Son incapaces de decir que “fue injusto”

Miércoles 11 de marzo de 2020

Luego se quejan  que se les señale pero lo que hacen es inadmisible. Ya sé que además de la violencia y el terror que sembró ETA, también lo hizo El Gal, los Cuerpos Policiales, la Guardia Civil, los parapoliciales y todos  aquellos que nunca respetaron la vida y la integridad humana y que nunca van a los actos  que tienen lugar para honrar su memoria, ¿todos?, pues no. Todos menos uno, en especial Sortu que arrastra en esta ignominia a Bildu, incapaces de decir estas dos palabras. «Fue injusto».

No son gente normal ni con valores.

Y luego se quejan les señalemos y les digamos que mientras no lo hagan no deberían tener asiento de primera fila en una sociedad con valores, a pesar del sermoneo al que nos someten.

Y sobre la factura del lema el  secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández, ha defendido el lema «Fue injusto» elegido por el Gobierno Vasco para celebrar el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo porque se le debe «particularmente» a las víctimas de ETA y a la construcción de «una memoria crítica del pasado», teniendo en cuenta que no todas «las familias políticas» en Euzkadi reconocen que el terrorismo «no debió ocurrir y estuvo mal», en alusión a EH Bildu que sigue con su inmoral matraca.

En una entrevista concedida a Onda Vasca, “Fernández ha señalado que es el tercer año que el Ejecutivo convoca el acto para celebrar el Día Europeo de la Víctimas del Terrorismo con el lema ‘Fue Injusto’ porque «sigue siendo necesario recordar» que fue así. «Se lo debemos, por una parte, a las víctimas de todos los terrorismos, pero particularmente a las de ETA, y se lo debemos a la convivencia, a la construcción de una memoria crítica del pasado», ha añadido.

A su juicio, «en la medida en que hoy no es un consenso extendido a todas las familias políticas que esto fue injusto, que no debió ocurrir o que estuvo mal, sigue siendo necesario reafirmarlo».

Jonan Fernández ha apuntado qué tendrán que explicar quienes no participan en este acto por qué no lo hacen, en alusión a EH Bildu, y ha señalado que, «desde el punto de vista de la coherencia con la defensa de los derechos humanos, es imprescindible que, si afirmamos que un atentado cometido por los GAL fue una injusticia, que merece toda nuestra reprobación, denuncia, etc, no se haga lo mismo cuando el asesinato procede por parte de ETA»,

Para el director de Derechos Humanos, esta es «una incoherencia desde el punto de vista ético  y democrático muy seria». También ha recordado que «es un consenso aceptado a nivel interno e internacional que las víctimas sean tratadas bajo el principio de igualdad». «Y decirles a las víctimas que lo que les ocurrió fue injusto, es una forma de reparación y reconocimiento y, si se lo debemos a unas víctimas, se lo debemos a otras», ha añadido.

Por su parte el  lehendakari, Iñigo Urkullu, ha defendido que «la resistencia a decir simplemente que ‘matar estuvo mal’, no puede admitirse como algo normalizado» y considera «inasumible» para la sociedad el hecho de «no reconocer la injusticia de los asesinatos y vulneraciones de derechos humanos producidos en el pasado por el terrorismo con cualquiera de sus siglas, y particularmente por ETA».

«Un silencio acrítico ante la violencia pasada es el resquicio por el que se deja pasar, disimuladamente, un mensaje sutil de comprensión, justificación o legitimación de la misma», ha advertido.

«Fue injusto por el acompañamiento socio-político con que contó. Injusto, sobre todo, por la gravedad del balance de daños humanos irreparables producido. La violencia de ETA requiere una valoración expresa de su injusticia, del daño injusto causado a las víctimas y sus familias», ha insistido”.

Urkullu ha señalado que «en el período de lo que se conoce como memoria reciente, ETA y otras organizaciones afines han sido las principales causantes de las violaciones del derecho a la vida en nuestro país». «El reconocimiento de la injusticia del terrorismo implica también el rechazo a su enaltecimiento, legitimación o justificación», ha señalado

¿Por qué no se hace con todas?.

