Que no se mencione el trabalenguas supercali… es lo único que realmente he echado en falta en la nueva Mary Poppins;mi única decepción con la nurse voladora es alguna referencia a este pegadizo palabro. Al igual que la versión de 1964, esta de 2018 me ha hecho soñar en habilidades mágicas singulares que bien podrían convertir mi rutina diaria en una continua aventura fantástica y por supuesto inolvidable. Al terminar la peli la realidad me ha despertado sin cometa en la mano.
En el entorno cercano más personal solemos comenzar el año nuevo con los mismos deseos y proyectos de casi todos los años ―dejar de fumar, mejorar el inglés, gimnasio y bajar kilitos…―, con la misma fe que los terraplanistas en la magia del paraguas de Mary Poppins. El desengaño emerge cuando lleguemos al inexistente muro de hielo final.
En lo público me alegré de ver a miles de personas manifestándose en Baiona y Bilbo reclamando derechos humanos para los presos, para todos los presos;su acercamiento a cárceles próximas a sus domicilios, el cambio de grado penitenciario, la posibilidad de redimir pena por el trabajo, la liberación de enfermos graves y terminales… No éramos terroristas reclamando, sino personas pidiendo justicia y ética frente a quienes seguramente añoren que ETA mate como añagaza para negar estos mínimos derechos humanos, porque buscan que su Tierra siga siendo plana en contra de toda evidencia.
Ayer mismo asesinaron a otra mujer en Fuenguirola. Pero el año comienza con el amago de suprimir la ley de igualdad de género negando las sevicias, maltrato, agresiones y la matanza continua de mujeres por el mero hecho de serlo. La discriminación es clara, pero quienes la niegan empecinándose en ver la Tierra plana son cada día más aplaudidos. Tal vez porque quieran quitar los guardaespaldas a las mujeres amenazadas para ponérselos a los toreros en sus corridas o a los cazadores para defenderlos del ataque de liebres, perdices y codornices. No nos dicen nada del pingüe beneficio de dehesas, cría de toros, monterías, material cinegético… porque es su fructífera Tierra plana: el engaño como sistema de funcionamiento público. Engaño estilo trumposo que también proponen con la expulsión de inmigrantes señalados como “delincuentes, apestados y aprovechones” a quienes no aceptan, aunque sepan bien que los necesitamos imperiosamente.
Tal vez nos quieran hacer creer que su España imaginaria y excluyente puede funcionar como país real con la voz mágica supercali…