Un relato olvidado: Nervacero, HB y Leizaola

Lunes 4 de junio de 2018

Pocos saben que el estatuto catalán, una vez aprobado, se rubricó en la Diputación de Gipuzkoa en 1932. Hacían honor al Pacto de San Sebastian, dos años antes, y a dicha firma viajó desde Madrid el Presidente de la República Niceto Alcalá Zamora así como los líderes republicanos y nacionalistas, entre ellos el donostiarra Leizaola que era diputado y que cuando vio en el balcón la bandera republicana y la catalana, pero no la vasca, consiguió una inmensa ikurriña y salió al balcón enarbolándola entre el aplauso enfervorizado de los que abajo seguían la ceremonia.

En tiempos de González de Txabarri como Diputado General, le encargaron al escultor azkoitiarra Sebas Larrañaga, el autor de la estatua de Sabino Arana sita en Albia que esculpiera una escultura dedicada al segundo lehendakari de Euzkadi y antiguo secretario de la Diputación. La escultura se hacía, como en Bilbao con Aguirre, para colocarla a pie de calle mirando al mar ya que Leizaola decía que la política era como el mar en su movimiento inestable siendo difícil pisar tierra firme. Parece ser que al alcalde Odón Elorza no le gustó aquella iniciativa para ser colocada en la Zurriola y la obra quedó dentro de la Diputación en la antesala al despacho del Diputado General, pero su lugar era fuera, nunca encerrada y para ser vista solo por minorías.

Traigo a colación este hecho al recordar al ex Lehendakari Leizaola enfrentándose con argumentos a los obreros de Nervacero en la Diputación de Bizkaia, cuando allí funcionaba el Parlamento Vasco al cumplirse este mes el 38 aniversario de aquel esperpéntico y grave suceso. Y es que creo que no podemos ir olvidando pasajes de lo ocurrido, porque al final todo este mundo que apoyó la violencia va a terminar recibiendo el Premio Nobel de la Paz y a los que apostamos inmediatamente por la convivencia y las instituciones se nos va a decir que rompimos nuestra “palabra de vasco” argumento utilizado estos días contra el PNV sin el menor sonrojo.

El año 1980 fue un año clave y terrible. Elegimos el segundo gobierno vasco de nuestra historia, nos ausentamos de las Cortes a cuenta del bloqueo al estatuto y el concierto, ETA mató a una persona cada tres días, el partido del gobierno español (UCD) se desangraba en peleas diarias, los militares incubaban el golpe de estado, y los obreros de Nervacero invadían el Parlamento Vasco que funcionaba en la sala de juntas de la Diputación de Bizkaia. Demasiado para un bebé recién nacido.

Estábamos los parlamentarios en nuestros pupitres cuando la irrupción imprevista y violenta en el Pleno de varios cientos de tra­bajadores de Nervacero que, visible­mente alterados y profiriendo insultos: «¡Fascistas!», “¡Cabrones!», a miembros del Gobierno Vasco y parlamentarios vascos, dio lugar, el 26 de junio de 1980, a graves incidentes.

Eso originó la escena sicodélica de la llegada de cuatro números de la policía (no existía la Ertzaintza) que, en persecución a los trabajadores de Nervacero irrumpieron a porrazos en el recinto donde estábamos a punto de iniciar el Pleno, produciendo una gran tensión. Parte de los trabajadores habían tomado ya posiciones sobre las mesas y habían alcanzado la tribuna, en la que se situaba la mesa del Parlamento, cuando los miembros de las FOP (un cabo y tres números) actuaron violentamente arrastrando hacia fuera de la sala a los trabajadores que quedaban a su alcance, produ­ciéndose enfrentamientos que dieron lugar a varios heridos de diversa consideración.

Inmediatamente la Mesa del Parlamento exigió a los números que abandonaran el recinto, cosa que hicieron, mientras en las proximidades de la Diputación montaba vigilancia una importante dotación en una decena de furgonetas. La primera interpelación de los trabajadores, muy alterados y sin que se distinguiese ningún portavoz, fue exigir que se fuera la policía de las inmediaciones del palacio. Se había producido ya un notable desorden en la sala y los trabajadores, subidos a las mesas, increpaban incesantemente al Parlamento y al Gobierno Vasco.