Martes 10 de marzo de 2020

Las Juntas Generales de Bizkaia tuvieron la feliz iniciativa de honrar a todas las Junteras que desde 1979 han pasado por esa Institución y a tal efecto tuvieron un acto solemne en la Casa de Juntas de Gernika.

Buena idea. Honrar, honra.

La mayoría de ellas no se habían vuelto a ver desde que coincidieron en las legislaturas donde les tocó defender los planteamientos del partido que representaban. Esto también cohesiona la sociedad y hace país.

Pero además de en Bizkaia ha habido Junteras en los cuatro territorios, diputadas y mujeres  ejecutivas en las Diputaciones y en el Gobierno.

Debería ser pues trabajo de Emakunde el ir organizando estos encuentros para que se vaya visibilizando lo que ha sido bastante poco visible y a través de actos como estos se da el toque suficiente para que las cosas vayan al cauce donde tienen que ir y la sociedad tome conciencia porque si todo se queda en el acto de Bizkaia, se comete una discriminación, involuntaria o no, pero discriminación a fin de cuentas.

Bizkaia, muy bien, pero Emakunde, atrasada.

Y eso que se ha  ido avanzando y mucho, aunque es bueno recordar que el derecho al voto a la mujer en 1931 lo aprobó el EAJ-PNV, no así el PSOE, salvo  a cuenta de las abstrusas teorías de que la mujer iba a estar en manos de sus confesores  y que la primera vez que votó la mujer en  el estado español fue en el plebiscito autonómico vasco de 1933.

Hay que poner en valor que la ley vigen­te ha supuesto un paso de gi­gante a la hora de ampliar la presencia de mujeres en las principales instituciones de Euzkadi, que, de hecho, puede presumir de estar, de largo, a la cabeza de Europa por presencia femenina en el Gobierno, el Par­lamento vasco y las Juntas Ge­nerales.

La ley vasca de Igualdad -que rige para el Parlamento y las Juntas Generales y exige la mitad de candidatos de cada sexo en cada tramo de seis sin que necesariamente se alter­nen hombres y mujeres- se ha demostrado eficaz a la hora de garantizar la presencia fe­menina en las instituciones vascas.

Más que la estatal, vá­lida para los ayuntamientos, que establece una proporción de 60-40 en cada tramo de cinco. En la Cámara de Vito­ria se sientan 39 parlamentarias de 75, un 52%.

En las Jun­tas alavesas, un 57% de los apoderados son mujeres, en las gipuzkoanas casi el 55% y en las bizkainas, el 53%. Muy por delante de la media euro­pea en Parlamentos naciona­les, del 32% y por delante de Finlandia y Suecia. En la Eurocámara la proporción asciende al 40%.

En el Gobierno de Urkullu, la paridad se cumple también con creces: incluyendo al lehendakari hay cinco hom­bres por siete consejeras. Un 58,3%, muy por delante de la media del 30,2% en los Gobier­nos de la UE, donde, en todo caso, la visibilidad femenina es cada vez mayor. Ahí están la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, o la del BCE, Christine Legarde, para atestiguarlo.

En resumen:

  • Gobierno Vasco: 7 muje­res y 5 hombres, incluido el Lehendakari.
  • Gobierno Central: 11 mu­jeres y 12 hombre, incluido Sánchez.
  • Parlamento Vasco: 39 mu­jeres de 75 (52%).
  • Juntas Generales de Álava: 57% mujeres
  • Juntas Generales de Gipuzkoa: 55% mujeres
  • Juntas Generales de Bizkaia: 53% mujeres
  • Congreso de los Diputa­dos. 164 mujeres de 350 (43%).
  • Parlamento Europeo: 40,4% de mujeres.

Se ha avanzado .Se tiene que seguir avanzando.

Y se tiene que organizar en todos los territorios y de forma nacional el reconocimiento de las que han sido pioneras en estos cuarenta años.

La Izquierda pintxo pote y algo más.

