Lunes 24 de febrero de 2025
Fotograma de ‘El gran dictador’ (1940).
La elección de nuestros líderes refleja nuestros valores como sociedad. Como ciudadanos, debemos preguntarnos si estamos priorizando a quienes nos inspiran a crecer y colaborar, o a quienes nos dividen en busca de poder.
¿Por qué, si el liderazgo ideal se asocia cada vez más con la ética, el servicio y el humanismo, líderes autoritarios o polarizantes están ganando popularidad en el panorama político actual?
En un mundo donde las organizaciones, la academia y la opinión pública han ensalzado el liderazgo humanista, colaborativo y transformador, parece contradictorio que las urnas premien con frecuencia a figuras cuya retórica y estilo de liderazgo están lejos de estos ideales.
Este contraste invita a reflexionar sobre lo que realmente buscamos en un líder y las razones detrás de esta aparente paradoja.
El ideal de liderazgo: servicio, ética y humanismo
Modelos de liderazgo hay muchos. Sin embargo, en las últimas décadas, las organizaciones han puesto el foco en estilos que se alejan del autoritarismo y la verticalidad.
Entre ellos, destacan el liderazgo humanista, el ético y el de servicio, tres aproximaciones que comparten un núcleo común: el líder como facilitador del crecimiento y el bienestar de los otros. En otras palabras, ser líder por y para los demás.
- Liderazgo de servicio: propuesto por Robert K. Greenleaf, este modelo posiciona al líder como un servidor al servicio de los demás. El enfoque no está en el poder o el control, sino en empoderar a las personas para que desarrollen su máximo potencial. Como señala Greenleaf, «el gran líder es aquel que quiere servir primero y liderar después». Este modelo encuentra aplicaciones prácticas en empresas y comunidades que priorizan la sostenibilidad y la equidad.
- Liderazgo ético: en un mundo complejo y globalizado, el liderazgo ético, basado en valores como la justicia, la integridad y la transparencia, ha ganado terreno. James MacGregor Burns, conocido por su concepto de liderazgo transformacional, destaca: «El liderazgo verdaderamente moral eleva a los seguidores y promueve el bien común». Esta visión es fundamental en aquellos ámbitos donde las decisiones no solo afectan a resultados, sino también a vidas humanas.
- Liderazgo humanista: en línea con el pensamiento de Carl Rogers o Abraham Maslow, el liderazgo humanista se centra en el respeto por la dignidad de las personas, fomentando relaciones auténticas y motivaciones intrínsecas. En lugar de imponer, el líder humanista inspira y acompaña, reconociendo el valor único de cada individuo.
Estos modelos han demostrado ser efectivos en organizaciones que buscan la innovación, el bienestar y la sostenibilidad. Sin embargo, en el ámbito político, la realidad parece moverse en otra dirección.
La paradoja política: el ascenso de líderes polarizantes
El liderazgo que se idealiza en las organizaciones no siempre se refleja en la política. Líderes como Donald Trump, Giorgia Meloni o Javier Milei, caracterizados por discursos divisivos y estrategias autoritarias, han triunfado en las urnas. ¿Por qué ocurre esto?
- Crisis de confianza y búsqueda de certezas: en contextos de incertidumbre, como crisis económicas, migratorias o sociales, las personas tienden a buscar líderes que proyecten seguridad, aunque esto implique renunciar a valores éticos. Como señala Daniel Kahneman, «las emociones dominan nuestras decisiones en tiempos de incertidumbre, eclipsando la razón».
- Apelación al miedo y la indignación: estos líderes suelen conectar con emociones primarias, explotando miedos colectivos y ofreciendo soluciones simples a problemas complejos. Sus discursos no están diseñados para colaborar, sino para confrontar, creando enemigos externos que refuercen un sentimiento de unidad interna.
- El papel amplificador de las redes sociales: las plataformas digitales han transformado la comunicación política, favoreciendo mensajes breves, polémicos, cargados de emoción y a veces falsos. Estas características benefician a los líderes polarizantes, que dominan la narrativa en un espacio donde la viralidad prima sobre la profundidad.
- La desconexión con el ideal democrático: mientras que en las organizaciones se valora la empatía y el servicio, en la política parece prevalecer la percepción de que un líder “fuerte” es necesario para enfrentar desafíos extraordinarios.
