el proyecto soberanista de la izquierda abertzale incluye un modelo desligado de la caja común de la Seguridad Social, esa huelga perjudica los intereses de los pensionistas de hoy y de mañana.

Hasta aquí el pensionista.

Pero esto no les importa nada. En el punto de mira Urkullu y el EAJ-PNV.

La gasolina el odio ideológico.

Repito. El fin justifica los medios. Típica manera de proceder comunista, ideología que cuando está en el poder elimina los sindicatos.

2 comentarios en «Una huelga como declaración de guerra política»

  1. Iñaki, cuando se cita un texto es preciso citar la fuente. La prensa no publica anónimos, ese pensionista tendrá nombre y apellidos.

  2. Correcto, pero a mí me lo enviaron así y tuve que elegir entre publicarlo sin el nombre o no publicarlo, y decidí publicarlo porque me pareció relevante

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