¿ES EL FUTURO DE ISRAEL Y PALESTINA FORMAR UN SOLO ESTADO UNIFICICADO?

Viernes 10 de octubre de 2025

Es un trabajo largo pero interesante. Me lo ha enviado la hija de un embajador de la República como aporte a ver la situación desde todos los puntos de vista y aunque éste planteamiento parece imposible, una utopía, algo así se está haciendo en Sudáfrica, salvando las distancias.

Imposible ahora viendo la desolación dejada por el gobierno de Nethanyahu en respuesta al ataque de Hamás hace dos años, respondida con un auténtico genocidio

He aquí la propuesta:

El genocidio de Gaza parece la puntilla a la famosa solución de dos Estados. Durante décadas, la propuesta mayoritaria para acabar con el conflicto árabe-israelí ha consistido en crear un Estado palestino funcional, con las fronteras de 1967 —las previas a la guerra de los Seis Días— y que conviviera en paz con Israel.

Este proyecto inspiró los Acuerdos de Oslo de 1993, el mayor logro de la diplomacia árabe-israelí desde 1948. La Autoridad Nacional Palestina (ANP), el Gobierno semiautónomo palestino, debería ser el germen de un futuro Estado. Los palestinos declararon su independencia en 1988 y la mayoría del mundo ya les reconoce como Estado. La de los dos Estados sigue siendo la solución más cacareada en foros internacionales, discursos y declaraciones institucionales. 

Pero la realidad sobre el terreno es otra. Gaza está arrasada. Cisjordania, colonizada por cientos de miles de israelíes que ocupan tierras palestinas impunemente. Millones de refugiados palestinos viven en el extranjero. La ANP, además de perder el control de Gaza tras una breve guerra civil con Hamás en 2007, tampoco tiene el control de las fronteras, las finanzas o la seguridad en Cisjordania.

En la práctica, el Estado palestino no existe y quizá no exista nunca. Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, siempre ha sido claro en su postura al respecto, ya desde antes de llegar al poder por primera vez en 1996. Criticó los Acuerdos de Oslo y se niega a aceptar la existencia de un Estado palestino ni cualquier otra solución digna para Palestina. 

Pero si Israel está haciendo lo posible por que nunca exista una Palestina independiente, ¿qué alternativa queda para los palestinos? Los radicales israelíes, que pretenden anexionarse todo el territorio palestino, apuestan porque sus habitantes se exilien «voluntariamente» o permanezcan pero bajo un régimen de apartheid dominado por los israelíes. La mal llamada «única democracia de Oriente Próximo» se parecería más a la Sudáfrica de los años ochenta que a Noruega o Suecia.

Por eso hay quien propone otra solución: un único Estado unificado. Un Gobierno democrático para todo el territorio con derechos iguales para palestinos, israelíes y minorías, laico, multiconfesional y plurinacional. Es una propuesta radical, quizá inalcanzable, pero que, para pensadores como el palestino Edward Said o el israelí Gideon Levy parecen la única forma de evitar un genocidio o un apartheid.

Lo explicamos mejor aquí:

La solución en Israel y Palestina es un nuevo Estado plurinacional

5 octubre, 2025

Por Álvaro de Argüelles

Un Estado palestino es cada vez menos viable. Israel lo rechaza más allá de cualquier plan de paz, ha reducido Gaza a escombros y sigue colonizando Cisjordania. En este escenario cabe imaginar una alternativa a la anexión total: un nuevo Estado plurinacional que trate por igual a todos sus ciudadanos.

Geopolítica de Cisjordania: sin recursos ni aliados y mutilada por la colonización

 Donald Trump ha resucitado el fantasma de la solución de dos Estados para Israel y Palestina. Como los Acuerdos de Oslo de 1993, la propuesta del presidente estadounidense para la Franja de Gaza reconoce las “aspiraciones del pueblo palestino” para su autodeterminación. Sin embargo, también condiciona la creación del Estado palestino a una indefenida reforma política y a una inverosimil retirada parcial del Ejército israelí. Por si fuera poco, la hoja de ruta omite el futuro político de Cisjordania y somete a los palestinos a la tutela de una élite internacional que evoca al sistema colonial del Mandato británico.

