Martes 22 de agosto de 2017
Euzkadi necesita una Izquierda Abertzale seria, ética, democrática, valiente. La que tenemos no lo es en la actualidad .Está Bildu que tiene en su seno un Urizar callado frente a todos los desmanes habidos y por haber de gentes que solo tienen derechos, como Ernai y un sector de Sortu que debería estar en un manicomio.
Lo de Hontzak no es una anécdota. La IA los apoya. Y hace suya esa bandera como la de ir contra el turismo. Dicen con toda su cara que eso es “libertad de expresión” y que no se pongan límites a la sátira y al humor. Si, como el Concejal Zapata y los judíos en su cenicero o las piezas de repuesto de Irene Villa en el cementerio de Alkasser. Si esto es sátira y humor, que venga Stalin y lo vea y se ría.
Veríamos si se le ocurriera a alguien montar una txozna riéndose de los presos vascos y jugando con su logotipo, nos hicieran una gracieta y diciendo por un altavoz que se pudran en la cárcel. La violencia de respuesta estaba asegurada.
Eso para ellos ¿sería libertad de expresión?.
O imagínense que en la txozna de al lado pusieran a los jugadores del Athletic con una petición para que este equipo jugara en segunda y o perdiera su identidad. O que en la siguiente Txozna alguien se mofara y dijera que habría que abrir Garoña y pidiera firmas de apoyo. O que pidieran para cualquier dirigente de Hontzak la pena de muerte. O que pidiesen la ilegalización de Sortu.O que el búho de Hontzak se lo comiera con patatas Juan Carlos de Borbón.
Pondría cientos de ejemplos de lo que para ellos es “libertad de expresión” que no es otra cosa que libertad de insulto con la peor intención de humillar, denigrar, ofender, reise del mal ajeno o meterle el dedo en el ojo a alguien solo por el placer de hacerlo.
Por cierto, todo ésto está tipificado en el Código Penal porque hiere sentimientos y genera violencia y una sociedad sana no puede permitir que cuatro descerebrados y miles de apoyadores pudran la convivencia. No solo ellos tienen derechos.
¿No habíamos quedado que la Izquierda Abertzale había dejado de apoyar la violencia?. Parece que no. Con estos actos siguen sembrando la semilla del diablo.
A este mundo le importa un pito que la gente normal se ofenda, pero por si acaso no se meten con Mahoma. Sin embargo este mundo del griterío más cutre y kalimotxero con olor a orín se permiten ofender a una población que mayoritariamente se declara católica y se creen con derecho de mofarse de un crucificado, que además predica la paz y el perdón, y la titulan como la Charcutería Vaticano. Pero ellos lo pueden hacer porque son progres, insultones sin consecuencias, quieren tener la libertad absoluta del bufón y están contra todo poder insitituído, hasta que, Dios no lo quiera, llegaran al poder como en Venezuela y lo destruyeran todo. Porque esta gente solo sabe destruir, nunca construir nada serio.
Tenemos pues la Izquierda Abertzale más cutre, más insolidaria, más repugnante, porque esto no es política, es marginalidad en estado puro y un foco gratuito generador de violencia.
Una Izquierda Abertzale seria y con fuste plantea sus reivindicaciones en el Parlamento y usa la palabra para intentar convencer a su adversario, pero se les nota demasiado a las claras el pelo de una dehesa que durante cuarenta años aplaudió que se matara a la gente. Entiendo que pasar de matar y, aplaudir que se matara a respetar, no se hace en un día, pero sus dirigentes deberían tener una mínima capacidad pedagógica para decir a todo ese mundo de las comparsas, de Hontza, de Ernai que si todos hicieran lo mismo no habría convivencia en paz, ni respeto alguno. Sería la ley de la Selva, que al parecer es lo que buscan.
¿Es ese su programa de gobierno en un espacio en el que se han quedado sin banderas?.
Pues vamos mal señores.
Nota: Artículo 525 del código penal.
1.- Incurrirán en la pena de multa de 8 a 12 meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican.