“LA TXALUPA”,  LA VOZ DE LA RESISTENCIA VASCA

Martes 16 de septiembre de 2025

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Ayer, 15 de septiembre, se cumplieron 60 años de la inauguración oficial de la segunda etapa de Radio Euzkadi en el exilio, concretamente desde la selva venezolana.

Buena parte del equipo de colaboradores de Radio Euzkadi en Venezuela.

El 15 de septiembre de 1965, Radio Euzkadi en el exilio comenzó sus emisiones desde la selva venezolana. Se trataba de una segunda etapa, ya que con anterioridad ya lo había hecho desde Iparralde. Impulsada por un grupo de exiliados vascos durante la dictadura franquista en Venezuela, “La Txalupa”, tal y como era conocida, emitió hasta  1977. Desde allí y durante 13 años llevó a los vascos, y al mundo, los mensajes e informaciones del único Gobierno legítimo de los vascos peninsulares, defendiendo siempre la causa del Pueblo Vasco. Un trabajo titánico, realizado básicamente por voluntarios, con escasos medios en lo técnico y casi inexistentes en lo económico.

En la foto, buena parte del equipo de colaboradores de Radio Euzkadi en Venezuela. Agachados: Jon Mikel Olabarrieta, Santi Guruzeaga, Paul Agirre, Paulin Urresti, Guillermo Ramos y Peru Ajuria. De pie: Domeka Etxearte, Ricardo Libano, José Luis Atxa, Iñaki Erkoreka, Isaka Atutxa, Pello Irujo, Iñaki Anasagasti, Iñaki Aretxabaleta, Iñaki Landa, Mikel Olasagasti, Juan Mari López, Jon Gómez y Kepa Lekue.

Las revista Euzkadi el 25 de junio de 1981 publicó “La Txalupa transmitió 13 años desde la selva venezolana”.

LA LEGÍTIMA PROTESTA DE BEATRIZ

Lunes 15 de septiembre de 2025

Beatriz Artolazabal

Esto no va de jardinería: ¿dónde están los límites en un conflicto laboral?

No, esto no va de jardinería. Ni de salarios. Ni siquiera de una huelga. Esto va de respeto. De convivencia. Y de cómo, en nombre de una reivindicación laboral legítima, algunos pocos han decidido cruzar todas las líneas rojas que en una democracia como la nuestra nunca deberían sobrepasarse. Lo que estoy sufriendo desde hace meses no es protesta. No es voluntad de acordar. Es simple y llanamente acoso. Es hostigamiento. Es odio personal que intentan disfrazar de conflicto laboral.

Siempre he defendido que las peticiones en el ámbito laboral son legítimas. Las de la plantilla de Enviser y las de todas aquellas personas que luchan por mejorarlas en sus puestos de trabajo. Pero una cosa es reclamar condiciones más justas y otra muy distinta es señalar, insultar y hostigar a una persona en su vida privada. Esa no es la vía. Nunca. No en democracia. Porque en democracia los cauces son claros: la palabra, el diálogo, la negociación. Jamás la presión, ni la coacción ni la violencia, sea cual sea su intensidad.

En marzo vinieron a mi casa para intimidarme; en junio volvieron y la víspera de San Juan quemaron un muñeco con mi cara en las fiestas de Judimendi; este jueves, otra vez, regresaron a mi domicilio con insultos y panfletos en los que me tachaban de fascista y me caricaturizaban con un bigote hitleriano. Y algo más: ahora ni siquiera me señalan solo a mí. Un agricultor ajeno a todo esto ha visto cómo pintaban su nave agrícola llamándole ‘eskirol’, cuando nada tuvo que ver con los trabajos de acondicionamiento en las campas de Olarizu para que la romería pueda celebrarse con normalidad. Extender el acoso a terceros inocentes es una deriva también muy peligrosa.

Siempre he estado dispuesta a hablar con las partes de este conflicto, trabajadores y empresa. Pero lo que muestran estos actos no es voluntad de diálogo, sino de intimidación. Y no lo van a conseguir. Todo en democracia tiene unos límites, y esos límites pasan por el respeto. En este caso, esos límites se han cruzado demasiadas veces.

