Miércoles 11 de diciembre de 2024
Conocí a Mario Fernández en 1980. El lehendakari Garaikoetxea lo designó como Consejero de Trabajo. Se juntaban en aquel ejecutivo una serie de exitosos profesionales que dieron el paso como Uriarte, Etxenike, Egotxeaga, Robles, Caño, Renobales, Retolaza, Agirre, Lasagabaster, Ormazabal….Fue un gobierno de lujo en medio de aquella tormenta política, mientras ETA mataba y mataba, para iniciar una andadura. En aquel entonces yo era parlamentario vasco y dirigía la revista Euzkadi del PNV. Y le encargué al alevín de periodista en la época, Koldo Mediavilla que le hiciera una entrevista que fue portada, en junio de 1980. Lo llamábamos “ministro de trabajo”, tratamiento que luego se apeó. Y la entrevista se tituló con sus palabras. ”Lo primero en desterrar en las relaciones laborales es la violencia tanto verbal como física”. Y es que a la conflictividad máxima de la época se unía lo que habíamos vivido en el Parlamento Vasco cuando trabajadores de Nervacero nos tuvieron retenidos hasta la madrugada.
No fueron años fáciles sino muy duros y de asfixiante confrontación agudizada tras el intento de golpe de estado del 23 F. Aquella asonada militar apoyada por el rey tuvo como consecuencia la aprobación por parte de los partidos españoles de la LOAPA.
Consideraban que al parecer Suarez había ido muy lejos con la Autonomía Vasca y por tanto había que embridarla con esta ley orgánica de Armonización del Proceso Autonómico. Fue un pacto entre el presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo y Felipe González. Un torpedo en la línea de flotación del Estatuto de Gernika que logró el que 45 años después sigamos con el Estatuto sin cumplir.
Martin Villa era el ministro de Administración Territorial y, cosa rara hoy, aceptó hacer un debate el 21 de octubre de 1981 en aquella televisión de canal único ya que no existían las televisiones privadas. Fue un mano a mano entre el Ministro y el Consejero, que ganó por goleada Mario Fernández y nos insufló verdadero optimismo. Había una comunión absoluta en aquel momento Partido-Gobierno.
Reproduzco dos comentarios de dos amigos que recuerdan aquel debate:
1.- ”Todavía recuerdo la ovación que recibió de todo el personal que trabajábamos en Lakua cuando llegó al comedor tras regresar de Madrid y ganarle por goleada al entonces ministro del Interior, Rodolfo Martin Villa.”.
2.- ”No se me olvida aquel debate. Lo vi en un bar cerca del campo de fútbol Ipurua en Eibar. Mi cuadrilla viendo el partido y yo gozando de la goleada política que Mario le metió a Martín Villa.”.
Posteriormente me tocó dirigir la campaña de 1984 y él fue a quien llevamos a todas partes. No defraudaba.
Pena ante el fallecimiento y nostalgia de unos tiempos de amanecer en ese momento altruistas donde había una fuerte conexión partido-gobierno que nos hizo imbatibles. Luego todo se estropeó, pero queda el recuerdo de aquellos momentos de ilusión y esperanza. Y del trabajo bien hecho.