Ante el fallecimiento de Joseba Arregi

Miércoles 15 de septiembre de 2021

Cuando una persona fallece a los 75 años creo se debe analizar el conjunto de su vida. No solo de una parte de ella. Y si hay discrepancias, hacerlo pasado cierto tiempo. En mi caso, por partida doble. Joseba Arregi tras enviudar se casó con mi prima Amaia. Y no seré yo quien caiga en este momento en ningún tipo de crítica a lo que considero la segunda parte de su vida.

La foto es del 7 de septiembre de 1985. Una bonita y entrañable foto. Le  habían elegido presidente del Gipuzko Buru Batzar, una elección harto comprometida en un territorio diezmado por la división. Celebran  en Zarautz el cumpleaños del Lehendakari Leizaola junto a Uzturre, en ese momento presidente del EBB. Ante aquella tragedia que fue la división del Partido Nacionalista, Joseba fue parte del resurgimiento del EAJ-PNV como burukide y posteriormente como Consejero de Cultura y portavoz del Gobierno Vasco. Es un dato importante.

Su aporte a la cultura de Euzkadi, la consolidación de EITB, la apertura del país a Europa (era también de cultura alemana), su apoyo irrestricto al Guggenheim hace que en el balance pese más su acción positiva para este país  que su posterior discrepancia partidista sin olvidarnos su trabajo en favor de la consolidación del euskera que él dominaba siendo hermano de Rikardo Arregi un escritor magnífico en euskera, tristemente fallecido en accidente muy joven. Hay un premio que lo recuerda todos los años.

Conocí a su aita Pedro, uno de las referencias de la resistencia al franquismo. En el libro de Julio Ugarte se narran lo que fue la casa de los Arregi  bajo el franquismo y su relación tan estrecha con quien fuera presidente de Euskaltzandia, D. Manuel Lekuona.

Solían comentar con ironía que el proyecto Guggenheim había sido un proyecto gipuzkoano junto a un Pradera que apostó por él. Xabier Arzalluz de Azkoitia, Joseba Arregi de Andoain, Joxe Joan González de Txabarri de Zarautz, Juan Luis Laskurian de Soraluze y Tomás Uribeetxeberria de Aretxabaleta. No deja de ser verdad ante tanto padre actual de la criatura que se ponen plumas inmerecidas. Arregi luchó desde el Gobierno Vasco para que el proyecto se hiciera y consolidara No le pagaron bien al descartarle posteriormente como miembro de su Consejo.

El viernes en la Iglesia San Vicente de Bilbao será su funeral. GB Joseba.

Foto terrible y emocionante historia

Martes 14 de septiembre de 2021

Es del cementerio de Hernani. Escenario de fusilamientos y enterramientos en 1936 y 1937, entre ellos del sacerdote Joaquin Ariztimuño “Aitzol”, capturado, torturado, vejado y fusilado. Era un sacerdote, pero eso no fue óbice para que aquellos “cruzados” le mataran, como asesinaron a miles de personas inocentes.
La foto me ha recordado una historia terrible y emocionante. Me la contó la hija del enterrador de Hernani yendo al funeral de Joseba Rezola en Donibane Lohitzun. Ella había oído contar a su aita decenas de historias espantosas de aquellos días pero hubo una que por su significado quería transmitírmela.
Se trataba de un joven nacionalista, que apenas hablaba el castellano. Le obligaron a cavar su tumba y riéndose le pidieron les dijera su última voluntad. El chaval les pidió poder bailar el aurresku, aunque fuera tarareando la música. Lo hizo al borde del agujero. Me imagino la escena tan conmovedora, y tan bella como trágica. Tras esto lo mataron. Una historia impresionante. Lamento no tener más detalles. Me lo contó en diciembre de 1971.

Entre el dolor y la nada

Lunes 13 de septiembre de 2021

Me encanta Laureano Márquez, un intelectual, escritor, cómico venezolano al que le duele Venezuela y escribe cosas tan sentidas como éstas:
“El cambio de rumbo de la oposición venezolana, de toda ella, desde la que pedía una invasión inmediata de los marines norteamericanos hasta la más cercana al régimen, denominada por algunos «colaboracionista», marcará la orientación de la nación venezolana en los próximos años. No es este un comentario hecho con la intención de malponerlos ni acusarles de debilidad o docilidad frente al régimen totalitario. Por el contrario, hemos visto a lo largo de estos 21 años muestras de valentía, compromiso y lucha que harán historia. Vidas arrebatadas con indolencia, especialmente entre nuestra juventud.
La oposición venezolana ha terminado tomando el derrotero que las circunstancias le permiten. «Nunca es dura la verdad, lo que no tiene es remedio». Entre proclamar una salida mágica y transitarla, como hemos visto, puede mediar un abismo. Si hubiese otro camino más expedito, ya lo habrían tomado, porque supone uno que a ningún opositor le resulta sencillo digerir la idea de la prolongación de esta tragedia, más allá incluso de la fecha en que habían profetizado su caducidad: el 2021. El régimen, pues, se ha anotado una victoria, se ufana de ella y humilla en su mejor estilo.
Por otro lado, lo que acabamos de ver en Afganistán muestra que el mundo democrático no esta dispuesto a asumir los costos que implica llevar la democracia a aquellos países que no están preparados para ella. Las luchas de las naciones por su libertad será una lucha solitaria y lenta, sin mayor apoyo que la retórica hermosa de las proclamas desde los países de tradición democrática. Todas las dictaduras son atroces y las de izquierda lo son más, porque dan la impresión de venir –a diferencia de las otras– sin fecha de caducidad. A pesar de ello, también acaban y aunque uno no vaya a ver su final, debe seguir trabajando para alcanzarlo.
El destino de la oposición en los años venideros será el de operar bajo las reglas y limitaciones que el régimen político establezca. En condiciones desventajosas, de abuso de poder, inequidad y falta de transparencia.
Podría suceder, incluso, que haya algún éxito electoral y puede también que el régimen lo acepte y hasta que lo respete si le parece que su desempeño se realiza bajo ciertos parámetros que le resulten convenientes. La oposición trata de garantizar ahora solo su supervivencia en libertad (es decir, sin prisión) y, sin duda, de frenar lo más que le sea posible el proceso de destrucción del país. Será una lucha larga y difícil. Puede que a muchos les parezca poca cosa o una traición inaceptable, pero las torturas que puedan ahorrarse, las masacres que puedan evitarse, las vidas de presos políticos que puedan salvarse, la población que pueda vacunarse. Cualquier acción que salve vidas será un avance, un magnífico avance.
«Entre el dolor y la nada, prefiero el dolor». Quizá esta frase de William Faulkner es la que mejor define la actual situación de la oposición venezolana.
Laureano Márquez P. es humorista y politólogo, egresado de la UCV.