Una esquela o la apología del terrorismo

Miércoles 21 de noviembre de 2012

Este martes fue 20 de noviembre. Se conmemoraba el 37 aniversario del fallecimiento de Francisco Franco, Caudillo de España por la Gracia de una sublevación militar contra sus compatriotas y además ayudado por el nazi fascismo. Ese día aparecía, además, la noticia del reconocimiento de 8 víctimas policiales de su régimen, entre las que se contaban, Txiki, Otaegi, Batarrita y demás. Por cierto, el rey perdió la oportunidad de llamar a las familias de estas personas torturadas y desaparecidas bajo aquel siniestro régimen que aupó a la jefatura del estado al actual rey.

En el avión ojee el ABC. Es un panfleto antinacionalista que estos días mete páginas extras contra Mas, Pujol y las elecciones catalanas. La Brunete Mediática en estado puro.

Y llegué a las esquelas. El martes, como he dicho, era 20, y la esquela recordaba el hecho y convocaba a un acto que no va a ser más que pura apología de un dictador y de su dictadura. Se trata de recordar a un asesino total, que además murió matando y, ante lo cual, todavía el rey no ha pedido perdón por su apoyo a aquella dictadura y a aquellos asesinatos.

El caso es que leí esta esquela y me pregunté si no estaba ante una propaganda que hacía apología de un terrorista y al terrorismo. Como si celebrasen un funeral en Berlín por Hitler. Algo imposible allí. ¿Y aquí?.

Imagínense que en Deia o en Gara (ya aparece) una esquela de Argala, Santi Potros o cualquier miembro de ETA fallecido y el consabido homenaje. El grito en el cielo de la Asociación de Víctimas se oiría hasta en Nueva Zelanda. Sin embargo, aquí, en el periódico «serio» de la derecha española, se publican esos requerimientos. Y luego se quejan de que les llamen tercermundistas. Algo peor habría que llamarles.

 

No entiendo el voto en blanco

Martes 20 de noviembre de 2012

Hoy,  martes 20 de noviembre (la venganza de la historia), se ha constituido en Gasteiz el Parlamento Vasco. En 1980 este acto se hizo en la casa de Juntas de Gernika y allí se eligió la Mesa presidida por Juan José Pujana, del PNV. Aquel era un parlamento de sesenta diputado, hoy son 75, y no teníamos ni sede. En tiempos de la República allí mismo se le eligió al Lehendakari Aguirre, pero no tuvimos oportunidad de elegir un Parlamento. Lo de hoy, con todos los partidos, es un hito importante.

Me ha llamado la atención el voto en blanco. He seguido el acto viéndolo en ETB así como el recuento de los votos. Todo muy sobrio. Donde yo estuve sentado seis años, lo hacía Andoni Ortuzar. A su lado Iturrate, secretario de la mesa anterior y de esta nueva. Hace tres años y medio el mejor derecho a ser elegida presidenta le correspondía a Izaskun Bilbao, pero un acuerdo anti natura, aunque democrático, del PP y del PSE le dio la presidencia a la señora Quiroga en dura pugna interna con su compañera Laura Garrido, conocedora del euskera. Pero Quiroga era más amiga de Antonio Basagoiti y por eso ha presidido esta institución los últimos años, sin pena ni gloria y con un Parlamento mutilado, sin presencia de la llamada Izquierda Abertzale.

Y, en esas condiciones, es entendible el voto en contra, pero no cuando hay un pacto previo de todos los partidos con su representación en la Mesa. Existe algo que se llama la cortesía parlamentaria que en actos muy puntuales que como éstos hace que todo el mundo vota a todo el mundo. Es el pacto implícito de la democracia.

Esos votos en blanco significan que todavía hay mucho trabajo democrático que hacer para ir logrando que los usos y costumbres de la democracia se afiancen en la sociedad. Tan importante en democracia es el fondo como las formas y aunque el resultado no cambie nada no es lo mismo votar SI que votar en blanco.

