Domingo 22 de septiembre de 2019
Klaudio Landa, presentador de televisión es todo un fenómeno mediático. Es parte de nuestra memoria colectiva en ETB. Agudo, directo, animal televisivo, cercano, llena la pantalla. Pero su programa en ETB 2 “Ni más ni menos”, antes “Lo que está pasando” cesa tras años en horario vespertino. Klaudio ha pasado a la noche y a ETB 1 en horario nocturno. Es bueno para ETB 1 pues el de Gernika animará el cotarro y los euskaldunes tienen diariamente una oferta distinta y percutiente. A Klaudio le regalé una taza del senado que utilizaba en cada programa pero que ha abandonado, como a su programa a veces cañero.
Por esta razón María Tato, Gorka Landaburu e Iñigo Landa con la lista de los que hemos pasado por su programa promovieron este sábado un encuentro en Zarautz y una comida en el asador Izeta. Y allí fuimos.
Llegamos a Zarautz en autobús y nos reunimos con los que venían de Gipuzkoa y Araba en una plaza para mi muy representativa. Allí estuvo el Banco Guipuzcoano donde mi aitona era el director hasta la llegada de los falangistas en septiembre de 1936. Señalé a varios el piso, encima del banco donde vivían mis aitonas con sus hijos y de cómo a raíz de esa funesta entrada, a mi amona la encarcelaron en el convento de las Clarisas y a mi ama le cortaron el pelo al cero. Al poco les expulsaron de Zarautz yendo a vivir a Pamplona, en plena exaltación guerrera de Mola, hasta que mi aitona pagó a contrabandistas de la que fue luego Red Comete, y pasaron clandestinamente a Donibane Lohitzun. Historias que parecen de familias judías, pero que yo las he tenido en casa.
Zarautz desbordaba presencia en la calle con un tiempo formidable. En el batrzoki, quien fuera Diputado General de Gipuzkoa, Jose Juan González Txabarri, salía de la cocina a saludar pues preparaba una comida familiar ya que su ama cumplía 89 años.
De Zarautz nos fuimos al barrio Elkano, entre Zarautz y Aia en pleno monte y con unas vistas magníficas No conocía la siderría Izeta (IZ) que tiene capacidad para unos trescientos comensales y cuatro Kupelas de sidra. La sagardotegia estaba llena hasta la bandera de familias y de mucha gente joven. Un ambiente excelente.
Y allí comimos lo clásicos de las sidrerías vascas. Jamón, fritos, tortilla de bacalao, segundo plato y postre con sidra sacada del chorro. El Txotx.
Buen ambiente entre gentes de todo tipo (periodistas, abogados, sociólogos, activistas, políticos) que se habían conocido en la televisión opinando sobre los divino y humano cada quien desde su minarete. El ex alcalde de Gasteiz Patxi Lazcoz, el publicista José Ramón Blázquez, el periodista Aitor Guenaga, las periodistas Naiara Pinedo, Chelo Aparicio, Josebe, Juan Mari Gastaca, Iñaki Irizar, Ainhoa Goikoetxea, Rafa Lareina, Martín Barriuso, Julia Madrazo, Urko Garamendi, Madina, Juan Muñoz Baroja, Jagoba Itxaso, Bego Barrutia, Jose Javier Echeverria, Belen Galindo, Odei Esnaola, Manolo Romero, Ana González, Ion Iriarte, Zuriñe Ojeda, José Ramón Aranbarri y varios más cuyos apellidos desconozco a mi pesar.
Hubo un magnífico ambiente y al final las palabras del anfitrión Gorka Landaburu, el único Landaburu que no tenía nieto y al parecer superará en breve esa asignatura según nos dijo, de Garbiñe Biurrun valorando la amistad, de Josebe y el colofón de cantos varios. No sabía que Ainhoa Goikoetxea, ondarresa, cantaba tan bien, aunque no sé por qué digo esto pues los ondarreses cantan muy bien.
Pues eso fue todo. Una jornada de las llamadas de confraternización ante un episodio ya pasado de nuestras vidas que deja el poso agradable de la amistad, a pesar de todos los enfrentamientos verbales, que en democracia, en una sana democracia, tiene que haber.
La dirección de ETB, con absoluta falta de mano izquierda, ni estaba ni se le esperaba. No sé en que escuela, ikastola o colegio han estudiado sus prebostes las mínimas costumbres de urbanidad y agradecimiento.
Nada nuevo.