DOS COMENTARIOS A LA REFLEXIÓN DE NICOLÁS SARTORIUS

Miércoles 9 de julio de 2025

Ayer publiqué como post una interesante reflexión de Nicolás Sartorius sobre la arremetida de la derecha falangista para llegar al gobierno con el cuchillo entre los dientes y que, por tanto, ya se ve en el gobierno. Horror.

Publico hoy dos comentarios de interés al artículo de Sartorius. El del colaborador Caústico y el del sociólogo Javier Larrea.

Valen la pena. Son éstos:

Caústico

“Muy bien expuesto lo que muchos pensamos. Quizás los mayores problemas se puedan resumir en dos.

El primero, la falta de capacidad de movilización y de interés del llamémosle sector progresista de la sociedad, sumado al desinterés político de los jóvenes por mucha sensación de cabreo que transmitan en las RRSS.

El segundo podría ser la debilidad ideológica de la izquierda y la consiguiente tibieza en la defensa de sus logros sociales, económicos o simplemente de gestión más o menos correcta en general y más comparando con la clasista y corrupta gestión de los gobiernos peperos.

Tengo yo la sensación de que la sociedad española se siente mejor, más segura y empoderada con gobernantes de derechas de toda la vida. Los intervalos de progreso alteran su estabilidad patriótica, tan manipulable por los dueños del cotarro. No es país para díscolos”.

Javier Larrea

“Interesante reflexión de Sartorius que comparto en su mayoría pero pasa de soslayo por dos temas que preocupan y excitan a la sociedad, la política de emigración y la inseguridad ciudadana.

Lo que llama «política razonable con la emigración» no es tal, puesto que la mayoría de la sociedad no lo entiende así. Y esta percepción social, que es la que está llevando a los partidos de ultraderecha a ser los más votados en otros países europeos es lo que va a llevar a la izquierda española a perder las elecciones.

Ni el paro, ni la vivienda, ni la inflación ni la corrupción, van a desalojar del gobierno a los partidos de izquierdas.

La mezcla explosiva «emigración y delincuencia» convertida en un problema público explotará y puede llevarse por delante a los gobiernos demócratas de toda Europa, España, e incluso Euskadi y Cataluña que no lo hayan entendido. Ya está pasando.

Un problema social que adquiere una categoría de público, de popular, que está en todas las conversaciones, requiere respuestas, exige políticas públicas para atender la sensibilidad y demanda social. Los partidos políticos que no lo entienden perderán parte de su representación y los que lo han captado (ultraderecha) lo utilizarán para centrarse en ecuaciones básicas:

emigración=delincuencia

rgi=abuso

beneficios sociales para emigrantes=desigualdad

para nativos mena=robos y violaciones

islam=fanatismo y discriminación de las mujeres.

Con ese sustrato que ya está calando en la sociedad y con la ceguera de los partidos tradicionales de izquierda y socialdemócratas, se producirá un divorcio político-cultural con sus votantes que interpretan que defienden más a los de fuera que a los de casa lo que en cualquier sociedad es una traición. Y si la izquierda pierde la derecha gana.

La desgracia (quizás tragedia) es que detrás de todas estas proclamas de la ultraderecha va toda la batería de políticas de progreso que Sartorius enumera y que podemos perder si el camino de los partidos neoliberales es terminar con la democracia y acabar imponiendo modelos autoritarios de partido único con restricciones de derechos y libertades y en definitiva con la pérdida final de la democracia.

Y todo ello por haberse obstinado los partidos de izquierdas en defender unos principios de igualdad universal que han colisionado con los derechos atávicos de los ciudadanos de una comunidad a defender legítimamente a los suyos a su cultura y a sus costumbres por encima de los advenedizos, o intrusos o incluso invasores.

¿No existe acaso un derecho a defender lo nuestro?”

