Si me permite le formulo una pregunta. ¿Se ha enterado usted de esta noticia?.
“Euskadi lidera el ranking del buen gobierno en el estado español según una encuesta realizada a más de 129.000 personas en 208 regiones europeas según un estudio realizado por el Instituto de Calidad de Gobierno”.
Imagínense que esta noticia hubiera sido así. ”Euskadi ocupa el último lugar en el estado español según……”.
La primera ETB no la dio. La segunda esté usted seguro que hubiera abierto los informativos.
Solo con este dato se puede captar lo que venimos viviendo de distorsión diaria de la realidad. Y al parecer nadie pone coto a esta injusticia, desmesura, manipulación, ausencia de información profesional a la que se le une en la diaria desinformación todo lo referente a las pintadas de Ernai. No existen. Se han debido borrar con acetona.
Martin Lasa nos lo comentaba, poniendo en perspectiva una oposición tercermundista y no democrática.
Hay que reconocer que tienen mala suerte.
Tres meses, desde el lejano febrero, esperando el momento más oportuno para intentar la reprobación por el Parlamento Vasco de la Consejera de Sanidad, y no se les ocurre otra cosa que hacer coincidir su mensaje del odio, con el de un informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, en el que se anunciaba que Euskadi era la comunidad autónoma del Estado que tenía mejores servicios sanitarios públicos.
Para más inri, se conoce casi a la vez otro informe, esta vez del Instituto de Calidad de Gobierno de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) en el que se afirma que, Euskadi es una de las regiones europeas que está a la cabeza de la gestión de esta pandemia mundial.
Estos señores y señoras de Sortu, no aciertan nada más que cuando rectifican y eso, no siempre, porque el tiempo pasa volando y ellos está anclados en sus revoluciones permanentes, en reivindicar los derechos de los presos de su ideología y en nombrar de nuevo como jefe, al mismo que fracasa todo el rato.
Mientras tanto, los jovencitos que han podido estudiar en ikastola, viajar en metro, visitar el Guggenheim y encima pueden votar al partido que quieran, comienzan su andadura en la secta, insultando al partido preferido por los ciudadanos en su propia casa. Frente a su sede, de donde son desalojados por razones evidentes pero sobre todo, se supone que, por su pésima educación, que pagamos todos los ciudadanos.
Como la Ertzaintza les ha hecho correr un rato, y ellos no son mucho de deporte, se entregan a su pasatiempo cultural de pintura en propiedades ajenas del partido que eligen los ciudadanos para ser gobernados, indignados porque no les hayan dejado insultarles más rato y poder quemar unos contenedores de paso.
Futuro negro para estos patriotas del mundo, que cada vez van mostrando más claramente su españolidad, que atienden por Sortu y varios nombres más, y que no dan una a derechas, porque ellos son de izquierdas, camisas pardas y partido único.
Son una tragedia, pero es que además, tienen mala suerte.
Bueno, realmente lo que pasa, es que no se enteran de lo que hay más allá de la burbuja en la que viven.
También es verdad que si ven los informativos de ETB o no se van a enterar de casi nada o se quedarán con la copla de que aquí el gobierno vasco lo hace todo mal.
Nadie discute que la oposición se oponga. Es lo sustancial de la democracia. Y de como lo haga el ciudadano se formará una idea de la acción del gobierno y si merece su confianza o la de la oposición. En democracia hay dos figuras principales. La alternancia y la diferenciación, aunque los cementerios estén llenos de políticos impacientes que todo lo quieren aquí y ahora.
Pero para eso hace falta llegar al Parlamento con la lección sabida. Y los parlamentarios de Bildu, no la han aprendido. Aprendieron callar ante el horror, ir de fin de semana a las mil manifestaciones organizadas y parece normal que aquella violencia que apoyaron con entusiasmo no les haya dejado aprender las bases mínimas de un comportamiento democrático
Y siguen callando ahora ante carteles y paredes ensuciadas que con toda su cara dura dicen que se quitan con acetona.
