El City Bank y el anatema de Monzón

No suelen ser inocuas algunas de las frases redondas que los Papas dicen en sus viajes. Recuerdo cuando en La Habana pidió que el mundo se abriera a Cuba y Cuba se abriera al mundo y acabo de oír otra de Benedicto XVI dicha en su viaje a Berlín cuando en el Bundestag les pidió a los diputados germanos «más Europa» y no riquezas ni éxitos sino sabiduría para guiar a su pueblo. Les animó a encaminarse «no hacia el interés sino hacia la justicia” y les previno “contra la tentación de ignorar la herencia cultural europea y sus valores fundacionales que pasan, dijo, por Jerusalén, Atenas y Roma».

Esto siempre lo hemos tenido claro en el PNV y desde 1932 cuando en el Aberri Eguna de Donosti nuestro lema fue «Euzkadi-Europa». Un país como el nuestro, dividido entre dos poderosos estados, debe poner a su juventud horizontes atractivos y posibles como el europeo en momentos en los que quienes se comían el mundo con sus consignas revolucionarias quieren ahora darnos lecciones de casi todo.

Por eso es bueno recordar estas cosas porque cuando el PNV salió de la clandestinidad en 1976, su primer acto político en Madrid fue un «Encuentro con Europa» en febrero de 1977 junto a líderes europeos alemanes, franceses e italianos consagrando al mes  siguiente en su ponencia política en Iruña nuestras metas y aspiraciones europeas. Hay que  decir que a ningún partido en liza en aquel momento le importaba un pimiento el debate europeo mucho menos a la ectoplasmática Izquierda Abertzale del momento que lo único que le interesaba era que  no fuéramos a las elecciones de junio de aquel año rodeado todo de cuba libres ideológicos y de sus análisis revolucionarios que iban del marxismo leninismo, al maoísmo, pasando por el trotskismo y la autogestión yugoeslava de Tito.

Treinta y cuatro años después y en medio de una crisis  económica de caballo, con una falta de Iiderazgo absoluta y una confusión llamativa, ha salido el First National City Bank analizando la caótica situación europea y apostando por más Europa para paliar la crisis con una gobernanza efectiva y  sin tantas naciones estados  duplicándolo todo. La conclusión que da el  City Bank ofrece este resultado: «El movimiento separatista tiene la oportunidad material de conseguir sus  objetivos para la siguiente década en varios estados de  la Unión Europea como Bélgica, España o el Reino Unido. El nacionalismo en Europa es claramente un estado de cambio. El embarazoso e incómodo híbrido es que la Unión Europea pueda tener más poder de resistencia que los estados miembros plurinacionales». No lo dice Sabino Arana. Lo acaba de escribir el City Bank donde el PNV no tiene un euro. Esa es pues la apuesta que hicimos en 1977. Y hay que seguir en ella. Se trata de actuar con la brújula bien puesta y sobre todo con las ideas claras y los pies en el suelo.

No es el caso del extremismo vasco. Tras el Alderdi Eguna del domingo pasado Gara titulaba el lunes su información: «Urkullu dice que desde Txiberta «es el PNV quien ha constituido esta nación». «A ETA y a la izquierda abertzale no les debe nada este país: no han estado en el gobierno, ni en la modernización, ni en el progreso».

Pues claro. ¿Qué han hecho en estos 34 años salvo organizar un millón quinientas veinte mil manifestaciones y creerse la representación genuina de lo vasco, mientras su correa de transmisión salvaje mataba, extorsionaba, secuestraba, robaba y vejaba. A eso lo llamaban Movimiento de Liberación Nacional y todos estaban con él.

Y como nombran la palabra mágica Txiberta, déjenme les recuerde un hecho.

La reunión de Txiberta la convocó Telesforo de Monzón con la idea de acumular fuerzas. «Todos los abertzales juntos contra el estado». Acababa de morir el dictador, la estructura del poder franquista estaba incólume, el ejército se resistía a mover una coma, la oposición era débil, y se pedía, como hoy, una Amnistía general que nosotros apoyábamos. Y, en esa reunión, se le pidió al PNV no ir a las elecciones convocadas para el 15 de junio de ese año 77.

Nosotros sabíamos que manejábamos material inflamable y que un paso en falso nos retrotraía a las cavernas y le dimos la vuelta al argumento. “Hay que ir a las elecciones y con la legitimidad que nos da la voluntad popular expresada en las urnas, sacamos los presos de las cárceles. A todos”. Respuesta de Monzón: «¿Que van a hacer ocho diputadillos en Madrid en un océano de 350?». Pero la memoria y la experiencia histórica nos decía que en democracia la primera regla, la de oro, es la de participar si hay una mínima posibilidad de jugar en democracia. Resultado: ocho diputados y seis senadores formando parte del Acuerdo Autonómico que incluía a Navarra.

