El despertador de Ibarretxe

Jueves 25 de abril de 2019

Al poder español nunca le ha interesado regular los debates. Quien manda y tiene expectativas de hacerlo no desea que un rebuzno político o una metedura de pata en campaña le reste imagen y votos. Por eso no ordenan democráticamente estos torneos que deberían ser entre todos, como se hace en la sesión de investidura del Congreso donde hablan todos los Grupos, porque lo que se elige el 28 de abril ese día son diputados y senadores. ¿Y de qué hablar?. De temas sectoriales y un debate final de temas políticos. Como en cualquier país normal y no el espectáculo bochornoso que estamos padeciendo. Hablar de Euzkadi y Catalunya sin vascos y catalanes presentes, de esos que defienden a Euzkadi y Catalunya. La maravillosa España de las Autono-suyas.

Para colmo en Euzkadi los partidos llamados periféricos estamos en desventaja. Nadamos con las manos atadas a la espalda. Los partidos ”vertebradores de España”, como les gusta llamarse, PSOE, PP y Podemos nos saturan con Sánchez, Casado e Iglesias, cada uno con sus impactos y salidas de tono a los que se suman lo que dicen Odón Elorza por el PSE, Javier Maroto por el PP y Roberto Uriarte por Podemos. Dos impactos en Euzkadi por uno del PNV y Bildu. Como en las barracas. Dos por uno. Tema no baladí en una campaña mediática que te está diciendo que el voto que cuenta es el español vertebrador y no el periférico de los enanitos. ¿Cómo se puede arreglar?. Con un cañón de ondas hertzianas en el Gorbea y Jaizkibel impidiendo el pase. O somos o no somos. Me dirán que es una idea estrambótica. Lo es. Pero es que siempre en campaña vienen vendedores de espejitos mágicos. Recuerdo haber estado en el Pagasarri con Joseba Goikoetxea y José Luis Bilbao con un tipo que nos ofreció un anuncio luminoso que se iba a ver en todo Bizkaia. Te apartabas diez metros y el anuncio luminoso parecía un puntito invisible de una mini luciérnaga en la noche.

Y le pasó a Juan José Ibarretxe como candidato al ayuntamiento de Llodio en la campaña de mayo de 1987. Alguien nos vendió la fabulosa idea, tipo Obama, de que el candidato hablara a todos los vecinos a través de una cinta grabada que llamaría a una larga lista de vecinos. Y así fue. Pero sucedió algo imprevisto. Una voz dulce anunciaba. ”No se retire, le va a hablar Juan José Ibarretxe”, que era en ese momento alcalde de Llodio, parlamentario vasco y ex presidente de las Juntas Generales de Araba. E inmediatamente Ibarretxe hablaba de las bondades de su programa. Se tiene constancia que las primeras llamadas se produjeron a la una de la madrugada y todavía eran las ocho cuando el mensaje electoral seguía despertando al personal .Se calcula que unas ochocientas familias fueron despertadas durante toda la noche porque la programación diurna de la dichosa cinta falló. Y a pesar de todo Ibarretxe ganó las elecciones y posteriormente fue elegido Lehendakari.

Conclusión. Los debates tienen mucha importancia, sobre todo cuando te excluyen, pero lo que vale es el trabajo diario y sobre todo la credibilidad. Y de eso se trata el 28 de abril.

Quien de verdad ganó fue la Sexta

Miércoles 24 de abril de 2019

En esta España de Sánchez, Casado, Rivera, Iglesias y Abascal, no hay aquellos intelectuales de la República que un día escribían “No es esto, no es esto” y otro se quejaban de las demasías de la derecha en la defensa de sus cortijos y piscinas. Y es que para ser de verdad un intelectual hay que pensar con libertad y decirlo sin atenerse a ningún guion.

