Domingo 17 de diciembre de 2023
Es posible que estemos viviendo, y sufriendo, una especie de confusión mayúscula de lo que hemos llamado ideología, simplemente el conjunto de ideas, más o menos coherentes, generalmente menos que más, con que miramos la sociedad y la vida en su sentido más amplio.
Todo el mundo supone que tiene una, es muy probable que se equivoquen y más que un conjunto organizado racionalmente tenemos un disparatado ramillete de ideas fragmentarias y no pocas veces contradictorias.
Estoy bastante seguro que el suelo más firme que sostiene esta confusión es la imposición universal, o bastante, de la manera capitalista, consumista, individualista, cegada por la publicidad y los medios, poco reflexiva y poco solidaria –la guerra de Ucrania asi como de Israel y Hamas es un espectáculo televisivo,– que en diversa medida rige nuestras vidas más concretas. Pero no vayamos tan allá, lo que queremos subrayar es más tangible. Conceptualizable y cercano.
Hay lo que llamaría democracias sucias o dictaduras blandas en América latina, y allende por supuesto, que parecen haber sustituido a las dictaduras bananeras de hace unas décadas, sostenidas y benditas por los Estados Unidos, hasta Kennedy digamos, y cuya característica básica es manejar absolutamente todo el poder público y político, absolutamente todo.
Muchas de las actuales se disfrazan, permitiendo en ciertos aspectos menores, algunas libertades más bien anodinas que pretenden «blanquearlas».
Y no porque practiquen algunos mandamientos y ritos republicanos, elecciones trucadas generalmente, simulación de separación de poderes o algunos pequeños y controlados, espacios de libertad de expresión, censurados veladamente por ejemplo. También sus predecesoras lo hacían.
Pero lo que queremos subrayar es lo más curioso, lo más ideológico. Esas dictaduras, hablamos básicamente de Venezuela como se habrá sospechado, pueden predicar cuando les conviene una ideología o algo parecido y realizar en los hechos una muy distinta y hasta contradictoria. Es una de sus patologías mayores.
Voy al grano. Muy a menudo la dictadura venezolana apela a una ideología de izquierda radical. Maldice al imperialismo americano o se define como socialista o mejor castrista, más tropical y confusa. Con mayor o menor énfasis desde que vino al mundo, hasta ayer. Y ciertamente al menos en una década, la propiamente chavista, practicó algo así como una economía socializante bastante confusa y fatal.
Pero paulatinamente ha venido confeccionando un esquema neoliberal, con el aplauso de empresarios, hasta del presidente de Fedecámaras, tratando de salir del inmenso desastre económico en el que vivimos. Como se verá el confusionismo ideológico es enorme, se autodestruye cualquier coherencia ideológica.
Ojo, aquí no se trata ni siquiera de una réplica del modelo chino, de los dos sistemas. Es la destrucción de toda coherencia ideológica, es un país con un gobierno sin destino, ajeno al pensar. Es el caos en que vivimos.
Fernando Rodríguez es filósofo. Exdirector de la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela.
Seamos serios: el problema no es tener o no tener una ideología, el problema se plantea cuando los grandes principios que se proclaman , fundamentalmente desde la “izquierda indeterminada”, como banderín de enganche de masas más o menos indocumentadas, son incompatibles, por inaplicables, con las realidades que impone una economía mínimamente viable. Me explico: después del derrumbe estrepitoso de la economía en los países en los que se aplicó el “socialismo real”, fundamentalmente la Unión Soviética y países del Este europeo, arrastrando el entramado político-social de estos, quedó meridianamente clara la inviabilidad de una economía que desconozca los principios del mercado. Esto ha llevado a experimentos tan extraños como el chino, con una superestructura política comunista soportada en una economía brutalmente capitalista. Otros experimentos, como la Cuba poscatrista, han quedado como fósiles que no saben como salir del marasmo al que les condujo el experimento socialista, al no tener una sociedad civil lo suficientemente fuerte como para librarse de la casta dominante, la nomenclatura revolucionaria, y no ser esta capaz de habilitar una apertura económica, que probablemente llevaría al reforzamiento de la sociedad civil y por tanto, pondría en peligro sus privilegios.