Lo cierto es que la solución de dos Estados no se implementará hasta que así lo quiera Israel, que continúa siendo armado por Estados Unidos y Alemania. Varios Gobiernos celebraron la noticia, Hamás ha aceptado parte del plan y hasta 157 miembros de la ONU reconocen a Palestina. Sin embargo, las declaraciones del primer ministro Benjamín Netanyahu en la Casa Blanca o el anuncio de un macroasentamiento en Cisjordania para “enterrar la idea del Estado palestino” invitan a descartar tal cambio a corto plazo.

Reputadas voces del antisionismo plantean otra solución, que evitaría el genocidio y la anexión: un Estado plurinacional en todo el territorio histórico de Palestina, que dé cabida por igual a israelíes y palestinos. Como la propuesta de los dos Estados, esta pasa por el visto bueno de Israel y sus aliados internacionales. Aunque idealista, al menos expone las contradicciones del sionismo y hace justicia a un territorio de facto interconectado espacial, económica y demográficamente, donde las fronteras de 1948 ya no tienen sentido. 

La solución de dos Estados ya no es viable

Cuesta imaginar que en Palestina aflore un Estado. En Gaza, Israel ha matado a más de 60.000 personas, que podrían ser hasta diez veces más (un cuarto de la población), y ha destruido dos tercios de los edificios desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. En Cisjordania, donde hay tres millones de palestinos, los colonos han aumentado de manera imparable desde la victoria israelí en la guerra de 1967, y ya son más de 700.000 repartidos en trescientos asentamientos, incluyendo Jerusalén Este. Aunque el término “asentamiento” parece remitir a fanáticos religiosos atrincherados en colinas, casi todos son ciudades de mediana envergadura con medio siglo de antigüedad y redes de energía, agua y carreteras. En el Área C —el 61% de Cisjordania, acorde a los Acuerdos de Oslo— ya hay más israelíes que palestinos. Además, el territorio es gobernado de facto por el sionista radical y ministro de Finanzas Bezalel Smotrich.

Sería improbable integrar a estos colonos como nacionales de un hipotético Estado palestino, pero también que regresasen a Israel. Aunque hay precedentes de repatriación masiva de colonos, como los 800.000 pied-noirs franceses tras la independencia de Argelia, esta posibilidad choca con la principal exigencia internacional al nuevo Estado palestino: que esté desarmado. Sin siquiera una policía efectiva, la Autoridad Nacional Palestina no tendría nada que hacer frente a miles de civiles que llevan años recibiendo material militar de Israel. Sólo el Estado hebreo podría poner fin a la colonización, bien con incentivos o presiones para la repatriación. Sin embargo, es un escenario impensable con los sionistas radicales en el Gobierno y con un líder de la oposición que tampoco se ha opuesto a los asentamientos. Además, según una encuesta publicada el pasado septiembre, el 63% de los israelíes rechaza la solución de dos Estados.

El otro gran escollo para la creación de un Estado palestino es su falta de liderazgo político. De nuevo, es una debilidad en parte atribuible a Israel: desde la división del movimiento palestino facilitando la financiación de Hamás y, más recientemente, de facciones tribales en Gaza, hasta la moneda única, el control de los impuestos en Cisjordania y de las fronteras con Jordania y Egipto. Con todo ello Israel ha debilitado un liderazgo que no podría tutelar un Estado independiente. Además de revertir sus privilegios, consolidados en Oslo y en el Protocolo de París de 1994, la solución impensable para Israel pasaría por conceder al Gobierno palestino el monopolio de la violencia, incluso frente a las incursiones israelíes.

