¿Qué se esconde dentro de la caja única?

Domingo 6 de mayo de 2018

En las elecciones de octubre de 1990, José María Aznar, en Gasteiz y tras un aviso de bomba se atusó el bigote, puso cara de circunstancia y dijo: ”El Estatuto de Gernika, tanto el PP como su presidente, lo asume como propio, tanto como el PNV. El euskera, lo sentimos como lengua propia, tanto como el PNV. Los territorios históricos, los consideramos como propios, tanto como el PNV, pero no con exclusivismos como ellos. La bandera, la asumimos como propia, tanto como el PNV, aunque no para arrojársela a nadie a la cara. Y yo digo Euzkadi, pero que ellos digan España. Yo asumo el estatuto de Gernika, pero también asumo la Constitución”.

Aznar en ese momento apoyaba a su candidato Mayor Oreja y quería renovar la apolillada derecha española que con Fraga a la cabeza había dicho en Caracas que antes de que se enarbolara la ikurriña, había que pasar por encima de su cadáver y, en 1979, se había opuesto al estatuto de Gernika. Por eso quiso compararse con el PNV en su defensa de la vasquidad. El PP era como el PNV. Aplausos.

Aquello no fue más que hueca palabrería de mitin como cuando nos dijo que su máxima aspiración era que el” Guernica” de Picasso se trasladara la ciudad en la que nació su padre (Bilbao) y él sacarse una foto ante el cuadro y eso sería pasar la página de la guerra. O lo que dijo de que el estatuto era su estatuto, aunque no estuviera por la labor de cumplir esta ley orgánica refrendada por el pueblo el 25 de octubre de 1979.

Me recordó algo parecido el viaje de hace quince días del otrora poderoso Carlos Solchaga en la promoción de su libro. Este tafallés que fue nada menos que portavoz del PSE en el Congreso, cuando Ernest Lluch lo era por el PSC, y que anteriormente había sido miembro del Consejo General Vasco, acudió a la entrevista que le hizo Dani Álvarez en Radio Euskadi. Allí coincidí con él y tras los saludos de rigor le recordé como había sido quien había redactado el programa electoral del PSE en 1980 donde reivindicaban la transferencia de la Seguridad Social, de toda ella, pero cuando dio el salto a Madrid, dijo que aquella propuesta tenía fecha de caducidad. Arzalluz le contestó que su palabra valía menos que un yogur. Solchaga me sonrió malicioso y me dijo que del Concierto habláramos en voz baja pues todo el mundo lo desea. ”¡A que no!”, le repliqué.

En la política madrileña salvo que te lleves de un Eroski dos potes antiarrugas, los vascos solo hemos sido noticia trágica por ETA aunque de vez en cuando se acuerdan que existimos si nos necesitan. Tanto eres, tanto vales. O cuando, como Bildu, le manda un telegrama de felicitación a Donald Trump.

Sin embargo, ”los cinco asquerosos escaños de un partido nazi y racista fundado por un loco” según Losantos, hemos sido noticia estelar por haber demostrado saber hacer política con los pies en el suelo, la cabeza fría y lograr romper la barrera de silencio frente a la política espectáculo alrededor de la Sra. Cifuentes, de la Sra. Bescansa, del Sr. Ruiz Gallardón, y de todo ese continuo sainete madrileño, mientras se juzga el llamado caso Altsasu en una sala de la Audiencia Nacional con el escudo, la bandera de España y la fotografía del Rey presidiéndolo todo. Imagínense en Estados Unidos un juicio parecido con la foto de Trump en el frontispicio.