En fin, lo más interesante es observar cómo ha reaccionado ante esta realidad la izquierda indeterminada en los países occidentales. Como tontos del todo no son, son consciente de ella, saben que a día de hoy soflamas como “la nacionalización de todos los medios de producción” o la “eliminación del mercado”, más allá, como he dicho, de banderín de enganche de primos, no son viables, acabarían abocando a fracasos como los mencionados más arriba a más corto o largo plazo. ¿Cual ha sido la solución encontrada? Pues no eliminar totalmente la economía de mercado, mantener el mínimo necesario para que el país, aunque mal, siga funcionando y aumentar exponencialmente el tamaño del sector público, incluida la proliferación de empresas estatales, colocando en estas y en la administración a todos los aspirantes a formar parte de la nueva clase dirigente, la nomenclatura, obviamente acompañado todo esto de un incremento de impuestos al sector privado y un aumento exponencial de regulaciones y fiscalizaciones a la actividad privada. ¿No nos suena? Todos esas exigencias de defensa de “lo público”, de incremento de impuestos par incrementar el gasto público, en contra del “austericidio”, incremento continuo de empleo público, etc, van en esa dirección. Hace cosa de un año, un directivo de una multinacional, con ramificaciones en Argentina, en una reunión de cuadros de la misma que se dio en Madrid, se presentó a los asistentes diciendo: “señores, yo vengo del futuro”. Hoy en un periódico local hay un artículo muy interesante sobre los “ñoquis” que parasitan la economía argentina; el fustrado aspirante a la presidencia argentina en estas últimas elecciones, Sergio Massa, en otra campaña electoral anterior, en 2015, ya prometió que iba a “sacar de los pelos a los ñoquis de La Campora de las empresas y la administración , bueno, en estas se le olvidó. Parece que el nuevo presidente, Javier Milei, está ahora empeñado en hacerlo. Tarea titánica. Como dije en una anterior entrada, las resistencias que va a tener el actual gobierno son siderales. Pero bueno, como reza un chiste que corría por Argentina antes de las elecciones: “ en Argentina en estos momentos solo hay dos salidas, o Javier Milei o Eceiza”.
Hametik, estas describiendo la socialdemocracia.
Nada nuevo.
La hipócritamente llamada «transversalidad», ideológica en este caso, xiste desde que el ser humano comenzó a vivir en grupos.
Es ejemplar el caso del célebre ministro francés Fouché, excelente hombre de confianza y astuto político tanto para revolucionarios con guillotina , contrarrevolucionarios, Bonaparte republicano y Bonaparte Emperador y los Borbones.
Su ideología, siempre opaca y discreta, cambiaba según de dónde le podía caer dinero y poder. Stephan Zweigh le define en su biografia como el mejor chaquetero que ha existido. Otros en cambio le consideran como un tipo ejemplar que lo hacía todo porbla patria, opiniones que son también muestra de diversas ideologías. Todo esto de las ideologias es muy viejo ya. Hasta el sinsorgo de Aznar tiene un laboratorio de ideologías.
Hay que desmontar el dogma que lo público es mejor que lo privado per se. La tarea de una buena administración es que eso sea así con hechos demostrables y cuantificables.
Para eso hay que grabar con fuego en todas las oficinas públicas la idea de la eficiencia , la eficacia y la productividad social , acabar con el amiguismo , el corporativismo y de paso con el absentismo .
Hay que preguntarse el sentido de la función pública, creo que esta debe limitarse a aquellos puestos públicos que sean sensibles a las presiones del ejecutivo, vg jueces , secretarios , tesoreros, depositarios, arquitectos municipales, miembros del tribunal de cuentas , etc
Un neurólogo, una limpiadora , un administrativo del gobierno o un trabajador del metro NO TIENEN porque ser funcionarios.
Bueno, Bambata, digamos que es el “socialismo para el siglo XXI” preconizado por el Foro de San Pablo.
Bond
Estoy casi de acuerdo con el último párrafo.
Los trabajadores no tendrían que ser funcionarios pero la gestión debería ser pública.
Sin beneficios.
