Cuatro comentarios sobre la huelga en marcha contra el Gobierno Vasco

Jueves 14 de enero de 2021

Nadie pone en cuestión el derecho a la huelga consagrado en todos los textos legales y sin que sea explicable el avance de los trabajadores en el reconocimiento de sus derechos. Para eso están los sindicatos. Pero la actual ELA, nacida del impulso del PNV en 1911, nada tiene que ver con su origen. ELA son tres palabras mágicas hurtadas a la historia para convertirse tan solo en un ariete contra el ejecutivo, el empresariado y todo lo que se mueva. Sin haber agotado  ni emprendido ningún tipo de diálogo ya están organizando una huelga general en el sector público a cuenta de los interinos. Una buena causa que en sus manos tiene toda la pinta de malograrse por su sectarismo y porque la cúpula de ELA solo actúa en función de la confrontación. Lo dijeron cuando anunciaron la “primavera roja” y  lo anunció Lakuntza cuando llegó y  resumió su programa en la huelga por la huelga, lo hicieron cuando denunciaron al gobierno ante los Tribunales. No me invento nada.

A continuación publico cuatro reflexiones que me han llegado  ya que cada una de ellas tiene su miga. Y son de trabajadores.

Marlon:

Iñaki, esto es lo que hay. Desgraciadamente hemos llegado a un punto en el que los sindicatos y, en nuestro país ELA, no son más que un punto de encuentro para los funcionarios públicos. La realidad es sabida por todos, si algo sale mal la culpa es del empresario y del Gobierno Vasco .

Tenemos cientos de ejemplos: accidente de un trabajador, aunque haya una negligencia por parte del mismo, siempre culpa de la empresa; residencia con decenas de infectados por Covid, culpa del GV, aunque no sea una residencia pública y todos los indicios nos dicen que lo más probable es que sea a consecuencia de la negligencia de algún trabajador.No siempre,pero también puede ocurrir. Yo, que soy un trabajador sanitario de la empresa pública, puedo decir que estoy hasta los mismos de los montajes mediáticos de ELA y sus amigos . Es un sindicato que se ha aprovechado de su buena imagen histórica porque no se le ha vinculado generalmente a la IA, a diferencia de LAB, lo que ha facilitado que muchos trabajadores se hayan afiliado con toda su buena voluntad, incluidos trabajadores de la Ertzaintza, pero que tarde o temprano lo terminará pagando.

N.B: El que sea mayoritario en Osakidetza no me quita la razón y no estoy diciendo que ELA y LAB sean lo mismo, creo que es precisamente LAB el sindicato que está sufriendo las consecuencias del desvarío de ELA, porque se le escapan muchos militantes. Por otro lado, todo el mundo conoce las causas de la escisión de ELA Ertzaintza.

Por último decirte que no estoy afiliado a ningún sindicato, ni profesional ni de clase, y aunque no lo creas, tampoco al PNV.

Simplemente considero que tenemos el mejor Gobierno que podíamos tener en nuestro país.

AJ:

ELA ha dicho durante años a los interinos que, bueno, suficiente han tenido con tener un trabajo tanto tiempo y que, si después de llevar la administración durante décadas se ven en la calle sin una puñetera indemnización y fuera del mercado del trabajo por tener más de cincuenta años son cosas que pasan.

Ahora que una plataforma de interinos les comió la tostada en los servicios generales y que el TJUE aprieta con la necesidad de una sanción a pasarse con la temporalidad (exactamente igual que en el sector privado…), pues vienen con esas.

Pero tampoco nos equivoquemos. Es paripé. El plan de ELA no es presentar un plan de consolidación, porque sus jefes  de EHB ya han dejado claro que no asumen uno bien concreto que les han puesto sobre la mesa. El plan de ELA es el de hacer ruido como siempre y, si eso, una vez destituidos los interinos a paladas, solicitar indemnizaciones. Si no funciona, pues ya han limpiado su imagen intentándolo y la injusta  judicatura española no les ha dado la razón. Si funciona, la indemnización la ponemos entre todos. Es un plan redondo.

Rafa Aguirre:

Cuba, Nicaragua, Venezuela…; son las referencias principales de los ideólogos y líderes de los sindicatos ELA y LAB. Sindicatos-empresa. ¡Fuera máscaras! Empresas sindicales en las que su principal materia prima es el funcionariado. La mayoría de los líderes sindicales o líderes sectoriales  de éstos sindicatos han pasado por un «tajo»; usan las leyes para su beneficio y desarrollo. Al igual que en la política (no nos engañemos) viven muy holgadamente a cuenta del sistema que dicen querer cambiar. Una vez más… ¡Fuera máscaras! Aquí y allí, los que arriesgan son los empresarios, los inquietos e inquietas, emprendedores; y cuando alguien de ellos fracasan…, se/los convertimos en apestados. Empresarios-empleadores. Ya vale… ¡Fuera máscaras!

