Ondas gravitacionales

EINSTEIN BUENA

«Señoras y señores, hemos detectado las ondas gravitacionales. Lo hemos conseguido» exclamaba hace unos días David Reitze, director del Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO). Su alegría no era para menos; desde que Einstein predijera su existencia llevaban cien años esperando detectarlas. Leo (aunque no entienda gran cosa) que son ondulaciones propagadas desde una perturbación gravitatoria del espacio-tiempo producida por un cuerpo masivo acelerado y que se transmiten a la velocidad de la luz. Es decir, que chocarían dos agujeros negros ahora hace unos 1.300 millones de años y lo que ahora han detectado serían las ondas de aquellas “piedras” lanzadas al “estanque” del universo. Dicen los entendidos que estudiando estas ondas no amplían el espectrómetro actual, sino que han hallado un espectro nuevo para estudiar el universo. Aseguran que será una revolución, aunque no sepamos hoy para qué servirá el hallazgo mañana, como tampoco el inventor de la rueda se imaginó un Ferrari, ni Watson y Crick al modelizar el DNA diseñaron su aplicación en la obtención de células madre-stem. En todo caso las opciones están en el futuro, no en el pasado.

Pasados, aunque con retardo de ondas gravitacionales, siguen habitando entre nosotros los casos de corrupción; algunos en expectativa de solución judicial como los ERE de la Andalucía del reparto psoe-socialisto al bolsillo de unos pocos; o Nóos con la corona española enfangada hasta las cachas, o con Gürtel y Púnica con la troupe rajoniana bien colocada en mordidas&recalificaciones&prevaricaciones y asuntos turbios varios; otros se destapan ahora por el tufillo de corrupción que se expande como onda gravitacional con un cierto retraso porque se enmascara en la mutua ayuda de la cosanostra valenciana.

Al tiempo que estos trileros de la política se embolsillaban dinero público en faltriquera privada, dictaban leyes que recortaban en dependencia, en prestaciones sanitarias, en becas y en especial en atención educativa compensatoria a los menos favorecidos. Conclusión, según el último informe PISA la riqueza de la familia es lo que más influye en la educación de un chico/a, de modo que en el Estado el retrato robot del alumno con peores opciones de proseguir en los estudios no es el menos capacitado o el menos esforzado, sino el más pobre, que puede sufrir hasta tres veces más probabilidad de quedar rezagado o repetir curso como preludio del definitivo abandono de los estudios en la ESO o al acabar ésta, algo en lo que España es líder.

Con estas expectativas educativas resulta fácil adivinar que las ondas gravitacionales de preparación que lleguen a las próximas generaciones no serán muy positivas; como mucho llegarán a aprender el caloret valenciano de Rita Barberá.

Qué habré hecho mal para no ser millonaria

MILLONARIOSSi escuchamos con atención a los dirigentes peperos neocom parecería que quienes no se hayan forrado, ni logrado millones ni hayan defraudado durante la crisis para después poder ser autoamnistiados es porque carecían de luces, capacidad y habilidad, porque para ellos los últimos años en España los perros económicos han estado atados con longaniza financiera al alcance de todos. Puede leerse en esta línea de razonamiento la noticia de que en el Estado ha aumentado el número de millonarios un 10% sobre el año pasado, mientras en Europa ha sido un 4%. Entre nosotros la crisis “ha generado” de 2008 a 2015 un 40% más de millonarios, ricos que excluyendo su vivienda, colecciones, consumibles y bienes duraderos poseen más de un millón de dólares en activos de inversión; además, entre ellos se ha duplicado el número de afortunados con más de 30 millones.

Este vedetismo millonetis sería noticia, sí, pero no tan agresiva ni lacerante si simultáneamente en el mismo período de crisis no estuvieran cinco millones de personas sin trabajo, ni hubieran ascendido hasta el 29% los ciudadanos/as en riesgo de pobreza y exclusión social, si no hubieran rebajado los salarios, si no hubieran fomentado el trabajo-basurilla, ni subido los impuestos, si no hubieran recortado las prestaciones sociales y sanitarias con nuevos copagos, si no hubieranjibarizado los presupuestos de la educación pública que es a la que tienen acceso los pobres y empobrecidos… en resumen, si no se hubiera elevado la desigualdad entre ricos y pobres a su máximo nivel desde que la OCDE inició su medición hace 30 años. El 10% de los más favorecidos no poseería el 50% de la riqueza, mientras que el 40% de los más pobres solo tiene el 3%. Triste, doloroso y miserable récord del régimen rajonyano.

Para explicar este espectacular repunte de ricos, que no de riqueza nacional, escuchamos múltiples razones: fraude y evasión fiscales, menor imposición a los ricos, aplicación empresarial espuria de las leyes laborales, y sobre todo la escasa inversión productiva del capital que se ha dirigido al beneficio rápido de los mercados bursátiles especulativos de sesgo económico-extractivo. Discutibles pero entendibles.

Pero en ningún caso es de recibo que ahora desde muchos medios se fustigue a los más pobres achacándoles de insensatez y envidia hacia los ricos, “porque tu imprudencia anterior es hoy mi riqueza” o “eres pobre porque no te has esforzado lo suficiente”, o “porque no has sabido apalancarte en el mercado extractivo que es lo que genera millones”…, vamos que eres tontuelo/a por no haber sabido qué hacer para ser millonaria al tirón. Y ahora además, envidioso/a. ¡Manda güevos!