Quizás por eso ahora aquella violencia se ha reconvertido en violencia verbal, tóxica, esterilizante. Fuera cualquier empatía, una lupa inmensa ante cualquier fallo, mucha agresividad, argumentos que deforman la realidad, hinchar la exageración como un globo y vender mercancía averiada, con el continuo apoyo de Tele Sortu que no tiene ni medio segundo para lo positivo sino para las truculencias de una oposición de trinchera.
Recojo cuatro comentarios sobre la intervención el viernes de Rebeka Ubera en el Parlamento Vasco cuando solicitó, al defender su iniciativa, la reprobación de la Consejera de Sanidad Gotzone Sagardui.
Un donostiarra atento a la realidad y que conoce el paño me dice:
La agresividad de Rebeka Ubera me parece curiosa .En la anterior legislatura fue la más dura, la más agria, la más correosa contra el Lehendakari Urkullu y el Partido Nacionalista Vasco .Su actitud de enfado hace más hiriente escuchar tu tóxico discurso.
Viene de Aralar, el Partido de Zabaleta que no estaba de acuerdo con la no condena de atentados de ETA que hacía HB, pero parecía que para ganarse su continuidad ante los comisarios de Sortu hacía permanentemente el papel de azote del Gobierno.
Quizás por eso y como consolación le pusieron novena en la lista de Gipuzkoa, y Sortu sacó 9, entrando por los pelos.
Y ahí le tenemos, amargada y buscando su continuidad en la próxima legislatura en base a intervenciones parlamentarias deleznables como el discurso contra la Consejera Sagardui en plena pandemia pidiendo su cese. Si a esto se le añade en que ella y porque (como otros muchos de Aralar), tienen un asco infinito al PNV, como otra activista de Aralar que ha sido elegida en la nueva ejecutiva de Bildu: Ainhoa Beola, su principal característica: odio al PNV. Ella fue una gran aliada de Odón Elorza cuando fue alcalde.
Esas son las aportaciones de Aralar a Sortu. Y luego dicen que son los moderados.
Nada nuevo por otra parte.
Caustico por otra parte nos decía:
Hay políticos y políticas que sólo saben desarrollar su trabajo entre inmundicias. Con todos sus errores, el Gobierno Vasco tiene la «suerte» de contar con una oposición tercermundista y eso no es bueno.
En la Comunidad Autónoma de Madrid fallecieron muy desatendidos más de 7.000 ancianos de las residencias bajo supervisión pepera durante la primera ola y para más sonrojo había un pacto entre residencias y funerarias para captar clientes entre las familias de los ancianos.
Y ahí están los de la IA compartiendo condenas con el partido corrupto. La verdad es que dan grima.
Aquí SORTU hace pie para trepar sobre dos fantoches patéticos que ya fueron sancionados por unas puñeteras vacunas.
Eso es falta de ideas, de ética y de sentido común.
Rafa Aguirre:
Como bien sabes Iñaki, nos esperan un par de años duros, broncos, sucios, etc, por parte de la nueva y refundada izquierda abertzale; es decir: SORTU, ELA y LAB. Objetivo: combatir al PNV con todo tipo de argumentos, cuanto más falsos mejor. Un alimento perfecto para sus hambrientos jóvenes militantes de ERNAI, que piden gasolina para atacar batzokis y mobiliario urbano a discreción. Arnaldo Otegi sabe perfectamente que se jubilará de la política sin poder cumplir los objetivos que vende, pues el tapón sociológico del nacionalismo vasco democrático es lo suficientemente amplio como para ello. A Arnaldo Otegi sólo le queda transitar el mismo camino que en su día hizo Mario Onaindia. Tiempo al tiempo.
Joseba:
El tema de las vacunas y Santa marina trasciende por el hecho de que las vacunas en aquel entonces llegaban tarde y a cuentagotas.
Esos mismos hechos ahora no habrían tenido la más mínima trascendencia porque la vacunación ahora va a toda castaña. Y que se vacune uno u otro en el orden que no corresponde no tendría importancia. Ni habría sido motivo de dimisiones ni de dimites y diretes.
Pero la oposición batasuna tiene que agarrarse a cualquier clavo ardiendo ante la falta de motivos políticos para socavar al gobierno nacionalista.