BUENA REFLEXIÓN DE NICOLÁS SARTORIUS

Martes 8 de julio de 2025

«Claro que el asunto Cerdán, Ábalos, Koldo puede ser aberrante y exige que se tomen medidas rápidas y contundentes. Pero, ¿por qué creen ustedes que existe ese ansia, avidez o impaciencia por acabar como sea con este Gobierno y el odio enfermizo que suscita su presidente?»

(Artículo de Nicolás Sartorius, Presidente del Consejo Asesor de la Fundación Alternativas)

No es fácil en los tumultuosos y oscurecidos tiempos que corren discernir lo que, en realidad, está en juego. El caos, el ruido y la furia se han convertido en el hábitat omnipresente que todo lo abarca, lo engulle y lo acaba expulsando, como el mar los detritus, hacia las aturdidas mentes del personal sufridor. No es nada sencillo que la realidad real o la verdad verdadera se abran camino ante tanta manipulación, ante el imperio de lo virtual, de la falsificación o, sencillamente, de la mentira. El mundo está inmerso en peligrosas guerras de momento locales en Ucrania, en Oriente Medio –el genocidio de Netanyahu en Gaza, la guerra contra Irán–, todo ello apoyado por los EEUU de Trump y aquí, por lo visto, lo que más interesa es hablar de Koldo, de Ábalos y Cerdán.

¿Es que alguien se cree que la potencia americana, con el concurso de Europa, no podría acabar con estos conflictos si de verdad se lo propusiesen? ¿Por qué Netanyahu, al frente de un país de diez millones de habitantes, se permite cometer los crímenes de Gaza, bombardear Teherán y lo que se ponga por delante –sin una sola sanción–, si no es porque cuenta con el apoyo incondicional de Trump y de la pasividad de buena parte de los países europeos, que mientras han impuesto, con razón, multitud de sanciones a la Rusia de Putin, aquí están agarrotados por extraños complejos del pasado o intereses del presente?

Y ahora vienen el preboste de la OTAN y su fiel escudero Mark Rutte a ordenar que tenemos que gastar la estrambótica cifra del 5% del PIB –más de 80 mil millones de dólares en cifras de 2024–, lo que supondría un golpe durísimo a nuestros derechos sociales en sanidad, educación, etc. Un diktat o ukase escandaloso e inútil al que se ha opuesto, únicamente, ese presidente español al que hay que abatir por todos los medios. Sabemos lo que sucedería si gobernasen las derechas: pues que aceptarían sin rechistar como han hecho siempre ante los requerimientos del “amigo americano”.

Desde luego no es suficiente para mover voluntades con exclamar “que viene la ultraderecha”, sin embargo, lo que irrumpe no es sólo eso, sino la ola más reaccionaria, antisocial, antieuropea y antidemocrática desde la IIª Guerra Mundial. Con un presidente de los EEUU a la cabeza de la contrarreforma, atrabiliario e imprevisible; una Unión Europea en la que solo tres países tienen gobiernos progresistas, donde en grandes naciones como Alemania, Francia e Italia la derecha radical es la segunda fuerza o gobiernan partidos euro incrédulos o descreídos. En una palabra, lo que está en juego es la democracia social –el modelo europeo–, la propia integración de la UE, los derechos civiles de las minorías, aparte de la fumigación de los emigrantes. En el fondo un sistema más parecido al de Trump que al que conocemos los europeos.

¿Por qué creen ustedes que existe esa ansia, avidez o impaciencia por acabar como sea con este Gobierno y el odio enfermizo que suscita su presidente? Pues porque España es el único país relevante que cuenta con un ejecutivo de coalición de izquierda, que ha aliviado algo las faltriqueras de los pudientes –lo que llaman “el infierno fiscal”–; ha normalizado totalmente la situación en Cataluña con una amnistía plenamente constitucional, como defendí en el origen de los tiempos; se han producido avances en derechos sociales y civiles, la economía es la que mejor funciona de Europa y la política exterior es, por lo menos, la más decente de las que circulan, al reconocer, este Gobierno, al Estado palestino, oponerse al atraco del 5% del PIB en armas, aumentar la ayuda al desarrollo o avanzar en el tema de Gibraltar. Todo ello sostenido por una mayoría parlamentaria en la que hay, por lo visto, “comunistas”, “separatistas” y “terroristas”. Algo realmente insoportable para los poderes tradicionales y sus corifeos mediáticos, que se han dedicado toda su vida a esquilmar al personal sufridor.

