Una televisión hipermadrileña y sectaria.

Jueves 16 de septiembre de 2021

De que España es Madrid, no hay duda. Si yo fuera castellano o andaluz, la armaría. No he visto más centralismo ineficaz  que la aspiradora madrileña y si a eso se le suma una presidenta como Díaz Ayuso que quiere llegar a la Moncloa enfrentando Madrid contra todo y contra todos, apaga y vámonos.

En ese contexto de ombligo del mundo  este  miércoles la Sexta estrenaba el programa de Ana Pastor, Objetivo,  pasándolo del domingo al miércoles. Reconozco en ella a una buena profesional pero confieso que dejé de seguir sus tertulias. Cambio de canal. Es una persona prepotente que echa para atrás, aunque ayer tuve curiosidad por ver qué de nuevo servía en su tan publicitado menú. Por su marido, Antonio Ferreras, por supuesto.

Vi que estaban en un debate sobre las tarifas eléctricas y para hablar de ello no tenía un panel de gente que sabe de verdad lo que está pasando sino a tres políticos. Felipe Sicilia (PSOE), Andrea Levy (PP) e Iñigo Errejon del partido Errejonista. Tres personas no expertas que en lugar de analizar se echaban los trastos a la cabeza sin explicar al personal como se produce la luz, como se compra en el mercado, el oligopolio, las grandes ganancias, las puertas giratorias, las renovables, la descarbonización pero no con gente no experta sino con profesionales del ramo, empresarios y profesores universitarios. En lugar de informar se produjo el debate gallináceo. Todo pues muy lamentable.

Curiosamente la Sexta está empeñada en publicitar a Iñigo Errejon. No sé porque lo hace, si para fastidiar a Podemos o por lo que sea y la Sra. Pastor se presta a este juego de abuso de posición dominante. ¿A quién representa este señor?.

Cambié varios canales y recalé en Trece Televisión con un debate absolutamente parcial y esencialista español criticando a modo la entrevista Sánchez Aragonés con evidente falta de respeto y sin que nadie del mundo nacionalista hiciera de contrapunto a las sandeces que se decían. Aplaudían que el presidente andaluz, el de Castilla y el socialista García Page quisieran reuniones bilaterales como había tenido Sánchez ese día en Barcelona. El problema de la clase política española es que no acepta ser española. Todos quieren ser vascos, catalanes y gallegos cuando su identidad está representada  y bien por quien habita en la Moncloa. No han aprendido nada, no han olvidado nada y son de una envidia supina, tan supina que su glorioso estado, al no reconocer sus hechos diferenciales, se hace muy antipático e ineficaz y sin visos de mejorar nada ante la pobreza argumental de líderes menores y de televisiones muy parciales.

No sé como los Obispos permiten semejante parcialidad, al mismo nivel tan acusado por el otro lado como los programas de la Sexta. España  pues tiene una televisión esencialista, muy pero que muy española y muy, que muy madrileña. Y luego nos extraña lo que está pasando. Con estos planteamientos señores de la meseta, esto no tiene visos de solución.

Es lo que hay Sra. Baronesa.

Ante el fallecimiento de Joseba Arregi

Miércoles 15 de septiembre de 2021

Cuando una persona fallece a los 75 años creo se debe analizar el conjunto de su vida. No solo de una parte de ella. Y si hay discrepancias, hacerlo pasado cierto tiempo. En mi caso, por partida doble. Joseba Arregi tras enviudar se casó con mi prima Amaia. Y no seré yo quien caiga en este momento en ningún tipo de crítica a lo que considero la segunda parte de su vida.

La foto es del 7 de septiembre de 1985. Una bonita y entrañable foto. Le  habían elegido presidente del Gipuzko Buru Batzar, una elección harto comprometida en un territorio diezmado por la división. Celebran  en Zarautz el cumpleaños del Lehendakari Leizaola junto a Uzturre, en ese momento presidente del EBB. Ante aquella tragedia que fue la división del Partido Nacionalista, Joseba fue parte del resurgimiento del EAJ-PNV como burukide y posteriormente como Consejero de Cultura y portavoz del Gobierno Vasco. Es un dato importante.

Su aporte a la cultura de Euzkadi, la consolidación de EITB, la apertura del país a Europa (era también de cultura alemana), su apoyo irrestricto al Guggenheim hace que en el balance pese más su acción positiva para este país  que su posterior discrepancia partidista sin olvidarnos su trabajo en favor de la consolidación del euskera que él dominaba siendo hermano de Rikardo Arregi un escritor magnífico en euskera, tristemente fallecido en accidente muy joven. Hay un premio que lo recuerda todos los años.

Conocí a su aita Pedro, uno de las referencias de la resistencia al franquismo. En el libro de Julio Ugarte se narran lo que fue la casa de los Arregi  bajo el franquismo y su relación tan estrecha con quien fuera presidente de Euskaltzandia, D. Manuel Lekuona.

Solían comentar con ironía que el proyecto Guggenheim había sido un proyecto gipuzkoano junto a un Pradera que apostó por él. Xabier Arzalluz de Azkoitia, Joseba Arregi de Andoain, Joxe Joan González de Txabarri de Zarautz, Juan Luis Laskurian de Soraluze y Tomás Uribeetxeberria de Aretxabaleta. No deja de ser verdad ante tanto padre actual de la criatura que se ponen plumas inmerecidas. Arregi luchó desde el Gobierno Vasco para que el proyecto se hiciera y consolidara No le pagaron bien al descartarle posteriormente como miembro de su Consejo.

El viernes en la Iglesia San Vicente de Bilbao será su funeral. GB Joseba.

Foto terrible y emocionante historia

Martes 14 de septiembre de 2021

Es del cementerio de Hernani. Escenario de fusilamientos y enterramientos en 1936 y 1937, entre ellos del sacerdote Joaquin Ariztimuño “Aitzol”, capturado, torturado, vejado y fusilado. Era un sacerdote, pero eso no fue óbice para que aquellos “cruzados” le mataran, como asesinaron a miles de personas inocentes.
La foto me ha recordado una historia terrible y emocionante. Me la contó la hija del enterrador de Hernani yendo al funeral de Joseba Rezola en Donibane Lohitzun. Ella había oído contar a su aita decenas de historias espantosas de aquellos días pero hubo una que por su significado quería transmitírmela.
Se trataba de un joven nacionalista, que apenas hablaba el castellano. Le obligaron a cavar su tumba y riéndose le pidieron les dijera su última voluntad. El chaval les pidió poder bailar el aurresku, aunque fuera tarareando la música. Lo hizo al borde del agujero. Me imagino la escena tan conmovedora, y tan bella como trágica. Tras esto lo mataron. Una historia impresionante. Lamento no tener más detalles. Me lo contó en diciembre de 1971.