Los trabajadores continuaban pi­diendo a gritos que el Gobierno Vasco hi­ciese la gestión de que se fueran las FOP. Un grupo acompañó al recién elegido Lehendakari Garaikoetxea hasta la calle (momento antes en tono amenazador nos habían dicho ¡de aquí no sale nadie!) donde el lehendakari, parlamentó con el mando de la dotación solicitándole que se marcha­ra y mientras varios parlamentarios hablaban con la policía Garaikoetxea, dirigiéndose a los trabajadores en la sala de sesiones del Parlamento, declaró que era evidente que la comunidad autónoma no tenía competencias y, si el propio presidente del Go­bierno vasco no podía ordenar la reti­rada de las FOP, era evidente que todavía las decisiones no estaban en sus manos.

Los trabajadores de Nervacero, a través de varias intervenciones, exigieron explicaciones de García Egocheaga y Mario Fernández, los dos directamente implicados en las negociaciones en el conflicto de Nervacero. El consejero de Industria, entre in­sultos e improperios, inició su explicación del proceso. Recordó las ges­tiones en el mes de marzo para conseguir los 1.100 millones necesarios para llevar a cabo un plan de viabili­dad y la presentación de la necesaria documentación para obtener el cré­dito del Banco de Crédito Industrial. Aludió a las irregularidades halladas en los procesos administrativos de la empresa, lo que dio lugar a retrasos en la solución.

Nuevamente los trabajadores, que seguían en pie sobre las mesas del Parlamento, insultaron a García Egocheaga, llamándole mentiroso y gritando: “¡Estamos hasta los cojones de que los políticos vivan de puta madre a nuestra costa y encima nos engañen constantemente”.

Los trabajadores empezaron a poner condiciones para salir de la sala y “permitir que se reuniera el Parlamento y resolviera su problema» y mientras una comisión de la empresa vigilaba el desarrollo de la sesión.

En esa clima tomó la palabra Jesús María de Leizaola – interrumpido en varias ocasiones por los improperios de los presentes, que no reconocieron al tantos años lehendakari – para recordar los difíciles momentos de la anteguerra, en los que fueron precisos muchos sacrificios para sobrevivir, lo mismo que en las etapas posteriores. “Por mi edad debería haberme retirado, pero si algo me impulsó a seguir en la brecha, fueron precisamente los graves problemas de la crisis y el paro. Os digo ahora: el Parlamento vasco no puede deliberar en estas condiciones; tiene que adoptar los acuerdos con libertad”. Recordó que precisamente uno de los primeros puntos del orden del día del abortado Pleno era relativo al empleo, y que lo más grave en democracia era interrumpir la labor de un parlamento que siempre debe deliberar sin coacciones de absolutamente nadie.

Lo más ignominioso de aquella tarde aciaga fue la llegada de representantes de HB y EMK que, como buitres carroñeros, ya que no acudían al parlamento, hicieron su valoración de la situación. Los grupos que, habitualmente desarrollábamos la política parlamentaria mostramos nuestro desa­grado por la irrupción de aquellos antisistema y de la interpretación que los mencionados grupos intentaban hacer de los hechos. Los trabajadores les dieron la palabra pero también tuvieron que oir que nunca les habían interesado los problemas de Nervacero ni iban a colaborar en la solución de su situación.

Eran ya casi las diez de la noche y, mientras los trabajadores decidían en qué orden irían a la calle para comer bocadillos, el Gobierno se reunía con la Junta de Portavoces y con el Co­mité de Fábrica. Los partidos se reunían también, por su parte, tratando de salir de la difícil situación.

La profunda preocupación y amar­gura de la mayoría de los políticos era evidente. Mitxel Unzueta valoraba lo sucedido como un verdadero test al convencimiento democrático del pue­blo. «En el templo, en el que la única fuerza que debe imperar es la de los argumentos expresados con entera libertad, se produce una colisión de dos fuerzas que ejercen la coacción física».

Al final por agotamiento, por el llamamiento hecho por parte del PNV a su servicio de orden que rodeó la Diputación, y al temor a ser procesados el caso es que salimos de allí a las tres de la madrugada, incrédulos y entristecidos.

Fue todo de principio a fin un despropósito fruto de aquel año ochenta, de la incultura política, de la crisis, del no tener instrumentos el gobierno para abordar situaciones como las de Nervacero enconadas por dirigentes sindicales insolventes, y que dio lugar a una manifestación a los pocos días en defensa y apoyo de las instituciones vascas donde, como consecuencia de una patada, mataron al afiliado del PNV, Ramón Begoña.