Echo pues en falta un manifiesto de intelectuales, que no lo sean a la violeta, que comience diciendo “Los abajo firmantes….” Y luego se explayen criticando a la clase política española por no haber regulado en cuarenta años los debates y a una Junta Electoral hipersensible con los lazos amarillos y el término “presos políticos” en TV-3 pero que le parece de lo más normal que se organicen debates en la televisión pública y en la privada excluyendo a fuerzas que, en el Pleno de Investidura próximo, tomarán la palabra, expondrán sus puntos de vista y seguramente, votarán y si Sánchez precisa de ellos serán cortejados.

¿Por qué entonces se les excluye si la elección no es de un presidente sino de diputados y senadores?.

Pues porque sí. Porque son periféricos que es la manera fina de llamarnos perroflautas.

Y porque la españolidad per se, es excluyente, eso tan feo que se nos atribuye a los nacionalistas vascos.

Pero no hay un solo intelectual hispano que lo resalte, ni mucho menos que lo denuncie.

Y añadiría algo más.

La cadena conocida como la Sexta hizo un magnífico trabajo de marketing porque le va la marcha y porque así se lo permiten en ese ombligo ciudadano llamado Madrid. Que con su pan se lo coman, pero que quede claro que no ganó ninguno de los contendientes en el debate a cuatro casi nada, sino que de ese espectáculo televisivo la única que ganó fue la Sexta.

A medio debate se interrumpió el pugilato electoral y como si tal cosa Vallés y Pastor nos dijeron que venía la publicidad.

Muy poco serio.

Y claro que vino. Empezaron con Samsung y siguieron apareciendo toda la lista de marcas de coches a cual más rápido y sugerente. Los anoté: Land Rover, Kia, Nissan, Volvo, Ambar, Hyundai, Seat para terminar en la Caixa y entre medio una cervecita como San Miguel.

Siguió el debate y solo antes del cierre, el llamado minuto de oro, además de las nombradas marcas aparecía Netflix, Línea Directa y la Pequeña Suiza y coche por aquí, coche por allá. Aquello parecía la Fórmula V en versión pija-electoral. Solo faltó que alguien dijera en off “si me votas, te llevas este coche y legarás al Congreso confortablemente y hasta los leones rugirán de envidia”.

Todos vamos a saber los votos que obtendrán los partidos cuyos candidatos dieron la cara este martes, pero nunca sabremos lo que ganó en euros la Sexta con esos doce minutos de publicidad, la mitad del tiempo de lo que habló, por ejemplo Iglesias. Esos sí que fueron los doce minutos de oro, oro molido.

No me extraña que los directivos de la Casa les recibieran a los candidatos en la puerta con alfombra roja y tantos abrazos y sonrisas. Seguramente estarían pensando como Rico Mac Pato que esa noche quien de verdad iba a ganar el debate iba a ser la Sexta y alguno de ellos, sabiendo los coches que se iban a anunciar le sugeriría a Pablo Iglesias que fue en taxi como Revilla que no fuera hortera y que le recomendaría alguno de los cochecitos publicitados.

¿Por qué nadie habla de esta vergüenza?.

Pues porque no interesa. Y menos a la progre Sexta.

A pesar de lo que diga Rivera y de su jactancia por haber nacido en Barcelona, en ese debate no hubo ningún catalán, ni ningún vasco y ningún gallego. Y mucho menos un debate democrático.

¡Y mira que les ponemos de los nervios!.

Entre otras cosas porque denunciamos este doble juego.

Tres pajaritos bravos y un pardillo

Martes 23 de abril de 2019

Escribo esto antes del segundo debate. Debates que han sido una viveza de Sánchez que le ha salido mal. Quería que estuviera Vox, no que estuvieran partidos nacionalistas con Grupo Parlamentario propio como los va a tener en la Investidura. Ya le hemos cogido el truco. Te alaba y corteja cuando tiene alguna urgencia, pero es más falso que el Judas Iscariote de la Semana Santa. Una Pena. Es lo que desanima de este personaje. Sus convicciones. No había nada más que verle a su asesor Redondo ayer en TVE antes del pugilato. Después de haberle llevado la campaña a Maroto en Gasteiz y a Monago en Extremadura, el martes estaba en el plató todo ufano y mirando a la cámara con la carpeta del PSOE en sitio visible, para que se viera su nueva escudería. Este te vende lo mismo un tomate que una zapatilla. Poco de fiar.

