Sábado 16 de julio de 2022
El vocablo biarra procedería del euskera (beharra), se traduciría como necesidad y habría pasado a formar parte del substrato léxico de amplias zonas de la zona media de Navarra en la cruda postguerra española. Posteriormente y con el milagro económico de los años 70, la niebla del olvido la cubrió con su manto pero la previsible crisis económica mundial que se avecina para el próximo quinquenio, volverá a poner dicho vocablo de plena actualidad.
Así, el shock traumático provocado en la sociedad por la irrupción de coronavirus y la posterior entrada en recesión de las economías obligará a una profunda catarsis y metanoia de la sociedad en su conjunto que hará revisar los fundamentos que lo sustentan tras el hundimiento de la torre de la globalización universal y el final del consumismo compulsivo. La metanoia sería transformar la mente para adoptar una nueva forma de pensar, con ideas nuevas, nuevos conocimientos y una actitud enteramente nueva ante la irrupción del nuevo escenario pandémico lo que implicará la doble connotación de movimiento físico (desandar el camino andado) y psicológico (cambio de mentalidad tras desechar los viejos estereotipos vigentes).
El retorno a escenarios de recesión económica provocará el vertiginoso tránsito desde niveles de bienestar hasta la cruda realidad de la pérdida del trabajo, inmersión en umbrales de pobreza y dependencia en exclusiva de los subsidios sociales, con lo que el retorno al medio rural se perfilará como una alternativa seria. Así, según CCS (Centro de Colaboraciones Solidarias), “no es posible seguir creciendo de forma indefinida pues seguir por esa senda tan solo producirá más miseria social y más destrucción ecológica y para ello hay que gestionar de forma sostenible nuestra riqueza natural”.
Agricultura, ganadería, pesca y explotación forestal son sectores que llevan décadas en decadencia, ahogados por la competencia desleal que impone la economía global y sin embargo tienen un enorme potencial para crear eco-empleo pero para ello sería necesaria apoyar la producción ecológica de alimentos, incentivando el consumo local de productos pesqueros, agrícolas y ganaderos autóctonos y promoviendo la conversión de la actual industria forestal hacia explotaciones que cultiven especies de mayor valor añadido o que produzcan de forma sostenible la biomasa que necesita el país para reducir su dependencia de los combustibles fósiles.
Así, la escalada de los precios del gas y la electricidad habría sorprendido a Europa con las reservas de gas en mínimos históricos (60% ) y habría escenificado el fracaso rotundo de las políticas energéticas de una Unión Europea incapaz de lograr la utópica autosuficiencia energética. En este contexto, emerge la energía verde como alternativa energética lo que implicará la conversión de la actual industria forestal hacia explotaciones que cultiven especies de mayor valor añadido o que produzcan de forma sostenible la biomasa necesaria para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y de lo que sería paradigma la planta de biomasa de astillas de madera de Aoiz (Navarra) que estará operativa en el 2022.
Asimismo, dada la actual coyuntura de emergencia energética y que la producción de astillas de madera es más barata que la de pellets, no sería descartable la instalación de nuevas plantas de biomasa de astillas a lo largo de la geografía peninsular queutilizarán la madera de aprovechamientos forestales en población próximas para fomentar la economía circular, minimizar la huella de carbono y optimizar la cadena de valor, con la consiguiente creación de puestos de trabajo fijos que posibilitarán el crecimiento demográfico de las despobladas zonas de montaña.
En consecuencia, la biarra forzará al imaginario colectivo a adoptar una nueva forma de pensar y una actitud proactiva ante la irrupción del nuevo escenario de crisis mundial que tendrá como efectos benéficos el redescubrimiento de valores caídos en desuso como el esfuerzo, el decrecimiento, la economía circular, el auzolan, la solidaridad, el respeto por el medio ambiente y la búsqueda de una nueva utopía. A pesar de su carácter no real, la utopía permite reconocer los ideales de una sociedad o comunidad en un momento concreto de su singladura histórica así como los obstáculos que impiden cristalizar su sueño idílico y la utopía así concebida sería el camino para alcanzar un sueño que llevaría implícito en su potencia la facultad de devenir en acto concreto (en el camino está la meta), siendo preciso transitar por la senda marcada por il poverello d´Assisi: “Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible”.
GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ-Analista
Lo del crecimiento es un totem enrraigado en nuestras mentes que va a costar mucho desinstalar. Bueno…tendrá que ser a las malas.
Cuando las empresas hacen sus pomposos «business plans» anuales o sus planes estratégicos a varios años…el objetivo tiene que ser siempre crecer: en ventas, en clientes, en operaciones, en base de datos…en lo que sea.
A mí me han devuelto a los corrales algún documento por no marcar un objetivo de crecimiento.
Ya a finales de 2019, que fue un gran año, marqué como objetivo de mi departamento mantener los datos del 19 porque, aun sin atisbo entonces de pandemia, veía difícil mejorarlo y mantener o incluso decrecer algo no le parecía un drama con esa base.
Pues me costó un revolcón. Era inaceptable presentar un objetivo de no crecimiento. Se considera exponente de vagancia, de falta de ambición.
La trampa es que hacemos siempre análisis comparativos. Este año cometemos el error de compararnos con 2019 y las hostias, con perdón, son morrocotudas. Caídas del 30%. En mi sector, al menos, el 2019 es ya una quimera. No van a volver esas vacas tan gordas.