Aunque podríamos decir que puede existir algún paralelismo en lo que se está viviendo. Nada menos que el exdirector del FBI James Coney en su libro de memorias cuenta las cosas que ha visto sobre Trump y su gobierno y habla del “círculo silencioso de asentimiento, el jefe en completo control, los juramentos de lealtad, la concepción del mundo del nosotros contra ellos, la mentira sobre todas las cosas, grandes y pequeñas, al servicio de algún código de lealtad que pone a la organización por encima de la moralidad y de la verdad” y ¡mira por donde!, me daba la impresión que estaba hablando de Rivera y de Ciudadanos, y de ahí el gran valor del acuerdo que ha dejado a Rivera colgado de la brocha después de hablar de ETA, de privilegios, y de las Siete Plagas de Egipto por barruntarse un pacto con el maligno PNV. El 23 de abril, Villegas en nombre de Ciudadanos le decía a Rajoy que su partido, desconocido en Euzkadi, no aprobará los presupuestos si el ejecutivo en su negociación con el PNV, accede a otorgar “nuevos privilegios al País Vasco estando en contra de cualquier acuerdo que rompa la Caja Única de la Seguridad Social”.

Oí aquello y me dije. ”Nada nuevo bajo el sol”. Estando en 1996 el PNV negociando un Pacto de legislatura con Aznar, en aquella oportunidad irrumpieron los sindicatos CC.OO y UGT entrevistándose Antonio Gutiérrez y Cándido Méndez   con el candidato Aznar preocupados de una negociación de la que no sabían nada pero intuían que el PNV, al reivindicar el cumplimiento del estatuto de Gernika, incluía toda la agenda social, a lo que los sindicatos se oponían aunque estuviera en la ley. A aquel fantasma lo llamaron la ruptura de la Caja Única y ni cortos ni perezosos le dijeron a Aznar que ”una cosa es una ley y otra distinta la necesidad de mantener el sistema público de protección social, la cohesión del marco de relaciones laborales y los instrumentos necesarios de ámbito estatal para promover políticas activas en favor del empleo”. Aznar asustado les contestó que la Caja Única de la Seguridad Social era intocable, ¡como si el Concierto y la policía no hubieran roto mucho antes aquel tabernáculo de la Cibeles llamado Caja Única¡. En resumen, todo un chantaje sindical, como lo acaba de hacer Ciudadanos veintidós años después. Tras aquello pasamos de negociar el apoyo a la legislatura a negociar solo la Investidura en un solo acto. Nihil novum sub sole.

Ante la irrupción matonil el entonces vicelehendakari Ibarretxe le reclamó aquello con dureza al entonces negociador Rajoy y éste le contestó: ”Teneis la razón jurídica, económica y política pero nuestras” novias” son los sindicatos y la patronal”. Y san se acabó. Bien es verdad, que no teníamos la misma posición de fuerza que ahora y es que Madrid solo entiende el mensaje de las matemáticas y de los votos, de ahí las simplezas continuas de Bildu que en un ataque de celos, sin visión de la jugada como con el Cupo, y con argumentos mezquinos y, lo peor, en boca de alguien que fue no hace mucho jefe de Jarrai, eche por tierra un logro, que si se obtiene, sería como la chilena de aquel vasco que tiene una estatua en Santiago. Y es que el PNV lleva en el Congreso desde 1917 y ha trabajado toda su vida por dar utilidad a sus votos a diferencia de los de Bildu, que acaban de llegar a esa casa, tras menospreciarla décadas, y creen que se va a Madrid a lanzar soflamas y a inutilizar una presencia.

Por eso quiero destacar que estuvo claro Andoni Ortuzar explicando estas cosas en varias entrevistas. Resalto dos respuestas que son fáciles de entender hasta por quienes tienen entendederas de corcho: ”Mi madre, que me falta desde hace tres años-decía el presidente del EBB-era pensionista y cobraba la pensión mínima. La madre del Lehendakari, es pensionista, el padre de la secretaria del EBB Mireia Zarate también. Somos un partido de amplia base social. Algunos se creen que solo ellos viven situaciones de estrechez, pero muchos de los que se manifiestan en la calle no son solo votantes del PNV, son afiliados. ¡Cómo no vamos a saber nosotros de qué va esto!. Hemos hecho lo que era posible. Las reivindicaciones de salida están todas conseguidas. Queda lo de los 1.080 euros que no estaba en el inicio y que exigía darle una vuelta a todos el sistema. Lo bueno es que gracias a este acuerdo se abre una opción para hablar en el Pacto de Toledo”.

