LO decía sin remoquete ni sonsonete alguno, pero sí con impotencia, el viejo tendero de mi barrio de toda la vida que cerraba el negocio familiar por jubilación tras haber intentado trasmitirlo a sus deudos;imposible mantenerlo, imposible competir con las grandes superficies y mucho menos con las compras on line en los imperios de Internet, Alibaba/Ebay/Tencent/Rakuten/Vente Privee/Zalando y, por supuesto, la muy conocida Amazon, capaz de poner en el mostrador virtual on line hasta la noticia del divorcio de sus multimuchimillonetispropietarios. Imperios instalados en paraísos fiscales donde se cotiza a mínimos o directamente no se cotiza. Pero seguimos aumentando el consumo en estos almacenes en la nube creyendo que crean riqueza y empleo, aunque además de no cotizar generan empleo de ínfima calidad y en conjunto destruyen empleo neto. Pero al mismo tiempo que compramos a golpe de clic en estos monstruos on line, nos movilizamos por los 1.080 euros de una jubilación digna.
Me siguen pidiendo pagos en metálico para no declarar una pequeña reparación. Los trabajos que admiten propinas o porcentajes sobre productividad suelen tramitar estos ingresos en negro o caja B. Y cuando acabamos el trabajo vamos a la manifestación a reclamar los 1.080 euros de la pensión pública.
Con el fútbol profesional fuera de mi foco personal y profesional solo recojo sus ecos por alguno de sus epifenómenos, como la delincuencia fiscal en su seno, con muchos directivos/profesionales jugando entre el delito y la prestancia/prepotencia social. Xabi Alonso y Cristiano Ronaldo son de los más mediáticos. Vida de ostentación con decenas de coches deportivos, yates, jet, mansiones alíbabá, fiestas, derroche… Fraude millonario, delito fiscal, años de cárcel, multas millonarias y paseíllo hacia los juzgados…, normal para unos defraudadores sino fuera por la multitud entregada aclamando a sus ídolos a la puerta del juzgado;les jalean para conseguir un autógrafo;algunos incluso proponen una colecta popular para pagar la multa a estos peloteros millonarios. Después de jalear a sus ídolos forrados en oro que no pagan impuestos acudirán a manifestarse por una pensión pública de 1.080 euros.
Tras leer el último informe económico social de Oxfam podemos vernos como limpiaparabrisas de un submarino. El 1% del mundo acapara el 82% de la riqueza mundial, 26 personas tienen más patrimonio que 3.600 millones de pobres. Criticamos esto, pero apostamos a juegos de azar soñando seguramente con ser del grupito-26;crece la desigualdad, con el Estado español en el 4º puesto entre los países de la OCDE. Miramos de reojo las penurias de los venezolanos con el 28% de sus trabajadores en situación de pobreza, mientras la riqueza de los multimillonarios latinoamericanos ha crecido un 155% el último año.
Limitar dividendos de accionistas y altos directivos, reducir la brecha salarial mujeres/hombres, combatir la evasión fiscal y garantizar que los más ricos paguen sus impuestos. Ciudadanos y dirigentes, mayoritariamente, dicen defender estos postulados, pero ¿quién lo lleva la práctica?
El boom actual de multimillonarios no es garantía de economía próspera sino síntoma de un fracaso del sistema, y la revolución de los 1.080 euros tal vez necesite algo más que manifestaciones, porque Amazon no lo va a pagar.