Cuando los Burukides del EAJ-PNV fueron encerrados en Gurs

Lunes 8 de abril de 2019

Este domingo, en el Campo de Gurs, el Gobierno Vasco, el Navarro, y Gogora homenajearon y recordaron la memoria de los que allí fueron encerrados. Buena iniciativa porque no somos conscientes del miedo, la represión, la persecución, y la arbitrariedad que vivió aquella generación de perdedores de una guerra al albur de la tiranía de gentes sin entraña, cerebro ni corazón. Para ellos no eran seres humanos, sino solo perdedores.

Mi aita y muchísimos del PNV de la época tuvieron que huir de aquel antro donde iban a ser ingresados y terminaron unos en Venezuela, otros en Mexico, Argentina o diversos países americanos.

Burukides del Euzkadi Buru Batzar fueron ingresados en el Campo de Gurs. He encontrado este sencillo relato hecho por Elias Etxebarria, burukide del GBB, donde narra con sencillez como fueron ingresados y lo que les pasó. Vale la pena conocerlo, Fue así.

“Mientras las fuerzas alemanas, sin resistencia efectiva delante, avanzaron por Francia, apoderándose de París y continuando hacia el Sur a la velocidad que permitía el avance de sus blindados y sus aprovisionamientos.

En estos momentos, el pueblo francés creyó oportuno, bajo la presión de la España de Franco, donde negociaba el Mariscal Petain a fin de evitar que Franco también interviniera en el conflicto, internar en el Campo de Concentración de Gurs, a los elementos dirigentes vascos que nos desenvolvíamos en Laburdi. A los pocos días éramos convocados por la policía y conducidos a Gurs, los dirigentes del Partido Nacionalista Vasco, excepto Carlos Solano y Aguirrebeitia, por su edad, y Doroteo Ziaurriz y Antonio Gamarra, que se encontraban en París. En Villa Mimosas estaban también entre nosotros los hermanos Mitxelena, los Agestas, así como también Cándido Etxeberría y Periko Beitia. También fue concentrado con nosotros Lekaroz, director de “Deya” y “Euzkadi” en Barcelona, el cual, así como el burukide Arregui, a los pocos días fueron liberados.

El resto de los que fuimos concentrados, dirigentes del E.B.B. y componentes del grupo de Servicios de Mimosas, pudimos organizarnos y lo pudimos superar sin otra grave preocupación que recibir día tras día la información de la guerra pues nos traían los periódicos y medios que constantemente nos informaban del avance del ejército alemán, el que una vez rebasada la línea Maginot avanzaba sin resistencia importante rumbo a Burdeos donde se había retirado el Gobierno francés, después de la caída de París. Se pueden imaginar nuestra angustia pues aquella era una máquina de guerra que había ayudado a Franco en su victoria.

A finales de junio de 1941, firmado el armisticio y con los alemanes llegando a Laburdi, fuimos llamados por el jefe del Campo para comunicarnos que quedábamos libres y podíamos evacuar el campo, recordándonos que deberíamos abandonar Francia inmediatamente.

¿Qué movió a las autoridades francesas a dar este paso?. Sin duda el temor de que llegados los alemanes y hacerse cargo de Gurs podríamos ser entregados a Franco lo que nos acarrearía un grave peligro de perder algo más que la libertad. No quisieron que llegada esta situación pudieran ser acusados del siniestro final y del peligro que creyeron existía.

A las pocas horas de esta entrevista caminábamos hacia nuestros puntos de partida y yo, personalmente pude llegar a mi casa en Biarritz, en cuyo portal jugueteaban mis hijos con otros compañeros. Mi hija, Mirentxu, de escasos cuatro años, después de los abrazos de rigor, me dijo muy seriamente: “jun aurrera, amatxok komponduko zaitu, orrenbeste egunetan etorri ez zuelako”. El hijo, Xabi, de cinco años, más consciente de lo que ocurría, me acompañó hasta donde se encontraba mi esposa, Joaquina, que, como es natural, se conmovió manifiestamente.