En Venezuela tenemos un ejemplo de estado democrático clásico, con sus grandezas y sus miserias, que puede evolucionar hacia una dictadura comunista (del proletariado, nueva democracia, republica democrática o popular o cualquier denominación que se pretenda) y que mantiene a Bildu en la expectativa favorable a través de un buen adoctrinamiento social.
En la reciente presentacion del supercandidato Pello, Otegi afirmo que son un movimiento de Liberación Nacional. A su vez, Alternatiba Sozialista (EKS) ya ha mostrado su intención de mantener el movimiento sin distracción del objetivo comunista final.
Todo “muy edificante”. Pero tambien muy preocupante. Gente joven, nacidos en la democracia, con educación (supuestamente en valores humanos) optan por la tiranía como modelo a conseguir.
Aquí no quieren que hablemos de ETA y tenemos hasta en la sopa a Franco. A sus herederos, simpatizantes, filo-fascistas, etc.
Pero debemos dejar de hablar de los simpatizantes, filo-terroristas etarras. Que ademas estan en los cuadros del partido, promovidos en sus listas, y directores del cotarro comunista.
Es tremendo.
Amaratarra , desde luego que la gestión tiene que ser pública . Me refería al régimen laboral-contractual que lleva al absurdo que se pretenda que la explotación de la cafetería del hospital de Urduliz no se pueda subcontratar , que el que te sirve el café con croasant tenga que ser funcionario . La respuesta a la eventualidad en la administración no tiene que ser el acceso a la función pública sino la consolidación mediante contratos laborables como los que tenemos el resto de los mortales ya sea en Iberdrola , en Autobuses de Lujua , en Mercadona o en Calzados Manolo
Madre mia, hay algunos que tiene una buena empanada. Sociedades públicas gestionadas por trabajadores no funcionarios que no tengan beneficio???
Bueno, eso es nuevo. pero me permitiréis enumerar decenas de empresas o insituciones públicas que no tienen beneficios, todos los consorcios de aguas, compañías de autobuses públicos, Eusko tren, EITB, Osakidetza, Colegios públicos, Ertzaintza, policias locales, DDFF, Gobierno Vasco, y decenas de empresa que caen de éstas. De las cuales, la única que da beneficios son las de aguas.
De verdad, con tanta huelga de los que más derechos tienen, creo que al final va a ser efecto boomerang, la gente hasta los huevos de los pobres funcionarios que hoy han hecho huelga y van a pedir más mano dura, trabajadores de empresas privadas de tamaño medio y pequeño, autónomos y funcionarios con sentido común van a acabar hartos de ELA y la madre que los parió. Yo lo estoy ya, cuando se luchará por mis derechos de autónomo??? Y cuales son esos derechos??
De acuerdo. Absurdo lo de la cafetería y otros similares.
Pero al gobierno le va mas la subcontratación que la empresa pública, con contratos laborales.
Pues igual estoy equivocado pero recuerdo la Telefónica Municipal de Donosti, Telefónica española, Euskaltel antes de la chapuza ????? alguna energética ????.Iberia????
En España hay mas de 2000 empresas públicas.
Todas con funcionarios??
Los trabajadores de la agencia efe son funcionarios ???
La Orquesta de Euskadi está formada por funcionarios????
Etxepare???
Algún museo como San Telmo????
Pues igual estoy con la empanada, seguro que con alguna me equivoco. Pero si lo que digo es correcto en algunas empresas, (seguro que entre las 2000 españolas se da lo que yo defiendo) igual tienes que rectificar si recurrir a ETA.
A ver Zaldiaran . El Servicio público lo puede realizar directamente el gobierno o subcontratarlo . Ahí no entro . Lo que no es verdad es que TODOS los que trabajan en una empresa pública tienen que ser FUNCIONARIOS porque sí .
La función publica debe proteger a aquellos trabajadores que por su especial dedicación deben estar protegidos de las presiones del poder ejecutivo . Aquí pueden entrar los jueces , los altos cargos policiales , los catedráticos, miembros de los tribunales de cuentas ,secretarios , interventores , arquitectos municipales y otros varios que se me escapan , para el resto contratos laborales .