Otros obstáculos para la solución de dos Estados son geográficos. La Palestina histórica abarca 27.500 kilómetros cuadrados —frente a los 500.000 de España, por ejemplo— y alberga a catorce millones de personas. Es una bomba demográfica que se agrava por el cambio climático, lo que explica por qué Israel busca más agua y territorio para su población. Si la sequía y el calentamiento global amenazan la habitabilidad de Israel a largo plazo, mucho más de la un Estado palestino aún más pequeño y fragmentado, sin recursos hídricos ni suelo arable. Todo ello mientras la economía globalizada exige más interconexión.  

¿Un Estado plurinacional en la Palestina histórica?

Frente a todo ello, en las últimas décadas varias voces han propuesto otra salida: la creación de un Estado plurinacional. Está la rocambolesca “Isratina” del dictador libio Muamar el Gadafi, pero también las ideas de influyentes pensadores palestinos como Edward Said o Rashid Khalidi, o el israelí Gideon Levy. En primer lugar, el nuevo Estado debería enfatizar la equidad de todos sus ciudadanos por encima de cuestiones étnico-religiosas. También debería reconocer la importancia por igual de Tierra Santa para cristianos, judíos y musulmanes, y Jerusalén tendría un estatus especial, como la ONU había previsto en los años cuarenta. Sería volver a la convivencia pacífica que paradójicamente ya existía, con matices, antes de la irrupción del colonialismo sionista, cuando más de 850.000 judíos vivían entre los musulmanes en ciudades como Túnez o Fez, mientras que en Europa el antisemitismo campaba a sus anchas. 

En segundo lugar, el nuevo Estado debería atajar las sangrantes diferencias sociales: hoy en día, el salario medio israelí es veinticinco veces más alto que el de los árabes en los territorios ocupados. También debería compensar a los miles de desplazados de la Nakba (1948) y la Naksa (1967), incluyendo el “derecho a la vuelta” de los seis millones de palestinos expatriados. Para ello, desde su creación en 1949, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha jugado un rol clave, conservando los archivos familiares de cientos de miles de personas y que sentarían las bases para este proceso. De ahí también que el Gobierno de Netanyahu intenta deslegitimar a este organismo.

El tercer pilar sería la rendición de cuentas ante la justicia internacional. Netanyahu tiene una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad, y Hamás no podría jugar ningún papel en el futuro del territorio. Como en la desnazificación o los tribunales ad hoc de Ruanda y la antigua Yugoslavia,el periodo transicional debería ir más allá de los responsables directos, combatiendo el sionismo o islamismo radical que legitimaron la violencia, incluyendo comisiones de la verdad. Además, el hipotético nuevo Gobierno tendría que institucionalizar garantías de no repetición.

Aunque esta propuesta parezca inalcanzable, en 2021 era la opción preferida para los cisjordanos. El principal representante político de los palestinos ha sido Fatah, una organización secularista y de izquierdas, más que el islamismo político excluyente encarnado por Hamás. Según una encuesta del pasado mayo, el preso político Marwán Barguti, de Fatah, sería el candidato preferido por los palestinos en unas hipotéticas elecciones presidenciales, por encima de Jaled Meshal, de Hamás. Los israelíes, por su parte, tendrían que imaginar su identidad nacional en términos no excluyentes. Para muchos esto pasaría por enfatizar sus raíces sefardíes y mizrajíes que les unen al resto de países de la región. A ellos se unirían los ultraortodoxos contrarios al sionismo, muchos de ellos askenazíes, y, en general, los israelíes cosmopolitas. 

