¿SE ACORDARÁN DE IVAN ILLARRAMENDI?.

Domingo 2 de noviembre de 2025

El próximo 15 de noviembre se celebrará un partido de fútbol entre la Selección de Euzkadi (con ese nombre nació en 1937) y la Selección Palestina en San Mamés. Se trata de un partido solidario contra un pueblo masacrado por un ejército y un primer ministro israelí acusado en el Tribunal de la Haya de “criminal de guerra” y en su país de corrupto. Todo el odio y el fuego han caído  sobre Gaza desde 2023.

Nada que objetar a la solidaridad vasca siempre y cuando no sea de un solo canal. Ahí están los ucranianos, los saharauis y tantas causas que requieren  asimismo denuncia y solidaridad. A mí la solidaridad hemipléjica me dice que de alguna manera se justifica a Hamas. Y si no, que lo digan.

Por eso pregunto si también se va a denunciar el ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023 contra Israel que causó más de 1.200 muertos en las residencias israelíes cercanas a la frontera con Gaza y donde vivía Ivan Illarramendi que habitaba  en el kibutz Kisufin, al sur de Israel. Vivía feliz  con Dafna hasta cuando una horda de terroristas de Hamás penetró un sábado festivo  por la mañana  muriendo  como consecuencia de que prendieron fuego a la vivienda con ellos dentro. Una barbaridad impresionante.

Lo digo porque Ivan era de Zarautz y que yo sepa fue el único vasco en aquella masacre. Si, ya sé que el número de muertos palestinos ronda los setenta mil y eso es un horror, pero tengamos claro que todas las libertades son solidarias   y que este genocidio comienza cuando Hamas da la patada al avispero sabiendo lo que iba a ocurrir. Alguien que quiere a su pueblo no le pone en semejante disyuntiva de muerte y destrucción como respuesta.

Lo digo porque, al día siguiente de que se lograra un alto el fuego (que no ha sido tal) pero lleva camino de ello, los de siempre decretaron un insólito paro  con carácter general hace menos de un mes con ELA encabezando manifestaciones en Euzkadi. Fue lo más absurdo e increíble como muestra de solidaridad. Fue  el colmo de ese mundo sicodélico que solo ve enemigos en una parte.

No me gusta lo que estoy viendo y menos este anuncio y lo denuncio al comprobar que en el llamamiento se haya prescindido de la ikurriña en el anuncio del partido en San Mamés. La ikurriña representa a los siete territorios vascos y el que no se haya enterado significa que lo hace de mala fe. ¿A qué viene el lauburu?. ¿A recordar la esvástica y dar pienso a la extrema derecha inculta?.

Tampoco me gusta nada se haya suprimido el nombre de Euskal Selekzioa   nombre pactado y logrado  tras muchos enfrentamientos en el pasado con  los mismos que quieren cargarse toda la histórica simbología de este pueblo amasada en sangre y mucha persecución. Nos quieren dar a entender que la historia empieza con ellos en 1960 y eso no es verdad y no podemos ni debemos caer en esa trampa, ni permitirlo.

Y me preocupa con semejante intencionalidad anti PNV en la simbología, el que por mucho que estemos de acuerdo con la causa  Palestina nos quieran tergiversar y manipular una acción positiva  e ignorar  el  Himno Vasco, oficial aprobado en el Parlamento y por tanto es una ley como cualquier otra y que traten de eludirla. Si Palestina es una Nación sin estado pero con Himno, Euzkadi es una Nación sin estado y con Himno. Este país funciona con instituciones y Palestina busca se respete su institucionalidad.

Lo digo alertando ante la intencionalidad porque ya hay precedentes. El lehendakari Urkullu no tragó aquel trágala cuando le tocó sufrir aquellos complejos con Iñaki Dobaran como presidente y jugadores de la Real y el Athletic  actuando absurdamente. Y fueron los pitidos al himno oficial vasco  y la no interpretación del mismo en el inicio de uno de los partidos. Siendo  Lehendakari no pasó por ahí y viendo como lo soslayaban se rebeló en el palco pidiendo lo pusieran en el descanso. Pero ahora van más allá. Desconocen el nombre, quitan la ikurriña e intentan cargarse el himno nacional vasco.

Estoy de acuerdo con la causa Palestina pero no  con el adanismo inculto y de mala entraña del sector más radical y obtuso de Bildu.

Veremos.