Claro que el asunto Cerdán, Ábalos, Koldo puede ser aberrante y exige que se tomen medidas rápidas y contundentes de naturaleza orgánica y política, con el fin de acabar de una vez con el cáncer de la corrupción. Y claro es que si informaciones fehacientes involucrasen a la presidencia o a la financiación ilegal del partido socialista la situación se haría, prácticamente, insostenible. Pero, en todo caso, un gobierno democrático no puede caer, de ninguna manera, por informes de la Guardia Civil o de cualquier policía. Aceptar esto sería terriblemente peligroso, pues hay que recordar que la costalada del Gobierno de Rajoy, que estaba de corrupción hasta las cejas, se debió a una sentencia de la Audiencia Nacional y no a informes policiales. En el caso actual se pretende que salte todo por los aires, la presunción de inocencia y lo que haga falta. Y estas agónicas ansias por fulminar a Sánchez tienen varias causas: la cercanía de juicios durísimos contra el PP por los manejos de la llamada “policía patriótica” y otras trapacerías; porque piensan que de celebrarse de inmediato elecciones arrasarían, mientras que dentro de dos años ya veríamos y, tercero, porque, tal y como va de bien la economía y las posibilidades muy reales de llegar al pleno empleo, es una pera en dulce lo que esta izquierda de nuestros pecados les dejaríamos en herencia.

Así que en el caso de España nos jugamos que regrese la tensión en Cataluña, con una derecha que no entiende, ni ha entendido nunca, la naturaleza plural de nuestro Estado, con presidentas de CCAA que se ausentan cuando alguien se expresa en catalán o vasco, idiomas que hablan millones de españoles en diferentes nacionalidades.

Nos jugamos el creciente deterioro de los servicios públicos fundamentales como la sanidad, la educación, las universidades o la ciencia, con el aumento desaforado de las privatizaciones, como ya está sucediendo en las CCAA que gobierna la derecha. No olvidemos que el eje central del programa de las derechas es bajar impuestos, es decir, deteriorar el Estado de bienestar y acrecentar el de malestar de la mayoría. Con una advertencia: toda política ultraliberal de recortes sociales sólo es factible imponiendo formas de represión. La presidenta de la CCAA de Madrid ya lo ha advertido ante las movilizaciones en la Universidad. Tomemos nota de lo que está sucediendo en EEUU, Argentina, Hungría, etc.

Nos jugamos el que no se practique una política razonable con la emigración, que es una de las bases de nuestra prosperidad y de una convivencia humana digna, a diferencia de lo que se hace en Italia, Hungría o incluso Gran Bretaña.

Nos jugamos que se regrese a actitudes y decisiones restrictivas en materia de derechos civiles como el aborto, la eutanasia y todo lo que hace referencia a los movimientos LGTBIQ.

Nos jugamos el que se haga inviable la reducción de la jornada laboral, pues las derechas están en contra, como se ha visto en el Parlamento, en el tema de las 37,5 horas. Proponen sustituir dicha rebaja, deseada por la generalidad de la ciudadanía, por una mayor “flexibilidad”, es decir, por la realización de millones de horas extras no pagadas. En este sentido, nos jugamos que se recorten derechos sindicales, reduciendo la representación de los trabajadores en los comités de empresa y en el diálogo social, como ya sucedió en CCAA gobernadas por el PP/VOX.

En una palabra, nos jugamos la democracia social, con libertades y derechos, el modelo europeo que los Trump y Putin, desde fuera, y sus socios desde dentro quieren laminar a toda costa.

Nos jugamos a que regresemos a la pérdida de la Memoria Democrática, que nos ha costado tanto ir recobrando, pues lo primero que harán las derechas, como ya están haciendo donde pueden, es derogar la ley homónima, base de una cultura democrática digna.

