Laura Chinchilla: Un País hecho por maestros, no por generales

Viernes 16 de noviembre de 2012

Con motivo de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, pasó por Madrid la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla y, el Fórum Nueva Economía organizó con ella un desayuno de trabajo. Y allí fui.

Menuda, morena, mandona disertó sobre su país de manera clara y ordenada. Gustó. Casada, con un hijo, su padre fue Contralor de la República y ella, en el gobierno anterior de Oscar Arias, vicepresidenta. Se le ve una política de raza, que busca en Europa inversión para su pequeño país. Inversiones en infraestructura, en servicios, en turismo ecológico, en salud, ofreciendo seguridad jurídica en una América no precisamente caracterizada por ella. Pero dio las claves del porqué de su ventaja competitiva.

«A mi país no lo fundó un General, sino un Maestro». «Abolimos el ejército hace sesenta años y ese gasto lo dedicamos a Educación. No a cuarteles y soldados. Ojalá en toda Centroamérica hicieran lo mismo». Preguntada si surge algún conflicto con otro país, nos dijo que tienen un contencioso con Nicaragua y que para eso están los organismos internacionales.

Mi hermano acaba de estar en Costa Rica un mes y me dijo que era un país precioso, con una capital fea, pero sin carreteras. La mayoría de la población está asentada en un 40% en el área metropolitana y su turismo no es el clásico de sol y playa, masivo, sino tratan de vender sus bosques, sus playas y sus paisajes ecológicos. Nos dijo que era una de los tres países más seguros y que España es el principal inversor extranjero en su país y el segundo mundial. Hay unas cincuenta empresas españolas de todo tipo y desean que se vayan instalando las pymes, que allí tienen mercado. En este momento construyen ocho puentes y un resort de lujo. Y al ser menos pobres, son más estables.

A raíz del acuerdo comercial entre Centroamérica y Europa creen que se van a instalar muchas empresas agroindustriales, de servicios, de turismo y de telefonía. “Lo nuestro es añadir valor a lo que se hace”.

Contestó preguntas con solvencia sobre el narcotráfico, sobre la relación con los Estados Unidos, sobre Europa pero no una que le hicieron sobre la mala imagen del rey. Es lista.

En definitiva que la buena señora rompió el tópico ese del centroamericano indolente y superficial. Parecía la Sra. Merkel. Fue una hora y media muy interesante. Su broche de cierre fue “Somos un pequeño país, pero tenemos grandes metas y el 8% del gasto lo destinamos a Educación”.

 

Hay responsables de los desahucios y su ley de 1906

Sr. Presidente, señorías.

Habida cuenta de sus edades, señorías, no creo equivocarme que la mayoría de ustedes están bautizados, confirmados, y hecho la primera comunión. Con esta base me atrevo a recordarles las condiciones necesarias para una buena confesión y un buen arreglo. Seguramente ustedes lo recordarán.

Primero, examen de conciencia.

Segundo dolor de corazón.

Tercero, confesar los pecados

Cuarto Propósito de la enmienda

Quinto cumplir la penitencia.

Es un buen esquema de análisis para abordar el complejo asunto de la existencia de desahucios medievales y es una buena manera de comenzar recordando los muchos pecados acumulados por el Partido Socialista y el Partido Popular a lo largo de estos años. No del PNV.

Permítanme poner como base de actuación algo que consagra la Constitución española en su artículo 47.

Dice así:

Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho».

Más claro, el caldo de un viejo asilo.

Y digo ésto, porque ante el terrible caso de los desahucios quienes se están reuniendo en la Moncloa y en el Congreso, bajo la atenta mirada de la Asociación de la Banca son los dos partidos que a sí mismos se dicen vertebradores de España. Los demás, que en el pasado hemos tenido iniciativas ante esta sangrante palabra, nunca hemos tenido oportunidad de cambiar de arriba abajo una ley de 1906. Y lo hemos intentado varias veces. Por lo que ante el espectáculo de que la resolución de este drama es a dos, por lo menos es a dos cuando se trata de pactar, es por lo que en este examen de conciencia decimos que esta situación tiene culpables con nombre y apellidos. No es la llamada clase política en su conjunto sino políticos de carne y hueso que tuvieron responsabilidades de evitar que el agua llegase a la nuca y nunca lo hicieron por falta de coraje o por falta de sensibilidad. No todos los senadores y diputados del PP son responsables. No todos los diputados y senadores del PSOE son responsables. Lo son quien puestos ahí para resolver problemas y estremecerse ante el dolor humano, no lo hicieron. Ya está bien de la generalización de las responsabilidades.

Nuestro Grupo reconoce que el mea culpa entonado por el Secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba es muy importante y de que no se trata de recrearnos en el pasado pero hay que recordar que durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero ha habido ministros como Mariano Bermejo, López Aguilar y Caamaño que nunca hicieron nada para solucionar y quitar la espoleta a esta mina de tiempo y también hay que decir que durante este año de gobierno del presidente Rajoy algo más debería haber hecho el ministro Ruíz Gallardón. Ya que la casa de todos los desahuciados ya se estaba quemando. Y ha hecho falta ver dramas en televisión y contar suicidios para que estos responsables traten de ponerse las pilas.

