Se nos acaba el tiempo

SOBRE el cambio climático y el ascenso del nivel del mar hemos de tomar ya decisiones para problemas que nos vendrán dentro de cien años”. La frase es de Anny Cazenave, geofísica experta en medidas de nivel marino galardonada con el Premio BBVA-Fronteras del Conocimiento, en su apartado de Cambio Climático. Al escuchar a personas expertas y además comprometidas, la realidad nos inunda los ojos con claridad de amanecer: estamos ante una emergencia climáticaprogramada, en la que junto al enunciado del problema nos plantean las soluciones y la difícil salida hacia un mañana que quizá no llegue si no las aplicamos ya, hoy mismo. En el presente ya amenazante están las Kiribati, Salomón, Maldivas, pero también las costas del Mediterráneo con millones de personas que verían sus hogares anegados, solo como principio desolador de un mundo donde el deshielo de polos y glaciares, el aumento térmico y consiguiente dilatación del agua de los océanos recalentados harían de la Tierra todo menos una madre acogedora. No parece necesario esperar ni esos cien años, porque algunas agencias ya ofertan cruceros a través del Polo Norte para el verano… de 2025. ¿Posible? Sí. ¿Deseable? Sí, para ellos, ¿pero para el resto?

Acostumbrados a tantos días dedicados, el 22 de abril, Día Mundial de la Madre Tierra y el 29 de abril, de la solidaridad y cooperación entre generaciones, son dos más del calendario D. “La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”, pero difícilmente seremos solidarios con la siguiente generación si no logramos trasmitirles la Madre Tierra al menos como la recibimos.

En pleno pilpil electoral, el movimiento juvenil Fridays For Futurereclama a los grupos políticos que sitúen como prioritario en su agenda la lucha contra el cambio climático. Pero solo entre esos dos días D han sucedido tantas cosas urgentes que difícilmente el cambio climático sea alguna de ellas, ni para políticos ni para ciudadanos. Pregúnteles a los millones que no tienen comida ni agua potable o son víctimas de guerras o terrorismo..

Bien protegidas por el cuasinegacionistamíster Trump, las empresas que utilizan combustibles fósiles difícilmente dejarán de hacerlo por esa nimiedad de miles de millones de toneladas de CO2 vertidas a la atmósfera;ni los esquilmadores de bosques dejarán de hacerlo mientras Bolsonaro les proteja y el dinero les fluya. Sin ir tan lejos, ¿cómo compensaría la Hacienda Foral de Bizkaia los 826 millones que aporta fiscalmente la refinería de Petronor? Todavía más cercano y personal, si estoy en paro, ¿me preocupará que el mar ascienda tres milímetros cada año? Y si mi coche es más barato por ser de plástico y mis cosméticos menos costosos porque derivan del petróleo, y si el plástico da durabilidad a productos que además son más baratos, ¿por qué prescindir de ellos? La contaminación no me gusta, pero ¿tendré en casa cinco recipientes de basuras clasificadas? ¿O pagaría más impuestos para que Bilbao siga siendo modelo de ciudad limpia? ¿O pediría reducir la contaminación lumínica de la villa a riesgo de reducir nuestra seguridad?

Son muchas y evidentes las contradicciones entre la sostenibilidad futura y nuestro actual modelo de progreso, pero como dicen Anny Cazenave, el tiempo de las soluciones se nos acaba.

Vacacionar

QUE muchos no veranean o mejor dicho no vacacionan en verano, y algunos hasta lo publicitan como la presidenta de Madrid sra. Cifuentes, la realidad es que estos días puente entre julio/agosto acogen un trasiego frenético de personas que sí quieren disfrutar a la pata la llana de la canícula agosteña. De modo que aeropuertos, estaciones y autopistas rebosan cual costuras reventadas. Aunque los medios nos hagamos eco de un éxodo novedoso, lo cierto es que no es muy noticiable porque ocurre todos los años: mismas esperas, colas, parecidos atascos… Aparte de la riqueza que pueda generar en los lugares de atracción turística, una derivada nada desdeñable del éxodo vacacional es que centenares de pueblos minúsculos habitualmente silenciosos y languidecientes porque no hay medios para ganarse el pan, se llenan de vida durante unas semanas con la presencia de sus antiguos habitantes, descendientes o algún enamorado del silencio. No significa que los pueblos vayan a eludir su inexorable ocaso, pero con el calor de agosto y lo que aportan quienes retornan esporádicamente van tirando.

Y mientras hordas de necesitados/estresados ciudadanos se desplazan preferentemente hacia el sur, otras hordas más necesitadas, jugándose la vida en vallas y concertinas, pateras…, lo hacen hacia el norte, sin pasaporte, a la búsqueda del pan de cada día al que todos los humanos tenemos derecho. Por las fronteras españolas han pasado en seis meses tres veces más migrantes que en el mismo período de 2016. No hay frontera que pare la huida del hambre, y seguirán viniendo aunque mueran muchos, hasta que sus cuerpos permitan pasar el estrecho a pie enjuto.