Martín Lasa:

No al progreso, no a la modernidad, no al futuro.

No al Metro, no al Guggenheim, no al TAV.

Hablamos de la inexistencia de políticas abertzales en Bildu y su mundo en la práctica real. Hablamos del mejor aliado que han encontrado durante tantos años los amantes de la sacrosanta unidad española, fervientes defensores de que no cambie nada. Un amigo con mayúsculas, que si no existiera, se darían con un canto en los dientes para tenerlo. Un auténtico chollo  Bildu para España, enfrascado en su revolución permanente que consiste únicamente en poner palos en las ruedas de nuestro futuro, una y otra vez.

En absoluto hablamos de Sabino Arana. Todo lo contrario. No hablamos del hombre que soportó todo en su vida para defender la patria de los vascos y prender la llama que iluminó nuestro futuro. En absoluto hablamos de un coloso que nació en una época en la que las mujeres tenían prohibido su derecho al voto y en la que era legal la esclavitud en las tierras dominadas por España. Los españoles olvidan con frecuencia los datos de aquella época y tratan de vilipendiarle, regocijándose en la pura ignorancia.

Lo dice alguien que jamás ha ostentado cargo alguno en el Partido Nacionalista Vasco, ni interno, ni externo ni como independiente y que jamás ha trabajado en el sector público, sino en la empresa privada.

Alguien, que fue abandonado por un sindicato aspirante a político cuando la empresa en la que trabajaba tuvo que cerrar, con el suficiente sentido común para ser capaz de ver que en la alternativa al Partido Nacionalista Vasco, no hay nada. Desgraciadamente para nuestro País, no hay nada de nada.

Ante la anunciada huelga de ELA para febrero

Miércoles 13 de enero de 2021

En tiempos de desconcierto producto de algo tan desconocido y poco usual como una  pandemia con muertos y  alerta sanitaria, de escasez económica, es tan malo la existencia de tiburones económicos que quieran enriquecerse aprovechando el mal ajeno como poner en cuestión todo lo existente sin tener en cuenta el contexto. Y me refiero al anuncio de huelga en todo el sector  público vasco por parte de ELA para finales  de febrero. Al parecer este dato de la existencia de un virus que mata, les trae al pairo. Lo importante son sus reivindicaciones, que pueden ser muy importantes y necesarias pero me imagino que antes deberían agotar algo imprescindible en una sociedad civilizada como es la negociación.

Sin dejar de respetar el derecho a la huelga como un instrumento reconocido   pese a sus anacronismos, sus piquetes violentos y sus errores, las organizaciones sindicales han hecho posible que los trabajadores disfruten  de unas condiciones laborales que han dignificado a la persona  como tal y le han permitido desarrollarse y contribuir al propio avance de la sociedad .

Pero no es hoy el caso de ELA. No es un sindicato en la actualidad de compromiso, negociación y defensa de los intereses de los trabajadores y del bienestar general sino tan solo de confrontación y muchas veces de la confrontación por la confrontación. Acuerdos sobre los Ertes logrados en Madrid  entre sindicatos, patronal y gobierno serían imposibles aquí.

ELA nació en 1913 del seno del PNV, pero hoy de aquella ELA no queda nada. Vaciaron su contenido y se quedaron el nombre histórico algo que confunde al personal. Deberían llamarse Sindicato Revolucionario de las Tierras Vascas SRTV. Sería más expresivo, porque hoy ELA es  la correa de transmisión de Bildu para quien la mejor política es la de la tierra quemada. El todo o la nada.

El asunto no es privativo de ELA sino está encuadrado en la negativa de Bildu en  pactar unos presupuestos sociales que curiosamente aprueba en Madrid y en Navarra y en su meta de “desalojar” al PNV de todo. No hay que engañarse. Ante esta realidad fácilmente constatable Martin Lasa analizaba esta filosofía cainita de la siguiente manera:

“Es importante que Bildu siga en sus trece. Es importante, porque mientras continúe con su negativa al futuro y se siga aislando en su burbuja, ésta será cada vez más pequeña y habrá más gente que le siga abandonando en su marginalidad.

La realidad es que Bildu en sus diversas denominaciones, jamás ha llevado a la práctica política abertzale. Política abertzale publicitada, en palabras vacías una y otra vez y abandonada completamente en la práctica, en un bucle infinito de dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.

Pero el tiempo, juez definitivo al final, pone las cosas en su sitio. Pasados los años, es complicado encontrar algún logro en la autodenominada izquierda abertzale que haya conseguido algo positivo para este País. Muertos, cárcel y exilio, no cuentan.