Nos jugamos el retroceso a la jungla del pelotazo urbanístico del pasado ante la concepción propia de las derechas en el sentido de que la vivienda es un negocio goloso y no una necesidad vital del ser humano.

Nos jugamos que la justicia siga en manos de jueces y magistrados que se concentran y hacen huelga, sin cobertura legal, cuando las leyes del Parlamento no les gustan.

Nos jugamos la reculada a los tiempos de una especie de nacional catolicismo, ante la insólita imagen de que una parte preponderante de la jerarquía de la Iglesia proponga la celebración inmediata de elecciones generales con el fin de terminar con el actual gobierno democrático, al que quedan dos años de la actual legislatura.

No olvidemos, por favor, todo lo que nos jugamos, porque si nos despistamos o nos lían, si no nos organizamos y movilizamos, nos arrepentiremos… pero ya será tarde.

UN ACTO INSTITUCIONAL DE NUEVE CON MOTIVO DEL 45 ANIVERSARIO DEL PARLAMENTO VASCO

Lunes 7 de julio de 2025

Al final escribo el por qué no mereció un diez. No quiero desmerecer un buen trabajo hecho en Mayo y ahora en Julio recordando el 45 aniversario de la creación del Parlamento Vasco tras las primeras elecciones para un Parlamento con tres territorios.

Ha sido en el Kursaal donostiarra. Muchos parlamentarios  con sus familias en estas cuatro décadas producto de un programa trabajado.

La pantalla tenía las cabecitas fotografiadas de todos los que hemos sido parlamentarios estos 45 años. Tras  una buena presentación del acto por parte de una profesional, ha empezado el acto.

La presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, ha señalado el autogobierno como herramienta para «avanzar» en los 45 años de historia de la institución y ha indicado que este ha sido el motivo por el que han «reclamado su cumplimiento íntegro y su actualización para poder responder a las demandas de las vascas y los vascos». Ha admitido que «queda camino por recorrer», pero que seguirán «adelante impulsados por la voluntad de este pueblo».

En el acto han estado presentes, además de las personas homenajeadas, autoridades y dirigentes de la Mesa del Parlamento Vasco, el lehendakari del Gobierno Vasco, Imanol Pradales, consejeros, diputados con Eider Mendoza al frentey representantes de los partidos. Han faltado Lehendakaris, presidentes del Parlamento, así como ex Diputados Generales y Portavoces Parlamentarios.

El acto ha comenzado con un audiovisual de imágenes históricas de las 14 legislaturas, eligiendo fotografías llamativas de cada una de ellas. Quizás ha faltado poner en un aparte los cinco logros de más relevancia en cada legislatura. Tras escuchar el Agur Jaunak en el que los dantzaris han saludado al público, ha intervenido Bakartxo Tejería.

En su discurso, ha destacado que «la defensa de los derechos humanos y de las libertades forman parte de la esencia» de la Cámara vasca y ha indicado que durante estos años han trabajado para «cimentar la paz».

Asimismo, según ha expresado, otro «eje fundamental» de la actividad ha sido la defensa de la «identidad» vasca, de la lengua, la cultura y de los derechos «como pueblo». «Nuestro autogobierno nos ha permitido avanzar y, por eso, hemos reclamado su cumplimiento íntegro y su actualización para poder responder a las demandas de las vascas y los vascos» ha explicado, para añadir que «queda camino por recorrer» pero que seguirán «adelante impulsados por la voluntad de este pueblo».  

Tejería ha celebrado que «la Euskadi en ruinas que dejó la dictadura se ha convertido en un país moderno, homologado en Europa», algo que ha calificado como «logro colectivo; el logro de un pueblo caracterizado por su capacidad para superar obstáculos y por su perseverancia».

En estos 45 años de historia, ha señalado, al Parlamento Vasco le ha correspondido elaborar las leyes que han permitido a Euskadi «avanzar en ese camino».