Lunes 9 de marzo de 2020

Existe la exquisita izquierda caviar, fácilmente reconocible. Existe la izquierda democrática, vinculada a la social democracia. Existe la Izquierda Abertzale reconvertida en Izquierda Independentista y también  la de Alcide de Gasperi  que decía que era un hombre de centro que miraba a la izquierda. Y existe la Izquierda Pintxo Pote, la tabernaria, ese ectoplasma que ni es Izquierda, ni está basada en principios sino que se define como ese socialismo que es lo que hacen los socialistas. Aquí esa Izquierda de puño cerrado, gritos tras la pancarta, bici estática antipeneuvítica,  con su dogma de los años sesenta, está muy bien representada en el Partido Comunista de las Tierras Vascas que ahora se llama Sortu, pero podría llamarse de cualquier manera. De hecho ya se han tragado a EA, Aralar y Alternatiba siguiendo su ADN del fin justificando los medios. Es una Izquierda sin modelo de sociedad, incapaz de reconocer su sucio pasado, sin haber hecho una vital  perestroika pero, ¡eso sí!, con vocación de sermoneo. No había más que escucharle el 26 de febrero  a Arnaldo Otegi describir reiteradamente al EAJ-PNV como la derecha neoliberal domesticada y caduca a la que hay que relegar al desván cubierto de naftalina y, hablándonos como Ghandi de las bondades de mirar al futuro desde su minarete. Explicaba  el por qué quieren hacerse notar en el Congreso, por cierto, metiendo la pata por puro complejo y justo, una hora después, presentaba el Lehendakari Urkullu un libro sobre lo que ha significado para el empresario vasco la existencia de ETA, sus “impuestos revolucionarios”, su chantaje, sus secuestros, sus extorsiones, su acción falsamente sindical cargándose empresas, vicarios de una ideología mesiánica dispuesta a todo con su alternativa Kas en base a  un modelo de guerrilla centroamericana. Hay que estar pues muy ojo avizor para que este falso relato de la realidad no cale ni quede impune porque ¿este comisariado ha cambiado en algo?, ¿se  han reciclado de verdad y se han  convertido en  demócratas?, ¿valoran   lo que ha supuesto el  denostado estatuto?. Rotundamente no. Su comisariado no da la cara pero la cosa tiene toda la pinta de  que siguen con su mentalidad al servicio de un proyecto totalitario solo  distinto al que tuvieron de exterminio de la disidencia pero con su marxismo leninismo camuflado y diciéndonos lo desastroso que han sido estos cuarenta años de acción institucional del EAJ-PNV. ”Los valores del país hoy son los que hemos defendido 40 años” nos decía D. Arnaldo  sonriente  en Gara.

Pues sí. Otegi sabe muy bien que para lo que quiere el fin justifica los medios, y que pueden mentir hasta hartarse basándose en la mala memoria del personal y en la tolerancia de esta sociedad a veces muy permisiva. También  sabe que  puede dejar de hacer un planteamiento ideológico serio porque en la actualidad su hoja de ruta es la conquista del poder como sea. Si han de vestirse de lagarterana lo harán exhibiendo una ideología de pintxo pote. Verles hacer lo mismo que ha hecho en el Congreso el Grupo Vasco en décadas recibiendo diariamente sus diatribas, y ahora hacerlas ellos sin mover tan siquiera un músculo de su dura faz, es todo un espectáculo de acrobacia retórica. Vale todo.

“El terrorismo, la violencia y las vulneraciones de derechos humanos fueron posibles porque grupos y personas consideraron que la defensa de una convicción tenía más valor que la dignidad humana. Sus autores y quienes consideraron que esto era lícito tienen una deuda política: reconocer la injusticia provocada” dice el Lehendakari en el prólogo del libro presentado por lo que ¿alguien se extraña que Sortu no quiera oir hablar de estas cosas que considera  viejas y superadas, y que considere que Urkullu está amortizado y que ellos son el futuro?.

Antonio Ecarri Bolívar, de clara ascendencia vasca, es la persona designada por la Asamblea de Venezuela y del presidente interino Juan Guaidó como embajador en Madrid. Profesor de derecho del trabajo es además vicepresidente del partido Acción Democrática, partido de los siete presidentes  de ese signo elegidos antes de Hugo Chávez (Betancourt, Leoni, Carlos Andrés Pérez, Lusinchi, Lepage, Velázquez), partido perteneciente a la internacional socialista, juntamente con tres de los cuatro  que sostienen a Guaidó. Nada que ver con la derecha.

