Martes 8 de enero de 2012
Entiendo que cuando se da un premio tan sonoro y pomposo como este del «Mejor alcalde del Mundo», hay que dárselo a una persona y en este caso al actual alcalde Iñaki Azkuna que lleva catorce años democráticamente en el poder y lo ha logrado tras una larga trayectoria y en plena mayoría absoluta. Quiere esto decir que el éxito siempre obedece a una larga paciencia. Las cosas no se improvisan.
Es lógico que todos feliciten a Azkuna que personaliza el premio, pero esto, a diferencia del balón de oro que ha ganado el lunes Leo Messi por cuarta vez, no es asunto personal. De ahí que en este momento quiero recordar a quienes lo ha hecho posible. Seis alcaldes y seis equipos.
Jon Castañares fue de 1979 a 1983 el primer alcalde de esta última época democrática. Cuando llegó las arcas estaban vacías y no existía la figura del Concierto Económico para Bizkaia. La ría era una cloaca navegable, el urbanismo algo caótico y los servicios pocos y malos. Y reivindico a este alcalde tan olvidado. Puso orden en las pocas finanzas, inició la recuperación de la Ría, sacó las vacas del establo, limpió el establo, y luego metió las vacas y le dejó al siguiente alcalde José Luis Robles, una ciudad más limpia y con proyectos. Un gran hombre Jon Castañares.
Al pobre de Robles le tocaron las inundaciones de Bilbao en 1983 sufriendo él una agresión que le dejó el ojo derecho sin vista. Capitán de la Marina Mercante tuvo que hacer frente a varias escaladas de violencia pero comenzó a poner en marcha algo que luego fue fundamental. Bilbao Ría Dos mil.
El tercero fue Jose Mari Gorordo en 1987. Una pelea absurda por el tipo de construcción en La Alhóndiga le hizo al poco dimitir, ocupando esta representación
Beti Duñabeitia, primer presidente del Athletic de la era democrática y que era y sigue siendo un gran señor y un gran bilbaíno.
En el 91 llegó Josu Ortuondo y estuvo ocho años. Nadie se acuerda de que fuera alcalde, pero lo fue, y bajo su mandato fue cuando se hizo el Guggenheim, no bajo el mandato de Azkuna. Ortuondo trabajó bien en Bilbao Ría Dos Mil donde se hicieron los diseños de las apuestas modernizadoras de Bilbao. En su equipo estaba Ibon Areso que ha sido, el gran cerebro en la sombra de todos estos cambios.
Tras ocho años de gestión y pasar Ortuondo a ser elegido eurodiputado fue elegido Iñaki Azkuna que tras ocho años estuvo a punto de ser reemplazado. Afortunadamente eso no sucedió y con su talante tan bilbaíno fue abordando las obras diseñadas y negociadas en Bilbao Ría Dos Mil que era una cafetera de cerebros donde estaban todas las instituciones: Gobierno Vasco, Gobierno Central, Diputación, Ayuntamiento, Renfe etc. Y de varias broncas en este hábitat salían las grandes ideas que han ido cambiando una ciudad como Bilbao, de ciudad industrial a una de Servicios y Turística.
El premio a Azkuna tiene estos eslabones en su cadena, sin desmerecer el toque personal de un alcalde que viste el puesto, pero haríamos mal en personalizar este éxito en una sola persona cuando hay tantas y que algunas de ellas, desgraciadamente han quedado en el camino. Honrar honra. El mundo, como decía Unamuno, es un Bilbao más grande. Por eso el premio se lo han dado a Bilbao.