Esta felicidad por encontrarnos toda la familia reunida no duró más de unas pocas horas. Volvíamos a la inquietud al recibir un mensaje de los afiliados que nombramos para sustituirnos mientras continuáramos en Gurs. Me convocaban para acudir inmediatamente a Villa Endara. Allí me encontré con los burukides que habíamos estado en Gurs y los dirigentes de S.T.V. y de los Servicios de Mimosas.

Se nos informó de la situación con los alemanes avanzando sin encontrar resistencia como consecuencia del armisticio firmado, llegando a las proximidades de Bayona. Era, según los convocantes, necesario que los responsables que acabábamos de salir de Gurs, procurásemos, por todos los medios posibles, salir de Francia y llegar a Inglaterra para asegurar así la continuación de nuestra lucha. Intervine para decir que no veía posibilidad alguna para llegar a Inglaterra, pues el puerto de Bayona, como el Cantábrico en su parte francesa, estaban controlados por la aviación y los submarinos alemanes, pero por mi parte probaría ir a San Juan de Luz por si pudiera haber alguna posibilidad que de momento yo no observaba.

La Comisión en la que participaba Ramón de la Sota, insistió en que no deberíamos sentirnos derrotados y había que insistir en nuestro propósito”.

Este es el relato de Gurs. Elias cuenta como llegaron a Inglaterra colándose en un buque de evacuación de polacos. Pero esa es otra historia que se debería conocer. El problema es que nadie edita estas historias.

Lo que el viento se llevó.

Domingo 7 de abril de 2019

Estuve el 2012 en la Diada junto a toda la nomenclatura catalana de hace siete años, Jordi Pujol y Duran incluidos, aunque sin Mas que mantenía un papel institucional. Había tanta gente, que aquello no se movía. Familias enteras reivindicando su nacionalidad. Impresionante. La víspera estuve en el Fossar de les Moreres, una plaza de Barcelona construida sobre un cementerio de los caídos durante el asedio a Barcelona en 1714.Tomó la palabra Oriol Pujol. Fue un discurso de trinchera, pelín fanático. No me gustó nada. Había pues un contraste entre el pueblo de la Diada, sereno y reivindicativo sin pizca de odio y aquellos exabruptos de toma de la Bastilla. Luego ya hemos visto lo ocurrido con Oriol, uno de los hombres que más presionaron a Mas para hacer lo que hizo. La semana pasada salió de la cárcel. En esta historia del Procés hay que meter en el puchero muchos elementos de juicio como la natural reivindicación con posturas incomprensibles, de no haber otros móviles que han ido saliendo .Y tener claro, que sin CIU, el Procés no se hubiera puesto en marcha y que su consecuencia fue la inmediata voladura de CIU, como si estuvieran urgidos en suicidarse. Que el ensalzado Trapero dijera que tenía un plan para detener a Puigdemont y al Govern, tiene miga.

Creo que esa voladura fue una desgracia. Una auténtica desgracia, para Catalunya, para Euzkadi, para un estado como el español con miles de gente de las cavernas esperando su oportunidad, y también para impedir dar la batalla juntos en Europa de otra manera. Aquella CIU con sus dos almas catalanas mirando una al centro derecha y otra al centro izquierda y a la vez haciendo día a día la Nación catalana era la fórmula de la Coca Cola. Lo cubrían casi todo y por eso, desde cero en 1980, montaron una estructura de Nación poderosa con una pésima financiación por culpa suya a pesar de que en 1978 habían aprobado la Constitución española con un 90%. Y lo peor es que una de las muchas consecuencias de esa voladura también nos toca por aquí. Algunos no se lo creían. De hecho, hace cinco años el EAJ-PNV fue a las elecciones europeas en coalición con CIU. Hoy ésta no existe y sus herederos quieren centrarse solo en Catalunya y hacerlo en unas elecciones europeas donde el glorioso estado autonómico tiene solo una circunscripción y se necesitan muchos votos para lograr un representante, como lo hemos tenido siempre, aunque en 1987, por la división del PNV eso no fue posible. Pero el trabajo realizado por Izaskun Bilbao, Goikolea y Munoa, ha sido extraordinario. Solo ellos son un Grupo Parlamentario que se ha ganado un merecido prestigio , lo han hecho con rigor, agudeza y se han ganado a pulso su altavoz europeo entre otras cosas, porque desde el Aberri Eguna de 1932 Europa siempre ha sido el horizonte del PNV como encaje de una comunidad milenaria como la vasca, sin fronteras y con dos identidades claras, la vasca y la europea. Sin olvidar tampoco que en 1953 fue el PNV quien dio entrada en los Nuevos Equipos Internacionales, donde estaban los pioneros franceses, alemanes e italianos en aquella balbuciente Europa, ideológicamente federal, a Unió Democrática de Catalunya, partido hermano desde tiempos de la República. No en vano su máximo dirigente, Manuel Carrasco i Formiguera, fue detenido en el Golfo de Bizkaia en el barco Galdames, cuando venía como Delegado de la Generalitá a Euzkadi, y fusilado en Burgos, ayer 81 años. Carrasco era catalán, democristiano e independentista. Y la Gloriosa Cruzada lo fusiló sin contemplaciones.