No al progreso, no a la modernidad, no al futuro.

Cuando el futuro les ha arrastrado, han pasado a defender lo que antes repudiaban, desde el ir a Madrid a hacer política, hasta colocar la bandera española en los ayuntamientos.

Si hubieran acertado en su diagnóstico con su matraca de PNV español, por haber ido al Congreso y Senado en Madrid y por haber colocado una bandera impuesta y no deseada, ahora evidentemente Bildu sería español de los de pura cepa.
Contradicciones evidentes en quienes no consiguen nada de nada. Ni tan siquiera vaciar las cárceles, su objetivo prioritario desde hace no se sabe ni cuantos años.

Lo que si está claro que es Bildu es una negación de lo posible y de lo positivo. Un intento de meter a este Pueblo en experimentos de revoluciones trasnochadas de hace más de 100 años para vivir sin prensa, sin partidos, sin sindicatos y guardando colas, con empleos abundantes en camisas pardas y policía política.

No les veo yo mucho futuro a estos bolcheviques de salón, encerrados en su burbuja del no y alejándose de su Pueblo con aceleración constante en busca de que todos vivamos mucho peor.”

Azpiazu, Vox y Bernard Henry Levi

Martes 12 de enero de 2021

Se reunió el Consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco Pedro Azpiazu  con la parlamentaria, única, de Vox Amaya Martínez que no olvidemos está en el Parlamento porque le han votado, poco, pero le han votado los ciudadanos vascos y la democracia tiene su liturgia que es el gobierno de la mayoría con respeto a las minorías y Vox, nos guste o no (no nos gusta) ha irrumpido con representación parlamentaria en esta legislatura.

Vox existe con su ideología tóxica y ante ella y como en Alemania y Francia, todos los partidos en el Parlamento no pactan nada con esta opción de extrema derecha, buena lección para el PP y Ciudadanos en Madrid y en Andalucía que gobiernan en su Comunidad gracias a Vox.

Azpiazu sabía de sobra que en dicha reunión no se iba a llegar a acuerdo alguno y la prueba es que nada más terminar la misma Vox anunció la primera enmienda a la totalidad a los presupuestos. ¡Faltaría más!. El notición hubiera sido lo contrario. Vox está en contra del estado autonómico, del euskera, de todo lo que sea autogobierno y convivencia, pero la institución gobierno vasco debía recibir y escuchar a la representante de este disolvente partido. Y Azpiazu lo hizo.

He recuperado una reflexión del escritor y filósofo  francés Bernard Henry Levi que en su día me pareció acertada. Desde el análisis de la política francesa vio el auge de la extrema derecha en su país y su peligro  de esta aguda manera:

“¿Por qué no es una buena idea la ilegalización del Frente Nacional? Porque, a fin de cuentas, el negocio del Frente no es ni la inmigración, ni la inseguridad, ni siquiera la desigualdad entre las razas. Por encima de todo esto y más allá de estas temáticas localistas, su aberrante pretensión es ser el único partido que se atreve a decir la verdad sobre éstas y otras cuestiones. En resumidas cuentas. Le Pen viene a decir lo siguiente: «Hay tabúes, zonas de silencio y de misterio en nuestra socie­dad. Hay problemas que hay que evitar plantear so pena de sentarse en el banquillo de los acu­sados del sistema. Pues bien, yo los planteo estos problemas. Yo rompo la ley del silencio. Y por eso, los guardianes del sistema intentan censurarme, diabolizarme e ilegalizarme por todos los medios». El razonamiento es simplista, pero, desgraciadamente, eficaz, ilegalizando su partido, automáticamente le estaríamos refor­zando, porque se acreditaría su argumento cen­tral: el de ser una persona que habla claro y sin pelos en la lengua y, por lo tanto, el de ser un ciudadano peligroso para los bien-pensantes, ¿Ilegalizar a Le Pen? La tentación es fortísima, pero hay que rechazarla. Caer en ella seria ofrecerle en bandeja el ejemplo mismo de su fantasma. Sería tanto como darle abier­tamente la razón.

Mi otro temor es que si por casualidad volviésemos a hacer lo mismo, si ilegalizásemos a un partido sin por ello disolver ni a sus militantes ni a sus electores, en definitiva si sacásemos todas las consecuencias del hecho de que Jean-Marie Le Pen es, en efecto, el dirigente de una liga anti­democrática y fascista, estaríamos corriendo el riesgo de repetir la historia. Combatir a Le Pen sin tregua ni descanso, claro que sí. Pero sin recurrir a la guerra civil. Cerrarle las puertas del Parlamento, ¿por qué no? Pero sin abrirle las de la calle. Ahí reside el peligro y me gustaría estar seguro de que todo el mundo toma buena nota de él.”