La picaresca de mostrar el patrimonio – No es la más barata – El virus de Chávez – Silencio a una “Monarquía protegida por la censura”

Viernes 30 de diciembre de 2011

Salía yo del acto organizado por la Universidad de Deusto en su 125 aniversario. En la puerta me topé con el Lehendakari Patxi López que había salido a fumar. Era el día en el que la noticia se centraba en los comentarios en relación con el patrimonio de los diputados y senadores publicados en la página web de las dos instituciones. «Este es un país de cotillas» me dijo. Y tenía razón. Pero no me parece mal que ésto se haga. Todo lo contrario. Es más. Me gustaría que se hiciera público el patrimonio de banqueros, periodistas, médicos, arquitectos, ingenieros y constructores. Y no por nada, sino para que cuando critiquen a los políticos, sepamos de que se está hablando. Seguramente más de uno en la Casa Real habrá criticado a los políticos para ahora verse envueltos en una sonada polémica gracias a un escándalo que no se hubiera producido si éstas cosas se hubieran aireado democráticamente.

Pero la noticia de hoy es que el PSE ha hecho público en facebook los patrimonios de sus dirigentes. Loable actitud. Mi pregunta es. ¿De todo?. ¿También de las sociedades interpuestas?. Porque aquí como en todas partes se ha producido una gran picaresca como es la de la separación de bienes. Un matrimonio que tenía bienes gananciales, hacen público el patrimonio tras una previa separación de bienes. Y si gana tanto, publica el sueldo pelado, sin las dietas y estipendios. Como la Casa Real que no publica el privilegio que es no pagar la luz, el teléfono, el agua, la comida, la vivienda, el jardinero, los viajes y la ropa. Así cualquiera. En resumen. Está bien, pero aquí, como en todo, hay mucha picaresca.

Me llamó el jueves Xabier Lapitz para comentar dos cuestiones en su tertulia mañanera de Onda Vasca. Los presupuestos de la Casa Real y las declaraciones de Hugo Chávez en relación con el cáncer de cuatro jefes de estado latinoamericanos infectados por un extraño “virus» enviado por los gringos.

Poco más puede decirse en relación con unos presupuestos reales que comienzan a demostrar algo en lo que veníamos insistiendo. Que la Casa Real española no es de las más baratas, que sus gastos están distribuidos por ministerios, que nos han cortado toda posibilidad de control parlamentario en estos años, que todo esto lo escribí en mi libro «Una Monarquía protegida por la censura» y que mi tesis es que el yerno creyó que era tan impune e inmune como el suegro y cayó en la trampa.

Y en relación con Chávez comentar que también Franco hablaba de conjuras judeo masónicas, y que dicho lo del cáncer habría que darle el Premio Nobel de Medicina a Chávez por descubrir “el virus del cáncer» y que al considerarse éste tipo de dirigentes autoritarios por encima de los mortales terminan creyéndose inmortales y cuando les pasa algo a ellos, por razones naturales, la culpa es siempre de los demás. Increíble la desfachatez y la cara dura.

Me llamó también ese día Claudio Landa y dije más o menos lo mismo pero hablando ya de la imputación de Urdangarin y teniendo fundadas sospechas que siendo Cristina su socia, no le van a imputar. ¡Faltaría más!. El chivo expiatorio se llama Iñaki Urdangarin y en él termina todo. Otra, cosa es que el yerno hable en el juicio y diga cosas que compliquen la causa, pero no se esperan El juicio como consecuencia de la conjura del 23-F no tocó ni con el pétalo de una rosa a un rey que había sido responsable de alentar ciertas conductas y eso que desde Milans del Bos hasta Pardo Zancada hablaron de la implicación del monarca. Tanto el PSOE como el PP, como todos los medios de comunicación madrileños hicieron en aquel momento de cortafuegos y lo que había sido un gran delito, se convirtió en su legitimación como dirigente democrático. ¡Ay si Sabino Fernández Campo hubiera hablado!.

