Miércoles 5 de junio de 2019
Una democracia de baja intensidad

No me extraña que el Tribunal Supremo trate a Franco como Jefe del Estado, no como dictador consagrando su cargo desde el 1 de octubre de 1936, cuando Manuel Azaña seguía siendo el presidente de la República. Lo que me extraña es que no haya concitado una repulsa de las buenas por parte del Consejo General del Poder Judicial, de todas las agrupaciones de jueces, de las Mesas del Congreso y del Senado, de la prensa democrática, de la Academia de la Historia, de la Conferencia episcopal, de los Colegios profesionales, de esos ausentes intelectuales, de todo español bien nacido. Pelillos a la mar, cuando es la máxima evidencia de lo que es la actual judicatura española, la que juzga el Procés y tiene tamaño origen franquista. Es terrible desde el punto de vista democrático y algo incomprensible en Alemania con Hitler. Y si no hay un auténtico clamor de valores democráticos, esto no cambiará en siglos y en nada. Vivimos, y es evidente, una democracia de muy baja intensidad.
Iñaki López
Iñaki López entrevistó el pasado sábado en su programa de la Sexta a Mercedes Milá. Fue una entrevista interesante porque ambos son buenos profesionales pero hay algo que hizo Iñaki López, para mi censurable, como fue que a la hora de escoger las mejores entrevistas de la Sra. Milá. Salió la de Umbral y su libro, la de Cela y su palangana, la de Suárez y así varias más pero curiosamente no salió la que le hizo a Xabier Arzalluz, de las pocas a las que el presidente del EBB se prestó en Madrid. Era y es aquella entrevista una joya periodística por lo que dijo y la denuncia que hizo de los tabúes de la transición española dicho aquello cuando nadie se atrevía a tocar ni con el pétalo de una rosa a la monarquía y a otros poderes del estado. Pues fue censurada por Iñaki y digo esto, porque siendo tan evidente aquel trabajo, esa entrevista para el programa de la Sexta no existió. Fue menospreciado.
He vivido treinta años en Madrid pero llama la atención como algunas personas cuando triunfan en lo suyo y pasan Pancorbo se olvidan de su casa y de los suyos. Mucho más cuando se trata de cosas sensibles. Sabía López que el mejor homenaje a Arzalluz a los tres meses de su fallecimiento hubiera sido emitir la contundencia de su mensaje. Pues no lo hizo. Y sus explicaciones, peregrinas, son de alguien que encima es incapaz de reconocer sus errores.
Han cambiado el protocolo
No quiero ponerme plumas que no me corresponden pero creo haber sido el único que ha denunciado desde siempre y denunció el rigodón de La Zarzuela cuando se produce la entrevista del rey con los grupos parlamentarios. Hasta ahora era el invitado quien esperaba en la sala a que llegara el jefe del estado y hasta hace muy poco con una ridícula ceremonia en la que se abría la puerta, salía un militar y con toda la pompa del mundo gritaba.
¡Su Majestad el rey!.
Yo siempre he denunciado este protocolo medieval y señalado que cuando uno va a la casa de alguien lo lógico es que el anfitrión te reciba y te acompañe a la puerta cuando te vas. Pero en La Zarzuela era al revés. Era el invitado quien esperaba.
Y lo he venido denunciando porque en democracia las formas son el fondo.
Sin embargo, hoy, he visto que eso ha cambiado. Es el rey quien espera en el Salón, se saca la foto y el invitado es acompañado a su despacho.
Aciertan cuando rectifican.
¿Le habrán hecho llegar mi crítica?. Pues merezco la Orden del Toisón de hojalata.