Ahora dime que es lo que no entiendes de que una andereño , un anestesista , un jardinero o un chofer de autobús puedan desarrollar su función con un contrato laboral como el que tiene una profesora de la concertada , un médico del IMQ o un chofer de PESA .
Estamos confundiendo términos y diciendo cosas que no he dicho.
Lo primero es, que una cosa es un fincionario en sanidad, o educación o hacienda. Y otra cosa es un trabajador de una empresa pública. estos trabajadores, no son funcionarios, pero tienen una seguridad laboral que sin llegar a la de un funcionario, no la tiene nadie en el sector privado.
Por supuesto que entiendo que debe haber trabajadores públicos en muchos sectores como la sanidad, educación, justicia, policía, y un largo etc. También os diré que es lógico que dentro de la administración se pida que haya menos contratos temporales, interinos etc.
Pero del mismo modo que digo esto, soy de los que pienso, que sacarte una plaza de funcionario, no debería suponer que te puedas tocar los cataplines por el mero hecho de ser funcionario de carrera. Y no es un caso aislado. Así como no comparto muchos de los derechos de estos trabajadores, funcionarios o no, días de libre disponibilidad, y un largo etc de chollos que el común de los mortales no tenemos.
Y no los tenemos, porque fuera de la administración hace frio, pero no hagáis que los que estamos fuera de la administración, política etc. tengamos que sostener las soñadas condiciones, junto a huelgas que no saben ni lo que piden como la última de esta semana, porque muchos estamos hartos, empezamos a estar hasta las narices de tanto privilegio.
Por lo que tener el algunas cosas la razón y no se la quito, no quiere decir que no sean unos privilegiados. Y por supuesto aún no entiendo el concepto de empresas sin beneficios, que me explique alguien quien arriesga para no ganar, solo para perder.
Zaldiaran, si no tienes derechos como autónomo es por culpa de la ETA y los venezolanos infiltrados que tiene Maduro en Euskadi y España. En la última legislatura se han ampliado una serie de derechos de los autónomos como la cobertura de paro por cese de actividad (a propuesta de Podemos y apoyada por EH Bildu y PNV). Si no te movilizas y no luchas por tus derechos, nadie te los va a regalar. Aunque para ti esto último es propio de comunistas que apoyan a ETA y Venezuela.
Amaratarra, Zaldiaran no rectifica. Es monotemático en sus argumentos.
Zaldiaran
Atendiendo a tu petición, te explico.
Te he aportado una pequeña relación de algunas empresa sin beneficios, sin ánimo de lucro etcc.
Existen muchas EMPRESAS PÚBLICAS municipales, estatales o de gobiernos autonómicos de ese tipo.
«Sostenella e no enmendalla» «antes morir que perder la vida»…..
Que pasa con la empanada????
En mi contestación a Bond digo que me refiero a su ÚLTIMO PARRAFO.
No he dado ninguna opinión con respecto a los funcionarios por oposición.
Hay que leer con mas atención y evitar prejuicios.
Mendiko, que tendrá que ver la opción de movilizarse con ETA. Sois vosotros los que siempre sacáis el comodín.
En otro artículo, Larry describe bien la inoportunidad de la huelga del textil convocada para estos días. Los buenos de ELA, a pesar de conseguir que el convenio por territorio histórico prevalezca sobre el estatal. Por cierto, lo ha logrado el PNV. Siguen con la huelga. Y esto, es más importante para muchos autónomos que salir a protestar. Porque yo pediría ir a protestar a las sedes de ELA.
Y no comentáis nada sobre el tema de funcionarios públicos, esto es que hay muchos de estos por aquí. los de la IA, andan bien protegidos por unas instituciones que siempre han sido como demonios para ellos. Pero y reconociendo que debe subir el número de funcionarios frente a trabajadores laborales, también se debería poder despedir a un funcionario con más facilidad si no cumple con su obligación que es trabajar. En inglés la palabra de funcionario es preciosa. Civil Servant, para no olvidarse que trabajan para la ciudadanía y cobran de ella. Por cierto, nadie quiere serlo porque cobran menos que en la privada.