Y, en relación con las declaraciones de Otegi, éste salió bien servido en un cruce de tw donde Otegi criticaba al PNV por pactar con el PP y Ortuzar le recordaba que puestos a pactar ellos no son la Inmaculada Concepción. ”Arnaldo, ¿si habláramos de ti?. Terrorismo, impuesto revolucionario, Kale Borroka, ninguneo a las víctimas. ¿Con esos ir a Kambó?. ¿Qué te parecería?”. Ortuzar explicaba este cruce de la siguiente manera: ”Tenía que ser contundente porque no se puede jugar con la gente. Yo también se dar leña, pero ¿no podemos reconocer las bondades de lo que hacen otros? ¿O es que si mañana les llama Rajoy para hablar de presos no irían?”. Claro y raspado.

Y, para finalizar, solo aclarar lo que hay dentro de la Caja Única. Pues muy sencillo. Los restos del Cid, de los Reyes Católicos, del brazo incorrupto de Santa Teresa, y del general Franco. ¿Ahora entienden ustedes la importancia de mantener como está este faro Luminoso de la españolidad llamada Caja Única ?. Pues eso.

 

24 años después se logra poner en marcha el Alto Nervión

Sábado 5 de mayo de 2018

Tras el humo de la batalla de Kanbo y Bertiz, de la foto de la derrota ante el Peine de los Vientos (la escultura de un hombre que siempre estuvo en contra de ETA como Chillida) de las cabezas visibles de la Izquierda Abertzale como queriendo celebrar algo, con discurso de Arkaitz Rodríguez, el que organizó un mitin de duelo ante la muerte de Fidel Castro, la vida continúa y lo que importa es ir acumulando fuerzas pero de manera distinta a como lo anunció ETA y lo hace la IA que no tiene ni idea de que va la democracia. Lo vemos todos los días.

Para mí, la noticia importante de hoy es que el país avanza pasito a pasito, gradualmente, pero sin parar. Y lo hemos hecho a pesar de ETA. Por eso no olvidamos que hace 24 años, 31 de mayo de 1994, se lograba la transferencia de Aguas de la Administración Central a la Autonómica Vasca.

Había sido necesario catorce años de negociación para lograrla.

Aquella transferencia contemplaba no solo las Cuencas Intracomunitarias (ríos que transcurren en su totalidad por Euzkadi), sino también las Intercomunitarias (las que lo hacen parcialmente). A ésto se le sumó además de la liberación del cupo, lo que llamábamos coloquialmente “Dote”, que eran 6 Obras de Interés General que el Estado realizaría en nuestra Comunidad.

Una de estas obras era el Saneamiento del Alto Nervión, que contemplaba una depuradora de aguas residuales situada en el municipio de Llodio y que daría servicio a los municipios de Orduña, Amurrio y Llodio, así como a los Concejos de Ayala ubicados en el recorrido del Nervión desde su nacimiento hasta pasar Llodio. Todo ello de acuerdo con el Plan Director que había redactado el Gobierno Vasco para resolver el saneamiento de esta Comarca y cuyo proyecto de ejecución de depuradora se había realizado ya y estaba todo listo para licitar la obra.

Esta obra fue declarada de Interés General, licitada y adjudicada finalmente en 1997 (hace ahora 21 años) por la Administración Central, pero su ejecución se vio truncada por la imposibilidad de alcanzar los acuerdos necesarios que permitiesen poner a disposición los terrenos necesarios.

Tras este primer fracaso, se volvió a estudiar por quinta vez la Comarca y decidir finalmente que en lugar de una depuradora se planteasen dos depuradoras, una de ellas en Ayala, EDAR de Markijana, y la otra en Llodio, EDAR de Basaurbe.

Superados ya todos los trámites administrativos y tras el acuerdo firmado el 2 de mayo de 2017 entre Mariano Rajoy y Andoni Ortuzar cuyo punto 16 señala “Saneamiento y Depuración del Alto Nervión”, ayer el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente notificó la licitación de estas obras en agosto por importe de 68,5 Millones de Euros.