Muchos expertos del cambio climático explican que su principal problema derivado será la migración de poblaciones que por sequías o anegado de zonas fértiles no puedan cultivar su tierra y ante el hambre decidan emigrar ¿hacia dónde? Hacia el norte, preferentemente hacia grandes ciudades, donde ya habita el 60% de la población y que seguirán creciendo con más ascenso térmico, contaminación, problemas sanitarios… El éxodo continúa.

Al tiempo que clamamos contra la crónica de muerte anunciada de los pueblos de aquí, también podemos escuchar la voz del cardenal ghanés Peter Tuckson que expresa su dolor porque de África emigran los jóvenes dejando los poblados vacíos; solo quedan ancianos, mujeres y niños que mueren de hambre. Él pide, y con razón, que las ayudas humanitarias no se hagan sobre los que huyen abandonando a los suyos, sino en sus propios países para que tengan futuro en su hogar.

En plena efervescencia de avances genéticos, la Universidad de Ciencia y Salud de Oregón ha conseguido con métodos CRISPR la edición de embriones humanos modificados genéticamente para eliminar defectos congénitos. Bien, pero no necesitamos supermanesni clones humanos, sino modificaciones genéticas de por ejemplo patatas, como propone el Instituto Neiker-Tecnalia, dependiente del Gobierno vasco, para hacerlas más resistentes a las sequías anunciadas, con las que puedan asegurarse alimentos para toda la población, migrantes incluidos. Entonces podrían vacacionar si lo desean, no migrar por necesidad.

Vestidas como mujeres

FOTO TRUMP

AUNQUE si yo fuera lesbiana y mi esposa primera ministra del país a mí ni se me ocurriría posar en un acto oficial con las otras primeras damas, aplaudo el gusto y la decisión de Gauthier Destenay, esposo del primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, de posar con las mujeres de los otros dirigentes de la OTAN. Me imagino que cuando mr. Trump haya visto a la espalda de su esposa a esta peculiar primera dama, le habrá brotado un sarpullido de macho engallado.

No sorprendió la zafiedad de un maleducado, pero sí impactó la orden acosadora machista del inquilino de cabello zanahoria exigiendo a las empleadas de la Casa Blanca que vistieran como mujeres, siguiendo el código de figura esbelta con vestidos de alta costura y ropa cara, buscando que sus empleadas lucieran más bonitas. Lógicamente recibió numerosas fotografías de mujeres soldado, bombero, cirujano… con uniformes acordes a su profesión… estaban ¿vestidas como mujeres? Vamos, la monja alférez, Juana de Arco o Barbra Streisand como Yentl/Anshel no son sus modelos femeninos. Ciertamente los roles machistas siguen enraizados en nuestras sociedades. No hace tanto oía a una mujer recriminar a su yerno no haber limpiado el coche; cuando éste le contestó que bien podría haberlo hecho su hija, la respuesta fue contundente eso es cosa de hombres, como lavar, planchar, guisar o atender a los niños sería de mujeres. No ha mucho escuchaba a un orondo tipejo echar pestes porque su hijo veinteañero no encontraba trabajo, si las mujeres se dedicaran “a lo suyo” se acabaría el paro; de los hombres, apostillo, porque las mujeres seguirían bregando duro en casa para este mastuerzo u otro de similar cultura troglodita. No parecía importarle mucho prescindir de la mitad de los ciudadanos, caso de que para él lo seamos.

Antiguallas de pensamiento y comportamiento como estos aún pululan vigentes por nuestros lares, pero a diferencia de su escasa relevancia social, las acciones y decisiones del voluble y tarambana Trump ante millones de personas son cruciales, porque le toman como modelo, al menos si nos atenemos al voto logrado. Intranquilizador, porque si mutando la exigencia vestidas como mujeres ponemos negación del Cambio Climático, vender armas a sátrapas es buen negocio, poner muros al inmigrante es rentable, la salud no es derecho sino negocio, la defensa que se la paguen ellos… es duro asumir que esto lo piensen y opinen algunos miles, pero que los enarbole como banderines de enganche el presidente de la primera potencia mundial, ¿no es algo más que desasosegante? Porque, además, existe una larga lista de aspirantes a imitadores-Trump. De modo que si no eres Gauthier ni tienes figura esbelta, ni vestidos de alta costura ni ropa cara… mal camino llevamos las mortales.

Demonios muy humanos

REGUGIADOS

Con cierta frecuencia el buen Papa Francisco nos recuerda que el demonio existe. No un travieso galtzagorri o un diablillo de inocentada ni el rabilargo satán de Halloween, sino un ser tan real como el azufre infernal. Tiemblo ante tamaña compañía, pero…

Vemos estos días las terribles imágenes de inundaciones estivales en Paraguay e invernales en el norte de Gran Bretaña y en las riberas del Mississippi; al tiempo decenas de incendios en la cornisa cantábrica, pálido reflejo de los infernales fuegos en California. Nos dicen que el fenómeno El Niño es el responsable de este excepcional cálido-2015 preludio de un 2016 aún más calentito, olvidándose de citar la manita colaboradora de la acción humana, sea emitiendo gases invernadero, sea contaminando océanos o talando masivamente bosques. Quizá sea el hombre-diablo calentando la Tierra a modo infierno.

