Miren por dónde, a los vascos jamás nos tocó el Cuponazo, pero sí nos acaba de caer un pellizco del sorteo del Once del Once de la ONCE en forma de dimisión del que inventó y difundió la maledicencia. Qué inspirador, por cierto, que el figurín figurón haya hincado la rodilla el día de San Martín, confirmando literalmente el refrán que ustedes saben, oink. “Albert Rivera abandona la política”, cuentan con tanta generosidad como falta de tino los titulares. De eso nada. Es la política la que abandona a Albert Rivera de una patada en el tafanario como no se recordaba en estos lares desde la desintegración de UCD.
No deja de tener su mérito, es decir, su demérito, el julijustri naranja, que en apenas seis meses se ha fundido 47 escaños de vellón. No me digan que no es la personificación del legendario Abundio, aquel que se echó una carrera a sí mismo y quedó el segundo. Como decía ayer en Euskadi Hoy de Onda Vasca el politólogo Rafa Leonisio, su caso de autodestrucción pertinaz y obtusa se estudiará en las facultades del ramo. Añado yo que en la misma unidad didáctica debe citarse a otros célebres ególatras inmolados en su propio jugo como Rosa de Sodupe y sus Maneirachis.
Casi es para concebir esperanzas de que en no muchas vueltas del calendario le aguarde una suerte similar al ahora exultante y siempre insultante Santiago Abascal. Tome nota el amurriotarra cid de pacotilla: cuanto más arriba se llega, más dura es la caída. Y para compensar otros sinsabores, no es la primera ni la segunda vez que la justicia poética nos depara el gustazo de ver morder el polvo a tipos que han hecho del odio su modo de vida.
Desde Catalunya: No negaré que es un gustazo ver el fracaso de un individuo que ha hecho del (auto)odio a Catalunya un modus vivendi. Ver como el peso de su ego le ha impedido volar tan alto como esperaba para acabar haciendo una patética secuela de «aterriza como puedas».
También en Euskadi tenéis sobrados ejemplos de elementos empachados de autoodio.
Pero, como apuntaba ayer el periodista Jordi cabré, Rivera debe de estar eufórico: lo que él ha sembrado no lo ha recogido personalmente pero está en buenas manos: las del ayatolá Abascal. No es, pues, un trabajo que haya caído en saco roto.
Siempre digo que el «procés» habrá tenido errores pero puede exhibir dos grandes triunfos: el primero, haber dado el protagonismo de la acción política al pueblo y no a los partidos.. Y segundo, haber quitado muchas caretas; especialmente, la de España . Por si alguien lo dudaba, ahora está mostrando lo que verdaderamente es.
Es difícil entender como personas así llegan a dirigir formaciones políticas que optan a gobernar un país entero.
Más difícil es entender quien ha apostado por ellos y que han visto en estos personajes.
Ver a Rivera era exasperante, lleno de gestos, tics y aspavientos ridículos sin ningún fundamento.
Oír a Rivera era patético, 155 y demoliciones de autonomías era todo su repertorio.
Agur Rivera, agur, su estancia se ha hecho muy larga aun siendo corta su trayectoria.
¡Hasta nunca! aunque con una persona tan coherente quien sabe lo que estará ya pensando y si habrá cambiado de opinión.
Y Savater, ¿qué opina? Tiene gracia que, siendo tan hipodrómico, apueste continuamente a caballo perdedor. O más bien, caballo que bendice, caballo que fracasa.
Da igual, la chusma vota mal y él seguirá hablando de todo sin saber de nada.
Totalmente de acuerdo con lo de las caretas: así el denominado Procés nos ha revelado como un gobierno se supone que serio como el catalán puede, con el mantra de que quieren ejercer la democracia (!), pontificar sobre la ídem, ciscarse en la legalidad (inolvidables las sesiones del Parlament catalán del 6 y 7 de septiembre de 2017), montar consultas sin censo y permitiendo votar a mayores de 16 años; pervertir conceptos tan serios como fascismo, presos políticos y exiliados; afrentar al Gobierno vasco; etc.