Es importante recordar que sobre esta Comarca pesa un expediente sancionador abierto por Europa el año 2014 por incumplimiento de la Directiva 91/271, sobre tratamiento de aguas residuales urbanas, por lo que es importantísimo poner en marcha las infraestructuras necesarias lo antes posible.

Etapas en la estrategia de ETA

Viernes 4 de mayo de 2018

Estamos un poco saturados de lo que ha ocurrido hoy en Kanbo. Hay que pasar página. Y me ha tocado verlo todo en ETB. Lo que menos me ha gustado ha sido la declaración de Martxelo Otamendi. Lo que más, el minuto de silencio.

Y como trato de buscar algo nuevo, aunque sea muy antiguo, reproduzco el trabajo que escribió el entonces senador Joseba Elosegui en el País el 30 de junio de 1981. Que un gudari como él, analizara lo que para entonces era ETA, tiene su interés y por eso lo reproduzco, porque Joseba era un militante de la paz y un hombre que se había comprometido contra la dictadura. Y también contra la de ETA.

Escribió ésto:

Joseba Elosegui

“Joseba Elosegui es senador del Partido Nacionalista Vasco en la actual legislatura. Durante los Campeonatos del Mundo de pelota, que presidía el general Franco, se arrojó por las gradas ardiendo en llamas para protestar contra la política que llevó la dictadura con el País Vasco. En este trabajo, el senador Elosegui estudia la estrategia de la organización ETA y analiza los continuos fracasos de esta banda armada, desde el advenimiento de la democracia y la aprobación del Estatuto de Guernica. Comienza con el juicio político de las acciones de ETA en la última época del franquismo”.

Mediada la década de los sesenta, surgió en Euzkadi un movimiento romántico, sentimental y generoso, que pretendía, en circunstancias harto difíciles, romper las cadenas de la opresión franquista. Movimiento que tuvo la virtud inmediata de liberar al pueblo vasco del sopor y la desmoralización consiguientes a la derrota en la guerra civil y a la frustración padecida inmediatamente después de la victoria aliada en la guerra mundial. Y corno consecuencia, una parte de la juventud nacionalista, hipersensibilizada por la dura política represiva aplicada por el franquismo, optó por la rebeldía activa contra la opresión. Aquella opresión que era ejercida por un régimen irremisiblemente condenado a desaparecer, como habían desaparecido tras la derrota sus aliados Hitler y Mussolini. Muchos jóvenes vascos, provenientes la mayoría de la organización juvenil del PNV -hartos de la inactividad ante la represión-, despertaron del letargo. Empezaron a proliferar ikurriñas y pintadas que patentizaban la perenne rebeldía de todo un pueblo. Y también desde entonces se empuñó alguna que otra pistola en manos todavía temblorosas, con el propósito de cambiar de táctica y como anuncio, a la vez, del inicio de la lucha armada… Porque el franquismo había durado demasiado, arrastrando rabiosamente su condena a muerte en un clima de violencia que justificaba la respuesta violenta… Como lo habían hecho sus padres en la guerra de 1936…

Y fue el inicio de la gran preocupación para las madres vascas: «Gure mutilak ez du gaur etxean lo egin»… Buena voluntad, un gran caudal de entusiasmo, pero escasa experiencia. Las cuadrillas de amigos que se refugiaban en la clandestinidad eran fácil presa de una policía siempre al acecho de cualquier movimiento sospechoso. Unas pocas acciones y muchas caídas en el camino hacia un objetivo todavía muy lejano y todavía no muy claro…

Aunque ya había dejado atrás mi juventud, fui compañero de celda de aquellos jóvenes. En mi obsesión de actuar corno franco tirador en la resistencia al franquismo, coincidí en el camino con aquella gente, que muchos de ellos habían conocido una niñez huérfana por ausencia del padre, condenado a largos años de prisión por el delito de «auxilio a la rebelión de los rojos», y cuyos hijos, en fiebre incontenible, optaron por la violencia como método, de lucha que acompaña siempre a la desesperación…

