Sábado 10 de octubre de 2015
ABERRI – Número 15 – Enero 1927
Órgano de Acción Nacionalista Vasca-Publicación mensual pro-independencia de Euzkadi
El día 20 de Diciembre llegó a ésta nuestro distinguido compatriota y queridísimo amigo Elías de Gallastegui. Antes de atracar el magnífico trasatlántico “Cleveland” que lo conducía, se reunieron en el dock nº 86 una Comisión de Acción Nacionalista Vasca, Centro Vasco Americano y Euzkadi Social Club, quienes le dieron la bienvenida en nombre de sus respectivas sociedades.
Acompañando a nuestro querido amigo llegó su distinguida y valerosa esposa con su queridísimo umetxu Iker quienes fueron también recibidos por los representantes de las sociedades vascas en Nueva York.
Acto seguido se trasladaron al Hotel Santa Lucía, donde fueron también saludados por numerosos y distinguidos miembros de la colonia vasca.
Visitando las Sociedades
Después de haber descansado de tan largo viaje, el señor Gallastegui se dispuso a visitar las directivas de las sociedades y al efecto se personó el martes 21 acompañado del Sr. Mendizabal y del Sr. Otza, en los salones del Centro Vasco Americano, donde fue recibido por los miembros de la directiva y numerosos conocidos que deseaban saludarle.
El Sr. Otza hizo la presentación y anunció que el próximo jueves daría una conferencia el Sr. Gallastegui sobre un tema de actualidad.
El Sr. Gallastegui fue obsequiado por la directiva con un pequeño lunch durante el cual hizo exposición somera del problema vasco.
El Euzkadi Social Club
El día 23 y con ocasión de hallarse reunidos en junta general extraordinaria el Euzkadi Social Club, se personó en sus salones el Sr. Gallastegui quien, después de presentado, fue invitado a hacer uso de la palabra y lo hizo exponiendo brevemente la situación angustiosa del país vasco y demostrando que la única organización que puede salvar al país es la organización nacionalista que trabaja ahora más que nunca por la libertad de Euzkadi.
La Conferencia en el Centro Vasco Americano
A la hora anunciada se hallaba el salón del Centro Vasco Americano repleto de vascos ansioso de escuchar al Sr. Gallastegui. Hizo primeramente uso de la palabra el Sr. Antonio de Otza quien comenzó por dar las más rendidas gracias a la junta directiva del Centro Vasco por la galante cesión de sus locales. “Están escribiendo –dijo- una gloriosa página en la historia de vuestra querida sociedad. Yo os he visto recibir con cariño de hermano a pintores como Zuloaga. Os he visto ovacionar en vuestros salones a eminentes cantores como Jesús de Aguirregabiria, y hoy veo lleno de emoción que recibís de la misma manera al representante de la dignidad nacional vasca”.
Hizo un breve elogio de la vida del Sr. Gallastegui y terminó diciendo: pintó Zuloaga el verde de nuestras montañas, que ellas son el emblema de nuestra esperanza; cantó Aguirregabiria para que su potente voz nos impida percibir el ruido doloroso de las cadenas de nuestra esclavitud; trabaja Elías como tú sabes hacerlo, que con tus trabajos y la buena voluntad de todos los vascos pronto veremos a Euzkadi libre y soberana.
Sus palabras fueron premiadas con cariñosos aplausos y a continuación se levantó.
El Señor Gallastegui
Es acogido con las más vivas pruebas de cariño, con grandes aplausos.
Inicia su conferencia con unas palabras de afecto ofrecidas en nombre de los abertzales de Euzkadi a los compatriotas de Nueva York.
Habla luego de los miles y miles de vascos que en plena juventud emigran a tierras americanas internándose en California y otros estados, faldeando los Andes en Chile, en Argentina, solos sin más ayuda que sus brazos pero llenos de confianza siempre.
Esto es prueba de que son hijos de una raza vigorosa, capaces de resolver cuantos obstáculos encuentren a su paso.
Dice que la cantidad de vascos alejados de los suyos, es tal, que bien puede asegurarse que son tantos los vascos expatriados como los que quedan allá en tierras de Euzkadi.
Este hecho demuestra la transcendencia de una labor encaminada a organizar y orientar a estos vascos para una labor común.
Los vascos nacionalistas –continúa el Sr. Gallastegui- tienen puesta por eso la mayor esperanza en el fruto de una labor de apostolado por el mundo para que los vascos y aún los extranjeros libres conozcan el problema vasco y le ofrezcan su adhesión y simpatía.
Dice que es preciso que la colectividad vasca quede organizada pronto en todo el mundo.
Seguidamente expone las dificultades y obstáculos que se levantan frente al vasco implicado su natural y libre desenvolvimiento necesario para que la raza produzca hombres de fuerte contextura.
Desde niños en la escuela, en su edad adulta después, más tarde siendo ya hombres, el vasco se encuentra siempre en ambiente de esclavitud que hace difícil la vida, en el propio país. Y es entonces cuando decide resueltamente salir de su
Aquí se cita este relato aparecido en la revista Abe´ri en enero de 1927.


