Lunes 11 de noviembre de 2013
Este sábado el PP celebró una reunión interparlamentaria en Córdoba para impedir que el domingo todos los medios hablaran solo de la renovación del PSOE. Hicieron un cierto filibusterismo político porque el cónclave socialista estaba pautado muy de antemano y lo de Córdoba se arregló en un pis pas.
No salió de la interparlamentaria del PP nada que nos dijera que van a tomarse en serio el parlamento, ni nada que nos indicara que su mayoría absoluta no va a ser una apisonadora absolutista. Nada de nada y eso que los allí reunidos para aplaudir lo hicieron para hablar del Parlamento. Lo que si salió fue un mensaje de Rajoy extraordinariamente agresivo para la Catalunya de Artur Mas, la Catalunya harta de ese lenguaje dogmático franquista que resume todo su programa en la España, Una, Grande y Libre.
A diferencia del primer ministro David Cameron, en Córdoba no hubo la menor concesión a cualquier tipo de negociación política o de enfriar una situación que se les va de las manos. Rajoy respondió como lo hubiera hecho el franquista Fraga, sacando a relucir el dogma sagrado de la España cavernaria que no es otro que ese artículo 2 de la Constitución que como una verdad revelada por Viriato nos dice que la Constitución se fundamenta »en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles». ¡Toma dogma!.
Esta es la respuesta más antipolítica que puede darse a la cuestión catalana para después hablar de unas fronteras que siempre son creadas por los centralistas y que además desconocen su propia historia pues nunca fue España más poderosa que cuando Felipe II reinó en las Españas, con s.
Nada nuevo bajo el sol. Solo franquismo sociológico.
El cónclave del PSOE no les ha salido mal pero con la siempre admiración adolescente hacia lo nuevo, como si esto fuera un ejercicio de juventud y no de responsabilidad.
Para colmo Rubalcaba ha dicho que vuelve al PSOE. Es decir, estos treinta y cinco años el PSOE, el perdedor de la guerra civil o ha estado de baja, de vacaciones, o ha sido inexistente. ¡Vuelve el PSOE! Gritaba Don Alfredo patéticamente y en primera fila un Felipe González aplaudiendo como secuestrador de una sigla, en el ejercicio máximo de otro tipo de funambulismo político. Para colmo piden un minuto de silencio por las Víctimas del terrorismo (¿por las del Gal también?) y se olvidan de los diez mil muertos en Filipinas. Lógico, no han sido en Nueva York ni en Alemania.
Ahora, como en su día con Zapatero, están enamorados de Susana Díaz, una señora que no se enteró de los Eres andaluces cuando fue consejera en los gobiernos de Chaves y de Griñán, pero como es mujer, guapa y de rompe y rasga, pues todos a hacerle la ola porque a la prensa lo único que le interesa de estos congresos es el debate nominal, el debate de las personas, no el debate ideológico que por cierto me ha dejado bastante frío. Siguen sin aclarar lo que entienden por federalismo y siguen sin aclarar hasta donde quieren llegar en transparencia política y siguen sin abordar, ante el último tramo de la vida del rey, si son «juancarlistas» circunstanciales o monárquicos entregados. Sí han hecho retoques y han reconocido errores, pero como en un espectáculo de misses y de misters, lo que ha quedado es quien hace mejor la pasarela. Una pena. Por lo menos en Venezuela su Miss ha sido elegida Miss Universo. Estos sí que saben lo que es un Congreso y no el periodismo papanatas que por aquí tenemos.