En la prisión de Carabanchel abracé a centenares de ellos… Y les abrazaba como si fueran mis propios hijos, porque, en cierto modo, les consideraba como continuadores de los viejos gudaris de mi tiempo y que, como ellos, más de uno había muerto cantando el Euskogudariak… Al fin y al cabo, todos luchábamos contra el franquismo, que sojuzgaba a nuestro pueblo y negaba a la vez todos los derechos fundamentales del hombre. Entrábamos en la década de los setenta y es verdad que para entonces entreabríamos la puerta a la sospecha que no todo era trigo limpio…

Y creyendo defender mejor su sistema, el franquismo condenó a aquellos jóvenes a severas penas de prisión. Y no cabe duda que se equivocó. Porque aquellos tribunales de Orden Público hacían inconscientemente el juego a ETA, ya que esta organización subversiva no actuaba -como no ha actuado luego- exclusivamente en la lucha armada, sino también en el frente psicológico para poder influir y manipular el pensamiento, carácter y reacción de una parte no despreciable del pueblo vasco. Por ello, ETA-entonces y ahora ha buscado la presencia en las prisiones de un número importante de sus militantes de base… De base, que no de dirigentes, porque éstos son intocables y se situarán siempre a buen recaudo. Y desde posiciones seguras animarán a sus seguidores a la acción violenta para reivindicar cambios imposibles, exigiendo una permanente amnistía para sus presos por medio de diarias y tumultuosas manifestaciones, siempre imprescindibles para el mantenimiento de la tensión política adecuada…

La agonía del franquismo

El franquismo entró en la agonía en esa misma década. Porque España no podía vivir a espaldas de Europa y la miopía política de Franco no abarcaba más allá de su castillo, de marfil. ETA recrudeció entonces su lucha, pretendiendo imponer su protagonismo a la hora de provocar el «sálvese el que pueda»… Y el proceso de Burgos dio la vuelta al mundo, prestigiando en cierto modo a la organización que abiertamente se enfrentaba a la dictadura… y que para entonces planeaba el espectacular atentado a Carrero Blanco. Atentado que habría de asombrar a todos por su audacia y precisión…

Pero cuando cambian las circunstancias ha de pensarse en aportar nuevas bazas a la estrategia global. Aunque se mantenía la progresiva escalada en la lucha armada, el proceso de Burgos liquidó la primera y confusa fase política en la estrategia de ETA. Porque a partir de entonces esta organización abierta y pública mente, sin reparos ni disimulos, sus planteamientos políticos. Así de simple: no podía lograrse la liberación nacional de Euzkadi sino a través de la llamada «liberación social». No se podía llegar a aquélla sin imponer ésta. Es decir, a través del marxismo-leninismo Y la dictadura del proletariado. Y para posibilitar el logro de este objetivo había que imponer una nueva estrategia.

Hasta entonces, la juventud que actuaba en la clandestinidad había tratado de socavar y roer las bases del sistema que sojuzgaba a Euskadi. Sin control directo de partido político determinado, aunque la mayoría de aquellos jóvenes se había desgajado del PNV. Pensando entonces exclusivamente como nacionalistas vascos, en la creencia que así se daba una respuesta eficaz al régimen opresor… Justo en el momento en que empezaron a subirse al carro gentes extrañas, de origen político sospechoso, depredadores de sanas conciencias nacionalistas, con pretensiones de vender ideología revolucionaria internacionalista. Alardeando de abertzalismo, éusquera e ikurriña para así vender mejor su mercancía.

En el verano de 1971 pasarían del centenar los presos de ETA en la prisión de Carabanchel. Para entonces, con una antelación de dos y tres años, cumplían condena algunos veteranos de dicha organización, que tuvieron suficiente tiempo para instruirse debidamente en el marxismo-leninismo y métodos revolucionarios. Y los nuevos fueron fácil presa de aquellos hombres de frustrada vocación nacionalista, tras ser condenados a incontables años de prisión. Ellos organizaron dentro de la prisión una eficaz universidad revolucionaria, contando al efecto con una bien surtida biblioteca marxista. Y era obligatoria la asistencia a los cursos por parte de los recién venidos, a quienes no les hacía falta ninguna preparación escolar para entrar de lleno en el doctorado de tan importante ciencia. Aquellos jóvenes -alguno de ellos con dificultad para expresarse en castellano- tuvieron el buen ánimo de enfrascarse en el estudio de El capital…: «Pero Víctor, ¿cómo puedes tener el valor de abrir ese libro, si la mitad de las palabras no las entiendes?». «¿Y para qué está el disionario, pues?».