Afortunadamente no se ha vuelto a repetir nada semejante quedándome de aquel día grabados en la retina la imagen de la irrupción de los dirigentes de HB Javier Onanidia y Jon Idigoras junto a Rosa Olivares, en plan destructivo y la dignidad del Lehendakari Leizaola recordando sus años de diputado durante la República dando una lección magistral a los presentes desde la autoridad de su magisterio ciudadano y democrático.

 

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Andrea Levy nos amenaza – En casa de un señor no elegido – Una bilbaína en la Moncloa – ¿Y de lo mío? – Con patatas

Domingo 3 de junio de 2018

Andrea Levy nos amenaza

Andrea Levy, dirigente del PP en Catalunya y parlamentaria catalana, así como cantante del himno de Marta Sánchez, nos amenaza con prescindir de las enmiendas aprobadas por el PP en los presupuestos en el Congreso, ahora que la ley está en el Senado y ellos tienen mayoría. Nos dice que hemos firmado la moción de censura contra Rajoy, cosa que no es verdad. La prueba es que no se supo nuestro voto sino hasta el final. Pero en su ignorancia nos amenaza con prescindir de los acuerdos porque ellos son gente seria. Demuestran que no lo son. El acuerdo del Grupo Vasco era con los Presupuestos no con la legislatura y nosotros cumplimos. Sin nuestros cinco votos, el PP no los hubiera aprobado en el Congreso. Y nosotros cumplimos largamente y eso nos costó una crítica de mil decibelios.

Están en su derecho de hacerlo pero enviarían un mensaje a los suyos del PP en Euzkadi horrible, como si no fueran vascos y tienen que pagar algún crimen que no es de ellos así como demostrarían su falta de estilo y machacarían a los que ya que habían hecho ilusiones y demostrarían que no son un partido vasco.

Que lo hagan.

En casa de un señor no elegido

Cuando uno va a la casa de alguien, el anfitrión te espera en la puerta y te lleva al salón. Eso ocurre con la gente normal. Pero este sábado vimos lo anormal como modelo pero también lo normal como algo lógico.

Me refiero a la toma de posesión de Pedro Sánchez en La Zarzuela. En lugar de ser el rey quien recibiera a los invitados, fueron los invitados quienes en su casa (pagada por todos) recibieron al monarca en el gran salón quien además llegó como si se hubiera tragado un palo de escoba para ser recibido por sus invitados. Se pone uno a pensar y estas cosas chocan ya que se les llena la boca diciendo que España tiene un régimen de monarquía parlamentaria y el presidente, elegido por el parlamento, no promete su cargo en el parlamento que sería lo lógico, sino en casa de un señor que nadie ha elegido.

Este sábado, vimos otra ceremonia, esta vez en Barcelona. Allí, a sala llena, ante los presidentes del Parlamento y del Govern, los nuevos Consellers prometieron su cargo en el Palau. Estaban los tres ex presidentes vivos, Maragall, Montilla y Mas, pues Puigdemont está en Berlín y Pujol, el gran rey del mambo, en su casa seguramente lo vería por la tele recordando sus 23 años al frente del invento. Pero la ceremonia tenía más fuste que la de La Zarzuela, con discurso de Torra, con el añadido de la pancarta en el balcón, como por aquí se puso algo parecido pidiendo la paz cuando ETA hacía de las suyas.

Me quedo con la ceremonia de Gernika. Al Lehendakari se le elige en el Parlamento Vasco y para la ceremonia oficial se va a otro parlamento, la sede de las Juntas Generales de Bizkaia en Gernika, y allí se procede a una ceremonia ante todo el parlamento vasco, familiares e invitados. Tiene todo más sentido. Yo, como Pedro Sánchez, cambiaba ese protocolo.

Una bilbaina

De Pozuelo de Alarcón, donde hasta ahora ha vivido Pedro Sánchez con su esposa Begoña Gómez Fernández, a La Moncloa. A Begoña se le notan las ganas a pesar de que dijo que no viviría en ese palacete. Nació en Bilbao, tiene 43 años, y el nombre bilbaíno por excelencia, aunque ha vivido muy poco en la Villa. Su origen está en Valderas (León) y se dedica a la captación de fondos para ONGs como socia directora de Task Force, dando clases en la Complutense sobre esta actividad. Tienen dos hijas, Ainhoa y Carlota y le encanta le digan que van a ser los Obama del PSOE. ¡Horror!