¿Qué tipo de liderazgo necesitamos?
La historia ofrece valiosas lecciones sobre cómo los diferentes estilos de liderazgo pueden impactar a las sociedades. Winston Churchill, por ejemplo, fue elegido para liderar Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, gracias a su firmeza y capacidad de movilizar a la población en un momento crítico. Sin embargo, tras la contienda, su estilo fue percibido como el mejor para la guerra pero no para la paz, y fue sustituido por un gobierno más colaborativo.
La historia ofrece valiosas lecciones sobre cómo los diferentes estilos de liderazgo pueden impactar a las sociedades
Por otro lado, líderes humanistas y éticos como Nelson Mandela o Angela Merkel demostraron que es posible gobernar en contextos complejos desde la empatía y el compromiso con el bien común, sin recurrir a la polarización ni al autoritarismo.
Liderazgo y responsabilidad social
La elección de nuestros líderes refleja nuestros valores como sociedad. Como ciudadanos, debemos preguntarnos si estamos priorizando a quienes nos inspiran a crecer y colaborar, o a quienes nos dividen en busca de poder.
La contradicción entre el liderazgo ideal y el liderazgo que elegimos en la realidad no es un fallo del sistema, sino un reflejo de nuestras propias tensiones como sociedad. Anhelamos líderes que inspiren, que escuchen, que construyan consensos, pero en tiempos de incertidumbre buscamos certezas inmediatas, aunque vengan envueltas en discursos autoritarios y simplificaciones peligrosas.
Tal vez el problema no sea únicamente qué tipo de líderes elegimos, sino por qué seguimos creyendo que el liderazgo es un fenómeno individual y no un proceso colectivo. Un líder autoritario prospera cuando la sociedad cede su voz a cambio de seguridad. Un líder ético y humanista, en cambio, solo es viable en una sociedad que asume su propia responsabilidad en la construcción del futuro.
La encrucijada del liderazgo no está solo en las urnas o en los discursos, sino en la elección diaria sobre qué mundo queremos construir. Y hay mucho en juego en cada una de las decisiones que tomamos.
Fernando Díez Ruiz es profesor de la facultad de Educación y Deporte de la Universidad de Deusto y Pedro César Martínez Morán es director del Master in Talent Management de Advantere School of Management y profesor asociado de la Facultad de Ciencias Economicas y Empresariales de la Universidad Pontificia Comillas. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
«»»»Por otro lado, líderes humanistas y éticos como Nelson Mandela o Angela Merkel demostraron que es posible gobernar en contextos complejos desde la empatía y el compromiso con el bien común, sin recurrir a la polarización ni al autoritarismo»»»
Angela Merkel durante la crisis financiera fue etiquetada directamente de nazi. Es que en publicaciones varias, ligadas a la izquierda, la dibujaban con bigote de Hitler.
En pocas palabras, yo creo que porque los líderes «no autoritarios» esconden los problemas y escamotean debates que están en la calle en vez de plantearlos con datos, argumentos y serenidad. No toman decisiones para solucionar problemas presentes y futuros con voluntad de solucionarlos sino con ánimo de quedar bien y conservar o aumentar los votos necesarios para mantenerse en el machito. Porque da la impresión que la política «convencional» es una jaula de grillos sin rumbo ni unidad hacia el bien común y empieza a sonar aquello de que «tiene que mandar uno, bien o mal, pero uno….».
No entiendo esa dualidad entre líder autoritario , como sinónimo de quien ejerce la autoridad , con ser un líder ético y humanista .
Lo mismo ocurre cuando se quiere confrontar la justicia penal restaurativa y reeducativa con la punitiva y ejemplarizante . Todo el mundo tiene derecho a una , dos , tres o cuatro oportunidades , pero la sociedad también tiene derecho a aislar a las personas tóxicas.
Y por favor , dejar de repetir la cantinela de que “ cuidado con los que dan soluciones fáciles a problemas complejos “ , cuando muchas , pero que muchas veces quien formula dicha aseveración es parte ,culpable o responsable de la complejidad del problema.