Y es que los extremos siguen tocándose. El PP no le puede ni ver en pintura a a Bildu y Bildu no puede ver en pintura a nadie, salvo a ellos mismos.

Y se olvidan que el PNV abortó el intento del PP de desplazar a EH-Bildu de la Mesa y de la vicepresidencia primera. Quería el PP apoyar con sus votos al PSE para desplazar de la vicepresidencia primera a Juanjo Agirrezabala (de Bildu) que está el hombre feliz con su nuevo puesto. Y eso lo ha logrado Bildu con los votos del PNV.

Cuando algo así ocurre, esa cortesía parlamentaria te obliga a responder en consecuencia, no con el voto en blanco, sino con el voto afirmativo pero es que a Bildu le hacen falta todavía como unos doce hervores democráticos. Ya aprenderán. De todas maneras es mejor ésto que lo ocurrido en 1980 que se presentaron a las elecciones, fueron elegidos y no fueron más que a montarle la bronca al rey, tildando al Parlamento de Vascongado. Y es que esta gente solo acierta, cuando rectifica.

Ha empezado la decima legislatura. Hay una Mesa con gente experimentada y gran recorrido y con ganas de ir afrontando los retos que el país demanda. ¡Zorionak!.

 

Juan Carlos I que apoyó el fusilamiento de Txiki y Otaegi debería pedir perdón

Lunes 19 de noviembre de 2012

“Mañana cuando yo muera

No me vengáis a llorar

Nunca estaré bajo tierra

Soy viento de libertad”.

Esta estrofa me la aprendí en 1975, cuando Juan Paredes Manot, “Txiki” fue asesinado por el régimen en aquellos fusilamientos en los que también cayó Otaegi.  Y es que Franco, aquel cruel asesino, murió matando. Txiki era hijo de guardia civil y un hombre comprometido con Euzkadi y su lucha.

Aquellos crímenes levantaron la protesta mundial.  Y Franco se refugió en aquel acto multitudinario en la Plaza de Oriente, pronunciando un discurso, el último  de su dictadura y apenas entendible  poniendo  como explicación  y  de nuevo en su boca la conjura judeo masónico del rojo separatismo internacional.

En aquel balcón del Palacio Real en octubre de 1975  pueden verse todavía en las películas de la época al llamado Príncipe de España, Juan Carlos de Borbón y a su esposa Sofía de Grecia. Inmutables, secos, aplaudiendo a aquel criminal de guerra y de postguerra. Y este campechano Borbón sigue hoy todavía sin pedir perdón por aquel crimen y aquella apología del terrorismo que él y su jefe hicieron.

Tiene hoy la gran oportunidad de llamar al hermano y a la madre de Txiki que viven en Zarautz y a la familia de Otaegi.  ¿Lo hará?.  Por supuesto que no.  Solo pide perdón por matar elefantes, no por apoyar que se matasen seres humanos. Y es que él, todavía hoy, no permite que hablen mal de Franco delante suyo. ¡Hizo tanto por él!.

La amnistía de octubre de 1977 vació las cárceles pero fue una injusta ley de punto final para no juzgar, como en Nuremberg, a los responsables de la dictadura.  Habrá que revisarla tras 37 años de impunidad.  No puede haber muertos de primera, de segunda, de tercera. Ni que nos digan, con semejante pasado, que el rey es muy majo y campechano.

Lo curioso es que será el Gobierno Vasco quien resarza a los familiares en lugar del Gobierno Central.  Un absurdo más.

Le haremos caso a Txiki.  No le iremos a llorar.  Pero si le iremos a decir que seguiremos denunciando esta doble vara de medir.

“Mañana cuando yo muera

no me vengáis a llorar

nunca estaré bajo tierra

soy viento de libertad”

y añadiría

“37 años después y con la cadera rota

el Borbón que estuvo aquel día con Franco en Palacio

deberá pedir perdón si no quiere dar la nota

y si no quiere que su monarquía entre en el desahucio”