Entiendo porqué, estallado el escándalo, no quieran mentar «Una Monarquía protegida por la Censura». Solo Servimedia y Público se quieren acordar de que hace dos años, alguien dijo lo que iba a pasar. Pero así son las cosas.

También denuncié antes durante y después de la campaña la actividad de los diputados cuneros del PSOE que encabezaban las listas de Araba, Bizkaia y Navarra. A Vitoria, tras las elecciones Ramón Jauregui no volvió y eso que había estallado el conflicto con el presidente riojano y que él era ministro de Presidencia y Pajín, de Donosti, ministra de Sanidad. Estuvo en campaña sin salir de Gasteiz, engañando al personal, recogió los votos, y si te he visto no me acuerdo. Para colmo pactó con el PP no sacar a Franco del Valle de los Caídos.

En el caso de Juan Moscoso ídem de lienzo. Nunca el Partido Socialista de Navarra ha estado tan mal. Concejal en Iruña, recogió unos pocos votos que le hicieron diputado por Navarra, el único, y se fue a Madrid, donde vive, y ahora aparece corno portavoz, con María G. Veracruz de la candidatura de Pérez Rubalcaba. Política española en vena. Lo suyo es Madrid. La Villa y Corte. Y eso, a pesar de lo que se quiera decir y tratar de demostrar, es defraudar al electorado. Algo que desprestigia a la política.

A Juan Moscoso es más fácil verle aplaudiendo al monarca, como lo hizo el pasado martes en el Congreso, que defendiendo alguna iniciativa, sobre el euskera o sobre Navarra en Madrid. Es más fácil escucharle hablar sobre la Pac que sobre la vergüenza que supone que el rey gane cuatro veces más que el presidente del gobierno de un país que tiene su salario mínimo congelado. Es más fácil verle en la intriga política de la gran administración, que ocupándose de las sencillas cosas de la gente. Y me apena pues es persona inteligente y de fácil trato. Por eso me cabrea, este derroche de valor político y por eso lo denuncio con melancolía.

Ya sé que el aplauso absurdo y propio de una dictadura del pasado martes a un rey que ha hecho de su capa un sayo durante treinta y cinco años no es comparable a las patéticas escenas producidas tras la muerte del “Querido Líder” norcoreano Kim Jong en Pyongyang el jueves con personas y soldados lanzándose al suelo nevado, gritando sin cesar y moviendo enloquecidas sus cabezas ante los esfuerzos de la Policía por impedir que se lanzaran sobre el coche, pero algo de ésto fue aquel aplauso cerrado, larguísimo e inmerecido a un Jefe del estado que tiene ante sí semejante marrón, entre otras cosas porque nos ha impedido el control público del dinero público que aprobábamos en aquella Casa.

Que nos muestren luego la transición y la democracia española como modelo es para irse a Corea del Norte y decirles a los coreanos que tienen buenos imitadores en ésta parte de Europa.

Ante esto me quedo con el recuerdo de Giorgio Bocca, el escritor italiano que acaba de morir y que fue un referente del periodismo de izquierdas.

Era sumamente duro con el pueblo italiano. «El pueblo soberano está siempre dispuesto a cometer cualquier delito. La historia de Italia la han hecho las minorías», declaró en una entrevista que concedió poco antes de morir.

Pero seguía siendo un periodista al que no le gustaba dar lecciones. Para él, el periodismo era sobre todo aprendizaje. Y más allá de ese aprendizaje, «escribir claro y deprisa, tener capacidad de síntesis, no perderse en dudas ni vacilaciones, pero también ser culto, abierto al mundo y a sus lecciones, capaz de emocionarse y de solidaridad humana”.

De estos hay muy pocos en la Villa y Corte.