A los dos meses, se aprobaba una Amnistía total. No quedó un solo preso en la cárcel. Ni uno. Los ocho diputadillos, junto a otros, lo habían conseguido. Xabier Arzalluz pronunció el que se consideró el mejor discurso de la primera legislatura. Monzón andaba con su Marcha por la Libertad haciendo un daño horroroso a la integración de Navarra en el resto de Euzkadi. Asustó al personal. Desde entonces no hemos levantado cabeza.

Este pasado domingo del Alderdi Eguna el colectivo de presos pedía otra Amnistía. Lo hacía sin recordar estos datos que son imprescindibles para actuar en consecuencia. Treinta y cuatro años después, con los cementerios y las cárceles llenas, sigue sin hacer la menor autocrítica. Todo lo hecho por ellos ha sido “un aporte sustancial a la causa vasca”. Y hay gente que se lo cree y les premia con sus votos. Semejante Consejo de Administración que diseñó este horror durante 34 años, debería estar por lo menos, como Napoléon, en la Isla Santa Elena, pero para siempre. El PNV en 1977, como ahora, tenía razón. Tasio Erkizia, Jone Goiricelaya, Arnaldo Otegi, Joseba Permach, Rufi Etxebarria, Fernando Barrena, eta abar se han lucido. En 34 años no han hecho más que alimentar la bestia, justificarla y ponerse el gerriko de lo vasco. Han hecho un daño inmenso a este pueblo. Y está bien que rectifiquen pero, por favor, que no engolen la voz. Le han hecho un daño inmenso a Euzkadi y ahora quieren que lo olvidemos. Y hasta le cambian el nombre a Euzkadi por Euskal Herria. Nada que recuerde al PNV. Ellos son lo nuevo, el futuro. Un futuro construido sobre cadáveres, sangre, tiros en la nuca, impuestos revolucionarios y envuelto en el papel de celofán del “conflicto” que lo justificaba todo.

Lamento que la novena legislatura que terminó el lunes, no hubiera durado hasta marzo. Nos ha quedado rematar la faena. EL 6 de septiembre lográbamos un nuevo paquete de tres transferencias, autopistas, turismo y productos farmacéuticos. Pendientes nos han quedado cinco traspasos, el relativo al crédito y banca, ferrocarriles y Fogasa. Por un suspiro. Pero mientras en Madrid trabajábamos en eso, la izquierda abertzale organizaba manifestaciones, tema en la que son grandes expertos.

Vuelvo al principio. El PNV quiere estar en Madrid en serio para seguir fortaleciendo Euzkadi, no para ir a hacer distintos shows. El PNV quiere seguir empujando para que haya más Europa, porque ese desde 1932 es nuestro horizonte. El PNV quiere ir a Madrid para demostrarle con hechos a los herederos de Monzón que una serie de diputadillos y senadorcillos le sirven más a Euzkadi que todas las bravuconadas de una izquierda abertzale que en 34 años solo ha tratado por todos los medios de debilitar lo vasco. Y a los hechos me remito. «No han estado en el gobierno, no han estado en el progreso, no han estado en la modernización del país». Frente a este erial solo recordar un dato final. Ayer, uno de octubre, se cumplieron 75 años de la aprobación del primer Estatuto Vasco en la historia. Un joven diputado del PNV llamado José Antonio de Aguirre intervenía en el Congreso. El EBB había puesto como condición para participar en el gobierno esa condición y D. Manuel de Irujo estaba en el banco azul. Estos son los servicios del PNV a la sociedad vasca. Y el PNV de hoy, es el mismo PNV de Aguirre. Para que nos vengan reescribiendo la historia.

Disueltos

«Polvo eres y en polvo te convertirás» nos decían los miércoles de ceniza. Pues en polvo político nos convirtió Zapatero el lunes 26 en el Palacio de La Moncloa, en el gran salón de las celebraciones. «Es la hora de los candidatos» y habló del avance significativo que suponía el anuncio del colectivo de presos asociándose a la declaración de Gernika. Pues sí, pero no. En 1977, las cárceles se vaciaron por la ley de amnistía. ETA y HB las han llenado en estos 34 años. Jone Goirizelaia con su voz perdonavidas decía en rueda de prensa que los demás se movieran. Ninguna contrición ante aquella decisión de seguir la lucha armada convertida en terrorismo. ¿Por qué no una palabrita diciendo «nos hemos equivocado gravemente y gracias a unos descerebrados hemos ocasionado el dolor a casi novecientas familias y a una sociedad»?. Pues no. Reconozco que la Sra. Goirizelaia y su tono, me enervan. Parecería que encima hay que pedirles perdón a ellos.