Este año se cumplen cincuenta de la desaparición de quien fuera vicepresidente del Gobierno Vasco en el exilio, Joseba Rezola Arratibel, natural de Ordizia y brazo derecho en la guerra del Lehendakari Agirre como Secretario de Defensa. Rezola era una magnífica persona, un buscador de acuerdos, un líder que escuchaba más que hablaba, un cristiano consecuente, un tipo generoso que cedió su puesto en el avión “Negus”, que le iba a sacar de Laredo, lo que le ocasionó su condena a muerte por “auxilio a la rebelión”. Un gigantón de casi 1:90, espaldas anchas, sonrisa franca que quedó hecho una piltrafa, reumatismo deformante, tras las diversas cárceles, las enfermedades adquiridas en ellas como consecuencia del trato inhumano, la avitaminosis, falta de higiene, la sarna, los piojos y una sanidad truculenta así como el hacinamiento en celdas minúsculas. Un patriota cuya mayor pérdida fue la de su niña Maiteder con dos meses de edad, estando él en Santoña y Aurora su mujer, refugiada en Cambó. ”Cuando le condenaron a muerte escuchó la sentencia inmutable. Cuando le dijeron que su hija había fallecido, de forma inconsolable. Hace falta vivir eso para entenderlo” contaba un burukide amigo
El periodista inglés George Steer, corresponsal del Times, lo describió así en “El Árbol de Gernika”: «Su figura alargada, sus ojos azules inflexibles, su voz firme, quedarán impresas para siempre en mi sentido de la historia. ¡Cuántas veces me senté a su lado en la comida o en la cena del Carlton y charlamos con toda franqueza de cada retirada, de cada reacción por nuestra parte!. Su sereno estudio de Napoleón en la postrera noche de la defensa de Bilbao, la indolente y medio desconcertante risa que brotó de su boca impasible la noche que regresó con su botín italiano. ¿Cómo podíamos olvidarlas?. Rezola era una roca de bronce. Un hombre indomable que desconocía el miedo. Era el prototipo de la fraternidad, el tesón, la serenidad y el humanitarismo al cual en el subconsciente se parecen todos los vascos».
Conviene pues recordarlo si no queremos que la cadena se rompa. Él lo tenía claro hacia los demás. Llegó a escribir: “No podemos dejarlos en el olvido. Son un ejemplo y un símbolo. Nuestros jóvenes no tienen que buscar fuera héroes para posters o afiches, los tienen en casa, en su familia tal vez. Tan valientes, tan inconformistas, tan rebeldes, tan sacrificados, tan idealistas, tan disciplinados como para morir en las trincheras de nuestros montes o ante el pelotón de ejecución».
El Lehendakari Ardanza y Xabier Arzalluz colocaron en la casa donde nació en Ordizia una placa en su recuerdo. Ojalá este aniversario redondo se haga algo.
Nos olvidamos demasiado pronto de los muertos, por eso creemos que es oportuno y necesario el refrescar la memoria recordando a uno de los hombres de historial más brillante en la lucha por la libertad de Euzkadi.
Gipuzkoano, abogado, nacido en Ordizia, fue desde su juventud un militante y dirigente destacado del EAJ-PNV. Dejó su huella en el Secretariado del Gipuzko Buru Batzar así como en dicho Consejo Regional y en el E.B.B. Pero su entrega total fue el 18 de Julio de 1936. Estuvo presente desde el primer día en la Junta de Defensa de Gipuzkoa, en la Comisaría de Guerra, tomando una parte activa y decisiva en el rendimiento de los Cuarteles de Loyola. De ahí parte una entrega total a la causa de Euzkadi y de su libertad, sin contrapartida de ningún género, sacrificando su vida familiar al cumplimiento de lo que consideró como su deber primordial.
Constituido el Gobierno de Euzkadi, el Lehendakari Aguirre le encarga de la Secretaría General de Defensa, Consejería que ocupaba el mismo Lehendakari, pero que, por las circunstancias de la guerra, era la más importante del Gobierno. Sería muy largo enumerar la brillante actuación de Rezola en este puesto tan importante. AI caer el Ejército Vasco prisionero en Santoña, era Rezola la figura más destacada del Gobierno de Euzkadi en manos del enemigo. Rezola se quedó con sus gudaris, consciente de su responsabilidad y del riesgo que ello suponía para su vida. Tuvo un gesto, poco corriente en esos momentos tan difíciles, de ceder su puesto en el último avión que salía de Santander a uno de sus compañeros en las labores del Gobierno.