Y como estaba mandado, la mayoría se graduó en muy poco tiempo en el marxismo-leninismo… Y con el petate cargado de altisonantes y rotundas frases, e intoxicados en la dinámica del revelador pensamiento, no paraban de decir disparates. Entre blasfemias y tacos, oí con pena frases que me quedaron grabadas para siempre: «El nacionalismo está superado y desfasado»; «¿Libertad, para qué?»… Ya no se pronunciaba la palabra independentzia. Algo había muerto en aquellos hombres, y ese algo era la esperanza.

Las posiciones de ETA

Mientras tanto ETA fortificaba sus posiciones. Trata de conseguir medios suficientes para potenciar y fortalecer su infraestructura, que exige día a día más dinero. Todavía no se ha descubierto el rentable método del impuesto revolucionario y se impulsa el arriesgado procedimiento del atraco a mano armada. El mercado internacional de armamento clandestino ofrece inagotables posibilidades con tal de pagar al contado. Y bien vale el riesgo de sufrir algunas bajas, que, por otra parte, amplían la lista de los «heroicos patriotas caídos en combate».

Y había que llevar a cabo una acción espectacular que hiciera ver al mundo que la liquidación del franquismo pasaba por ETA. Y la mayoría del país aplaude el audaz atentado que costó la vida al almirante Carrero Blanco. El 20 de noviembre de 1975 muere Franco, después de una cruel resistencia a las leves de la naturaleza. Lo enterraron sus íntimos colaboradores para enterrar con él todo símbolo que les comprometía con el régimen que se descompuso antes que el Caudillo. Y todo un pueblo empezó a respirar. Y se instauró una democracia. Democracia al estilo y corte occidental, promulgándose una Constitución democrática a nivel del Estado español. Constitución que no satisface plenamente a los nacionalistas vascos. Pero que en puro realismo, pisando tierra firme, no tiene alternativa por el momento, porque la fuerza numérica de los vascos a nivel de Estado no puede descalificarla en derecho. Y el Estatuto de Autonomía es ya una realidad. Se constituyó un Gobierno vasco y se restableció el concierto económico. Todo ello sueño dorado de aquellos muchos miles de gudaris que murieron en nuestra guerra para defender lo ahora logrado. Y que el 98% de los que todavía vivimos aplaudimos como logro feliz e inusitado.

Pero, al decir de ETA y sus organizaciones afines, nada ha cambiado. Alegando que el Estatuto de Guernica es claudicante y que solamente se ha constituido un Gobierno vascongado, que la represión es superior a la padecida durante el franquismo, que hay más presos que nunca, que las libertades fundamentales están abolidas, etcétera, para terminar sentenciando que el único medio para lograr la liberación nacional y social de Euzkadi es la lucha armada.

Es el reconocimiento del fracaso de su segunda etapa estratégica: no ha podido imponer su protagonismo en la liquidación del régimen. No ha conseguido hacer valer su acción meritoria de romper el franquismo con la muerte de Carrero Blanco. La caída del franquismo no ha pasado por ETA. No se ha logrado la ruptura, sino simplemente la reforma del viejo régimen. Y la nueva situación ha provocado la desesperación de sus dirigentes. Se había perdido la esperanza en el logro fácil de unos propósitos revolucionarios. Y la desesperación aconsejaba nuevo cambio en el rumbo hacia el suicidio.