Y elecciones el 20 de noviembre. Y este lunes inauguración en Arrasate-Mondragón de un bello edificio para la “Basque Culinary Center”. Bueno, dos inauguraciones. Por la mañana con los Príncipes, por la tarde con Garitano e Izaguirre. Al principio parecía que Garitano iba a acudir. Me preguntaron que me parecía. «Dos anormalidades, (Bildu en la Diputación y los Príncipes) van a hacer un acto de normalidad». Luego me llaman y me dicen que no van a ir. «Ellos se lo pierden -les digo. Yo estuve el jueves pasado en el Senado en el premio Luis Carandell y allí estaban Felipe y Letizia. Les critico y me parecen anacrónicos, pero acudo. Si Garitano no quiere ser rechazado, que no rechace, aunque no esté de acuerdo y que lo diga». Pues no. Prefieren el show. La política espectáculo.

En TVE, tras Zapatero, emitieron la rueda de prensa de Mariano Rajoy en clave presidencial. Y me quejé. “España sigue siendo la España cañí de siempre. No se elige el 20 de noviembre un presidente sino 350 diputados y 270 senadores, ¿a qué viene sacarle a Rajoy en clave presidencial?. En el fondo parecería que añoran la elección de un presidente en la República”.

Y tuve el lunes, como todos los lunes mi debate en la Ser con Benegas. Nos preguntan por el balance de la legislatura. 1) Ante una crisis de caballo, Zapatero la negó, jugó con ella, optó por la geometría variable y fue improvisando medidas y medidas hasta que tuvo que ponerse de rodillas ante la UE sin haber convocado unos pactos de la Moncloa. 2) ETA boquea. Buena noticia. Decía hoy el secretario general de EA que Zapatero no había tenido el atrevimiento suficiente. Si de atrevimientos hay que hablar es preciso hacerlo de la cobardía de Bildu al no pedirle a ETA que desaparezca y que ahora deje al albur de una mayoría absoluta del PP el fin de la pesadilla. 3) Gracias a que el PNV estaba en las Cortes y a que Zapatero nos ha necesitado hemos logrado desarrollar casi todo el estatuto y, de haber durado hasta marzo, casi sacamos esta asignatura pen­diente y bloqueada en treinta años.

Esto a Benegas no le gustó. Me dijo que teníamos seis diputados y ellos nueve, que han sido ellos con nosotros quienes han logrado esto y que el blindaje del Concierto se hizo gracias a ellos. Le contesté que de que sirve tener nueve diputados si han estado callados y que si han actuado es porque Zapatero nos necesitaba para aprobar los presupuestos. Que no jugara con las palabras. Y lo del blindaje se logró gracias a que por enésima vez habíamos presentado la iniciativa que coincidió en un momento de necesidad de apoyo zapateril porque lo contrario de qué nos íbamos a apoyar cuando han tenido el estatuto bloqueado en su parte social.

Le dije que debía agradecerle Benegas a Isabel Cobo le hubiera hecho un hombre con esas tertulias. Un Benegas desaparecido en combate que comenzó a sacar cabeza y a ser requerido en Madrid para defender el Concierto y trabajar en el desarrollo estatutario gracias también al PNV que le había hecho un hombre como Zapatero a Pio García Escudero. No le gustó el comentario y se metió con lo que había escrito en el blog ese día sobre el AIderdi Eguna. «Sabino Arana creando el Aberri Eguna (fue Luis su hermano en 1932) y tú el Alderdi Eguna». Pues si chico. «Y dices que el PNV para algunos es una religión». “Pues sí, pero para algunos de vosotros el PSOE, un negocio.» “Vais a cambiarle el nombre. Seremos los socialistas quienes no lo cambiemos». Ya lo habéis hecho. De socialistas poco y de obrero menos. Lo de español lo mantenéis”.

“Oye, por cierto”, le dije. “Salvo Odón Elorza, Jauregi por Araba, Madina y tú por Bizkaia, vivís los tres en Madrid y venís aquí a recoger los votos. Tampoco le gustó y me dijo que está empadronado en Donostia-San Sebastian. Es verdad, pero eso no hace más que ratificar lo que le dije. Duerme y vive en un nido y da los gritos en otro.

Un aperitivo electoral de campaña el día en el que aparecía la esquela de Ramón Alegría, uno de esos militantes clásicos, de toda la vida, fallecido la víspera a los 76 años. Hacía tiempo no le veía y ese día vi la esquela. Esa era también la realidad de la vida. La triste.