El diablo existe, aseguran, mientras la Asociación Fundéu elige REFUGIADO como palabra clave de 2015 y no precisamente porque un despechado ángel expulsado del Paraíso se haya fijado como objetivo demoníaco joder a un millón de personas para que huyan y busquen refugio en Europa, considerando que la mitad de ellos son sirios huyendo de una guerra de ambiciones humanas; refugiados que también escapan de las consecuencias del cambio climático, falta de cosechas y enfermedades sobrevenidas.

No veo diablillos extraterrestres comprando compulsivamente en navidades ni desperdiciando 1.300 millones de toneladas anuales de alimento mientras 800 millones de humanos no comerán mañana ni pasado ni…; cuando se dejan sin recolectar 1.400 millones de hectáreas cultivadas que alimentarían a millones de personas, pero… bajarían los precios. No creo que sean demonios celeste-infernales los 20 millonarios españoles con más dinero que los 14 millones de personas pobres del país. Tampoco es Lucifer quien ha asesinado a más de 60 personas por ser. mujer.

Sólo veo humanos entre los satisfechos jugadores de golf en cientos de campos bien regados en zonas áridas con un agua del que no disponen para beber 1.200 millones de otros humanos no tan satisfechos como los golfistas.

En fin, diablos cojuelos a manta con mucho rostro de ambición humana satisfecha.

Francisco es un Papa que transmiite confianza, pero en lo que atañe al demonio, pensar en rabos/cuernos, olores azufrados, en calderas atizadas por Pedro Botero o en las inverosímiles dislocaciones cervicales de la niña de El Exorcista requiere un nivel de fe excepcionalmente ciego para mortales ya bastante recalentados por los propios demonios humanos como para creer que tras el “Valle de lágrimas” terrestre aun pueda haber otro infierno con demonio peor que el propio Lucifer-humano.

¡Por Dios! El homo sapiens ya es suficiente demonio en la Tierra. ¡Demonio de diablos humanos! Pero feliz 2016 a pesar de ellos.

Yo estuve allí

cambioi

ES la máxima del viajero, “yo estuve allí”, porque si le gustó, pasará a formar parte de su intrahistoria, volverá a visitar el lugar y seguramente dirá a otros que también lo hagan. De haber podido estar en París yo lo diría. Porque han logrado “el primer acuerdo universal sobre le clima” entre 195 países; porque se han puesto de acuerdo para limitar a dos grados el aumento de la temperatura terrestre este siglo; pero sobre todo porque por primera vez todos reconocen sin ambages que el cambio climático existe y que es responsabilidad del hombre. Así que Hollande les recordó a los plenipotenciarios reunidos en la Cumbre que “siempre podrán decir que el 12 de diciembre de 2015 estaban en París, por lo que podrán sentirse orgullosos ante sus hijos y nietos”.

SAUDIS VOTANDO

Pero el “yo estuve allí” que más me habría gustado estos días es el municipio de Madrakah, en La Meca, donde Salma al Oteibi será concejala. No tendrá mucho poder, pero para muchos saudíes, hombres y mujeres, marca un cambio-camino en la toma de decisiones públicas. Había 130.000 electoras frente a 1,35 millones de electores, por lo que resultaba imposible que saliera elegida alguna mujer para alguno de los 2.100 cargos… a no ser que los hombres las votaran. ¡Y lo han hecho! Así que las mujeres saudíes se han estrenado cono electoras, como candidatas y como elegidas.

En un país donde las mujeres no pueden conducir un coche y viven toda su vida bajo la tutela de un varón para viajar, estudiar, trabajar, salir solas o casarse, hay mujeres muy bien preparadas que aspiran a salir al ágora pública con plena capacidad civil. Muestra de esto es la elección, contra todo pronóstico político-matemático, de la nueva concejala Salma; parafraseando a Neil Armstrong “es un pequeño paso para esta mujer, pero un gran paso para las mujeres” de Arabia Saudí.

RIVERA

Por el contrario, no me habría gustado el “yo estuve allí” político y social de Marta Rivera, número tres por Madrid del neoconservador Ciudadanos, diciendo “es tan grave que un hijo vea cómo su padre mata a su madre que vea cómo su madre mata a su padre”, para añadir que intentará “acabar con la asimetría penal por cuestión de sexo y la ineficacia de la propia ley”. Bien la primera frase, pero ante la segunda cabe recordarle que la ley contra la violencia de género existe porque la mayoría de las víctimas de esta violencia lo son exclusivamente por compartir una misma condición: ser mujer, y solo 2.700 hombres tienen orden de protección frente a 36.000 mujeres.

Como mujer no me gustaría mucho el “yo estuve allí” si esta derecha extrema recuperara el poder político y social.