Prefiero la discreción de la esposa de Rajoy y del Lehendakari y que no importen el cargo de primera dama que es bastante machista. Que siga en lo suyo que verá como ahora se le abren todas las puertas.

¿Y de lo mío?.

Se le ve a Pablo Iglesias nervioso. ¿Qué hay de lo mío? parece decirle a Sánchez porque de hecho ya le ha dicho que él aporta 67 diputados a la estabilidad política. De entrada ha pedido RTVE y la agencia EFE. Tiene experiencia con Fort Apache y La Tuerka y una cosa es la neutralidad del Ente y otra que caiga en sus manos para que la convierta en la Sexta, colaboradora mediática habitual de Podemos con Farreras y Pastor. Yo creo que el único que podía ser ministro de ese grupo es el militar del Jemad en el ministerio de Defensa. Pero me da que lo van a seguir dejando chupando banquillo. Mientras sigan gritando “¡¡¡sí se puede!!! Y levantando el puño, ahuyentan al más pintado. ¿Aprenderán unos mínimos modales democráticos?. Lo malo es que la frase no es de Iglesias sino de Obama con su” Yes, we can” y lo malo por cursi es que Iglesias se cree el nuevo Obama de Vallecas, con dacha en Galapagar.

Por cierto Monedero ha tenido que pedir excusas por su insoportable machismo con Soraya Sáenz de Santamaría cuando le dijo aquello de que se alegraba se fueran. Monedero es un macarra y si eso lo hubiera hecho Rafa Hernando del PP con Irene Montero de Podemos teníamos montada la II Guerra Mundial. ¿Por qué las mujeres de izquierda no protestan contra este sujeto?. ¿Por qué esa doble vara de medir?.

Con patatas

Rajoy le dijo a sus opositores que muchas de las cosas que habían dicho se las iban a tener que comer con patatas. La maldita hemeroteca tiene frases para dar y tirar. Sánchez le describió a Torra como un nazi y en su día dijo de Pablo Iglesias que el populismo desemboca en el chavismo y, su mano derecha, Abalos expresó que con los independentistas que son desestabilizadores, ni a heredar. Ya ven. La política hace extraños compañeros de cama. Como los arrumakos al PNV diciendo que será socio preferente. Ya veremos.

Quien no está por la labor de reconocer nada es Federico Jiménez Losantos que ya ha bautizado al nuevo gobierno como el del Frente Popular. Y es que todo es muy raro. El candidato no era diputado, dirigía el segundo partido en la cámara no el primero, se gana por primera vez una moción de censura, no pacta programa alguno, le apoyan 25 partidos de cada padre y de cada madre, no tiene el control del senado, ni de la Mesa del Congreso, Bildu vota por primera vez a alguien que apoyó el 155, y encima le tienen a Odón Elorza haciendo amigos, levantando el puño y creyéndose Robert Redford. Todo como muy raro.

Bildu pierde la virginidad – Rajoy no estaba de parranda – Álvaro Lapuerta.

Sábado 2 de junio de 2018

Bonita foto, ¿verdad?. A mí los de la entonces HB me pusieron pringando reiteradas veces por fotos como éstas. Y es que no va a ir uno al Congreso con sus banderas. La ikurriña, la del Athletic, la de los abuelos, la del txoko. Pero esta gente acomplejada creía que eso era el nudo gordiano de la traición, hasta que les toca hacerlo a ellos. Y ahora lo hacen .Aciertan cuando rectifican.

Que yo sepa Madrid es España y lo normal es que ondee la bandera española, aunque no sea la republicana. Y esta señora, que le mandó el telegrama a Trump y que pretende ser la personificación del tarro de las esencias, tiene que pasar por estos tragos y hacer ejercicios de contorsionismo político para que se les vea como un partido más, y no como un movimiento liberador que baja del Gorbea puño en alto y cantimplora llena para conquistar el Palacio de Invierno.

La novedad ha sido que Bildu ha votado por primera vez en el Congreso en favor de un presidente del gobierno español y sin pedir nada. Ni acercamiento de presos, ni el derecho a decidir, ni el esclarecimiento del Gal. Los superpuros del mundo mundial se mancharon muy feamente el viernes y rompieron su virginidad. Dicen que por una causa mayor, aunque sus votos no eran necesarios. Sánchez salió elegido con 180 votos, y Bildu tiene dos, y la mayoría son 176. Pero es importante este dato. Lo que digo siempre: esta gente solo acierta cuando rectifica. Ya los traidores no somos solo nosotros. Bienvenidos al infierno.