Y, una vez más, EH Bildu ha optado por no condenarlo. Callan. Legitiman. Pero no nos sorprende. Es el mismo patrón de siempre: medir la condena en función de quién es la víctima. No basta con condenar lo que ocurre a miles de kilómetros y mirar hacia otro lado cuando los ataques y el señalamiento se ejercen en tu propio Ayuntamiento. Se ejercen contra una compañera.

Esto no va de jardinería. Va de democracia. Va de garantizar que nadie tenga que sufrir hostigamiento personal ni ver cómo vecinos inocentes son señalados sin motivo alguno.

La ‘número dos’ del Ayuntamiento de Vitoria, Beatriz Artolazabal, denuncia más ataques de los jardineros en huelga

Esto no va de jardinería. Va de respeto. Va de recordar que la protesta laboral tiene su espacio y su legitimidad, pero nunca puede convertirse en acoso. Porque cuando se cruza esa línea, todos y todas perdemos.

GORGONIO Y EL PRESIDENTE TAFT

Domingo 14 de septiembre de 2025

Siendo Manuel de Irujo diputado en el Congreso de la República le tocó tener mucha relación con aquel Bilbao bullicioso. Venía de lejos esa familiaridad ya que su padre Daniel, defensor de Sabino Arana, ante  la denuncia hecha contra él por haber enviado un telegrama al presidente Teodoro Roosevelt  en 1902 por la independencia de Cuba, siempre contaba que había conocido al fundador del nacionalismo ya que su padre le había llevado muy niño a la cárcel de Larrinaga a conocer a su defendido y que Sabino le había dado un  abrazo y ese abrazo, nos lo quería  transmitir en el mitin que organizamos en La Casilla de Bilbao, cuando volvió del exilio en 1977. No recuerdo un aplauso más prolongado y emocionante. Esa comunión con los presentes es muy difícil de conseguir y aquel gesto de inmenso abrazo hizo que el Pabellón se cayera en emoción.

Nos contaba  Don Manuel que Juventud Vasca de Bilbao antes de la República y después, había sido un HORNO del nacionalismo. En esos años no había  internet, televisión, redes, apenas radio, si mucha  prensa, pero un entusiasmo  que echaba chispas en las conferencias, debates, clases de baile, salidas de mendigoizales, campeonatos de pelota entre batzokis, concursos literarios y de pintura, asistencia a los actos, viajes saliendo de Bidebarrieta para conocer Euzkadi, en fin, todo lo que hoy ya no se hace, pero que le daba al nacionalismo una impronta y una presencia en la calle poderosa, entusiasta e imbatible.

Aquel espíritu, de una  cierta manera, se trasladó  al Centro  Vasco de Caracas en 1939, precioso caserío en Caracas, que se convirtió, en virtud del exilio, fundamentalmente del PNV, en un pueblo más de Euzkadi donde los marinos, los gudaris, los empresarios, los médicos fundadores de la Universidad Vasca, los trabajadores, los solidarios, los periodistas y escritores, los artistas, y toda la administración de aquel efímero gobierno, en definitiva los vencidos y expulsados, se reunían fundamentalmente los fines de semana y en fechas destacadas. Para mí fue una escuela de nacionalismo increíble e impagable.

JOSÉ MARÍA BENGOA

Allí conocí al Doctor Bengoa que había sido secretario de Sanidad Militar durante la guerra  dirigiendo un difícil cometido desde su  despacho en el Carlton y que llegado exiliado  a Venezuela, le había tocado como médico rural ir a un pueblecito, Sanare, donde lo primero que hizo con la ayuda de 300 parroquianos, a los que motivó, fue rellenar una gran charca que no hacía más que enfermar al pueblo a través de los mosquitos e insectos que vivían en él. Curó al pueblo y en agradecimiento tiene su nombre puesto en una dependencia.

