Hoy son 19 las asesinadas por el único motivo de ser mujer. No son trágicos sucesos aislados sino el resultado final, el epifenómeno recocido de excrecencia de los rescoldos de machismo; rescoldos que de vez en cuando se avivan y a modo de nauseabunda guinda destilan un asesinato; a este ritmo, este más de 60 mujeres perderán la vida.
Escuchaba con satisfacción la propuesta del Papa Francisco de entreabrir a la mujer la puerta sacerdotal en el tránsito para reducir con matices su discriminación secular en la Iglesia Católica. También estábamos tan contentas/os con los floridos epítetos del día de la madre; tanto que casi se nos había olvidado que seguimos siendo mujeres en una sociedad de discriminación machista como nos lo han recordado los últimos asesinatos de mujeres a manos de sus exparejas.
Es llamativo que en Brasil hayan dado un golpe de estado “legal” con caza de brujas a su (ex)presidenta Dilma Rouseef y que el muñidor de esta cacería y sustituto, neo.com Michel Temer, forme un ejecutivo sólo de hombres, todos blancos, en un país multicolor y plagado de mujeres bien preparadas. Preocupantes los improperios y desprecios machistas de mr. Trump, posible presidente de EEUU. Menudos mimbres políticos para la igualdad de oportunidades. Mimbres que aquí también verdean entre los políticos. Recuerden el “cállate bonita” a la parlamentaria andaluza Teresa Rodríguez en un pleno, añadido al “no tienes ni puta idea”, no sé si por ser de Podemos o mujer, porque a sus conmilitones-hombre no les reprocharon lo mismo. Parecida reflexión me hago cuando escuchamos “tiorras feas” “puta” “malfollada” “vieja”… y otras lindezas en el parlamento, en prensa o televisión; cariñosos epítetos dedicados sobre todo a mujeres de CUP o de HB, que pueden ser antisistema o alternativos, pero no más que sus compañeros parlamentarios varones a quienes no motejan de tío feo, sátiro, putero, malfollador, calzonazos o vejestorio; no se las descalifica por su capacidad, inteligencia o eficiencia, sino por el aspecto, la edad o definición sexual, lo que al parecer en ellos no es determinante pero sí en ellas. Recuerdo un encuentro hispano-francés donde lo reseñable fue el palmito respingón trasero de Letizia y Carla Bruni. Clarifica el papel de la mujer en la re-pública.
Evidentemente estas descalificaciones estético-morales lo que intentan es deslegitimar la actividad intelectual de la mujer, tratando de situarlas en inferioridad profesional.
Tampoco sabría decir si el camino es invitar sólo a alumnas a las charlas sobre investigación dadas sólo por mujeres como está haciendo Ikerbasque, cuando en realidad a quien más hay que concienciar es a ellos.
Dirán que hoy no es 8 de marzo, pero es que las mujeres vivimos 365 día al año, y el machismo no parece superado ningún día ni en las más alta instancia como el parlamento. Menudo espectáculo.