Y El Rey diciendo que no se refería a Urdangarin – Delenda est Monarchia – Cristina intocable

Jueves 29 de diciembre de 2011

Tras la apertura de las Cortes Generales el pasado martes los informativos hicieron hincapié que el rey había comentado en pasillos que en su discurso hablando de «la justicia igual para todos» no se había referido a su yerno, Iñaki Urdangarin. Fue el colmo de todo este despropósito. Apartado previamente el yerno por falta de ejemplaridad, sin la presencia de las Infantas Elena y Cristina, este hoy, el rey, nos toma por tontos. A los dos días ya se ha visto en que ha quedado el sumario del juez José Castro: prevaricación, falsedad documental, fraude a la administración y malversación de fondos públicos. Y todo bajo el amparo de una Corona que «no se enteró» de donde salían los dineros para comprar una mansión en Pedralbes de seis millones, ni del tren millonario de vida de la pareja.

Ahora bien. ¿Por qué no se le imputa a la Infanta Cristina, hija del rey y socia del yernísimo?.  ¿Es la justicia igual para todos?.  Pues no.  Pero diputados y senadores del PP y PSOE aplaudieron a rabiar al rey el pasado martes. ¡Que vergüenza!.

Llama también la atención la secuencia. Viaje de la pareja a Washington tras gestiones con Alierta y Almansa para sacarlos de Madrid y llevarlos a resguardo en Washington y trabajar en el Consejo de Telefónica. A ésto se le llama encubrimiento.

Estallido del caso como pieza separada del caso Palma-Arena.

Apartado Urdangarin de las fotos por falta de ejemplaridad.

Alusión a la justicia “igual para todos” pero sin tocar a Cristina. ¿Por qué?.

Aplauso estruendoso en las Cortes, después de haber obstruido el rey y los distintos gobiernos la posibilidad de control de dinero público a los parlamentarios.

Imputación de Iñaki, pero no de Cristina.

Comentario del rey, absolutamente inadecuado, de que no se refería a Urdangarin.

Conversión de Urdangarin en el gran chivo expiatorio para que nada de ésto salpique a Felipe, a Juan Carlos, a Cristina y a los hijos a quienes los padres, de manera irresponsable, metieron en semejante fregado.

Loas y más loas de la derecha cavernícola al rey. Entusiasmo contenido e impresentable del portavoz socialista Alonso, silencio de Rubalcaba. ¡Mentiras hipócritas en los medios y apoyo al gran responsable!. ¡Viva el socialismo republicano de Indalecio Prieto!.

Ninguna encuesta del CIS con preguntas ad hoc.

Y tratar de pasar página cuanto antes.

Pues no.

El tiempo nos ha dado la razón. Esta Monarquía protegida por la censura ha hecho crack y ha demostrado que es una Monarquía corrupta y si el yerno ha hecho lo que le imputan ha sido porque se creía impune e inmune como el suegro. Y solo ha repetido lo que veía en Casa.

La gente progresista, el nacionalismo democrático, los hijos y nietos de los republicanos, la gente de bien de este país debe gritar con toda la fuerza de sus pulmones: ¡Delenda est Monarchia!. Ya lo dijo Ortega y Gasset en noviembre de 1930. Y a los meses cayó. Pues ésta, que también caiga. Ni ejemplaridad, ni pacto con la Corona, ni nada serio. ¿Para qué sirve este sistema trasnochado y caduco solo protegido por la censura y la falta de control?.  Para nada.

Un aplauso inmerecido – Unas cuentas tardías, incompletas y confusas – Una democracia muy débil- El acuerdo del Congreso contra Alfonso XIII

