Sábado 23 de noviembre de 2024
El dibujo es de Nicolás Martínez Ortiz, cartelista abertzale en tiempos de la República. Está incompleto pero es muy bonito. Si yo supiera pintar y encontrase una pared blanca permitida, lo reproduciría en colores. ¿Por qué no en Sukarrieta?.
El lunes 25 se cumplen 121 años de la desaparición del fundador del nacionalismo vasco, Sabino de Arana y Goiri. Una fecha redonda que debería tener en la sociedad mayor eco del que tiene. Decía Sartre en “Le Temps Modernes”. ”Somos producto de la historia y no hay nada de lo que hacemos que no nos remita al pasado”. Sin embargo aquí no nos hemos enterado. Falta grandeza y larga mirada. Vivimos al día.
Por eso reproduzco el inicio de la reflexión que el Lehendakari Agirre, exiliado en París, escribió en el cincuenta aniversario de la misma fecha. Este inicio de su trabajo lo resume muy bien:
La semilla de Sabino (J. Antonio de AGUIRRE)
“La obra que realizó Sabino de Arana y Goiri en el corto espacio de su vida fue de caracteres permanentes como correspondía al significado total de su enseñanza y a su generoso sacrificio. Interpretó la civilización vasca penetrando en lo más profundo de su alma en una época en la que se estaban olvidando los valores más fundamentales de nuestro pueblo. Toda la vieja tradición vasca se renueva en Arana Goiri. Sacudió con violencia la vieja tradición inmovilista y la convirtió en tradición viva, actuante, fecunda. Con ello marcó nuevas rutas de liberación para el pensamiento vasco sumido en la mediocridad y sin alientos para remontar la pendiente de una dolorosa decadencia. Sin la aparición de Sabino de Arana el pueblo vasco hubiera desaparecido, olvidado hasta por sus propios hijos, sin vigor bastante para resistir los acontecimientos revolucionarios de los que hemos sido testigos su generación y la nuestra. Euzkadi vive gracias al apostolado de Sabino que dotó a nuestro pueblo de una conciencia firme de su personalidad nacional y de una fe inquebrantable en su destino de libertad. Lo hizo además uniendo la tradición al progreso. Tomó de la tradición sus elementos permanentes incrustados a lo largo de nuestra historia y los enfocó mirando al futuro aplicando los viejos principios a las realidades presentes. Por eso, su doctrina tiene un sentido universal que vale para todos los tiempos…………”