Lunes 23 de marzo de 2020
Estos días de reclusión uno tiene tiempo para todo, sobre todo, y valga la redundancia para ordenar cajas, cajones, armarios y carpetas que descansaban pacíficamente durmiendo el sueño de los justos.
Revisando papeles he encontrado esta carta de Santiago Aznar a Jesús María de Leizaola, el consejero del gobierno que fallecido quince días antes Aguirre había tomado posesión de su representación de Lehendakari en el cementerio de Donibane bajo un paraguas. A Franco le quedaban quince años más de dictadura y este pasado domingo hemos recordado, el inmenso silencio que produjo la muerte del primer Lehendakari de Euzkadi. Desgraciadamente no hemos podido acudir a los actos organizados en San Juan de luz al haber sido suspendidos por esta maldita pandemia.
Santiago Aznar había sido el Consejero de Industria y Marina del primer gobierno vasco formado en Gernika el 7 de octubre de 1936. Era un socialista vasco que, ante la controversia que tuvo en el exilio mexicano con sus compañeros de partido, renunció en 1946. Le habían acusado de “aguirrista” y efectivamente lo fue. Le había cautivado la personalidad y el liderazgo del Lehendakari y, tras su salida del gobierno, se residenció en Venezuela que es de donde escribió esta carta que he encontrado estos días.
Las letras hablan por sí mismas y no hace falta ni comentarlas, tan solo, solo conocerlas.
La carta, al nuevo Lehendakari, Leizaola, compañero de aquel gobierno de 1936, decía así:
Sr.D.Jesús María de Leizaola
Gobierno de Euzkadi
30, rue Singer
PARIS
Caracas, 5 de abril de 1960
Amigo Leizaola:
No me ha sido posible escribir a ustedes antes. Envié un cable. Aún no he recuperado mi serenidad. Desde la infausta noche del 22, en que me telefonearon la trágica noticia de la muerte de nuestro querido José Antonio Aguirre, no he hecho otra cosa que llorar tan terrible desgracia. Usted es uno de los que conocen muy bien no solamente de mi respeto y admiración hacia él sino cuanto lo quería, sincera, entrañablemente.
Es de esos afectos pocos comunes que nacen y se conservan al calor de la amistad sincera, leal, honradamente y que se acrecienta cada día y de manera honda en los momentos de inquietudes, vicisitudes y peligros en que juntos hemos vivido. No puedo escribir nada; no sé decir nada; los recuerdos se me agolpan en la mente y no logro poner orden en la memoria. El profundo sentimiento de su muerte invade todo mi ser.
Siempre he reconocido que soy un sentimental y que los dolores profundos me descontrolan por completo. Pero es que en esta triste ocasión he visto cómo el dolor me ha rebasado todos los límites. No puedo consolarme con ninguna reflexión; no puedo comprender por qué teníamos que perder tan gran hombre, tan entrañable amigo. Sobre todo de manera tan súbita, tan inesperada. Pasarán los días, pasarán los años y nunca podré olvidarlo.
Los que hemos tenido la fortuna de convivir con él sabemos la pérdida que su prematura muerte representa para Euzkadi y los grandes ideales de la Humanidad. Lo sabrán los discrepantes al correr de los tiempos, pues el nombre de José Antonio Aguirre se ha incorporado a la historia de nuestro pueblo.
Yo soy un recuerdo del pasado, de ese pasado del que me siento tan satisfecho de haber cumplido con un deber insoslayable: servir a mis ideas sirviendo a la patria. Quiero vivir el resto de mis días en el anonimato, haciendo votos porque mi ideal triunfe plenamente. Es de razón, es de justicia. Viviré siempre acariciando esta noble idea y el recuerdo perenne de nuestro inolvidable José Antonio me reconfortará en la esperanza de ver cumplido este anhelo antes de morir.