Existen precedentes para una nueva convivencia. Con muchas dificultades, Sudáfrica es una sociedad posapartheid con un 7% de población blanca, un ejemplo considerando que la Corte Internacional de Justicia sostuvo en 2024 que Israel lleva a cabo un apartheid contra los palestinos. En Oriente Próximo, un 8% de población cristiana convive en Jordania con la mayoría musulmana, mientras que la violencia sectaria en Siria y Líbano no se entiende sin el éxodo masivo de palestinos a sus territorios y las consiguientes invasiones de Israel. Este 2025, además, un sirio judío concurrirá en las primeras elecciones legislativas tras la caída del regimen de Bashar al Asad. Por su parte, en Irán viven 3.000 y 10.000 judíos, y Emiratos Árabes Unidos construyó en 2023 el primer templo para todas las religiones abrahámicas.

Israel no da su brazo a torcer 

Sin embargo, por prometedor que suene, Israel tampoco dará su visto bueno a un nuevo Estado plurinacional. Pese a las protestas propalestinas, el Estado hebreo no enfrenta demasiada presión internacional, como prueban el débil embargo de armas implementado por España o la no suspensión de la Asamblea General de la ONU, como sí ocurrió con Sudáfrica en 1974. Con el apoyo de Estados Unidos y el único arsenal nuclear de Oriente Próximo —incluso contemplando una hecatombe atómica si su continuidad se viera seriamente amenazada—, Israel no renunciará a sus privilegios. Lo que nació como un movimiento de emancipación judía en el siglo XIX se ha convertido en uno por el supremacismo étnico. 

Con diez millones de israelíes frente a quince millones de palestinos, la reunificación del territorio supondría renunciar al carácter judío del Estado, como se consagró en la Ley Fundamental de 2018, o impedir el sufragio universal. Hoy, el “Estado judío” otorga beneficios étnicos, como el acceso preferente a la vivienda o un sistema penal parcial que contempla la pena de muerte sólo para los palestinos. Mientras tanto, la mayoría de las “investigaciones” por crímenes de guerra contra soldados israelíes se han archivado o han quedado irresueltas, y el Gobierno de Netanyahu ha profundizado la colonización de Cisjordania y en Siria ante la pasividad de la comunidad internacional. En sentido contrario, el sistema de permisos de trabajo para los palestinos facilita a Israel el acceso a una mano de obra barata y desprotegida.

El otro gran impedimento para un Estado plurinacional es Estados Unidos. El vínculo con Tel Aviv permite a Washington proyectar su fuerza en Oriente Próximo: con su apoyo militar, Israel ha guerreado contra todos los rivales de Estados Unidos en la región, desde el socialismo árabe de Egipto en la órbita soviética hasta el fundamentalismo religioso de Irán. Pero cuesta imaginar que un Gobierno electo popularmente en la Palestina del postsionismo mantuviera las actuales lealtades exteriores de Israel. Por eso, Washington se afana en moldear el mapa de la región, ya sea alimentando durante décadas el fantasma de los dos Estados o, en paralelo, apuntalando a las dictaduras árabes aliadas con Israel. Mientras mantengan esa alianza inquebrantable, los israelíes seguirán con su agenda territorial maximalista. Cualquier promesa de negociación o hacia la solución de Estados será una cortina de humo, como el propio Netanyahu reconoce.

11 comentarios en «¿ES EL FUTURO DE ISRAEL Y PALESTINA FORMAR UN SOLO ESTADO UNIFICICADO?»

  1. No soy experto en Oriente Medio, pero no creo que esta solución de crear un estado unificado sea la solución.

    Creo que la solución, sigue siendo la creación de un estado palestino, aunque hay muchos problemas por resolver incluso para esta solución, pero bastantes menos problemas que con un único estado.
    1.- Constituir un Estado en Gaza es más fácil debido a que es un territorio homogéneo y con salida al mar.
    2.- Cisjordania ya es más difícil, requiere de salida a Jordania pasando por Israel y seguramente por una salida a Gaza, cruzando una autopista entre ambos territorios, tipo las carreteras de la antigua Alemania entre Berlín Oeste y la Alemania Occidental.
    3.- Requiere de un compromiso de seguridad recíproco, es decir, que Israel se sienta segura, de los mal llamados cohetes (porque son en realidad misiles) lanzados desde Gaza y obviamente que Palestina se sienta también segura del ejército israelí.
    4.- Con una paz en este sentido y sin problemas de seguridad, el problema se solucionará en años, generaciones, pero algún día hay que empezar.