Mi abuelo me decía: “los bobos votan por los bobos”/ “los idiotas por los idiotas”/ y “los delincuentes por los delincuentes”…por lo tanto, solo hay que ver cómo votan en cada “ESTADO” para saber de qué tipo de ciudadanos está compuesto.
Estoy de acuerdo con Xabier Intza, si se esconden los problemas que preocupan a la gente, los ciudadanos se acercan a grupos extremos que les hablan de los problemas, por una parte, trabajo precario, vivienda etc. Y por el otro, Okupación, inseguridad etc.
Por lo que hay que atacar los problemas.
Alguien debe explicar lo que está pasando. Cada día que pasa me cruzo con gente que no da importancia a que en congresos de partidos gobernantes se haga el saludo romano. Como mucho, se ve como una «provocación». Se acepta como algo normal que se diluya la ciencia en favor de la arenga. Las redes sociales han convertido lo que antes era un debate público rico en una sucesión de lemas y frases huecas. Nada de lo que se diga en twitter vale como reflexión o alimento del conocimiento. Primero, porque es demasiado corto, no llega ni a síntesis. Segundo, porque está alentado por oligarcas que se han apuntado al extremismo político. Da pavor ver a Elon Musk pedir el voto para Vox abiertamente. Pero además, esta ola reaccionaria y regresiva en la que estamos viviendo va a contagiar inevitablemente a los partidos liberales, me da igual que sea el PNV, el PSOE o el PP. Otegi dijo el otro día (palabras textuales) que «la inmigración diluye nuestra identidad nacional». Esto en boca de Abascal suena incluso extremista, pero lo dice Otegi… ¿De qué manera esto afecta a los partidos que han sostenido el mundo liberal desde la segunda guerra mundial, o desde la transición en España? Estudiar la historia permite ver las piedras con las que una y otra vez tropieza la humanidad. Cuando se diluyen los miedos del pasado, cuando la gente que vivió los horrores del autoritarismo se va por ley de vida, los que quedan o quedamos creemos que no tiene importancia ver de repente a líderes «ultras» jugar a hacer el saludo romano. ¿Cómo vamos nosotros a caer en los errores de nuestros abuelos? Pero yo me pregunto: ¿somos nosotros mejores que nuestros abuelos? Y también me pregunto, ¿qué pensaba la gente en el año 1933? ¿Creía que la polarización extrema, la aceleración de los discursos o la tendencia social al extremismo eran inocuos? ¿O creían de verdad que todo eso era imposible que acabase en los campos de concentración del nazismo? Me preocupa mucho lo que estamos viendo. Y me preocupa que no preocupe. Ojalá sea un exagerado.
Completando a Caustico , un opinante muy….imparcial ?
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha dicho que Euskadi y Navarra necesitan «ser soberanos para regular» sus «propias políticas de inmigración»». Otegi se ha referido al aumento de la llegada de migrantes, especialmente a Canarias, Otegi ha recordado la «disposición» de Euskadi y Navarra a acoger a menores migrantes, pero ha recordado que «forman parte de una nación que tiene su identidad nacional en riesgo», ha dicho poco después de criticar las declaraciones de la extrema derecha.
Caustico , Barkatu , era en respuesta a Iñigo . Disculpas .
Euskal Herria tiene su identidad en riesgo antes y al margen de la llegada de emigrantes.
Creo que Otegi se refería a eso. Pero lo puede entender de otra manera quien busque contradicciones en su mensaje.
Otegi, sobre la inmigración: «necesitamos una política de inmigración porque nuestra identidad nacional está en peligro». Ahora pon esto en la boca de Abascal.
https://www.vozpopuli.com/espana/bildu-exige-gobierno-politica-inmigracion-vasca.html
Interesantísimo y acertadísimo texto hoy de Ramón Zallo en la sección de opinón de Gara/Naiz.
Se lo que ha dicho Otegi y no he negado la frase que se le atribuye.
Como he dicho se puede interpretar de diferente forma, la mía tan respetable como otras.
Siendo la inmigración un fenómeno creciente con gran impacto social, económico, demográfico, cultural, asiatencial, decir que hace falta una política de inmigracion es una obviedad que significa la nada más absoluta (algo a lo que ya nos tiene acostumbrados el personaje, que en eso es un político pura cepa) si no es esboza a qué tipo de política se refiere.