Ecarri visitó Euzkadi el 24 y 25 de febrero. Fue recibido por el Lehendakari en Lehendakaritza, tuvo un encuentro con la colectividad venezolana (diez mil emigrantes en tres años), fue entrevistado en Radio Euzkadi, recibido en Sabin Etxea por Andoni Ortuzar, en la sede socialista por Miguel Ángel Morales, visitó la Casa de Juntas de Gernika, donde su presidenta Ana Otadui le recibió y enseñó la sede y terminó su periplo con un encuentro en el ayuntamiento con el alcalde de Bilbao, Juan M. Aburto. Fueron reuniones serias, respetuosas,  de intercambio de información. Venezuela acogió en 1939 al exilio vasco, en Caracas se construyó el mejor Centro Vasco de América, los vascos exiliados sostuvieron el Gobierno Vasco en el exilio, desde la selva se transmitía diariamente un programa de media hora en onda corta a través del éter así como la revista clandestina Gudari y en el golpe de estado de Hugo Chávez a Carlos Andrés Pérez,  mataron al hijo del Delegado del Gobierno Vasco Gaizka Etxearte. Bueno pues, en Gasteiz, en Bilbao y en Gernika, además de las personas de protocolo  el embajador tuvo una coral  de bienvenida tras una pancarta que le gritaba “¡Golpista, Gusano, fascista!” y otras lindezas muy en sintonía con la asistencia de Martin Garitano al funeral de Chávez y con Arkaitz Rodríguez a la toma de posesión de Maduro, dato este muy importante pues los cincuenta países más representativos de la democracia mundial no reconocen a Maduro y si a Juan Guaidó.

Cuando hablo de un disfrazado  proyecto totalitario de los ideólogos de Sortu  me refiero a ésto, independientemente de que el PP utilice el tema Venezuela para desgastar a Sánchez. La verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero. Cuando más cuidadosos deberían ser para que nos olvidemos de aquellos gritos de “Aldaya paga y calla”, ETA, mátalos”, ”Hoy tú de negro, mañana tu familia”, ”Cipayo entzun, pim, pam, pum…”. Bildu se coloca tras la pancarta en Gernika y hace lo mismo con la democracia venezolana  que hacía HB con ETA, apoyar un proyecto tiránico de un narco-estado. No han olvidado nada, no han aprendido nada.

Charli, un vasco un vasco todoterreno que vivió veinte años en Venezuela se fue a la pancarta y en euskera, (no había un solo venezolano), les preguntó si alguno había vivido en aquel país o lo conocía. Si sabían que doscientos vascos no cobran su pensión en Euzkadi tras una vida de trabajo y cotización, si no les hacía pensar que cinco millones de venezolanos han tenido que emigrar y que tenemos a diez mil de ellos aquí y que por que no se van a pasar una semana tan solo en  aquel paraíso. Le miraron como a un marciano y siguieron con sus gritos llamando al embajador golpista y gusano, cuando el único golpista fue el militar Hugo Chávez en 1992 y cuando la única invasión que vive Venezuela es la cubana con 22.000 efectivos para asegurarse su vaca petrolera. Y hablando de Trump, aquí los únicos que felicitaron a Trump por su victoria hace cuatro años, fueron los diputados de Bildu.

Cuando el parlamentario Casanova arremete contra el PNV ”de centroderecha que parece tener mandato vitalicio” solo manifiesta que no cree en la elección popular  ya que si el PNV ha gobernado estos años habrá sido porque los ciudadanos le han votado, ¿o no?. Para mandatos vitalicios los de Cuba, Rusia, China y Venezuela. Les cuesta llegar al poder pero luego no hay quien les eche, y estos si son vitalicios. El problema de esta campaña electoral   pues va a ser la fijación jelkide  dirigida no a proponer iniciativas sino a pasarse un mes mintiendo y exagerando, deformando y tratando de destruir una obra democrática  a pesar del celofán con el que se van a envolver. Delenda est EAJ-PNV. ”El modelo del PNV está agotado”.

Y la guinda de todo  esto será  Arkaitz Rodríguez, comisario jefe, que estuvo en la toma de posesión de Maduro y estará en el Parlamento Vasco. Los comisarios altamente ideologizados al poder. Esta es la impura realidad de lo que viene y de lo que venden. Que no nos engañen.