    El estado único provocaría problemas de empadronamientos irregulares para ganar votos de gente que no vive allí de ambas naciones, provocaría una segregación de intereses de poder terrible y yo no veo en esto una solución. Me cuesta creer en una convivencia entre ambos, siendo uno de los dos pueblos minoritario frente al otro.

  2. Estado palestino con las fronteras indicadas en la resolución 181 de las naciones unidas el año 1947. ES decir, un estado palestino desde el rio hasta el mar ( lo menos en la zona norte del mapa).
    Desde el rio hasta el mar, como indica la ONU…no como interpretan algunos derechistas y cómplices de Israel para justificar el genocidio. Si, genocidio….uno mas en el listado de EEUU y sus aliados.
    Un estado palestino con capacidad militar suficiente para defenderse de esa base militar estadounidense llamada Israel.
    Evidentemente, esta solución ideal no será posible ….pero esperemos lo mejor para el pueblo palestino y lo peor para los imperialistas.

  3. Podría ser la solución un solo estado, pero…, eso lo temen mucho los israelitas, pues temen por demografía ser superados o absorbidos por la población islámica (parecido a lo que en Sudáfrica les ha ocurrido a los blancos con los negros y mestizos), claro que esto conlleva que no nos encontremos ante un estado moderno, en el que israelí es un término político (como lo es vasco o español o francés o alemán o…), sino un término étnico y separa al estado de un estado laico o al menos aconfesional, por supuesto que existen musulmanes que son ciudadanos israelíes, y son ciudadanos con plena capacidad, como el resto, pero…, si una gran cantidad de musulmanes se hace israelita, puede empezar a haber partidos musulmanes y que además sean mayoría, cambiando los equilibrios electorales y haciendo que haya un presidente de Israel que sea musulmán y lo que es más, que empiecen a ser la mayor parte de presidentes de Israel musulmanes a partir de un momento determinado, con mayorías musulmanas en los parlamentos, con leyes a favor de los musulmanes y entonces, los israelitas judíos se convertirían en minoría dentro de Israel, es decir de nuevo los judíos pasarían a ser minoría dentro de otro país más.

    Y claro, eso dado su pasado de persecución (incluyendo el holocausto y en muchísimas otras ocasiones anterior al mismo, sumado a las guerras con los árabes o las bestialidades ocurridas últimamente con Hamas) pues no se fían de un solo estado, no lo quieren, quizás en su lugar pensaríamos parecido…, ¿Pero puedes basar tu seguridad en masacres? (incluidas infantiles), una masacre como forma de conducirse siempre es inaceptable, aunque exista un pasado terrible y un presente de peligro cierto, hay que buscar otras soluciones por difíciles que sean, eso no se puede mantener así en el tiempo, por supuesto a esto se le suman otras cosas, como por ejemplo palestinos y árabes que solo quieren recuperar su tierra, junto con palestinos y árabes que quieren no dejar ni un solo judío en la misma (porque les consideran invasores, colonizadores, imperialistas o porque en una guerra les mataron un familiar), se suma gente que defiende a los palestinos (como haría con los judíos) con otros que son nazis que quieren borrarlos de la faz de la tierra, se suma también el pueblo judío perseguido que busca una tierra para vivir en paz, con aquellos otros que buscan «El gran Israel», y aprovechan los conflictos para poco a poco ir construyéndolo, gente que busca una tierra para vivir en paz y terminar con sus persecuciones injustas, frente a gente que se cree un pueblo elegido por Dios (ni sabemos que Dios exista y de existir, que tenga un pueblo elegido), pero incluso aunque exista Dios y haya elegido a los hebreos como el pueblo ante el que mostrarse al mundo, ¿quiere decir eso que algún día gobernarán sobre todas las naciones y los pueblos que se les enfrenten perecerán? o ¿mas bien quiere decir que su misión era enseñar la palabra de Dios al mundo y que esa misión ya la cumplieron o la cumplen cada día, pero era solo eso? (con la importancia que eso tiene y que no quita que tengan derecho a existir como pueblo…, pero igual su función era esa y no la de ser un pueblo especial sobre otros, salvo para mostrar la palabra de Dios…, que bastante importante sería…, además, recordemos que Dios, de existir, es difícil de entender, por ejemplo, prometió un mesías, que muchos esperaban como mucho más que un nuevo Moisés y vino un hombre que fue muerto en una cruz y que dijo que su misión era espiritual, es cierto que precisamente los judíos o la mayoría de ellos, no creen en Cristo como mesías, pero ¿y si lo fue y no se entendió bien?), también a todo este rio revuelto hay que sumar, a ciertos grupos cristianos protestantes que creen que hay que apoyar en todo a los judíos en Israel pues las profecías dicen que vuelve Jesús (volvemos a lo de antes, para empezar que esas profecías sean ciertas y de serlo, que se entiendan bien) y que además no es que crean que se están cumpliendo ciertas profecías, es que creen que van a poder «forzar a Dios» a manifestarse haciendo estas profecías ellos mismos (por ejemplo que los judíos vuelvan a Israel, pues no es que eso se produzca, sino que hay que ayudar para que se produzca).