Miércoles, 28 de diciembre de 2011

La X legislatura, formalmente, dio comienzo el martes 27 de diciembre con su apertura formal. De hecho, si no hubiera habido tal acto, la legislatura hubiera comenzado ya que lo más importante en una democracia no son los discursos sino el voto del ciudadano. Pero como en democracia las formalidades tienen su lugar, el acto formal se hizo y para mí no fue un acto más sino la ratificación de la manga ancha, y de la dejación de responsabilidades que tienen unas Cortes Generales a las que durante 34 años se le han hurtado las funciones de control y seguimiento para encima aplaudir enfervorizadas a quien lo ha impedido durante tres décadas. Para mí es algo inconcebible y cuando se dice que es mejor para España una monarquía parlamentaria que una República, que se mire un minuto a los Estados Unidos, país en el que la conducta privada del jefe el estado se mira con lupa. Aquí ni lupa, ni control, ni seguimiento, ni sanción. Solo un enfervorizado y largo aplauso, inmerecido y falto de moral. Si, de moral. Porque una monarquía que no ha sido ejemplar ni en el 23-F, una Casa Real que se ha reído de la democracia, una Constitución que consagra la primacía del varón sobre la mujer a la hora de la sucesión, una ley de leyes que dice que la persona del rey es inviolable y no tiene responsabilidad, un jefe del estado que dice que la justicia es igual para todos, menos para él, y que ha encubierto a su yerno durante una década y encima le aplauden. ¡Qué decir!, solo que faltan palabras para describir ésta muy débil democracia. Alabo a los que no fueron y a los que no aplaudieron.

En relación con la dación de cuentas solo decir que llegan también con treinta años de retraso. ¿Por qué ahora?. Pues por las actividades delictivas de su yerno.

En ningún momento se tomaron en cuenta las preguntas y las iniciativas parlamentarias en esta “monarquía parlamentaria”. Tiene gracia lo del aplauso cuando las Cortes Generales tienen asignado el control de todo lo que se hace. Es decir, para el rey, la Casa Real y los distintos gobiernos, lo propuesto por el Congreso y el Senado eran papel mojado y ha hecho falta que un miembro de la ejemplar familia esté casi imputado para que decidan abrir un poquito la persiana del negocio. Pero solo un poquito. Nada que ver con el detalle británico.

Pero aquí faltan datos. Muchos datos.

Siendo miembro de la Mesa del Senado, tuvimos una reunión de las Mesas conjuntas, Congreso y Senado. El letrado mayor Manuel Alba detallaba las partidas. Una de ellas era para la publicación de los discursos del rey. “¿Qué pintamos nosotros pagando los discursos del rey?» pregunté. «Es un uso de la Casa» me contestaron. Y si así se pagan sus discursos me imagino que en los distintos ministerios están salpimentados sus muchos gastos: parque móvil, recepciones y protocolo, personal, manutención, desplazamientos, regalos, mantenimiento de los palacios… Y eso al parecer, no computa.

Sacar con semejante expectación una batería de partidas muy globales, sin caer en su detalle es querer decir a la ciudadanía que son muy transparentes sin serlo. Acostumbrados a la opacidad, ¡como para que ahora nos cuenten su modus vivendi!.

Pero así como el martes lo aplaudieron a rabiar, ahora también con ésto, aplauden a rabiar. Y es que esta parte de España es así, señora baronesa. Nada que ver con el acuerdo del Congreso republicano en noviembre de 1931 en que casi por unanimidad acordaron lo siguiente:

Texto definitivo que aprobaron las Cortes por mayoría absoluta pasadas las 3:30 de la madrugada entre el día 19 y 20 de noviembre de 1931.

“Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los poderes de su Magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país; en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a Don Alfonso de Borbón Habsburgo y Lorena. Privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional.

Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, dere­chos y títulos, que no podrá ostentar legalmente ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de sus representantes elegidos para votar las nuevas normas del Estado, le declaran decaído, sin que pueda reivindicarlos jamás para él ni para sus sucesores.

De todos los bienes, acciones y derechos de su propiedad que se encuentren en territorio nacional se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá del uso más conveniente que deba dárseles.

Esta sentencia, que aprueban las Cortes soberanas Constituyentes, después de sancionada por el Gobierno provisional de la República, será impresa y fijada en todos los Ayuntamientos de España y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a la Sociedad de Naciones”. Hasta aquí lo que aprobó la democracia.

Me gusta más ésto, que el inmerecido aplauso. Y fue aprobado por un Congreso de los diputados democrático. Franco con la espada y la guerra, acabó con él. Y ahora estas Cortes Generales aplauden a rabiar a su sucesor y miran a otro lado con sus cuentas. Ejemplar democracia.