Pensamiento que no compartimos los nacionalistas que mantenemos la cabeza fría. Por una sencilla razón táctica, al margen de otras consideraciones de tinte ideológico. Porque, de persistir en tan obcecada y demencial actitud, el final sería catastrófico para nuestro pueblo, ya que, en definitiva -olvidando próximos poderes fácticos-, seriarnos aplastados por el mundo occidental. Ningún movimiento guerrillero ha triunfado en el mundo sin estar respaldado por una fuerte potencia vecina. La geografía es un factor fundamental, tanto en la estrategia guerrera como en la política. Porque tal y corno están repartidas las influencias entre los grandes Estados -que, en última instancia, son siempre árbitros absolutos, corno lo saben muy bien los checos, húngaros, polacos y demás-, es totalmente imposible la implantación de un sistema marxista-leninista en Euzkadi, situada -querámoslo o no- en el eje del mundo occidental.

Es de lamentar que lo mucho logrado hasta ahora por la vía de la negociación no haya satisfecho a los cabecillas de ETA, confundiendo al mismo tiempo a buen número de simpatizantes desde la primera hora. Aquellos que han pensado siempre tanto en la libertad de Euzkadi como en la libertad del hombre. Y salta a la vista que la conquista de efectivas cotas de libertad no satisface su afán de protagonismo por el mero hecho de que gran parte del mérito no es suyo, como también porque su meta se halla en dirección diametralmente opuesta. Recuerdo aquella frase de la prisión de Carabanchel: «El nacionalismo vasco está superado y desfasado». Porque su objetivo primordial es la revolución social. Y para llegar hasta allí todo es válido, hasta la destrucción de todo lo conseguido, día a día, por sucesivas y laboriosas generaciones de vascos. Para desde la nada, en taparrabos, inmersos en la ruina y el caos purificador, construir un imaginario paraíso… en la dictadura del proletariado.

Una banda desesperada

Y entremos sin complejos en el estudio de la tercera fase de la estrategia de ETA. En el depresivo marco de la desesperación, como toda banda armada que no encuentra salida a una pretensión mal fundada, incrementa la violencia y mata por matar. Atacando a personas e instituciones básicas del poder que se opone a su paso. Para crear unas condiciones que inviten al Ejército a protagonizar una nueva aventura golpista… Propósito que desde su óptica contiene indudable lógica… ETA recuerda bien que aquellos estados de excepción de la época final del franquismo se saldaron con un resultado altamente positivo para la organización. Fuimos todos testigos que la acción represiva -aplicada indiscriminadamente contra la juventud vasca, vapuleada constantemente en calles y carreteras por las fuerzas de seguridad-exasperó a las gentes y provocó la posterior radicalización de buen número de jóvenes, creando un caldo de cultivo ideal para que ETA reclutara nuevos adeptos a su causa. Y ahora se trata de crear de nuevo el clima propicio para que el Ejército caiga en la trampa y dé pie a facilitar la consecución del definitivo caos.

Para poner en práctica su nueva estrategia, la organización ETA dispone de medios importantes, aunque siempre limitados. En consecuencia, debe ceñirse a practicar la ofensiva en un determinado sector. No puede atacar en todos los frentes. Por ello se limita a dinamitar instalaciones de energía eléctrica, al objeto de forzar la paralización de industrias y provocar un determinado colapso laboral. Por otra parte, y como objetivo fundamental, se vuelca ahora en la provocación al Ejército, asesinando a los jefes y oficiales más vulnerables, atacando al mismo tiempo a las fuerzas de Seguridad del Estado y personalidades del partido político en el poder. Acciones de fuerza erizadas de grandes dificultades, pero que una guerrilla urbana bien preparada puede afrontar cuando la población es mero testigo, que no interviene en la mayoría de los casos, porque ya de antemano se ha sabido imponer el terror. ETA no puede atacar en todos los frentes. No ataca ni atacará jamás a personalidades e instituciones de Euskadi norte, región tan vasca como lo puede ser Navarra, siempre en el candelera de nuestras reivindicaciones. Y no atacará tampoco a la Gendarmería francesa, cuerpo tan represivo como pueda serlo la Guardia Civil española, ajuicio de ETA.