    Pero al final esto a dónde nos conduce, pues a que Israel por un pasado terrible y un peligro cierto, está produciendo masacres defensivas/preventivas a su alrededor, pero masacres (en un, o ellos o nosotros…), y termina siendo un estado no laico o aconfesional, responde a un modelo étnico excluyente (pues teme que los judíos se conviertan en minoría en su propio país y con la mala experiencia que como minoría han tenido en su historia…), y además todo eso aderezado con la idea de «pueblo elegido» (que incluso en el caso de ser cierto…, puede ser interpretado de numerosas formas…), haciendo un conjunto que suene nada moderno y muy mal…, junto con la idea de «palabra de Dios», profecías, etc. (que incluso en el caso de ser todo eso cierto…, puede ser interpretado de numerosas formas…), no es que el estado de Israel no se declare laico o aconfesional y que no haya ciudadanos israelíes musulmanes, que eso puede haberlo, pero entre las limitaciones y los hechos producidos últimamente, pues te encuentras con que realmente tienes un estado así.

    Además de que muchas de las cosas que aparecen hoy en la Biblia, sabemos a ciencia cierta que son leyendas o cuentos teológicos, mitos, de hecho son directamente mitología… (pero igual igual, que la greco/romana o la germano/nórdica, igual, igual, eso independientemente de que Dios exista o no, e independientemente que se haya manifestado o no en esta cultura, que igual no ha sido solo en esa…), por ejemplo se sabe que no hay un solo registro egipcio sobre esclavos hebreos, ni un solo registro sobre un tal Moisés, ni un solo descubrimiento arqueológico sobre el éxodo desde Egipto hasta Israel/Palestina o viceversa… (que al parecer tampoco era la tierra original del patriarca Abraham, sino Ur, hoy en Irak), es un cuento teológico…, en gran parte copiado de cuentos y sucedidos anteriores, no se puede tomar al pie de la letra y menos como título de propiedad.

    No sé si los judíos tenían derecho o no a retornar a Palestina/Israel o viceversa, tras la II Guerra Mundial, pero el hecho es que ya están ahí desde hace varias generaciones, lo que debió de ocurrir, es que los romanos nunca debieron expulsarles de ahí y una vez expulsados, nunca debieron de ser perseguidos en Europa, conozco a una persona que me dice que si los judíos tienen que tener una tierra propia, debería estar en aquellas tierras en las que nunca les persiguieron, esas han sido China y la India (por cierto, una al lado de otra), hay antiquísimas comunidades judías en estas zonas y siempre se han llevado bien con el estado, supongo que el problema es con las religiones que comparten visiones del mundo con ellos pero difieren (el Islam y los cristianos), en China son budistas y en la India hay muchas religiones, por lo que serían los sitios más adecuados.