Con Unió formamos el Equipo Demócrata Cristiano del estado español, con Unió hemos estado en mil foros europeos de la DC, Coll i Alentorn, Concepció Ferrer, Josep A. Durán, Salvador Sedó, Domenec Sesmilo, Jordi Casas, Sanchez Libre… y otros han sido nuestros socios en mil reuniones y en decenas de Alderdis Egunas y fiestas del Aplec. En 1987, cuando el PNV se dividió, en el recuento de votos de lo que llamamos la “noche triste” allí estaba Duran y hoy Duran ha dicho que su partido es el EAJ-PNV y que en las europeas le votará a Izaskun Bilbao. Su espacio está huérfano aunque ese terreno existe, pero en momentos de intensa polarización, al parecer no valen los matices .Desgraciadamente hoy Unió y Convergencia se han evaporado. Y así anda el patio. Hoy CIU en el Congreso sería el rey del mambo, su pacto fiscal estaría casi logrado y aquella Declaración de Barcelona, que sentó las bases de una acción conjunta de vascos, catalanes y gallegos, estaría sacando la cabeza y chispas de las piedras para horror de una caverna que no llenaría las listas electorales de militares retirados, toreros y de fachas connotados. Goliat era fuerte, pero David era inteligente y, el pequeño, en esta guerra, tiene que ser inteligente.

Pero a CiU se la llevó la tramontana. Desde el 24 de marzo del 2017, el archivo de Unió ha corrido el riesgo de acabar siendo vendido como un activo por el adminis¬trador concursal que se hizo cargo de la liquidación de esta histórica formación democristiana fun¬dada el 7 de noviembre de 1931.

En la carta en la que anunciaba a los militantes la disolución de Unió, fechada en marzo del 2017, Espadaler se comprometía a poner a salvo la unidad del archivo del partido. No ha sido fácil, aseguró Espadaler, a quien se le llenaban los ojos de lágrimas cuando recordaba que la penúltima carta escrita como secretario general del Comitè de Govern la dirigió al presidente del EBB Andoni Ortuzar, para asegurarle que trataría de hacer todo lo posible para que no se perdiera toda la documentación cruzada entre ambos partidos a lo largo de su historia.

Eran otros tiempos, de cuando la ¬delegación de Unió viajaba al Alderdi Eguna y se paseaba del brazo de Arzalluz, Uzturre, Sudupe, Imaz, Urkullu, Ardanza e Ibarretxe. Era la delegación catalana, los viejos amigos de la democracia cristiana del exilio y la clandestinidad.

En los cajones del archivo, que han pasado un año confinados en la última sede de Unió en la calle Almogàvers de Barcelona a la espera de la decisión de la administradora concursal y el juez mercantil, hay documentación histórica. Bien es cierto que ahora el Arxiu Nacional catalogará con precisión todo el contenido. Ahí se encontrará, por ejemplo, todo el material relacionado con la reconstrucción del espacio democristiano durante la transición –el amplio territorio en el que se movieron Gil-Robles, Ruiz Giménez, Anton Canyellas, Miquel Coll i Alentorn o los dirigentes del PNV–; las relaciones con la democracia cristiana alemana, italiana o chilena, la defensa al PNV en Chile ante un implacable Aznar, o la documentación guardada de la actividad clandestina de los democristianos catalanes. Y, cómo no, los acuerdos, los desacuerdos y, tal vez, las miserias, en el seno del binomio político más poderoso de los últimos cuarenta años en Catalunya, Convergència i Unió. La historia de un partido, por no hablar de una federación de partidos, siempre tiene recovecos.

