Jueves 8 de abril de 2021
El pasado domingo Miriam Vázquez le hizo para
Deia una entrevista de dos páginas a Andoni Ortuzar con fotografía de Pablo
Viñas. De ese cuestionario he sacado nueve preguntas
con sus consabidas respuestas del presidente del EBB, que me han parecido de mayor interés. Son éstas:
¿El
PNV no renuncia al derecho a
decidir aunque haya
quedado eclipsado por la gestión del coronavirus?
—Es
consustancial a un partido nacionalista y soberanista. Ni le damos un valor
totémico, ni aceptamos que se le meta al cuarto oscuro argumentando que rompe
la convivencia. Es un derecho democrático y un mecanismo, no un fin en sí
mismo. En Europa hay que buscar un modo de garantizar a los pueblos sin Estado
que tengan capacidad de decidir su futuro.
¿Al
PNV le alivia la salida de Pablo Iglesias? Ha intentado desplazar el eje de las
alianzas hacia Bildu.
—Iglesias
es un vendehumos. Ha querido traslucir que es el nexo de las
izquierdas cuando no era verdad, utilizando a ERC, que no se ha dejado tanto, y
a Bildu, que se ha entregado a esa estrategia porque es menos vergonzante
explicar a su gente su sumisión en Madrid porque tiene un acuerdo con Iglesias,
que porque se tiene que comer crudos los apoyos a Sánchez de manera acrítica
para que pasen cosas en política penitenciaria.
El
PNV ha dado un toque de atención a Sánchez pidiendo que cumpla compromisos
antes del verano. ¿Dónde está el mínimo para el PNV?
—Hay un
paquete de cinco o seis transferencias que tendrían que estar para verano.
Tendrían que haber estado para Semana Santa, pero vamos a dar por bueno que la
vacunación haya generado unos retrasos. Para verano tenemos que tener también
la certeza del cronograma del Tren de Alta Velocidad, la entrada a las
capitales… Puede pasar que hasta 2027 no se termine al 100% la obra, pero
para el año 2024 puede haber ciertos tramos. También hay un paquete fiscal:
concertar las tasas Google y Tobin. Esos tres
paquetes son importantes.
¿El
PNV no toma en consideración la oferta de Bildu para ir a Madrid a defender los
proyectos europeos?
—Si
dependiera de la sarta de generalidades y falta de concreción del documento de
Bildu, a Euskadi no iba a llegar ni un millón de euros. Demuestra la
incompetencia de Bildu para gestionar cualquier cosa. Pero es que, además, no
quieren hacer nada con el PNV. Tienen una peneuvitis degenerativa.
Y quienes tienen que negociar son las instituciones vascas. Nosotros estamos
para apoyar. Si Bildu tiene tantas ganas de que las cosas vayan bien, que se
lea el documento Next y decida qué proyectos apoya y le diga a
Madrid que esos tienen su apoyo.
¿Puede
ser que la legislatura estatal se rompa por el lado catalán?
—El tema
catalán necesita una clarificación catalana, y ojalá se produzca rápido. Eso
daría con un Govern, y ese Govern sería el que tendría la posición política negociadora
con Madrid.
¿Puigdemont
debe controlar el Govern desde Waterloo?
—No. Yo
no veo ninguna estructura ni ninguna célula dictando la capacidad de actuación
de una institución. Yo no querría esto para el Gobierno vasco y el lehendakari.
Otra cosa es que el Govern resultante sea lo suficientemente generoso para
incorporar otros programas. Pero, tener fuera de las instituciones un guardián
de las esencias, no. Tampoco creo que sea la pretensión. Yo creo que la
reivindicación del Consell per la República es que nadie tenga la tentación de
decir que todo empieza hoy.
¿La
convulsión del PP también en Euskadi complica el deshielo?
—Pero
con el PP ya hemos hecho lo que teníamos que hacer… No hay que buscar más
vueltas a lo que ha sucedido (el acercamiento para renovar el Consejo General
del Poder Judicial). Teníamos una ruptura de relaciones y la hemos superado. Yo
no veo al PP con las ideas claras. En el Estado está en su pelea, y aquí tiene
una ensalada de confusión tremenda.
¿Hay
algo sobre los movimientos en Euskaltel que no le guste al PNV?
—No es
tanto que guste o no, sino si responde a la lógica de los tiempos o no. En
Estados Unidos, un mercado de 300 millones de personas, hay tres operadores de
telefonía. En China, con 1.400 millones, hay unos cinco operadores. En Europa
hay ciento y pico, para un mercado de 500 millones. El mundo no va por donde va
Europa. Lo que está pasando con Euskaltel (la OPA pactada de Más Móvil), desde
el punto de vista del cliente, es que va a tener una oferta más potente. Necesitas
un músculo financiero y tecnológico y, si no lo tienes, o te alías, o terminas
absorbido. Ya vale de que Bildu nos engañe. Soy cliente de Euskaltel. Por no
hacer esto, ¿tendríamos que estar condenados a no tener 5G? Tenemos que retener
los centros de decisión, pero para dar el mejor servicio. Podemos dar un
servicio muy soberano, pero de txalaparta, y seremos un país atrasado.
¿Cómo
se encuentra el PNV en Nafarroa, ahora que denuncia que UPN está torpedeando su
labor con casos como el de Manu Ayerdi?
—Navarra
tiene que caminar hacia una normalización política en la que UPN se quede como
lo que es: una fuerza importante, con tirón electoral, pero que tiene una
incapacidad absoluta para llegar a acuerdos, y tics difícilmente compatibles
con el sistema democrático. Una de las asignaturas pendientes que tenemos todas
las fuerzas navarras es marcarle más el territorio. Hay cierto miedo
reverencial a UPN, y el resto le tenemos que poner más en su sitio.
«EH Bildu no quiere hacer nada
con el PNV porque tiene una ‘peneuvitis’ degenerativa»
«Soy cliente de Euskaltel; y
podría dar un servicio muy soberano, pero de txalaparta, y seríamos un país
atrasado»