    Es por todo ello que está todo mezclado, que un solo estado, podría ser pero no, pues en Israel tienen miedo a ser «absorbidos» y luego de nuevo perseguidos, y dos estados podrían ser, pero Israel teme a un estado palestino puede que «enemigo» al lado y además rodeado de otros países árabes que es posible que también, eso sin contar con que para algunos impiden «El Gran Israel», por lo que estamos en una situación, que ni para atrás, ni para adelante, la cosa se queda así, en una autonomía, en un protectorado, etc., hasta que la cosa estalle o vuelva a estallar (que en algún momento estallará del todo, por lo que a los judíos les interesa la paz, pues si en un momento dado, USA y Europa les quitan su apoyo, que en algún momento va a ocurrir, pues todo cambia, esa Europa y USA, no va a permitir que les vengan millones de judíos, pues todavía hay racismo y desconfianza y muchos de los árabes que les rodean se les van a echar encima como un tornado, Israel tiene derecho a defenderse, que es algo que deja claro desde la II Guerra Mundial, pero no a perpetrar masacres en esa defensa, endiablada situación).

  4. Bienvenida la paz y el cese de crímenes. El futuro de Palestina será el que Trump ha decidido junto con su yerno, Toni Blair y gente hipermillonaria que les financia. La reconstrucción del paisaje es fácil. Seguro que ya tienen hechos hasta los planos de la futura región turística. Lo que no está nada claro es el futuro de la gente, aunque el exilio es la solución favorita de los que realmente decidirán. Haberle dado el Nóbel de la Paz al delincuente naranja hubiera sido tan lógico como entregar el Nóbel de Química al mayor traficante de fentanilo.

  5. Bueno…ya apelaban a esto los minoritarios sionistas de la rama de Martin Buman.
    Ahora mismo…lo veo tan inviable como lo de los dos Estados (que hoy tb lo es).
    No veo ninguna solución viable.

    Un apunte; creo que los propios palestinos también serían un escollo como lo han sido para la solución de los 2 Estados. La responsabilidad no es solo de Israel.
    Gran parte de los palestinos desean para los israelís la misma suerte que los israelís les desean a ellos. Cada parte desearía exterminar a la otra y, si pueden, lo harán.
    Por eso no hay solución (salvo el aplastamiento de uno a otro).

  6. Leo que Palestinaren Elkartasuna mantiene el paro del día 15 y además llama a escalarlo a huelga general bien ese mismo día o, ya si eso, convocarlo «para otro día».

    Que un cambio de escenario no te cambie un buen sarao y, por descontado, te quite la oportunidad de tener protagonismo.

    Al final lo que consiguen es que quede patente que las causas que dicen defender y el propio instrumento de la huelga son algo secundario para ellos/as. Lo primero son ellos/as. Su ego, su afán de protagonismo que compagina un modus vivendi absolutamente aburguesado e integrado en el sistema con el postureo de maquillaje.
    Ya tienen el plan montado. Una jornada de esas que molan en las que además puedes regalarte el capricho de unas dosis de nostalgia de los buenos tiempos del matonismo, el piquete amenazante, la sensación de dominar la calle…

    Seguramente el acuerdo alcanzado-forzado en Gaza sea muy frágil y estalle a la primera de cambio o ni siquiera llegue a ponerse en marcha. Controlen un poco su ansiedad ante el gran sarao que tenían montado…muy probablemente (por desgracia) tendrán oportunidad de llevarlo a cabo pero obviar absolutamente lo que ha ocurrido con tal de mantener algo que a ellos les pondrá muy cachondos pero que es algo tan serio como pretender parar un territorio demuestra eso; lo único importante para ellos son sus postureos y saraos.
    Por supuesto todo ello con un discurso delirante que va mucho más allá de parar el genocidio y se focaliza en soflamas de desaparción de Israel más propias del mismo Hamas.