En la salvación del archivo hubo algunos implicados como el Conseller de Cultura que aceptó proteger la documentación declarándola bien de interés cultural, y también la Consellera Elsa Artadi, que aceptó pagar una cantidad bastante ridícula para contentar a la concursal y evitar que los pocos papeles que saben algo de Carrasco i Formiguera que están en este archivo acabaran en el Mercat dels Encants. La misma Elsa Artadi que no estuvo muy amable cuando anunció que no le aportábamos nada diciendo que “la sociedad catalana ha cambiado y ha abandonado la vasquitis que teníamos”.

Bien es cierto que el Procés no se hubiera iniciado si CiU y Más no hubieran pactado con ERC y hasta con la Cup, partido antisistema, para hacerlo. Una decisión que ha hecho desaparecer a dos partidos y a una fórmula. Carles Campuzano, diputado de CIU durante años y defenestrado por Puigdemont a pesar de ser un “soberanista tranquilo” como se define se lamentaba diciendo que ”queda una obra de gobierno impresionante producida entre 1980 a 2003 y que todavía podemos disfrutar a día de hoy”. Quedan las estructuras de estado más potentes construidas en este período y queda una actitud política que algunos reivindicamos y que se podría resumir en algunos eslóganes cómo “construir más que destruir” o “sumar más que restar”. Queda la política entendida con una vocación de utilidad y eficacia, que vincula claramente el autogobierno a la mejora de la vida de las personas. Muchos ciudadanos reclaman la necesidad de esta manera de hacer política muy pegada a la realidad, muy poco demagógica, con mucha vocación de eficacia y utilidad, que buscaba un equilibrio entre la eficiencia económica y la justicia social y que tenía situada en la construcción europea una parte importante de las respuestas que tenemos como país, y como sociedad”.

Desgraciadamente, el viento se llevó aquella fórmula mágica para Catalunya. Saquemos alguna conclusión que otra.

Con la familia de Edwin

Sábado 6 de abril de 2019

Con directivos de la Asociación Tierra de Gracia estuvimos el pasado miércoles en un sitio especial de la Parte Vieja bilbaína. Se trata del local que regenta una joven venezolana de Cumaná en la calle Jardines y a la que conocimos en esta ciudad cuando hace más de veinte años pasamos el verano en aquel país. Estaban en el hotel Los Bordones y oímos varias veces llamar a sus padres aita y ama y resulta que eran vascos y Nagore había nacido en Cumaná.

Allí estaban los padres de Edwin, Juan y Zaida, que nos dieron cuenta del alta que había recibido su hijo en Cruces de las operaciones realizadas y de cómo estaban viviendo temporalmente, esta familia de cinco personas, en el Albergue de San Francisco, estando muy agradecidos a todo lo que se había hecho por ellos, desde el personal médico y de enfermeros/as de Cruces a Cear y a los “ángeles de la guarda” que habían ido encontrando en el camino.

Y fue entonces cuando les dijimos que desde este blog habíamos hecho un llamamiento para recabar alguna ayuda económica y dicho llamamiento había multiplicado por diez todas nuestras expectativas. Se quedaron muy impresionados y absolutamente agradecidos de los dos cheques que les entregamos para estos primeros gastos en nuestro país. De no tener absolutamente nada a comenzar a dar pasos con algo en el bolsillo y la posibilidad de rehacer sus vidas. Un millón de gracias por atender a nuestra invitación a los que lo hicieron que fueron muchos.

A esta familia les invitamos a acudir a los actos del 27 de abril en La Puebla de Bolívar, acto que comenzará a las doce con una ofrenda floral ante el Monumento al Libertador, una misa en la capilla de la Virgen de Coromoto en la propia Iglesia, visita al Museo de Simón Bolívar y comida popular.

Salimos encantados de las sonrisas y lágrimas de una pareja que comienzan a ver un rayito de luz al final de un túnel oscuro y tenebroso y a vivir en esta maravillosa Euzkadi que no es muy consciente, en algunas personas, de la tragedia que viven miles de familias fuera de nuestras fronteras.