Asistí al funeral que se celebró aquí (por cierto que me gustaría que leyeran las hermosas palabras que pronunció en el acto el sacerdote que ofició). Me parecieron magníficas y dignas de ser conocidas por todos. Felicité a tan emocionado patriota. Quise volar a París, pero no me fue posible. Estoy haciendo cuanto puedo para que no pasen muchos días en que pueda postrarme con hinojos ante la tumba de nuestro primer Presidente ofrendándole unas flores y una cristiana plegaria de buen amigo.
Mi buen amigo Leizaola, cuente con mi adhesión con todo respeto y ante usted renuevo mis condolencias al Gobierno.
Un abrazo
Santiago Aznar
Es una carta magnífica de aquel socialismo combativo de la II República, ya que Aznar no era un cualquiera. Secretario General de la UGT, hombre de Indalecio Prieto, editor del periódico “La Lucha de Clases”, fomentador del esperanto, ante el dilema de un socialismo con obediencia vasca y no española, optó por lo primero y pagó su postura con una campaña muy dura contra él en la que encontró el apoyo del Lehendakari.
Se ve pues que, curado de todas las heridas de esas guerra al hombre no le importaba hablar en patriota y en cristiano, y seguramente, también por eso se la tenían jurada. Pero no es el caso hablar de Aznar sino de esta carta que refleja bien el sentimiento de orfandad que sintió la mayoría de nuestro pueblo hace esta semana, sesenta años.
Me gustaría saber si después de ser expulsado en 1946 del Psoe, se alineó definitivamente con las tesis de PNV?. La carta es magnífica y sin duda habla de su bonhomia, honestidad y lealtad personal.
Javier.No.Le sustituyó Fermin Zarza,que había sido alcalde de Bilbao,y este con Rubial y otros como Paulino Gomez pusieron al Comité Central Socialista de Euzkadi en la órbita del PSOE.El siempre fue muy consecuente.Fue quien propuso la ikurriña en noviembre 1936 como bandera de todos los vascos.
El socialista Ramón Jáuregui ocupó altos cargos tanto en la administración central como en el Gobierno Vasco.
Entre ellos el de delegado del gobierno español en la CAV en plena actividad terrorista del GAL.
Hoy en EL CORREO ESPAÑOL le publican un extenso artículo en el que advierte de que «si Europa no reacciona bien ante el coronavirus el nacionalismo ganará »
Mientras la gente está confinada y asustada, los servicios sanitarios al límite, miles de personas infectadas o fallecidas y algunos ancianos de la CAM muertos y abandonados en sus camas, a este SOCIALISTA lo que le preocupa es si todo esto beneficia al nacionalismo.
Este socialista da vergüenza y asco al mismo tiempo.
Te extraña Caustico?.Fue efectivamente Delegado del Gobierno español en Los Olivos y no se enteró de la existencia del GAL y,cuando no sacó un buen resultado tras haber sido Vicelehendakari con Ardanza,se fue a Madrid y allí vive tan ricamente.Habiendo sido presidente de la Gestora de San Sebastian en 1978 resulta que encabezaba las listas del PSE por Araba.Este tipejo es un ejemplo de anticoherencia pero como aparentemente tiene cara de chico de los Luises le siguen riendo las gracias porque habló en su de post nacionalismo y eso vende.Le siguen haciendo entrevistas y opinando sobre todo cuando no ha dado un palo politico al agua en su vida ni ha presionado ,por ejemplo,para que el estatuto de Gernika fuera completado.Y,habiendo sido ministro de la presidencia con Zapatero,como siempre ,no tuvo el coraje de sacarle a Franco del Valle con la excusa que le tenía que pedir permiso al PP.Un tipo pusilánime y políticamente un cero a la izquierda para Euzkadi.
Comparto absolutamente la valoracion de Iñaki sobre Ramon Jauregui.Lo que no se comprende es que,conocida la catadura moral del personaje,fuera vicelendakari en alguno de los gobiernos de Ardanza.
Con semejente Lehendakari pues se le pone un Vicelehendakari acorde.
No había nada mejor en ningún otro partido.
Buenos lehendakaris jeltzales hemos tenido.
El que se queje, es porque le toca patalear. Nada más