Y se le mete mucha presión a la gente con la necesidad de crecer sin pensar en las consecuencias de eso.
Eso sí…luego los de marketing añaden lo de «sostenible»…y…solucionado.
Iñaki,perdona,no se como ponerme en contacto contigo…he pensado hacerlo a través de estas líneas.. no es el lugar,pero no tengo otra forma.se que vas a recibir a un amigo de la diaspora…Kepa Lekue…con algún arraigo e arrigorriaga…nos visita….decirte que en fiestas Arrigorriaga del 21 julio al 25…las magdalenas…vamos a inaugurar una pequeña exposición de nuestra memoria histórica…1931….2021…90 años del batzoki de Arrigorriaga…si os apetece y podéis pasaros uno de esos días,nos llenaría de satisfacción,que seáis los dos quienes la inaugureis….si podéis…os gustará,seguro…eso esperamos….mi nombre es iñaki y mi teléfono contacto…657..779553…eskerrik asko…un saludo en JEL…
Como dice la famosa ranchera, «Mi padre fue peón de hacienda y yo un revolucionario, mis hijos pusieron tienda y mi nieto es funcionario…..». El culmen desde tiempos viejos es ser «funcionario». También rimaba empresario pero no, mucho mejor funcionario y si es clase pasiva ya la bomba. Pensionista tampoco está mal, ganes 800 o 2.500 IPC indexado y a correr que es el mayor partido de España y los votos cotizan el triple que el sentido común. Y si no es posible acceder al culmen, industria tractora, con fuerte implantación sindical. «Valores como el esfuerzo volverán» dice el comentarista y yo digo que «a la fuerza ahorcan» si no, tenemos fiesta.
Me conformaría con que existiera la mas mínima posibilidad, de que pudiéramos iniciar un proceso para conseguir hacer realidad el proverbio del escrito de Gorraiz .
Pero me temo que esa maravillosa utopía choca de frente con nuestros gobiernos neoliberales, desde el nuestro hasta los Europeos el Yanki, y alguno mas disfrazado de socialista o incluso comunista si exceptuamos a Cuba.
Todos ellos a las ordenes de lo que denominan «los mercados» ,
dirigidos por las grandes corporaciones del Foro Economico Mundial o Foro de Davos y con el seguidismo del G20.
Seguro que todos estos gargantúas disponen de reflexiones , informes o trabajos similares al de Gorraiz
También deberían de saber que el exceso de consumo y la producción sin limites para satisfacer ese consumo, se convierte en una enfermedad crónica similar a la obesidad mórbida de nuestro cuerpo.
El síntoma que nos está avisando sobre dicha enfermedad, es el Cambio Climático, y el remedio que nos están recetando es Paracetamol, ( Energias Renovables ) para ni plantearse la reducción de consumo, en linea con las dietas milagro contra la obesidad.
Por todo eso, efectivamente, solo nos queda la UTOPIA que en este caso, nos llevaría a formas de vida que ya conocimos hace sesenta años. La utopía no se´ria esta vez imposible como forma de vida, sino porque el sistema global no está por la labor del cambio.
UTOPIAS
Terminar con los transporte que se cruzan con los mismos productos de frutas y hortalizas durante muchos kilometros , por precio o porque tengamos en nuestros comercios ese tipo de productos exóticos o no, a nivel de producción mundial durante todo el año.
Podríamos volver a vivir perfectamente sin que tengamos tomate todo el año y consumiendo la verdura y fruta de nuestros campos en su temporada.
Los aranceles para productos de cualquier tipo, deberían calcularse en función de la distancia a recorrer y no de los acuerdos entre naciones -estado.
Las reuniones tipo Otan en Madrid, G20, otras entre Jefes de Estado, o de empresa entre sucursales, multinacionales y en general todo tipo de actividad que lo pudiera permitir tecnicamente, se deberían realizar por medio de comunicación digital y redes sociales.
Regulación de los movimientos en vacaciones, por medio de un cupo de kilómetros a consumir por persona y año.
Reducción drástica de los Cruceros.
Seguro que se os ocurren mas medidas.
En las antípodas de esto y por referirme a lo mas cercano.
Nos presentan como éxito el record de cruceros en Bilbao así como el número de turistas en nuestras calles´, y distingo conscientemente el termino «turista» por el de «visitante» como está pasando en Donostia. Cuenta de resultados económicos por encima de otras prioridades.
Me temo que la alternativa para acabar con la enfermedad del consumo sin freno, será una tercera guerra mundial nuclear o no, por el agua, la comida…….etc y si la tierra sigue siendo habitable empezar de cero.
Esto ultimo no es ninguna UTOPIA.
Volverà la utopia que se profetizò en los 60’s, derrotada por la conveniencia colectiva en su borrachera consumista de postguerra. Solo que esta vez la Utopia , viene impuesta pot la finitud de los recursos ambientales, esta vez con la Naturaleza como aliada, es el agua buscando su cauce. Los mas grandes han comenzado a poner sus barbas a remojo. El resto,ia beti bezala, desorientados, entre viruses y guerras invisibles , siempre tarde.
Esperaba que me alguien me llamara zumbado, loco o algo parecido por las medidas expuestas.
En realidad lo que pretendía era llamar la atención sobre una posibilidad que acojona.
La segunda alternativa a la que me refiero es menos utópica que la primera.
Por cierto parece que el gas de Putin nos va a enseñar a controlar el consumo.
Tranquilos, pasará, tampoco el Covid nos ha enseñado nada.