Pero, sobre todo, ETA no ataca, ni atacará por el momento, a personas ligadas al Partido Nacionalista Vasco, como tampoco a dirigentes de partidos de la izquierda española, enraizados en Euzkadi. A todos ellos pretende mantenerlos al margen del conflicto, pero exigiendo su absoluta neutralidad, como si se tratara de un asunto que no es de su competencia… ¡No faltaría más!, habiendo costado tanto esfuerzo imponer el terror. Porque la neutralidad de amplios sectores de la población es su mejor soporte.

La pretensión de ETA: que estamos en guerra

ETA trata de demostrar que los vascos estamos en guerra. Desde hace ya 150 años, como decía el difunto Telesforo de Monzón. Los viejos gudaris fuimos a la guerra para defendernos de aquel «estado de excepción» que pretendía imponernos la famosa Cruzada. Pero también la hacíamos para defender aquel Estatuto de Autonomía y aquel Gobierno vasco…. que no eran mejores que los que disponemos ahora, aunque no estemos en posesión de un ejército ni de una marina de guerra, que maldita falta hacen en este triste mundo.

Aquella guerra se nos impuso a los vascos, y nos enfrentamos al atacante, corriendo con todas las consecuencias. Pero actuando lealmente y respetando las imprescindibles reglas morales. Ahora ETA pretende justificar cualquier desafuero cometido por sus huestes, alegando que son actos de guerra y que en guerra no se puede actuar «de guante blanco». Siempre existirán unos principios éticos -aplicables incluso en guerra-, aunque tengamos que admitir que es raro el gesto elegante cuando se busca la muerte violenta del contrincante. Porque a menudo la eficacia aconseja olvidar los principios éticos. Pero lo que parece inconcebible es que alguien que hace la guerra pretenda que sólo el enemigo actúe «de guante blanco». La organización ETA puede ordenar pegar tiros en la nuca, puede secuestrar, puede extorsionar y no respetar ningún derecho fundamental que corresponde a todo hombre, pero no admite que el enemigo recurra a las mismas armas, que es como decir que él solo tiene derecho a hacer la guerra ante un enemigo atado de pies y manos… Un procedimiento que, pudiendo ser patentado en exclusividad, ETA podría hacerse dueño del mundo.

Pese a la evidente desestabilización conseguida por ETA en el agitado proceso democrático actual, es patente la irracionalidad de los planteamientos de esa organización titulada abertzale, al pretender convencer a sus seguidores -muchos de ellos de sana conciencia nacionalista- que su proceder tiende a la defensa de los intereses del pueblo vasco, provocando al Ejército para que Euzkadi sea ocupado militarmente, buscando con ello la reacción violenta del pueblo ante las medidas que, sin duda alguna, se habrían de tomar para reprimir contundentemente el terrorismo. Pero la mayoría del pueblo vasco es consciente de la gravedad de tal contrasentido. No es ese nuestro camino, porque las vías institucionales actuales ofrecen posibilidades de entrar en la buena senda para levantar el país y rehacer nuestra casa. Vías que satisfacen a los nacionalistas de viejo cuño: de aquellos que hicieron la guerra para defender un Estatuto y un Gobierno vasco, que permitieran laborar nuestra tierra trazando surcos de libertad.

Consideramos que la paz y seguridad ciudadana son precisas e ineludibles para consolidar lo mucho que en pocos años hemos logrado para el país. Y esa paz y seguridad las hemos de conseguir cueste lo que cueste, aunque para lograrlas hayamos de afrontar riesgos nada apetecibles. Y las hemos de lograr nosotros, entre vascos, porque, de lo contrario, vendrán otros que sabrán imponer su paz, que no sería precisamente la que desearnos todos aquellos que aspiramos a la libertad de Euzkadi.

Y quien busque el caos y la ruina del país, que no cuente con nuestra neutralidad, porque nos opondremos a ellos con la misma decisión que mostramos ante aquellos que pretendieron sojuzgar nuestro pueblo y borrarlo del mapa. Y para que así sea, empeño la palabra de todos los gudaris que murieron por Euzkadi…