Demonios muy humanos

REGUGIADOS

Con cierta frecuencia el buen Papa Francisco nos recuerda que el demonio existe. No un travieso galtzagorri o un diablillo de inocentada ni el rabilargo satán de Halloween, sino un ser tan real como el azufre infernal. Tiemblo ante tamaña compañía, pero…

Vemos estos días las terribles imágenes de inundaciones estivales en Paraguay e invernales en el norte de Gran Bretaña y en las riberas del Mississippi; al tiempo decenas de incendios en la cornisa cantábrica, pálido reflejo de los infernales fuegos en California. Nos dicen que el fenómeno El Niño es el responsable de este excepcional cálido-2015 preludio de un 2016 aún más calentito, olvidándose de citar la manita colaboradora de la acción humana, sea emitiendo gases invernadero, sea contaminando océanos o talando masivamente bosques. Quizá sea el hombre-diablo calentando la Tierra a modo infierno.

El diablo existe, aseguran, mientras la Asociación Fundéu elige REFUGIADO como palabra clave de 2015 y no precisamente porque un despechado ángel expulsado del Paraíso se haya fijado como objetivo demoníaco joder a un millón de personas para que huyan y busquen refugio en Europa, considerando que la mitad de ellos son sirios huyendo de una guerra de ambiciones humanas; refugiados que también escapan de las consecuencias del cambio climático, falta de cosechas y enfermedades sobrevenidas.

No veo diablillos extraterrestres comprando compulsivamente en navidades ni desperdiciando 1.300 millones de toneladas anuales de alimento mientras 800 millones de humanos no comerán mañana ni pasado ni…; cuando se dejan sin recolectar 1.400 millones de hectáreas cultivadas que alimentarían a millones de personas, pero… bajarían los precios. No creo que sean demonios celeste-infernales los 20 millonarios españoles con más dinero que los 14 millones de personas pobres del país. Tampoco es Lucifer quien ha asesinado a más de 60 personas por ser. mujer.

Sólo veo humanos entre los satisfechos jugadores de golf en cientos de campos bien regados en zonas áridas con un agua del que no disponen para beber 1.200 millones de otros humanos no tan satisfechos como los golfistas.

En fin, diablos cojuelos a manta con mucho rostro de ambición humana satisfecha.

Francisco es un Papa que transmiite confianza, pero en lo que atañe al demonio, pensar en rabos/cuernos, olores azufrados, en calderas atizadas por Pedro Botero o en las inverosímiles dislocaciones cervicales de la niña de El Exorcista requiere un nivel de fe excepcionalmente ciego para mortales ya bastante recalentados por los propios demonios humanos como para creer que tras el “Valle de lágrimas” terrestre aun pueda haber otro infierno con demonio peor que el propio Lucifer-humano.

¡Por Dios! El homo sapiens ya es suficiente demonio en la Tierra. ¡Demonio de diablos humanos! Pero feliz 2016 a pesar de ellos.