Jueves 30 de junio de 2022


A la Radio Euzkadi que funcionó trece años en Venezuela le llamábamos La Txalupa. Lo hacíamos para hacer creer que la emisora clandestina estaba en un pesquero en el Golfo de Bizkaia. Era un truco para que no se escapara el nombre de Radio Euzkadi en alguna conversación en el Centro Vasco de Caracas. A la cinta le llamábamos talo y al lugar de emisión Macuto, que era una playa, pero donde funcionaba era en el interior, en los valles del Tuy. Todos los días Pedro Briceño, un andino, llevaba la cinta, el talo, a Macuto.
Hoy en las instalaciones de EITB, Maite Goñi, directora de Audio y Digital de EITB le ha presentado a Koldo, mi hermano que ha escrito un libro LA CLANDESTINA dedicada a aquella quijotada que fue mantener durante trece años una radio en onda corta transmitiendo todos los días, tras el cierre por Miterrand de la emisora que funcionaba en Bayona. Ha sido sensible al decir que la actual Radio Euzkadi es el quinto proyecto de una emisora institucional. La primera en Bilbao en 1936, la segunda en Barcelona en 1937, la tercera en Bayona, la cuarta en Venezuela y la quinta la actual. Radio Euzkadi no cumple pues cuarenta años, salvo en esta última etapa.
Originarios de aquel proyecto hemos estado Alberto Elosegui quien ha venido a sus 95 años con su hijo. Elosegui fue el cerebro de la propaganda del PNV en la clandestinidad. Trabajó en la revista Momento con Gabriel García Márquez. Tenía un extraordinario sentido de la propaganda. Jon Gomez, ingeniero que nos ha contado como le tocó subir a la antena casi como un mono, así de su relación con el vicepresidente Rezola siendo los demás presentes familiares de aquel proyecto como la hija de Azurza, el ingeniero de telecomunicaciones, Ainhoa Etxearte, hija de Domeka Etxearte, Aitzbea Ramos hija del locutor en inglés Guillermo Ramos, Jone de Aranguren y su hija cuyo familiar llevaba las cuentas, Asier Libano hijo del locutor Ricardo Libano que ha venido desde Salamanca. Estaban asimismo Josu Legarreta, Ramón Sota, Iker y Mari Anzola, Eduardo González y Mirari, Lidia e Imanol, así como Iñaki García Uribe y Rafa Aguirre.
Ha sido un acto emotivo donde se ha hecho justicia a mucha gente involucrada en un proyecto loco que funcionó muy bien y que Koldo novela de maravilla tomando como eje la figura de Ixaka Atutxa, un antiguo gudari del Jagi Jagi, que se pasó trece años en aquel lugar selvático, sin salir y que era una especie de Robinson.
José Manuel Bujanda ha contado como su aita hacía fino picadillo las cartas que mandaba y recibía y él las tiraba al Urumea. Toda una historia de disciplina y clandestinidad.
Es un libro para el verano que se lee en un pis pas. De verdad. Muy recomendable.
