Miércoles 12 de octubre de 2016
- Es curioso que se tenga que celebrar una Fiesta Nacional con un desfile. La Patria y las Armas. Los vascos lo hacíamos con el Aberri Eguna que es una fiesta religiosa que habla de Resurrección o celebrando, como este siete de octubre el primer estatuto de la historia. Creo que somos más civilizados. Pero Napoleón sigue gobernando en el imaginario colectivo de los estados -nación de Una, Grande y Libre. Patria, no es Padre, sino Ejército.
- Tras el desfile, que según Rajoy es un coñazo, todos han ido al Palacio Real. El Rey solo sirve para organizar saraos sin fuste y ofrecerte un canapé que además pagas tú. En lo que podía echar una mano, que hubiera sido evitar dos elecciones, no pinta nada.
- Los jesuitas están eligiendo Prepósito General, es decir, su mandamás. El anterior Adolfo Nicolás dimitió al cumplir ochenta años. Ahora están los jesuitas en la fase de las Murmuraciones, bella y descriptiva palabra, que son conversaciones interpersonales e individuales de información para la elección del nuevo Superior General que se hará el 14 de octubre. La práctica de las Murmuratio fue establecida por San Ignacio de Loyola en 1540. Los 212 jesuitas que han sido designados proceden de 66 países del mundo. Ojalá eligieran un vasco con uña en el rabo.
- Tengo verdadera curiosidad por escucharle a Antonio Hernando como presidente y portavoz parlamentario del PSOE en el debate de Investidura de Rajoy, habiéndole escuchado en el pasado una serie de sandeces que se tendrá que tragar. ¿Oportunismo?. ¿Estrategia de Sánchez?. ¿Arribismo?. Lo veremos.
- Mikel Torres, alcalde de Portu, es de los pocos socialistas vascos con espolones que para mí tiene el mérito de no arrastrarse para hacer carrera en la Villa y Corte como otros de sus compañeros a los que Euzkadi se les queda pequeña. Y sin que, de momento, haya sido tentado para ir a Madrid. Está ahora sacando cabeza contra Susana Diez a quien reprocha la «opa hostil» a Sánchez. Lo que no acabo de entender son sus relaciones con Eduardo Madina.
- Falleció Dioni Amorrortu en Getxo a los 81 años. Era de esos nacionalistas de toda la vida. Trabajó en Transportes y en la Diputación de Bizkaia. Echo en falta una biografía glosada sobre su vida. Dioni era persona comprometida y que estaba en nuestro paisaje afectivo.