No se le puede pedir a una viuda desahuciada ninguna responsabilidad, y sí a quienes han tenido la responsabilidad de abordar este espinoso asunto y no lo han hecho. Repito los nombres: Bermejo, López Aguilar, Caamaño, Gallardón y sus equipos son responsables de esta situación. Por acción o por omisión.

Y son también grandes responsables todos los miembros del Consejo General del Poder Judicial y todos los grandes gerifaltes de la magistratura que abren grandes años judiciales con pomposos discursos, organizan lo habido y por haber seminarios cada dos por tres, o jornadas de reflexión sobre todo y no se enteran de lo que le pasa a su vecino de al lado y no se han dado cuenta que esta situación tocaba su puerta. Solo se limitaban algunos a levantar acta, como si la cosa no fuera con ellos, sin tener el coraje cívico de decirnos a los partidos que esta situación era inhumana e iba a estallar y que había que abordarla y cambiar la ley. Bien está que los jueces digan ahora lo que deberían haber dicho hace dos décadas, pero en este examen de conciencia también son responsables. ¿Para qué tenemos un Consejo General del Poder judicial tan sordo, tan ciego, tan mudo, con gentes como Carlos Divar a su frente?

Son pues, junto a los ministros, los responsables de la situación. Ellos se ocupan o se deberían de ocupar preferentemente de estas cosas. Y deberían haber alertado que este año además del centenario del hundimiento del Titanic se celebraba el centenario de una ley propia de la Inglaterra de Dickens.

Los radares políticos tienen que existir para esto. Para detectar las anomalías de una sociedad injusta y tratar de solucionar los problemas, no para organizar grandes eventos que no sirven para nada.

Si ya sé que se me dirá que la gran culpa es del tiburoneo de la banca y sus asambleas supermillonarias jactándose cada año de ganar más euros que el anterior. Y de unas Cajas cuya labor social parecía que era alimentar la corrupción de sus consejeros. Y de toda una política dedicada a engañar a incautos.

Pues claro que son responsables.

Seguramente en navidades los Srs. Botín, González, Rato y Goirigolzarri nunca veían la película anual de James Stewart sobre “lo bello que es vivir”. No lo harían porque igual alguna neurona sensible que todavía debe habitar en sus resecos cerebros, les diría que gentes, seres humanos como ellos, eran víctimas de su codicia.

Normalmente cuando un fumador compra un paquete de cigarrillos pone en su exterior que FUMAR MATA. Pero a una pobre familia se le puede engañar cuando no sabía que lo que estaba firmando un mal día no solo iba a servir para que le quitasen la casa, sino que ésta la podían vender al mejor postor por una cantidad muy inferior a la cantidad que le costó y que la diferencia tenía que seguir pagándose como una especie de sentencia carcelaria en vida. Y en este examen de conciencia que hay que hacer hay que denunciar la usura de unos bancos que han incentivado a los ciudadanos para acceder a una propiedad de una vivienda que nunca seria suya.

¿Y qué hacían los gobiernos para incentivar un parque de viviendas en alquiler para ciudadanos con escasos recursos? Nada de nada. Cuatro viviendas de protección oficial y el regalo de una vajilla y si ganan el premio un fin de semana en Marina D’Or.

Bueno, pues en este examen de conciencia solo ha hablado el Sr. Pérez Rubalcaba. Le honra la declaración aunque más le hubiera valido al presidente Zapatero y al propio Sr. Rubalcaba haberle dicho e insistido mucho más a la vicepresidenta Elena Salgado que los bancos son tocables, no intocables. Pero al parecer no lograron dejase de doblegarse ante su sumisión bancaria.

El segundo punto es el dolor de corazón.

Estoy en una sala con personas bien intencionadas que no quieren el dolor de los demás. Eso es claro. Pero hace falta algo más. Que ese dolor de corazón se transforme en un cambio legal de arriba abajo, no para hundir la banca, sino para no hundir a tantas familias.

El tercero es la confesión de los pecados.

Ya sé que aquí pinchamos huesos. Y que nadie va a reconocer errores acumulados, pero habrá que conformarse que la aprobación de leyes justas sea la expresión de lo que no se verbaliza. Y esta moción que discutimos hoy es un buen documento de trabajo. No el único, ni es el bálsamo de Fierabras, pero sería un notable avance que algo así se hubiera aprobado y ejecutado hace diez años. Ojalá se apruebe hoy. No la enmienda popular que parece un telegrama de la asociación de la banca que ha logrado que su mensaje de anteayer, parara los buenos deseos de quienes querían hacer un traje nuevo aunque hubiera que tocar 25 leyes. ¿Qué nos quiere señalar esta enmienda? ¿Que pasemos el problema a dentro de dos años? ¿Pero que falta de seriedad es ésta?

El cuarto es el propósito de la enmienda.