Y cuando ves eso piensas en la superficialidad de lo que venden. Como Groucho que decía: ”Tengo estos principios pero si no le gustan, los cambio. Tengo otros”. Estamos pues ante el socialismo grouchista que no dice que por respeto a sus convicciones nunca pactará con un Ciudadanos que pacta con Vox. El fin justifica los medios. Todo un pájaro bravo. Por lo menos el socialista francés, Manuel Valls, que quiere ser alcalde de Barcelona, cuida las formas. A éste le importan un pito.

El segundo, Rivera, es el clásico parraplas que por llegar vende a su madre. Y si se tiene que poner desnudo para llamar la atención, como lo hizo, se pone. Y si tiene que ir a Altsasu y a Rentería sabiendo que los termocéfalos de turno van a caer en su trampita, lo hace y luego dice que España es una y él va a cualquier parte. Como los de la Orden de Orange en Irlanda del Norte por el simple placer de provocar y como los medios viven del espectáculo, él se lo da gratis.

El tipo sabe que en España hay un porcentaje de gentes que no piensan sino embisten y sabe cómo excitarles. Y como tiene labia, desvergüenza y también cree que el fin justifica los medios y además todo es gratis y no tiene que responder a sus saltos del trapecio, se la pasa en eso. Un auténtico indeseable para la política seria que va al fondo de la cuestión y trata de arreglarla.

Conmigo, que no soy candidato ni soy nada, se ha metido con un tw a cuenta de aquella manipulación del RH. El caso es sacar del baúl cualquier espantajo que presente al nacionalismo vasco como protagonista de privilegios, gente turbia y racista. ¡Vaya político de todo a cien está dando la política española!.

Pablo Iglesias fue el más serio e interesante del debate aunque para mí, y para muchos, tiene su credibilidad a la altura del betún. Esgrimía la Constitución como Hugo Chávez la Bolivariana después de haber dicho que era el papelucho del 78 a tirar a la basura. Confía en la memoria de pez de la gente. Y es que lo que decía era verdad pero, repito, tiene menos credibilidad que el Dioni.

Tres pájaros bravos haciendo política y debatiendo. Tres pájaros bravos ansiosos de seguir en el poder uno, y tocar poder como sea los otros dos y si hay que dejar en el camino principios y finales, se dejan.

Y el cuarto, Pablo Casado, un pardillo. Imbuido por el hecho de ser del PP, partido destinado por el Cid Campeador para dirigir los destinos de la unidad de destino en lo universal como es gobernar España, no se baja del caballo y nos propone la España de Cayetana, Mayor Oreja, Aznar y Fraga. Y a eso le llama renovación. Rajoy a su lado un peligroso izquierdista.

Casado se va a dar el sopapo del siglo el 28, pero no dimitirá. ¿A dónde va un tipo como éste rodeado de gentes como Maroto, Teodoro, Cayetana y Federico Jiménez?. Pues a seguir dando la barrila. La que nos espera.

Lo único interesante de esta campaña ha sido verle al PP salirse de madre y decir en público lo que comentaban en privado, a Iglesias parecer San Juan Bautista desde Galapagar, a Rivera mostrar de verdad su verdadera cara de portero de discoteca y a Sánchez no mojarse en nada ante el principal problema que tienen los españoles que son los odiados periféricos. Pero él prefería que estuviera Vox.

Y luego vendrá a pedir sopitas.

El patio de monipodio se queda pequeño si lo comparamos con la actual política española.

Nada nuevo bajo el sol, Sra. Baronesa.