Celebraciones

1 de mayoPocos días tan celebrados en el mundo como este 1 de mayo. Por una parte es el Día de los Trabajadores/as y este año al ser primer domingo del florido mayo también entre nosotros el Día de la Madre. Así que mi ingenuidad pregunta a alguno de los muchos miles que esperan en caravana para salir de la gran ciudad si es que van a una manifestación sindical o a ver a su ama que vive lejos. Perplejidad, sonrisas y ¡qué va!, es un fin de semana largo en algunos lugares y aprovechan para una escapadita. Los sindicatos ya se lo montan bien ellos solitos y a la madre el regalo se lo dio ayer o se lo envió por interflora.

Pero a pesar de esta visión actual del regalo comercializado como única versión del día de la madre, la celebración no la inventó el corteinglés ni adláteres, ni tan siquiera es una fiesta religiosa, sino que viene de lejos esto de recordar que las madres son transmisoras de vida, de mi vida exactamente. Pero de las flores recogidas por mí, del presente hecho con unas pinturas, unas letras bordadas a mano de niña o del detalle de un collarcito con pequeñas conchas recogidas por una misma que yo recuerdo de pequeña como detalle de amor y todo un acontecimiento, hasta la realidad del regalo de hoy hemos surcado casi un abismo. De hecho, consumimos mucho y reivindicamos poco. Porque la maternidad de hoy no es tener un hijo/a y meter horas con él/ella hasta que nos diga agur, sino todo un reto de conciliación entre este tradicional y la convivencia en igualdad con tu pareja y contigo misma, con tus aspiraciones y tu proyección personal-profesional.

Pero mientras en este día se reivindica poco, el negocio comercial en torno al Día de la Madre florece, vaya que si florece, porque no hay nada como sobreexcitar los sentimientos, y más si son los materno-filiales, para conseguir buenas ventas. Calculan las máquinas de los grandes cadenas comerciales que sólo en flores los españoles han gastado más de treinta millones de euros; si añadimos libros, perfumes, bombones, bisutería-joyería según los posibles, alguna nueva maquinita digital… sus ventas globales se han incrementado en más de un 5%; hasta la Once ha lanzado un premio extraordinario multimillonario. La pela es la pela y por amor hasta el negocio sin solución de continuidad.

No sé si a los sindicatos les pasará por el estilo con sus trabajadores en su anual celebración reivindicativa.

El sábado viajé para verme con mi hija y pasar juntas una agradable velada; nos besamos y charlamos sin regalos. Sin regalos, como único presente a mi ama le doy todos los días un beso, también el día de la madre. No sé si al corteinglés&$cohorte de cadenas comerciales les parecerá suficiente amor filo-maternal.

La Virgen en su peana

Ministro
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, del Opus Dei, tiene derecho a ir a rezar al Valle de los Caídos; pero acudir al rezo y a comulgar con coche y escolta oficiales casa mal con un Estado no confesional, al menos en la letra de la ley que tanto dice defender

Religión, economía y sentimiento de pertenencia a un grupo es la triada sobre la que se asienta la historia y el devenir de las sociedades humanas; malo es marginar alguna de estas tres patas, pero no mucho mejor mezclarlas con intereses proselitistas. Algo que a tenor de su currículo ministerial, al miembro del Opus Dei y ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, le gusta más que untar con los dedos, pues para él la política es una oportunidad para evangelizar, claro con dinero de todos.

El señor ministro tiene absoluto derecho a rezar, como yo que también soy católica, y hasta a realizarlo en un templo símbolo de la represión franquista, el Valle de los Caídos; pero acudir al rezo y a comulgar con coche y escolta oficiales casa mal con un Estado no confesional, al menos en la letra de la ley que tanto dice defender. Nuestro calendario viene jalonado de fiestas patronales en honor a santos y vírgenes, hoy mismo es fiesta civil por ser Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad imperial y de una Guardia Civil que siempre juega al compás de quien mece la cuna.

Pero de asistir a una romería popular como la de ayer en Begoña o incluso no querer alejarnos de la Edad Media sacando a pasear santos y vírgenes para implorar la lluvia, a condecorar con medallas militares a una Virgen en su peana va un largo trecho, vereda por la que galopa el ministro ferviente ¿quizá en pos de la santidad?Vírgenes&tricornios es una constante histórica de ese país llamado España; pero abandonando el lado del país-maravillas para cruzar a la parte del espejo donde habita el otro país real también del mismo nombre, causa perplejidad e indignación entre muchos el ardor condecorador virginal del ministro, vírgenes-estatuas de la madre de un Dios en el que no creen todos los ciudadanos que pagan impuestos.

Por ejemplo el guardia civil musulmán que ha solicitado subvención para ir a La Meca, como la reciben los compañeros que peregrinan a Lourdes. La Virgen de los Dolores de Archidona recibe hoy la Gran Cruz de Plata de la Guardia Civil por orden del ministro. Es la enésima condecoración a una virgen de piedra-bronce “por conductas extraordinarias que redundan en el prestigio de la Guardia Civil e interés de la patria”. A la mayoría ciudadana se le escapa este concepto de prestigio e interés patrio. Me coloco entre quienes manifiestan perplejidad, indignación y además rechazo por el uso de dinero público en estos actos simbólicos, porque para un católico mejor la Virgen en el corazón como madre querida-venerada que crucificada con tanta condecoración de armas.