Si seguidamente añade «porque la identidad nacional está en peligro» no parece que se esté refiriendo en esa conveesación a la conquista de Navarra por Castilla en 1512.
No hace falfa demasiado esfuerzo para darse cuenta de que está relacionando ambas cosas. La emigración con una amenaza para la identidad nacional.
Ello llevaría a pensar que esa política migratoria que apunta incluiría ciertas restricciones o mecanismos de asimilación cultural (efectivamente como quienes proponen que para acceder a la nacionalidad hispana hay que pasar un test sabiendo quién fue el Cid o qué río pasa por Zaragoza).
Eso no quiere decir que sea un xenófobo ni que quiera deporar a gente pero sí insinúa preocupación o mecanismos que cuando son otros los que lo hacen en defensa de otra identidad nacional él tilda de fascismo.
Pero…claro…como en realidad…decir…no ha dicho nada, pues todo es interpretación o especulación.
Añado mi opinión.
Lógicamente la inmigracion a partir de cierto volumen supone una amenaza para cualquier identidad nacional.
La cuestión es si que se diluya la identidad nacional es o no un problema, si es algo negativo per se.
Pues depende del valor que le demos a la identidad nacional. Aquel para el que ese sea un valor supremo y sagrado sí tiene motivos para estar preocupado.
A mí lo de la identidad nacional no me parece un problema. Me da exactamente igual que en unas décadas el 12 de octubre no salgan a la Castellana a agitar bandetiras más que cuatro reliquias arrugadas del barrio de Salamanca o que el domingo de resurrección aquí nadie se acuerde ni de la resurrección ni de la sacrosanta patria vasca.
Es curioso ver que el ámbito en el que mejor se está entendiendo esto, por interés y necesidad futbolística, es en el futbolero donde se asume que sin vulnerar la más sacrosanta aún filosofía, la fisonomía del equipo se parece como un huevo a una castaña a la de toda la vida y las ráices tradicionales ya pintan poco.
A mí lo que sí me preocupa (aunque no lo vaya a ver) son las libertades individuales a futuro. Muchas personas que están llegando vienen de países en los que no se entiende conceptualmente la democracia (por eso occidente fracasa a menudo cuando intenta implantarla en esas zonas) y en los que hay absolutismo religioso.
Que en 2080 (si llegamos) haya más mujeres con velo que hombres con txapela…pues…oye…si la gente (que una vez aquí legalmente somos todos ciudadanos exactamente iguales) así lo quiere…pero temo que una vez tengan mayoría y accedan al poder quieran imponer a todos su identidad cultural y religiosa.
Yo las entiendo como Amaratarra, y me parece muy normal.
ongi izan
Interpretacion , Especulacion , insinuación en resumen «humo sucio…»viniendo de un anti-bildu , anti Otegi, con la ridícula pretensión de manipular, dividir
Es obvio que una nación , lo es para mí , debe de tener competencias en Inmigración .
En Noticias de Gipuzkoa
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha dicho que la CAV y Nafarroa necesitan «ser soberanos para regular» sus «propias políticas de inmigración».
Otegi, en una entrevista en Radio Euskadi, se ha referido al aumento de la llegada de migrantes, especialmente a Canarias, y al reparto de menores por el resto de comunidades autónomas, unas cuestiones que van a ser analizadas este viernes por el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo.
Ha considerado que se está extendiendo un «relato de la extrema derecha» que «hace sujeto de todos los problemas a parte de la sociedad», a los migrantes, y esto es «peligroso».
Otegi ha recordado la «disposición» de la CAV y Nafarroa a acoger a menores migrantes, pero ha recordado que estas dos comunidades no tienen la competencia para regular la migración, «solo tienen competencia asistencial».
«Es una de las grandes competencias que deberíamos recuperar, entre otras cosas porque formamos parte de una nación que tiene su identidad nacional en riesgo», ha dicho.
El coordinador general de EH Bildu ha insistido en la necesidad de «ser soberanos para poder regular» las «propias políticas de inmigración», una reivindicación que Catalunya ha hecho y que cree que también se debería plantear en Euskadi.
Se ha referido al nuevo curso político en el Estado y a la posibilidad de que Esquerra y Junts pudieran retirar el apoyo al Gobierno de Sánchez y ha explicado que «en el Estado español hay riesgo de que la extrema derecha acceda al gobierno».