Representante de Venezuela en la Organización Mundial de la  Salud, pasó con su familia a Ginebra y Nueva York asesorando en 1980, con el Dr. Aia Goñi, a Xabier Agirre, Consejero de Sanidad en el gobierno vasco presidido por Carlos Garaikoetxea. Muy activo en el Centro Vasco de Caracas, había dirigido en los años cuarenta la revista EUZKADI a la que le había dado el formato de Selecciones del Reader ´s Digest, muy en boga aquellos años. Fue una gran publicación.

Casado con Amaia Renteria, fallecida este pasado agosto con 102 años, tuvo  seis hijos, uno de ellos Rafa Bengoa, quien fuera Consejero de Sanidad del Gobierno de Patxi López. Su funeral fue en la Parroquia de Elantxobe  el 19 de agosto pasado.

UMBELIN GARMENDIA

Allí en el Centro Vasco, los marinos vascos, eran un grupo importante, tan importante que fundaron la Escuela de Náutica  de Venezuela. Este pasado seis de septiembre se han cumplido 86 años de una locura como fue la de acondicionar dos lanchones con motora, la Donibane y la Bigarrena, y con 16 valientes saliendo de Baiona recorrer 11.000 kms y llegar a Río Caribe en Venezuela. Toda una hazaña que creo debería ser recogida en el Museo Marítimo o de Bilbao o de Donostia o incluso de Baiona. Once mil kilómetros en dos pateras con motorcitos sorteando mil dificultades merece un recuerdo.

Entre los asiduos marinos  al Centro se encontraba el capitán Umbelin Garmendia, de Elantxobe, alto, socarrón, con pinta de John Wayne en “La Taberna del Irlandés” que contaba hazañas mil ya que había navegado por todo el mundo. Abertzale contundente nos decía que el párroco no les había dejado poner el nombre sabiniano de Umbelin a sus aitas y que había estado cuatro meses sin nombre. O que como oficial  del barco Habana, que llevaba los niños a Inglaterra, se había enamorado de una de las enfermeras acompañantes, Nekane  Zubizarreta y se había casado con ella o que tenían un perro en cubierta y cuando se alborotaba sabían que venía un avión a atacarles y cosas así.

Siempre nos hablaba maravillas de Elantxobe, localidad  para Umbelin a la par que Roma o Nueva York  y tan bien regentada porque  gobernaban las mujeres ya que los hombres estaban en  la  mar. De hecho la primera alcaldesa del PNV en las elecciones del tres de abril de 1979 fue Margarita Arriandiaga  que repitió el  ocho de mayo de 1983, mujer brava y de gran personalidad.

Y Umbelin nos hablaba mucho de Gorgonio Rentería, suegro del Dr. Bengoa, un marino  que había sido presidente del Bizkai Buru Batzar y del EBB de Comunión Nacionalista y de la amistad de éste  con el  27 presidente de los  Estados Unidos de 1919 a 1913,  William Taft. Cuando se ha hablado estos días del Jaildi en Boise, este dato, ni se ha mentado, siendo de interés, porque  al parecer la relación personal que Gorgonio Rentería como capitán hizo con el entonces Gobernador estadounidense de Filipinas (1901-1903), tras dejar de ser colonia española, fue muy cordial y estrecha.

GORGONIO RENTERIA

Una de las hijas de Gorgonio, Julene, había sido secretaria de mi aita en Caracas, cuando trabajaron en la Renault y al preparar, con Koldo San Sebastian, un libro sobre los Abertzales del EAJ-PNV de la  primera época, tras el fallecimiento de Sabino Arana, le  pedimos a Julene que nos hablara de su aita. Lo hizo. Lamento resumir tanto lo mucho que nos contó.

Gorgonio de Rentería, nació el 9 de Septiembre de 1868 en Elantxobe. Este marino fue uno de los más destacados propagandistas del nacionalismo vasco. Sus discursos y escritos, siempre en euskera, le hicieron muy  popular entre los euskaldunes. Gorgonio sería antes de la Dictadura de Primo de Rivera, Presidente del BBB y del EBB y durante la Guerra Civil desempeñó una importante labor de ayuda a los gudaris. Gorgonio estudió náutica en Lekeitio y obtuvo su título de capitán de la Marina Mercante  hacia 1900.  