Todo eso, recordémoslo, el gobierno de un territorio que votó más a favor que ningún otro la Constitución de la que pasan tanto y cuanto en la actualidad. Un gobierno, pues, muy poco serio.
¿Que zurraron a pacíficos ciudadanos el famoso 1-O? Te aseguro que hostias incluso peores he visto yo en EH cuando vivía por allí. Y es que a eso se dedican los antidisturbios, sean Mossos, Beltzak, Policía Nacional, Guardia Civil o Gendarmería francesa. ¿Que te quejas de que sacudan? Ya sabes el refrán: «Qui no vulgui pols, que no vagi a l’era» («Quien no quiera polvo, que no vaya a la era»).
Pues cuidado con «el de Amurrio», que aquí hablamos mucho de territorio libre de fachas, pero con los resultados de estas elecciones Vox tendría un escaño en el parlamento vasco.
Para Arturo: los españolistas ya no provocáis, sólo aburrís. Ah, y en Catalunya sois minoría.
Un whisky y a dormir.
Los que decían a grito pelao que la sociedad vasca estaba enferma, tienen algo que añadir hoy, a la vista de los resultados electorales en Euskadi?.
O sólo es fascismo el que se tuneaba con cortes de pelo «a la aizkora» y palestinos a modo de seña de identidad ?.
Aunque sabemos muy bien que se referían a la sociedad vasca mayoritaria, la que sigue apostando por la serenidad y el buen hacer sin ruidos ni hiperboles.
Han anotado ante notario que la única comunidad de las 17 en las que el puto fascio no se ha comido una rosca ha sido precisamente en esta parte del mapa peninsular?
Porque una tiene el guasap invadido de memes y contramemes muy halagadores todos, pero no deja de ser un correo privado por mucho que hagamos proselitismo entre nuestros conocidos.
De entre el ruido mediático de los comentaristas y supuestos analistos políticos, se ha destacado convenientemente que si hace 6 meses el estado tenía un problema candente con Catalunya, el hecho de que el nacionalismo español más agresivo no tenga representación parlamentaria por Euskadi les va a añadir otro problema más a ese mismo estado que sólo ofrece palos y judicialización de toda la actividad política?.
Es decir, un problema de momento, latente, pero más grande aún que en abril.
La patata cada vez más caliente de la estructura del estado.
Ya pueden hilar fino, ya, que los hooligans de Ortega Smith y sus etcéteras van a encabronar aún más el inane patio de debate espoleados, por una parte, por su indudable éxito en España y por otro, por la frustración de saberse (casi) ninguneados en los dos territorios más díscolos que le han salido al Borbón II después de Franco.
Y supongo que habrá que añadir el papel que jugará el PP enarbolando el estandarte de que yo soy más español que tu y torpedeando todos y cada uno de los intentos que tímidamente hagan desde el gobierno para llegar a soluciones no traumáticas-
Pues nada, va a estar más entretenida la política que los programas oficialmente casposos de la parrilla televisiva.
Perdón por la extensión, como siempre.
Lo único bueno de la noche electoral del domingo ha sido precisamente el hostión mayúsculo del petardo con voz de actoreso de culebrones.
Para Politincorr: ya que me quieres clasificar (¡pero qué ganas tenéis algunos de encasillar al personal!) ponme dentro de los muy hartos de las paridas de victimistas de todo pelaje, que se creen en posesión de la verdad, y que son (te incluyo con cariño, ‘només faltaria’) superlativamente cansinos.
Lo del whisky tampoco te lo acepto. Prefiero un patxaran del bueno. Y de la cama, paso: tengo trabajo que hacer, no como esa peña que se va por ahí a cortar fronteras.
La avaricia rompe el saco, la avaricia y la mano de ostias que le ha dado AITOR Esteban cada vez que se enfrentaban en el hemiciclo.
Para Arturo (y por última vez): te encasillas tú con lo que dices.
E, insisto: en Catalunya sois mi-no-rí-a.