Lunes 13 de febrero de 2023
En mi anterior post destacaba el hecho que entre el ayuntamiento, la familia y gente sensible de Azkoitia han erigido una estatua a Julene Urzelai, una de las mujeres activistas en tiempos de la República castigadas por la dictadura y fallecidas en el exilio.
No fue la única. Hubo más y entre otras Polixene Trabudua, todo un trueno en sus intervenciones oratorias para despertar este país y obligada a vivir en el exilio la mayor parte de su vida. Pionera, moderna, vital, ahí el título. Creo que en Sondika hay sensibilidad suficiente para hacer lo mismo que en Azkoitia.
Entiendo que a este estatua debería contribuir financieramente el Athletic de Bilbao pues su marido, José Mandaluniz, delantero de este equipo de futbol fue entrenador del equipo en 1950 y muy poco después la dictadura franquista le obligada a la directiva a destituirlo como entrenador, teniendo que exiliarse en Venezuela.
Pero ¿Quién fue Polixene?.
Polixene de Trabudua y Aguirrezabal nació en Sondika, Bizkaia, el 23 de septiembre de 1912.
Hija de padre contratista y madre costurera, a sus 18 años se graduó como maestra en la “Normal” de Bilbao y ejerció en la primera ikastola de Sondika. Oradora de Emakume Abertzale Batza, jugó un papel especialmente significativo en la campaña pro-Estatuto. Fue detenida y encarcelada en la prisión de Larrinaga durante los años de la república, por reclamar en un mitin la Independencia.
En 1933 se casa con Jose Mandaluniz, uno de los mejores delanteros centro de la historia del Athletic de Bilbao, con el que tuvo 5 hijos. Su boda en Begoña fue todo un acontecimiento social.La oradora con el futbolista de éxito.
Tras el bombardeo de Gernika, en junio de 1937 se exilia con toda su familia en París donde permanece durante la ocupación alemana colaborando en la ocultación de judíos.
Se trasladan a Venezuela en la década de los cincuenta, donde imparte clases en varios centros oficiales, privados y en la Cárcel de Sabaneta.
Colabora con sus artículos en el semanario “Panorama” y en la prensa vasca del exilio. Estos escritos fueron recopilados bajo el título de “Artículos de amama” en 1991, primero, en Venezuela y en 1992 en Euzkadi ampliados con más materiales por la Fundación Sabino Arana.
Abuela de 12 nietos y bisabuela de 6 biznietos repartidos por Venezuela, Estados Unidos y Euzkadi.
Polixene es un nombre bonito. Muy raro. Sobre todo, muy raro en las primeras luces del siglo XX. Más extraño todavía en la escena íntima y recogida de un bautizo apresurado en Sondika, año 1912.
El cura de Sondika y Prudencio Trabudua sintonizaron, a través de los misterios del tiempo, con la mente del poeta griego. Decidieron aprisa que la recién nacida llevara el nombre de la hija de Príamo y de Hécuba, reyes de Troya, héroes de una larga resistencia construida sobre dos pilares invencibles: la soberanía consciente de un pueblo y su dignidad. El cura de Sondika, seguro, había leído La Ilíada. El padre, Pruden, probablemente no. Pero quedó sobre la pila bautismal de la iglesia de Sondika un nombre, Polixene, y un destino.
En sus memorias recordó a la Sondika de principios de siglo XX. Idílica y rural. Retazo en la memoria de un mundo que se va. Sondika de caseríos, de labranza, de romería y de tabernas, de vendeja y ermitas. Sondika de un tiempo en el que las horas y los hábitos de las gentes venían marcados por la inexorable voz de las campanas. Sondika del euskera, del tren, de la avioneta de Pombo y de los primeros partidos de fútbol en las verdes campas. Sondika del trabajo duro y de la solidaridad de siglos: Sondika de «auzolan». De las «txarribodas». De Felabeltz, de La Fermina, de Borlín, de Simondrogas, de Gondra, de Juaniko y de Sekor-atzo, la vieja-toro, la que quizá no fue una mujer, sino un águila camuflada de negro.
Polixene fue una de las primeras andereños y mujer con conciencia social que nos dijo en su día: ”La educación es básica para fomentar la tolerancia, el antirracismo, la no discriminación por motivo de religión, sexo, situación social… hemos de educar en igualdad de condiciones a los niños y niñas. Solo de este modo se conseguirá una sociedad más justa donde saldrán beneficiadas todas las personas, sean hombres o mujeres. Candentemente, lo vasco y lo universal deben de caminar en paralelo.
Falleció en Zeberio en abril de 2004.
Siendo chaval leí una entrevista que le hicierob, no se si la revista Punto y hora de Euskal Herria o en Gara, en los años 70 del siglo pasado. Me acuerdo que comentaba los mitines que daba y creo que en uno de ellos, comentó, que
entre los asistentes, estaban su padres que eran carlista. Al menos eso tengo en mi memoria