Miércoles 29 de octubre de 2025
Alberto Spektorowski. Miembro del Grupo Internacional de Contacto que impulsó al diálogo con ETA
Alberto Spektorowski –nacido en Montevideo (Uruguay) en 1952– es profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Tel Aviv y formóparte del denominado Grupo internacional de Contacto liderado por Brian Currin que trabajó por un final dialogado de la violencia en Euskadi.
Con anterioridad, en 1992 participó en la negociación de los acuerdos de Oslo entre el gobierno laborista de Rabin y la OLP de Arafat como asesor directo del ministro israelí de Exteriores Slomo Ben Ami. Aquel pacto dio paso a la denominada ‘paz de Camp David’ firmada primero en Washington en 1993 y después en Taba (Egipto) en 1995.
El politólogo que negoció los acuerdos de Oslo critica el antisemitismo que ha aflorado con fuerza «en la izquierda europea ‘woke’»
El politólogo uruguayo-israelí Alberto Spektorowski, que participó como integrante del Grupo Internacional de Contacto que buscó un final dialogado para ETA, se sabe en el ojo de la tormenta por la enorme secuela que ha dejado la guerra de Gaza en el mundo intelectual progresista.
El viernes participó en Bilbao en un club de debate en la Universidad de Deusto sobre el sionismo y el antisemitismo.
–¿Fue un debate tranquilo?
El debate se dio muy correctamente. No hubo ninguna tensión. Todas preguntas inteligentes en un marco académico serio. Esperaba más tensión.
–Usted participó en el Grupo Internacional de Contacto que se implicó para un final dialogado de ETA. ¿Cómo ve a Euskadi tras 14 años del fin de la violencia?
Desde fuera la veo muy bien. Es otra Euskadi. Me da una alegría enorme ver a gente sin miedo y resolviendo sus problemas políticos con el diálogo. Hamás debería hacer exactamente lo que hizo ETA. Es decir, desarmarse. Ganaría mucho más que siguiendo una resistencia al estado judío en una lucha suicida. Israel prevalecerá.
–¿Ha capitalizado EH Bildu el fin de ETA?
No me sorprende. Todos en la sociedad vasca han contribuido al fin de la violencia, pero ETA era la que debía tomar el primer paso. ETA capitalizó el fin de la violencia inteligentemente. Esa conversión de ser movimiento de resistencia a movimiento político democrático era previsible que diera réditos políticos. Me acuerdo en Uruguay de Pepe Mújica. Guerrillero secuestrado por el Ejército convertido en político democrático, sin rencores y apto para la reconstrucción del país. El pasaje de la violencia a la vida democrática, sin lograr las me metas finales, es decir la revolución socialista o el derecho a autodeterminación o más bien postergarlas pragmáticamente, hasta quién sabe cuándo, da réditos políticos. Por eso no me sorprende. Me parece una regla política casi de hierro. La política tiene sus ciclos.
–¿Le ha sorprendido la beligerencia antiisraelí de EH Bildu?
Tampoco me sorprende mucho la actitud de Bildu hacia el problema palestino. Quizás me sorprenda un poco el fanatismo. La izquierda mundial, y aquí en particular, se quedaron sin banderas movilizantes. La izquierda sencillamente no tiene banderas en Europa. La verdadera revolución anti establishment en Europa es de la derecha radical. Los Farage, la Meloni, los Le Pen les quitan a la izquierda el mensaje de rebeldía. Y de repente aparece Palestina. ¡Salvación! Menuda salvación. Palestina va a ser el entierro final de la izquierda. No por Palestina ni por los palestinos que se merecen lo mejor, incluso un estado. Es por la mezcla de quién es el agente revolucionario palestino hoy día y quién es la izquierda europea hoy día. La mezcla Hamás-izquierda progre es ridícula. Ver a los ‘queers’ y al colectivo de género defendiendo indirectamente a Hamás que los colgaría a todos en la plaza central es patético. Y si bien es cierto que han movilizado a la opinión pública y todo parece como un terremoto de voces en contra de Israel, es más ruido que nueces. En definitiva Palestina y Hamás van a terminar matando a la izquierda aquí y en toda Europa.
–¿Cómo valora el papel de Sánchez en esta crisis?
Entre negativo e irrelevante. Pero era de esperar eso. No creo que a Sánchez le importe tanto el problema palestino. Me parece más bien que es una bandera que necesita ahora por razones políticas.
–¿A qué se debe la enorme fuerza del respaldo en Euskadi a la causa palestina?
Era previsible. Los vascos son pueblo originario y creen que los palestinos son eso exactamente y que los judíos son colonialistas. Temo defraudarlos. Los judíos tienen su historia arraigada en la zona. Lejos de ser los colonialistas que tienen una metrópoli a la cual retornar, los judíos mismos se sienten originarios luchando por su legítimo derecho a la tierra.
El error de la tesis colonial lo pagan caro los palestinos. Piensan que utilizando la tesis de Franz Fannon de la violencia anticolonialista obligarán al colonialista a replegarse. No entendieron a Israel. Israel no es América en Vietnam ni Francia en Argelia. Tiene la convicción del Vietcong y del FLN argelino pero con tremendo podermilitar. Peromás que ello siempre conviene invocar que los judíos aceptaron el derecho de los palestinos a autodeterminarse ya en el 1947.
También en los años 2000 en Camp David y Taba aceptaron la posibilidad de que se crease un estado palestino. Los que dijeron que no fueron los mismos palestinos.
–¿Hay antisemitismo en la izquierda europea?
En gran medida sí. Y ello no por la crítica justa que hay contra Israel en cuanto a lo que se puede definir como el exceso de su reacción militar. Nadie en el mundo puede pasar desapercibidas las imágenes del sufrimiento de Gaza. Pero eso no tiene nada que ver con las críticas de la izquierda europea o americana ‘woke’. Lo que terminará destruyendo a la izquierda es el ‘islamogauchismo’ de hoy que da apoyo directo o indirecto al reaccionarismo fundamentalista de Hamás.
–La idea de que Israel ha cometido un genocidio en Gaza está muy asentada en Euskadi…
Creo que no se puede hablar de genocidio cuando hasta un 20% de la ciudadanía israeli es árabe y palestina. O cuando 700.000 palestinos viven en Cisjordania.
–Pero con más de 60.000 muertos en Gaza, muchos de ellos niños, si no es genocidio, ¿se le parece no?
No tengo datos pero el sentido común me hace ver que ha habido muchos excesos que deberían ser juzgados, aunque no creo que haya habido órdenes de actuar adrede. También se ha visto la histórica doctrina de seguridad israelí que desde un principio ha estado basada en la desproporcionalidad más absoluta.
–Israel ha perdido la batalla en el tribunal de la opinión pública internacional. ¿Hay vuelta atrás?
Esa batalla está totalmente perdida. Por lo menos de la opinión pública que nos interesa a nosotros, que siempre oscilamos entre liberales e izquierda. Pero hay otra opinión pública oculta y no tan oculta que puede llegar a ser dominante en el mundo occidental. Y esa opinión pública que no se manifiesta pero está ahí es muy pro Israel. No son los mejores amigos pero es lo que hay.
–¿Qué efecto tendrá el embargo de armas a Israel desde España?
Pienso que será irrelevante.
ALBERTO SURIO SAN SEBASTIÁN


