Martes 22 de abril de 2025
En tiempos de la República y a cuenta de que en el estatuto de Estella el PNV, como en Baviera, quiso relacionarse directamente con el Vaticano, sin pasar por Madrid, el líder socialista Indalecio Prieto le dijo al diputado José Antonio Agirre que quería hacer de Euzkadi un Gibraltar Vaticanista. Y en 1935, ante las presiones de la CEDA (Confederación española de Derechas Autónomas) de Gil Robles, el EBB y los diputados del PNV pidieron una audiencia con el Papa Pío XI que al final no les recibió. El PNV era un partido confesional, oficialmente católico, llevando a Jaingoikoa en su lema, siendo uno de los partidos fundadores de la DC europea, lo que no le impidió tomar postura favorable a la República, por régimen legítimo, contra el golpe de estado de 1936 y con apoyo de los Obispos españoles, salvo el catalán y el vasco, que convirtieron aquel golpe en una Cruzada. En la Asamblea de 1977, el EAJ-PNV dejó de ser un partido confesional, pero en su preámbulo explicaba su origen de partido de inspiración cristiana.
No nos es ajeno nada que tenga que ver ni con la Iglesia, su doctrina o los Papas.
Ante aquella espina clavada en 1936, los cuatro diputados del PNV que quedamos en Madrid, tras la división del Partido, a través del Nuncio Tagliaferri le pedimos al Papa Juan Pablo II en 1988 una reunión. Yo había estado previamente en el Vaticano con Xabier Arzalluz y Gorka Agirre, tras reuniones importantes que teníamos en Roma con la Unión Europea Demócrata Cristiana .Saludábamos al Papa, Pablo VI y Juan Pablo II, nos daba un rosario y hasta la siguiente.
Total que en 1988, realizamos el viaje, y Juan Pablo II nos saludó en la Audiencia general del gran salón Pablo VI a Joseba Zubia, Emilio Olabarria, Ignacio Echeverria y a mí que fuimos con nuestras esposas. Previamente dijimos en la Nunciatura y preparando el viaje, que estábamos casados y “bien casados”. Requisito previo.
Tras aquel intento solicitamos una entrevista al Papa Francisco en el 2013, recibiéndonos en la Audiencia General de los miércoles el 8 de enero de 2014. Le entregamos un Argizaiola y un obsequio de las Hermanas de la Caridad de Zarautz. María Esther le preguntó si nos visitaría en Loiola, contestando que le gustaría pues la conocía bien y a mí me dijo que había celebrado una misa de Aberri Eguna en Buenos Aires pero en castellano pues el euskera era muy difícil. ”Recen por mi” fue el mensaje
Indudablemente fue muy emocionante para los 21, entre senadores y personal del Grupo, que allí estuvimos y que nos pagamos nuestro viaje. Aprovechamos esos días para visitar el Panteón, el Coliseo, la Fontana de Trevi, la Iglesia del Gesù, y dimos cuenta de una buena cena en el Trastevere. En el Coliseo coincidimos con el golpista Tejero que cuando nos vio salió como si hubiera visto al diablo. Asimismo en su día y en una de esas Audiencias generales, el Papa Francisco saludó al Lehendakari Urkullu.