Se levanta la sesión, ¡Y algo más!

Fue Félix Pons, presidente del Congreso quien lo dijo en 1993. Levantaba la sesión para que González convocara las elecciones de aquel año y, en la noche electoral hablara de “dulce derrota». Félix Pons, después de diez años de presidencia, volvió al Congreso solo a los actos institucionales convocados y poco más. Vivía en Palma de Mallorca y un día fui a visitarle con Emilio Olabarria que había sido secretario de la mesa por él presidida. Era un abogado de prestigio y rehizo su vida con facilidad y nunca más asomó la nariz en la política. Buena persona pero muy centralista, falleció en Palma y su fallecimiento no tuvo un gran eco mediático.

El que ha sido presidente del Congreso hasta esta semana ,José Bono se despidió del Congreso tras la sesión del jueves 22 de septiembre. Fue despidiendo a todos y cada uno de los portavoces y haciendo loas de ellos para cerrar con un encendido agradecimiento a Zapatero. En el desayuno que tuvimos la víspera nos dijo que quería ocuparse de su hija de diez años. «Si es así solo vas a poder estar con ella tres años -le dije. A los catorce no querrá saber nada de ti». Bono, Pilar Rahola y yo, presentamos hace muchos años conjuntamente un libro de Rahola sobre la adopción. Ahora Bono dice que se retira, pero un político de verdad no se retira nunca. Mientras respira, aspira. Se habla de él como Defensor del Pueblo o embajador en el Vaticano. No creo lo logre. Y no lo haría mal. Lleva la cosa pública y el teatro en la sangre. Y nos dijo que ha firmado un contrato millonario por editar sus memorias. Pero tendrá que contar cosas y no como Sabino Fernández Campo que decía que lo que podía decir no era interesante, y lo interesante no lo podía decir.

Y se va Rojo. Él como Bono están atrapados por el cargo que han representado. A un ex presidente del Congreso y del Senado es difícil encontrarles ubicación. Como los jarrones chinos cuya alusión me robó González y que no es mía sino se la oí al ex presidente Rafael Caldera: «Los expresidentes son como los jarrones chinos. Muy valiosos pero nadie sabe dónde ponerlos». A Javier Rojo le va la marcha, pero tendrá que calmarse. Dos hijas, dos nietos, una casa en Málaga, una hija parlamentaria de la que me contaba orgulloso, había dado su primera rueda de prensa en euskera. Escribir un libro y poco más. La política es un gran gargantúa y a la vez una trituradora. Mérito y capacidad no son los elementos que sirven para optar. Lealtad y sintonía suele ser la fórmula. “A tí te encantaría, ser embajador en Centro América» le dije. «O solo cónsul y llevar un proyecto de cooperación. Sería feliz». Pero los que vienen no suelen ser tan generosos con los que se van.

Está el ejemplo de Federico de Carvajal, elegante presidente del senado en 1982 a quien después de dos mandatos el PSOE lo mandó de diputado raso al Congreso a subir hasta la última fila del hemiciclo. Hoy sigue en su despacho y ésta última semana me llamaba para saber cómo había quedado la petición de reconocimiento de los quiroprácticos. Él les ha echado una mano pues tiene una dolencia que tratan estos profesionales.

Rodríguez Zapatero sufrirá el vacío en carne propia. Le veo en León, dando clases en la universidad y poco más. Si a Cristo su discípulo Pedro le negó tres veces a éste le van a negar los suyos tres mil. Luego, cuando las aguas vuelvan a su cauce, sacará un poco la cabeza, pero ya nada será lo mismo. El Bambi de los dientes de hierro que se cargó una generación y alardeó de talante fue una moto sierra para los de su anterior generación habiendo terminado tocando la puerta de un incombustible sesentón como Rubalcaba, a Borrell, Almunia, González, Solana, los ubicaba, pero los alejaba. «Zapatero, no cambies nunca» le gritaban sus seguidores la primera noche electoral en Ferraz. Pero cambió. ¡Vaya si cambió!.  Para mí, aquel diputado por León miembro por joven, de la mesa de edad, nada tuvo que ver con el Zapatero que con 51 años dejaba el Senado el martes trece de septiembre de 2011. Y eso es lo malo de la política. Ningún gas es tan venenoso para un presidente como el incienso. Y él lo ha tenido por toneladas cúbicas. De ahí lo duro de una escena al verle marchar a este hombre que creyó que su talante, sus ocurrencias, sus improvisaciones y su falta de hoja de ruta le iban a hacer un estadista. Y se ha ido arrastrando los pies. Como decía Pons: «Se levanta la sesión ¡y algo más!”.