  7. Tras el holocausto (y matanzas anteriores de judíos), los judíos se prometieron a si mismos y de forma pública, no volver a ser víctimas nunca jamás, o al menos no volver a ser unas víctimas «sencillas», calladitas, sin que los culpables pagasen, es decir dejaron bien claro que no se dejarían matar como corderos, sino que pelearían y que toda muerte sería vengada, además que sería vengada de forma contundente, es decir si moría un judío, ellos matarían a 4 enemigos, esta manera de funcionar, piensan en Israel, que cuando menos puede ser «disuasoria» de cara futuros ataques contra Israel…, por otro lado las fronteras de los dos estados, estàn claras desde los años 40, decretada por la ONU, tras la formación del estado de Israel, pero…, cada vez que ha habido una guerra, además de consolidar el estado de Israel y debilitar la posibilidad de un estado palestino, Israel ha avanzado invadiendo tierras (que además hoy están muchas colonizadas por asentamientos de judíos) y esos avances los ha hecho peleando, muriendo judíos, entonces ahora dicen, «a ver si, nuestro estado es fuerte, Palestina no, tenemos tierras que no nos corresponden por la división de los años 40 de la ONU, pero aparte de que estàn repobladas con judíos, son tierras que las conseguimos luchando, poniendo muertos de nuestra gente y ahora no las vamos a devolver así como así, nos costó sangre tenerlas y ni siquiera el devolverlas garantiza la paz, por lo que no tan fácil….» y aparte de todo esto, està el sueño del Gran Israel, claro, pero bueno, estas son algunas de las cosas que ocurren.

  8. El por entonces Mufti de Jerusalem, máxima autoridad árabe palestina en 1943, visitó a Hitler y Himmler en Berlín. Sus amigos nazis le informaron de que habían exterminado ya a tres millone de judíos. El Mufti les felicitó y les animó a continuar con el Holocausto y eliminar a esa raza maligna.
    Hamas siempre ha dicho que desea el fin de Irael, junto con Irán. Hay que estar históricamente informados para ver de qué pie cojean y han cojeado siempre los unos y los otros.

  9. Solo recordar como en su día hubo una gran cumbre olvidada en España, en donde se le dio una «autonomía» al pueblo palestino…, bueno pues esa cumbre fue un fracaso…, no en aquel momento, en el que les dieron una autonomía y todos fueron aplausos, sonrisas y fotos, sino ahora…, ahora con el tiempo, ha quedado demostrado que aquello solo fue un bluf y un auténtico fracaso, es cierto que podía no haber sido así…, pero es lo que ha sido y es de justicia recordarlo, pues esa es la verdad.

    También hay que denunciar a los que se demuestran equidistantes en esta cuestión entre Israel y Palestina o como siempre, peor aún, a los que son tendenciosos.

  10. TOQUES DE «INTELECTUALIDAD ESPAÑOLA» RESPECTO A ESTA CUESTIÓN:

    1. Israel y Hamás: la pulsión genocida (Fernando Savater, escrito en The Objective).

    https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2025-01-19/israel-hamas-pulsion-genocida/

    «En esa tierra martirizada, sólo son genocidas los terroristas de Hamás porque sólo ellos tienen el propósito explícito de acabar con los judíos por ser y sólo por ser judíos»

    2. Un intento de reiniciar el Holocausto (Jon Juaristy, escrito en diario ABC).

    https://paralalibertad.org/un-intento-de-reiniciar-el-holocausto/

    «Para la izquierda, hay que borrar todo rastro judío de la Historia y de la Memoria, empezando por la Shoah, para hacer sitio al mito antisemita del genocidio de los palestina».

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