Hubo un Nuncio del Vaticano en Madrid, el cardenal Agostino Casaroli, que decía, que en un discurso no se pueden incluir más de tres mensajes, porque el auditorio no es capaz de captar más. «Fíjense ustedes, decía, incluso nosotros los diez mandamientos los tuvimos que resumir en dos (Servir y amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo), porque diez mandamientos eran demasiados para recordar”.
Me ha venido este recuerdo de Casaroli cuando veo un inicio de campaña electoral tan polarizada y excluyente y ante ellos tenemos una necesidad perentoria de hacer llegar al elector, de forma muy sencilla, lo que es nuestra opción. Y para ello, aún a riesgo de rozar el mundo animal y sabiendo lo peligroso que es compararlo con los humanos, lo voy a hacer.
Bien es verdad que Walt Disney humanizó animales en figuras como Pluto, Mickey Mouse, el Pato Donald, Rico Mc Pato y que sigue existiendo el ratoncito Pérez, el pato Lucas, Tom y Jerry, el gato Félix, Piolín así como a veces se habla de tal personaje como animal político, o como animal televisivo sin connotaciones peyorativas. Pero ojo con llamarle a alguien víbora, rata, perro o culebra. Por eso cuento una bonita historia que ejemplifica bien las cosas hablando de gatos y ratones.
Sucedió en un mitin de Tomas C. Douglas (1904-1985), que era un orador muy claro y fogoso y que resumió con un ejemplo muy plástico sobre lo que se trataba. Dijo así:
¿Por qué votas lo que votas?
“Es la historia de un lugar llamado Mouseland . Mouseland era un lugar donde los ratoncitos vivían y jugaban donde nacían y morían, y vivían de la misma manera que tú y yo lo hacemos. Incluso tenían un Parlamento y cada cuatro años tenían una elección. Caminaban rumbo a las urnas y votaban. Algunos incluso tenían una confusión con las casillas, una confusión que les pasaba cada cuatro años, para ser verdad. Tal como tú y yo. Y cada día de elecciones todos los ratoncitos acostumbraban ir a las urnas y elegían unos representantes de los que salía un gobierno. Un gobierno formado por enormes y gordos gatos negros. Ahora, si piensas que es extraño que ratones elijan un gobierno de gatos, solo mira la historia de Canadá por los últimos 90 años y entonces verás que ellos no son más estúpidos que nosotros. No estoy diciendo nada en contra de los gatos. Ellos eran buenos compañeros y conducían su gobierno con dignidad. Aprobaban buenas leyes, es decir: leyes que eran buenas para los gatos. Pero estas leyes que eran buenas para los gatos no eran muy buenas para los ratones. Una de las leyes decía que la entrada a la ratonera tenía que ser tan suficientemente grande como para que un gato pudiera meter su pata en ella. Otra ley decía que los ratones solo podían moverse a ciertas velocidades para que el gato consiguiera el desayuno sin mucho esfuerzo físico. Todas estas leyes eran buenas leyes para los gatos pero eran muy duras para los ratones y cuando los ratones lo tuvieron más y más difícil, y cuando los ratones no pudieron aguantar nada más, decidieron que había que hacer algo al respecto. Entonces, fueron en masa a las urnas y votaron contra los gatos negros y eligieron gatos blancos. Los gatos blancos habían hecho una genial campaña. Dijeron: “todo lo que necesita Mouseland es más visión”. Habían dicho: “el problema con Mouseland son las entradas redondas a las ratoneras”. “Si ustedes nos eligen estableceremos entradas cuadradas” y lo hicieron. Y las entradas cuadradas fueron el doble de las redondas. Y de esta forma el gato podría meter sus dos patas y la vida era más dura que nunca para los ratoncitos y cuando no pudieron soportarlo más… votaron contra los gatos blancos y pusieron a los negros de nuevo. Para luego regresar a los gatos blancos y de ahí otra vez a los negros. Incluso trataron con gatos mitad blancos-mitad negros. Y lo llamaron: COALICIÓN. Incluso intentaron un gobierno hecho de gatos con manchas. Eran gatos que intentaban aparecer como ratones pero que comían como gatos. Verán, mis amigos, el problema no estaba en el color de los gatos. El problema estaba en que eran GATOS. Y porque eran gatos, ellos naturalmente velaban por los intereses de los gatos y no de los ratones. Finalmente, llegó desde lejos un ratoncito que tuvo una idea. Mis amigos, estén atentos al humilde compañero con una idea. Él les dijo a los otros ratones: “miren compañeros… ¿Porqué seguimos eligiendo un parlamento hecho por gatos?”. ¿Porqué no elegimos un parlamento hecho por ratones?. “OHH”, dijeron, “está pidiendo el derecho a decidir”. Así que lo metieron en la cárcel. Pero quiero recordarles que pueden encerrar un ratón o un hombre pero no pueden encerrar una idea”.