Vivió en Filipinas durante más de veinte años con esporádicas temporadas en Euzkadi. Hizo el servicio militar en la Marina de Guerra española y alcanzó un gran prestigio en los mares de las Islas  Filipinas. Según reflejaría la revista «Euzko Deya», «su carácter personal, su gran simpatía, su extraordinaria cordialidad extendían las relaciones del capitán Rentería a todos los medios, aún a las esferas oficiales españolas, a pesar de su ardiente patriotismo, y de su gran comprensión de los movimientos políticos indígenas tagalos. Rentería, por todas estas razones, llegó a ser el más conocido de los capitanes que navegaban en aguas filipinas. Su competencia y su honradez eran indiscutibles».

Este prestigio se manifestaría especialmente con motivo de la guerra hispano-americana de 1898. Rentería recogió en su barco los depósitos bancarios de la banca Hong-Kong de Manila y son múltiples las anécdotas y peripecias que vivió en aquella contienda. Gorgonio acostumbraba a engañar a los estadounidenses pronunciando sonoros «Ez», que eran entendidos como «Yes», pero que le salvaron de varios apuros. Posteriormente, la Administración de Estados Unidos le confirió el mando del barco que trazó el mapa hidrográfico de las Islas Filipinas. Como consecuencia de éste trabajo, nació su amistad con el gobernador  William  Taft , que luego sería Presidente de los Estados Unidos

Sus actividades como nacionalista fueron muy tempranas. Ya en 1904 fue nombrado por los jelkides de Elantxobe delegado municipal. Su actividad como propagandista fue intensa. Junto a Galo de Ibiñagabeitia recorría los pueblos euskaldunes. Mientras Gorgonio hablaba, Galo amenizaba los mítines con sus canciones. Seguramente esos mítines serían más seguidos y entusiastas que los plastificados de ahora.

Rentería escribía letras de canciones euskaldunes para las romerías, y ya en 1897 publicó sus poesías en «Euzkalzale»: Euskalzaleri, Lora Bati, Amarentzat, Baserriko egun barría y Urruntasuna. Tras retirarse a Elantxobe, fue uno de los primeros alcaldes que tuvo el PNV en 1916. Una de sus  aportaciones en el Ayuntamiento se produce cuando se construye un nuevo cementerio para Elantxobe. El párroco, Juan Calle, buscaba una frase para colocar en la entrada del camposanto. El alcalde daría con ella: «Otoi bat eta gero arte”.

Nombrado Presidente del Bizkai Buru Batzar en 1916, en mayo de 1917 viaja a Cataluña con una representación de la Diputación y otra del ejecutivo nacionalista.  A raíz de esta elección sucedió una divertida polémica, pues el catalán «BON» publicó una caricatura de Gorgonio en el diario «Euzkadi». Varias señoras de Elantxobe protestaron pues consideraban que «Gorgonio no era tan feo,sino todo lo contrario”. Por un solo diputado el nacionalismo perdió la presidencia de la Diputación de Bizkaia presidida por Ramón de la Sota.. El impulso de la organización nacionalista en la zona de la costa  tuvo en Rentería a uno de sus principales valedores. El 9 de junio de 1919 se celebra la inauguración del Batzoki de Elantxobe, que era la primera casa construida expresamente para ser destinada a centro nacionalista. El acto fue de gran brillantez e incluso acudieron remolcadores de Sota con quien Rentería tenía gran relación. Gorgonio puso los nombres a la serie «Mendi» de la naviera Sota y Aznar. Ya anciano, durante la Guerra desempeñó una función inestimable. Con el tolosarra Ixaka López de Mendizabal realizó un trabajo honorario dedicándose a visitar en los hospitales a los gudaris que venían del frente. Tendrían que pasar casi veinte años para que sus restos pudieran reposar allí  donde él mismo, durante su mandato de alcalde, había colocado aquella ya tan popular frase: «Otoi bat eta gero arte».Ojalá los vascos estadounidenses conozcan esta hermosa historia y pongan una flor en la tumba de Taft en nombre de Gorgonio con el lema de Otoi Bat eta Gero Arte.