Domingo 8 de abril de 2012
El tiempo aguantó por los pelos en la Plaza Nueva de Bilbao. Incluso chispeó. Unas señoras ante nosotros abrieron el paraguas. Pero no hizo falta. El acto, comenzado a las once y media en punto, terminó en una hora. En las balconadas dos ikurriñas, el resto banderolas del Athletic. La nueva religión nacional. Y en la plaza, el jelkidismo recordando, como hacía ochenta años, que el BBB del PNV había instaurado una nueva fiesta, el Aberri Eguna. La Resurrección de la Patria. Y aquel ejecutivo lo presidía Luis de Arana y Goiri, hombre duro que había tratado de preservar la memoria de su hermano.
El mitin a cargo de Iñigo Urkullu. Tocando todos los temas de actualidad y utilizando imágenes plásticas para decirle a Rajoy que no se quede en el rellano de la escalera sino que las suba, en relación a la situación de los presos y sobre la izquierda abertzale les dijo que se presentan como lo nuevo con un proyecto fracasado.
Antes una película muy lograda. Imágenes de aquel desfile por la Gran Vía en 1932 que junto a imágenes actuales en blanco y negro, daban la impronta de una misma toma. Como la de la presentadora saliendo del caserío, o el viejo coche llegando a la Plaza, o los veteranos abertzales cantando el himno. Un efecto muy logrado.
Y es verdad que el PNV parió aquel Aberri Eguna. Alguien tenía que ser. Antes no había nada. Pero lo hizo suyo el Gobierno Vasco de 1936. Un gobierno con socialistas, republicanos, nacionalistas y un comunista. Y se celebró posteriormente en Barcelona, tras la caída de Bilbao, y en París, y en todo el exilio. Hoy se ha celebrado, me consta, en el Centro Vasco de Caracas y en decenas de Centros esparcidos por el mundo. Y el PSE lo celebró desde 1936 a 1979. Nada menos que cuarenta y tres años. Hasta que decidieron no hacerlo. Eso de “Aberri”, como concepto patrio, descubrieron un día que no era lo suyo. Patria solo hay una y esta es España. Legítimo. La derecha nunca lo ha celebrado. Pero la prensa siempre nos tilda de celebrar el Aberri Eguna por separado. Pero yo siempre les digo lo mismo. Lo importante es celebrarlo y no como celebrarlo. Pero ellos no lo celebran. Están en su derecho.
Este domingo, la novedad es que de forma mayoritaria la IA lo ha celebrado unida. Felicidades. No es obligatorio. Algún día será la Fiesta oficial de una joven nación. Y no porque un buen día el PNV la bautizó. Algún día tenía que ser, sino porque ya tiene ochenta años. Y la de Patxi López y Basagoiti solo tres. Y lo celebran un día, el 25 de octubre, cuando se aprobó el segundo estatuto vasco. Ni tan siquiera el primero. Allá ellos.
Dijo Urkullu:
“Este país no está para perder el tiempo ni para experimentos ocurrentes. Este país necesita recobrar la confianza en sus gestores. Necesita fijar su rumbo. Poner un pie delante del otro para volver al camino del progreso. Y el progreso para nosotros es construcción nacional. Construir Euzkadi es ayudar a nuestras empresas a encontrar nuevos mercados en el mundo».
«Es apostar por la innovación, por la tecnología, por el conocimiento. Es apostar por las personas. Por volver a ganar músculo. Por recobrar unas cuentas públicas fuertes. Por trabajar por ubicarnos en la Europa de la primera velocidad. Por hacer de Euzkadi una Nación en sintonía con la formación, diversidad, cultura y desarrollo económico europeo. Es apostar por decidir. Decidir cada día para forjar la decisión con mayúsculas de Euzkadi, Nación Europea» ha destacado.
Urkullu ha añadido también que «el Partido Nacionalista Vasco tiene un proyecto de futuro para Euzkadi.
El Partido Nacionalista Vasco ofrece experiencia, liderazgo y soluciones. Vamos a saber encontrar nuestro espacio en Europa y el mundo globalizado. Un espacio de progreso económico. Un espacio de cohesión social. Un espacio de generación de riqueza, empleo y bienestar. Un espacio de crecimiento. Y un espacio propio. Nuestro espacio. ¡Nuestro!».
El hecho es que no ha llovido, que los mensajes llenaron la Plaza Nueva y que el año que viene en lugar de un orador, habrá dos. Estamos en tiempo de descuento. Y mirando a Escocia.