Hasta aquí lo dicho por Douglas. Volvamos a casa. Está claro quiénes son aquí los dos gatos gordos y agresivos. Lo son el PSOE y el PP. Es más, una vez viajó a China Felipe González siendo presidente del gobierno y volvió encantado de una frase que le había dicho Den Xiao Ping: «No importa si el gato es blanco o si el gato es negro. Lo que importa es que cace ratones». Más gráfico fue el escritor catalán Josep Pla cuando afirmó que “lo más parecido a un español de derechas es un español de izquierdas». Los dos son los gatos de esta película del 20N. Y nosotros somos los ratones que nos tenemos que dar cuenta que votar a uno cualquiera de los dos gatos es poco rentable para Euzkadi. Que nosotros tenemos que votar a los ratoncitos del PNV.
Y vuelvo a recordar que el 20-N no hay que optar o por Rubalcaba o por Rajoy. Este no es un régimen presidencialista. Hay que votar para elegir 350 diputados y 270 senadores (en listas abiertas).Y ahí está la madre del cordero.
A su manera, el escritor Francisco Umbral, resumía éste bipartidismo español, que tanto les gusta de la siguiente forma: «EI bipartidismo no es solo un vicio político peligroso, sino un sistema que a España le va mucho, puesto que aquí solo hay dos clases de españoles: católicos y rojos. Con un partido católico y otro rojo ya tenemos democracia. Lo demás son churriguerías y pecados de la vanidad. O nidos de avutardas ideológicas que quieren vivir del presupuesto y entre dos aguas».
Bueno pues a eso quieren llevarnos, a votar a Papá o a votar a Mamá. Terceros fuera y ya están en ello TVE, Telecinco, A3, Cuatro, la Sexta y ETB que reproduce lo que dicen los del PSOE en Madrid y lo que dicen aquí, lo mismo que el PP. Toda una Brunete mediática vendiendo bipartidismo y machacando con la idea de que los demás no existimos o nuestro voto no es útil.
Por ello vuelvo a las tres ideas del principio que decía Casaroli y que tenemos que barajar los ratones vascos:
1.- Hace cuatro años en Euzkadi ganó el PSOE. Pregunten a los diputados y senadores socialistas que han hecho en cuatro años por Euzkadi salvo chupar rueda en todas las votaciones de lo que les decían votaran en Madrid. Háganlo y comparen.
2.- Es mentira que hay que optar o por Rubalcaba o por Rajoy con ese culto a la personalidad del líder muy propio de países analfabetos, sin analizar para nada su programa y en que redunda para Euzkadi
3.- Analizando los resultados de las últimas elecciones municipales y forales en Euzkadi y a las Comunidades Autónomas en España, el PP no obtendría mayoría absoluta. Y de eso se trata, que no la tenga. Solo en éste campo de juego podemos meter goles en el Bernabeu y meter goles a los gatos en beneficio de los intereses de todos los vascos, de los que votan al PNV, a Bildu, al PSE, al PP, a IU, y de los abstencionistas y de cualquiera que se presente. Desde 1917 somos lo Vasco en Madrid, no el Grupo del PNV, porque lo nuestro allí es lo vasco y los intereses de los vascos. Por eso el PP no debería sacar mayoría absoluta, y por eso el PNV debe tener un Grupo en el Congreso y en el Senado muy fuerte. Hemos demostrado en esta legislatura, y lo demostraremos en la que se abra en la siguiente, que solo trabajamos para Euzkadi.
Por eso no hay que votar a ninguno de los dos gatos.