Los partidos políticos tienen la obligación de tener terminales en la sociedad, en el dolor, en la injusticia, en el abuso, para abordar estos problemas y tratar de solucionarlos. Hoy la política carece de poco crédito y es en parte por esto. Porque hay un evidente alejamiento entre la política, la sociedad y sus necesidades. La mejor campaña de imagen para los partidos seria lo que hacía un gerifalte egipcio que por las noches se disfrazaba e iba por las calles escuchando lo que se decía. Y lo que decían de él. Y de los problemas que se iban acumulando. Este senado puede ser noticia mañana si aprueba esta Moción. Alguno hasta podrá decir que esta institución sirve para algo en momentos en los que en el congreso se aprueban unos presupuestos de guerra y que una huelga general europea paraliza un país aparentemente desahuciado él mismo.

En el quinto apartado, el de cumplir la penitencia, no hay que olvidarse de la retroactividad. Porque lo demás sería una gran injusticia ante la gran plasta que han puesto estos 5 Ministros y los miembros del Consejo General del Poder Judicial.

A los buenos españoles no les gusta ceder soberanía

Miércoles 14 de noviembre de 2012

El pasado 17 de octubre Mariano Rajoy viajó a Bucarest, capital de Rumania. Se celebraba allí el Congreso del Partido Popular europeo, la familia democristiana y el presidente español sacó del armario el discurso keynesiano más europeísta, federalista y socialcristiano. La crisis le moja la barba y está dispuesto a todo para que Europa acuda con el extintor. Con voz pastosa solicitó una Unión Bancaria, Fiscal, Monetaria y Política de Europa. Parecía Maurice Schumann o Alcide de Gasperi. La que no parecía Adenauer era la democristiana Ángela Merkel que tiene elecciones el año que viene, gobierna con el partido liberal y los socialistas alemanes son tan merkenianos como Merkel y no tienen ni idea quien es Rubalcaba. Su discurso fue liberal y empresarial. Se metió, como la Thatcher en su día, contra la burocracia de Bruselas y enfatizó en que la riqueza la crean los empresarios y éstos no están dispuestos a juegos malabares.

En un discurso mitad económico mitad político, el presidente del Gobierno advirtió de que “es el momento de la solidaridad, de la unión y de la responsabilidad de todos los países que forman la Unión Europea. Somos una familia seria y previsible”. Rajoy recordó que a los artífices de la creación de la Unión Europea no les fue fácil “aparcar las diferencias y, con valentía y generosidad, sembrar la semilla de la solidaridad”.

Pero ese día eligieron también al eurodiputado español Antonio López-Istúriz como secretario general del PPE. El político español se pronunció sobre uno de los temas más polémicos en España, como es la propuesta independentista de Catalunya, descartando que la “internacionalización” que pretenden los dirigentes catalanes sea un “tema prioritario” en Bruselas y advirtió a Catalunya de que “no juegue con el tema europeo y con esa sensibilidad. Aquí se ve con un cierto exotismo”.

Igualmente, el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, que intervino en el plenario al ser presidente del Comité de las Regiones de la UE, reclamó a la Unión Europea que “sea más contundente” a la hora de recordar a Cataluña las consecuencias de una hipotética declaración de independencia.
Es la única preocupación que tienen los dirigentes del PP español. No les gusta ceder soberanía por abajo, pero sí por arriba. Por lo menos en los discursos. Pongamos ejemplos.

La clase política española no está madura cuando tiene ministros como Wert y Margallo que se dedican a provocar. Wert dijo que el interés del ejecutivo del PP era “españolizar a los alumnos catalanes” y García Margallo equiparando el nacionalismo democrático vasco y catalán “como situadores del individuo al servicio de una idea abstracta, sea ésta la clase en el marxismo, la raza en el nazismo o el nacionalismo al servicio de la nación absoluta”. Eso sí, ellos se autodeclaran patriotas españoles, no nacionalistas españoles. Y son ministros.
No es muy madura una sociedad democrática que le otorga al ejército la defensa de la unidad de España y permite que el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante García Sánchez diga campanudo que “ser hoy militar español es estar dispuesto a dar la vida en defensa de la Constitución”. Si el jefe del estado mayor inglés o norteamericano dijera algo así sin venir a cuento, le llevarían de la misma al frenopático más cercano.
No está muy bien un país cuya última encuesta del CIS dice que uno de cada cuatro españoles quiere eliminar las autonomías y volver al sistema centralizado.

Es de una inmadurez de gran volumen, que el Director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa caliente la llamada Fiesta Nacional del 12 de octubre irrumpiendo en la polémica catalana y advirtiendo que España es un todo indisoluble, es decir, la unidad de la patria.
El ex presidente José María Aznar que de joven no votó la Constitución y así lo escribió en el diario Nueva Rioja ha advertido desde su Fundación Faes al presidente de la Generalitá catalana que su “desafío puede tener una represalia penal”. Este hombre, solo le gusta amenazar y actuar con estas cosas. Cambió el Código Penal para encarcelar al Lehendakari Ibarretxe por si se atrevía a convocar una consulta sobre su Plan. El muñidor fue Ignacio Astarloa. ¡Qué demócratas!.

Esto es lo que hay señores. Un PP de los nervios y sin saber qué hacer con lo que llama “los periféricos” y un PSOE como un boxeador sonado.
Pero, a pesar de todo, ¡ésto marcha! ¡Viva Escocia!