Venga chicos!! a purificarse con un mitin de los de la IA y una manifa con pancarta. Y es que a pesar de todo, no se acerca el fin del mundo y lo que hizo Doña Marian lo hace hasta Maduro.

Rajoy no estaba de parranda

Don Mariano el jueves, tras la dura sesión de la mañana, se fue a un restaurant con los suyos. No estaba muerto, sino estaba de parranda. Las penas con patxaran, se llevan mejor, sin embargo, este sábado, Rajoy ha estado elegante. Hombre educado no nos ha mentado la madre por votar en contra de él como si lo hizo Rafa Hernando. Cuida las formas y este sábado estuvo en La Zarzuela viendo con incredulidad como aquel Pedro Sánchez que una semana antes le pasaba la mano por el lomo, y él le recibía en La Moncloa con una sonrisa de oreja a oreja, le quitaba la silla, el puesto, y la firma en el Boletín Oficial.

Ha visto como Sánchez prometía el cargo sin biblia ni crucifijo. La mano de Unzalu es alargada. Le quitó a Patxi el crucifijo de marfil de Besteiro en su despacho. Lo que me extraña de Sánchez es que si el hombre no cree en nada, haya quitado esos dos símbolos. Su primer acto no ha sido el de un tipo listo en momentos en los que necesita pacificar a la fiera. Empléate en el Valle de los Caídos, no en ésto. Pero allá él. Lo creí más sutil y más sensible a lo que representa la biblia y el crucifijo.

El cambio de tercio lo hizo también Ibarretxe en Gernika con Patxi López porque la democracia necesita estas liturgias que son buena pedagogía política a la hora de aceptar las reglas del juego, aunque te repateen, y lo enfatizo pues ni Arrimadas de Ciudadanos ni García Albiol del PP han estado hoy en la toma de posesión del nuevo gobierno catalán. No les gusta el aceite de ricino en vena y ver a los nuevos consellers prometiendo un cargo peligroso porque van a tener presupuestos y siguen con sus ideas diabólicas pero si es así y así lo piensan no te dediques a la política. Arrimadas que se dedique al diseño que dice que le gusta y Albiol al baloncesto, pues tiene altura para ello.

Le he oído a Arrimadas decir que no ha ido a la ceremonia en el Palau porque no tolera el lazo amarillo, como si fuera el virus de la ictericia, y de Albiol, el pobre, no sé nada. Sin Rajoy, ha bajado veinte centímetros de altura y debe andar como alma en pena. Este hombre en Catalunya tiene menos futuro que un vendedor de enciclopedias.

Las formas en democracia son el fondo, y salvo en Catalunya, la cosa ha ido bien, aunque no me gustaría saber lo que habrá estado pensando Don Mariano en relación con Sánchez y con el PNV. Gajes del oficio. Seguramente resucitará al tercer día. Al tiempo.

Álvaro Lapuerta

Ha fallecido en Madrid a los 90 años Álvaro Lapuerta. Descanse en paz. Era madrileño, abogado del estado, franquista y ex procurador en Cortes. Le conocí en el Congreso. Era diputado por la Rioja. Se sentaba en un escaño de la esquina del pasillo, de tal forma que los que subían a los escaños de arriba le saludaban con unción. Solo les faltaba besarle el anillo, como al Padrino y es que fue tesorero del PP entre Naseiro y Bárcenas y lo sabía todo. Desde Fraga a Aznar a quien conoció cuando el de bigote era inspector fiscal en Logroño.

Tenía la nariz de un boxeador de peso pesado y un hablar gangoso, pero no intervenía nunca. Le gustaban los vascos y no recuerdo por qué. Tenía una gabardina, tipo trinchera, como la del inspector Gadget y con él muere toda una época del PP y de la financiación de un partido acusado de corrupción hasta las cachas.

La aparente firmeza del árbol más rígido, es como todo lo durísimo, lo primero que se quiebra. Y la dureza del PP, comienza a agrietarse. Me hubiera encantado leer una biografía de Álvaro Lapuerta escrita por él mismo o por. Mario Puzo el escritor del Padrino que se perdió una buena historia.