«Desde sus inicios, el Parlamento Vasco ha sido capaz de identificar los anhelos y las necesidades de las vascas y los vascos. Y eso nos ha permitido definir las prioridades», ha remarcado, para relatar que en los años 80, tras la sesión constitutiva del Parlamento Vasco el 31 de marzo de 1980, se «institucionalizó el país» y se pusieron «los cimientos» para reflotar la industria y el tejido productivo.

Ha sido un buen discurso.

Seguidamente ha comenzado el concierto con la actuación de la Orquesta de Cámara Et Incarnatus, que bajo la batuta de Miguel Zeberio, ha interpretado la icónica Carmina Burana – O Fortuna. Impactante.

Junto al Orfeón Donostiarra, vestidos de punta en blanco como corresponde, la orquesta ha ofrecido a continuación las piezas Itzaltzuko bardoa, de Benito Lertxundi; Txoria txori, de Mikel Laboa, con la danza contemporánea de la compañia Verdini; Pavana, de Maurice Ravel y Ahaide kosmogonikoak, de Jon Esnaola.

El momento más emotivo se ha producido con el recuerdo y homenaje a las personas ya fallecidas que forman parte de la historia y memoria colectiva del Parlamento. Ha subido al escenario el txistulari Iñaki Palacios, cuya obra Ama ha sido interpretada por la orquesta Et Incarnatus junto a la bailarina Marina Eskisabel. Asimismo, han ofrecido una de las últimas composiciones Palacios, Udazkena, y Baga, biga, higa, de Mikel Laboa.

La interpretación de la pieza Izaro ha cerrado la actuación. Compuesta por el propio Palacios, se estrenó en 2023 en el Parlamento. La pieza, que toma el nombre del símbolo de la cámara vasca creado por Néstor Basterretxea, ha sido interpretada por Et Incarnatus, el propio Palacios, el Orfeón Donostiarra y el grupo de danzas Amezti.

Todo el acto ha durado casi dos horas y ha sido muy aplaudido.

Solo dos objeciones.

Una Institución como la del Parlamento Vasco no cumple 45 años todos los días y menos cuando los mismos que dijeron que era un Parlamentutxo, afortunadamente, han  estado aplaudiendo. El país avanza.

Ha hecho falta que en EITB, que para eso se creó, se hiciera la labor pedagógica de explicar diariamente así como de transmitir en directo el acto y el significado del mismo. Como se hace con los conciertos de Año Nuevo desde Viena. Un país requiere instituciones asumidas, respetadas y conocidas. Pero con esta EITB no te enteras de nada. En el informativo de ETB de la noche ni una sola palabra sobre este acto institucional. Media hora sobre los San Fermines, ¡ya está bien! y diez minutos sobre la fuga de la cárcel de Martutene de Sarrionandia y Pikabea. Nada, absolutamente nada del acto del 45 aniversario de la creación por votación popular del primer Parlamento de la historia.

En un país normal hoy mismo debería ser cesado el Director General, Sr. Andoni Aldekoa. Una vergüenza. Una absoluta vergüenza. Así no se hace país ni democracia alguna. Y menos se respeta a un Ente Público. Y eso que han estado todos, todos los partidos políticos. ¿Tan difícil de entender es esto?.

Y, finalmente, no es de recibo que un acto institucional de tal importancia no haya contado con la apertura o el cierre del acto con el Himno Nacional Vasco, obligado por la presencia del Lehendakari, por ser la del Himno una ley aprobada por el Parlamento, y porque es nuestro himno. No lo es el Agur Jaunak. O estamos ante organizadores que solo entienden de escenografía y nada de política o sin el debido conocimiento institucional, lo que me impide poner ese diez que merecía el acto.

La tragedia es que no es la primera vez que esto ocurre.

Y que conste se lo he dicho personalmente a la presidenta del Parlamento Bakartxo Tejería. No me corto, pues me duele esta omisión, que es reiterativa. Una pena. Zorionak por el acto, crítica por esta importante omisión.