Cuando Juan Carlos Rodríguez Ibarra se ensañaba con el nacionalismo vasco y el catalán, el PSOE callaba. Sobre todo el PSE y el PSN. Descalificaciones que eran auténticos insultos, declaraciones en las que nos confundía con ETA, exageraciones continuas sobre la unidad de España. Cosas así. Un día dijo que si no hacía eso solo se hablaría de los vascos, y de los catalanes y que ahora toda España sabía que Extremadura existía. ¡Vaya argumentación!.
Con el tiempo y ante lo que está pasando políticamente en Extremadura entre IU y el PSOE, vemos que cuando uno es así con unos, también lo es con otros. Y es que en Extremadura no se libraba nadie de la chulería de éste caballero que además era políticamente muy ineficiente. Extremadura sigue en la cola del desarrollo y del paro y mucha culpa de todo esto la tiene la dictablanda de este presidente que se declaraba «guerrista” y campaba por sus respetos en aquellas tierras como el Cid Campeador. Extremadura es un territorio que merece mejor futuro y que tiene gente muy capaz de sacarla adelante. En Euzkadi viven muchos extremeños que comparten su vasquidad con su sentido extremeño sin el menor problema. Y que siga así muchos años.
Rodríguez Ibarra siempre nos ha tenido en el punto de mira. Incluso a los catalanes de su partido como le tuvo a Maragall. Y éstos, que no le tragan, se han felicitado de que la necesidad de reducir el déficit público aconsejaba el aplazamiento de obras públicas, entre ellas el AVE a Extremadura. Me imagino que para decir esto hay que buscar la explicación en el cansancio a las continuas provocaciones de un tipo como Rodríguez Ibarra que inmediatamente ha contestado: “Yo quitaría los Mossos d’Escuadra y cerraría cuatro canales de televisión autonómica catalanes. Tienen cinco, me parece. Pues yo cerraría cuatro”. Haciendo amigos. Conclusión. Lo que les pasa al PSOE con IU, al final les pasa con todos. Que están hartos de estas provocaciones, chulerías e ineficiencias.
De otra forma no puede entenderse que gentes de izquierda voten o se abstengan para que salga como presidente José Antonio Morago, un senador que comentaba éstas cosas a sus compañeros del Senado para explicar lo que está ocurriendo en su autonomía.
Morago no lo tiene nada fácil, pero este raro pacto solo tiene causa de una gobernación socialista alejada de la realidad. Lo decía el coordinador de IU Extremadura, Pedro Escobar, que ha explicado que la posición mayoritaria de su organización a favor de la abstención, lo que le da el gobierno al PP, se debe a un «problema de confianza» que consiste en que «nadie creía» que el PSOE «28 años después, por mucho que lo diga ahora», fuera «a girar a la izquierda».
Y en un artículo de opinión de Luis del Val éste comentaba: «Que yo sepa partidos nacionalistas como el PNV y CiU han pactado con partidos de izquierdas y de derechas, y partidos de izquierdas, como el PSOE, han pactado con partidos conservadores, unas veces nacionalistas y, otras, no, como es el caso del PSOE vasco que pactó con el PP, gracias a lo cual Patxi López es lehendakari. En aquella ocasión no escuché gritos aterradores anunciándole al PSOE su condena eterna al extraparlamentarismo, e incluso algunos de los que hoy están a punto de tener que ir a la sastrería, tras rasgarse las vestiduras, alabaron, elogiaron y ensalzaron el pragmatismo del PSOE y la caballerosidad del PP».
Conozco Mérida, aunque no Cáceres. Seguramente iré este verano. Me dicen es una tierra preciosa llena de buena y magnífica gente. Y Extremadura se merece lo mejor.