Y no mucho mejores para la ética. “Es el mercado, amigo”, frase célebre de un conocido corrupto ladróndecuelloblanco metido a político durante un rato de su vida, siguiendo la senda del primum vivere, deinde philosopharide Hobbes que ya ha hecho cuerpo en nuestra sociedad. Por esto mismo nos entristeció tanto al final la continuación de la construcción de las cinco corbetas para Arabia Saudí como antes nos había congratulado la decisión inicial de no fabricarlas para un estado dictatorial y opresor. El mercado y el negocio por delante de la decencia ética, de la justicia y de los derechos humanos. Frente al fogonazo de ilusión en junio del año pasado con el Aquarius rescatando y desembarcando en Valencia a inmigrantes náufragos, la realidad del negocio nos devuelve la moneda con el “Aita Mari” varado en el arrecife del papeleo burocrático que le impide salir al rescate en el mediterráneo, aunque todos sepamos, especialmente los gobernantes, que el Mare nostrum es el mayor cementerio europeo actual: un monumento al náufrago desconocido por imposibilidad de poner en las lápidas nombres de fallecidos que nunca sabremos. Hoy estamos un poquito más en peligro que ayer, porque USA-Rusia/Trump-Putin han roto el tratado de no proliferación de armas nucleares de medio alcance;el negocio es negocio y mientras millones vivimos hoy más preocupados y amenazados, unos pocos empresarios de la guerra se llenarán los bolsillos a espuertas con los pingües beneficios de la fabricación de nuevas armas. Esperemos que no estén urdiendo la posibilidad de foguearlas en Venezuela y tengamos que cantar con el pesimismo realista de Pessoa en Tabaquería: ”El mundo es para los que nacieron para conquistarlo, no para los que sueñan que pueden conquistarlo, aunque tengan razón”.
Por estas y muchas más situaciones parecidas, me atrapa el sentimiento y reconcilia con los humanos el conocer que el comité de empresa de la CAF de Beasain ha pedido a sus directivos que no liciten para la construcción de una nueva línea de metro en la parte de Jerusalén ocupada por Israel a los palestinos. Para construir este tranvía han expropiado tierras palestinas, han contravenido las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, no respetan los derechos humanos, pisotean la legalidad internacional y será de uso exclusivo para colonos israelíes. Acepto la existencia de Israel, pero descarto los productos israelíes fabricados en territorios ocupados. Es lo menos que podemos hacer por los derechos de los palestinos.
Éxodo 21:24 “ojo por ojo”;sabiendo que el estado sionista sigue a rajatabla esta ley del talión, el gesto de los trabajadores de la CAF no es un brindis al sol y consigue pasar de anécdota a categoría, porque además de trabajadores son propietarios de un 25% de la empresa. Su decisión les honra y, al menos a mí, me enorgullecen como conciudadana. Es el negocio… sí, de la ética y de los derechos humanos, aunque hayamos de penar con Pessoa, ”he soñado…, he abrazado…, he pensado…, pero… seré siempre el que aguardó que le abrieran la puerta frente a un muro que no tenía puerta”.