Después de pasar varios años en los presidios de Franco, es puesto en libertad, pero se le prohíbe vivir en Euzkadi. Se traslada a Madrid y organiza, inmediatamente, la Resistencia Vasca. De Rezola puede decirse con verdad, que, con Ajuriaguerra, es el símbolo de la Resistencia. Ocupa el puesto de primer Presidente de la Junta de Resistencia y Consejo Delegado del Gobierno Vasco, organismo que agrupaba a los partidos políticos y organizaciones sindicales que colaboraban con el Gobierno en el exilio.
Tras conocer los calabozos de la Dirección General de Seguridad y la cárcel de Carabanchel, consigue evadirse de la Guardia Civil en la estación de Donostia, donde le conducían para inculparle en las actividades de la Resistencia. Después de estar escondido unos días, consigue atravesar la «muga» en circunstancias de película. A pesar de todo Rezola sigue siendo el hombre de la Resistencia, como lo prueban los numerosos viajes clandestinos a Euzkadi Sur para reforzar la organización, animar y dar ejemplo a aquellos patriotas que en aquellos años tan difíciles de represión supieron mantener viva la llama para pasar el testigo, aunque no pudo ver la eclosión de libertad tras la muerte del dictador.
En el exilio su actuación fue también, de entrega total. Consciente de la importancia de la propaganda, más aún en aquellos años de obligado silencio y de deformación total. Fue el impulsor y realizador de Euzkadi’ko irratia -Radio Euzkadi-, siendo su gran preocupación el paso de la propaganda, prensa, hojas, etc., con la preciosa colaboración de los gudaris que viviendo en la «muga» organizaron los pasos, con el riesgo que entonces suponían estas actividades. Fueron años de una actividad muy intensa, brillante, que tiene más valor porque fue callada y que no solo se quedó en eso pues Rezola lo coordinaba casi todo.
A la muerte de Xabier de Landaburu, fue designado para representar al Partido Nacionalista Vasco en el Gobierno de Euzkadi, en calidad de Vicepresidente del mismo. Su eficacia con Leizaola presionando para que el juicio de Burgos fuera a puerta abierta salvó la vida de los encausados.
Tuve el honor de trabajar con él tres años, él en Donibane y yo en Caracas. El usaba el alias de Imaz y yo el de Ignacio Romero. Tengo la vivencia de una noche invernal en su cuarto de estar lleno de papeles y el recuerdo de sus ojos azules brillantes como brasas en un cuerpo golpeado por la enfermedad que superaba con su vitalidad, la claridad de sus ideas y su liderazgo positivo. Todo un tipo que deja huella.
Fue el alma de la Txalupa (Radio Euzkadi clandestina) que transmitía desde Venezuela. Sus cartas informativas tenían de todo. Partes de escucha, anuncios de actos, juicios sobre hechos, muchas noticias de todo tipo y darnos mucho ánimo en nuestro trabajo. En 1971 iba a estar con él en su casita de la Rue Sopite en Donibane, después de la Nochebuena, pero falleció el 17. El mundo se nos cayó encima. El motor de la Txalupa, de la Cuarta Rueda de la Resistencia como nos llamaba había entrado en el silencio. Fue muy duro recomponerlo todo sin su autoridad y sobre todo sin nadie que tuviera tanta fe en la comunicación. A los días fui a su entierro. Los gudaris emocionados portaban el féretro de su jefe. En el cementerio, el Lehendakari Leizaola dirigió unas sentidas palabras y leyó una poesía que había escrito. Terminado el acto se la pedí. La editamos en el Gudari que hicimos con este título: ”El héroe Humilde. Gudari de Gudaris”. Aquella poesía que guardé como oro en paño se la entregué el jueves a la presidenta de la Fundación Mireia Zarate en la conferencia que tuvimos sobre Rezola.
Itarko lo definió muy bien. ”Fue un gran resistente, uno de los más responsables, sin gestos, sin dramatizar, suavemente, tranquilamente, entusiastamente”. Lo dicho. Una roca de bronce. Un jelkide.
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