Ante esto, ha argumentado, las fuerzas progresistas deben tener como «primera prioridad parar a la extrema derecha», pero «eso solo no vale», ya que «si hay que hacer frente a la extrema derecha con un gobierno progresista lo que tiene que tener es un programa progresista».
Ese programa entre otras cosas debe abordar «el tema de la plurinacionalidad del Estado, que es fundamental».
«España es una estado plurinacional. Los vascos somos una nación que tenemos derecho a decidir libre y democráticamente nuestro futuro y este es un Gobierno con el que igual se puede hablar de esto y lo que tenemos claro es que con el PP y Vox no», ha añadido.
Configuración del nuevo Gobierno vasco
Sobre la configuración del nuevo Gobierno vasco, se ha referido a que el Departamento de Justicia y Derechos Humanos ha recaído en una consejera socialista y ha mostrado su «sorpresa» por ello.
Ha acusado al PNV de haber hecho «dejación de parte de su responsabilidad» porque esta es «una materia lo suficientemente importante y sensible como para que el PNV la hubiese sujetado en sus manos».
Otegi ha expresado su deseo de que la gestión de las prisiones se base en la aplicación estricta de la ley y el reglamento penitenciario y ha recordado a la consejera María Jesús San José que el arrepentimiento para acceder a los beneficios penitenciarios no está recogido en la ley.
«No esperamos más que la aplicación estricta de la ley, que los derechos de nuestros presos sean derechos garantizados, porque eso también es convivencia», ha recalcado.
Por último, ha hablado del próximo congreso de EH Bildu, que se podría celebrar en marzo o abril del próximo año en Pamplona, ha reiterado su voluntad de presentarse a la reelección y aunque «no contempla» a la posibilidad de que alguien más opte al cargo ha dicho que no le importaría.
1512, jajajaja.
Cuando los problemas sociales que afectan a la ciudadanía (vivienda, trabajo, entre otros) no se solucionan, quienes tienen una situación complicada se agarran a un clavo ardiendo. El problema es que estas personas tampoco van a dar solución a los problemas. Y se van a crear más problemas. Es fácil culpar a la inmigración de los problemas porque es el conjunto de personas más débil de la sociedad. Independientemente de la redes sociales, las personas (algunos en ocasiones y otros siempre) creen en aquello que quieren oir aunque sea falso y/o este sin verificar. Para aquellos que piensan que se puede repetir 1933 o 1936 que analicen un poco la historia. Alemania venía de perder la primera guerra mundial y no salió bien parado en el Tratado de Versalles. Aquellos lodos trajeron esos barros. La segunda república trajo muchas cosas y ciertas fuerzas reaccionarias (entre las que se encontraba la Iglesia católica) iban a perder sus privilegios y luego pasó lo que pasó (hasta morir Franco en su cama). Los movimientos migratorios se han producido desde el inicio de los tiempos y tergiversar las palabras (o sacarlas de contexto) es el pan nuestro de cada día por parte de algunos. El problema no son los líderes autoritarios ni los partidos del estilo VOX sino lo que aceptan los partidos más «centrados» en sus discursos y las políticas que pueden aprobar (o no) estando en el gobierno o en alianza gubernamental. En este mismo foro se puede observar ciertos comentarios sobre las paguitas de algunos, los coches o campers de otros, sobre si aquellos pueden ir a la universidad o no, sobre los «zurdos» (como si ser de izquierdas, o socialista o comunista fuese malo), etc. Quien no construye tiende a destruir. Y destruir cuesta menos y es más fácil que construir.
Aquí algunos de una sola frase que forma parte de una entrevista, hacen una tesis sobre el pensamiento político de Otegi y su intencionalidad.
Agradezco a Intentas Manipular que me haya ahorrado el trabajo.
Oso Ondo Amaratarra . Euskal Herria aurrera .
Intento ser » Inurri txiqui bat » y no voy a dejar de combatir a los manipuladores . Viendo nuestros resultados , cada vez con mayor ilusión.
Osasuna eta Askatasuna .
Hombre….es que si el político de turno se pierde en vaguedades y en rodeos para no explicar qué política propone pues no queda otra.